Toriel, se desplomó en el suelo.

— ...

Un silencio abrumador llenó el cuarto de Frisk, había un charco de sangre que estaba por debajo de Toriel, quien estaba boca abajo contra el suelo. Él estaba paralizado, realmente no sabía qué es lo que acababa de hacer, solo estaba siguiendo un instinto. Ella logró levantarse, aunque con una mano que estaba presionando la perforación. Caminó hasta la cama del chico, se sentó apoyando su gran espalda en la pared y dijo..

— Parece que al final si lo has hecho.. pero no sabes lo que sucederá luego. Hay alguien que se encargará de detenerte, ¿Piensas que con asesinar a filo seco a la líder de un grupo puedes parar al grupo? No.. así no funciona, tristemente para ti. Undyne, una de las guerreras más poderosas, por no decir la más fuerte, ella, estará a cargo de todo este plan, y creeme que no te gustará que así sea..

Parte de la piel de Toriel estaba cayendo encima de las sábanas como si de arena se tratase. Ambos lo habían notado, sabían que no le quedaba mucho más tiempo conservando aquella forma.

— No te pediré nada antes de irme, todo lo que tenía para darte te lo he dado, y lo que te falte recibir te lo darán quienes están adelante de Las Ruinas.

Aquel monstruo quiso distraerse de la situación, aunque era casi inevitable en sus condiciones. Solo se recostó sobre su polvo y espero su cruel y lenta muerte.

Pasaron no menos de 5 minutos y lo único que quedaba era una túnica oscura con un símbolo en el pecho. Frisk agarró la ropa y la llevó hasta abajo de las escaleras, agarró su buzo, y luego de ponerselo, tiró la túnica contra la pared. Empujó las puertas, y para la sorpresa del humano, había otro pasillo, bastante largo y oscuro. Él caminó hasta el final y llegó a una sala aún más oscura que el largo camino de recién.

— ¿¡Cómo estás Frisk!?

Dijo aquella voz fina y chillona.

— Oh.. ¿Flowey?

— ¡Exactamente! Ya que estás aquí, supongo que ella te ha dejado salir de Las Ruinas, ¿No?

– …

Realmente no tenía ganas de responder, así que simplemente se quedó callado

— En fin..

La flor subió al hombro de Frisk agarrándose con sus raíces/enredaderas

— Vámonos de aquí..

Caminaron hacia adelante y antes de abrir la última puerta, el niño se detuvo por un grito.

— ¡Espera! Antes de salir, quiero decirte que esta parte de la aventura no será tan fácil como lo que has visto antes, quizá aquí tuviste a Toriel, tu cuchillo, y los monstruos eran debiluchos que no sabían defenderse, pero esta zona es salvaje, aquí pasan cosas más importantes que allí atrás. Solo quiero decirte que.. tengas cuidado.

— Está bien.

Ahora si, las grandes puertas se abrieron, y un gran viento bastante frío entró por la apertura, haciendo que los pétalos de Flowey y el pelo de Frisk se movieran bastante. Al atravesar el portón, este se cerró de un golpe, y no parecía que vaya a abrirse de nuevo, al menos no con la fuerza de un niño y una flor.

Emprendieron camino hacia lo desconocido, y lo desconocido era… bastante… ¿Frío?... Había nieve por donde mires, era.. un bosque en su momento más fuerte. Por suerte había un camino limpio y libre para que ambos usaran, y parecía no haber monstruos por esos lugares.. parecía. Empezaron a sentir la presencia de alguien, alguien con una máscara de personalidad, alguien con un poder extraordinario, alguien con un ojo que puede juzgar, alguien que.. sabe contar bromas. Notaron que estaban por cruzar un pequeño puente, pero, una voz entró por los oídos de Frisk y Flowey.

— Acaso no sabes como…

— ¿Por qué hablas así?

Frisk interrumpió a aquel desconocido, la verdad, tenía una voz bastante rara y rasposa.

— ¿Que? Hablar como…

— Sabes, no tienes que hablar como si estuvieras en cámara lenta, ni tampoco estar fingiendo esa profundidad.. además he visto tu mano, esas bromas.. ¿Sabes qué año es?

— Yo, eh..

— Probablemente no.

Ambos compañeros soltaron risas a carcajadas, mientras que el monstruo solo quedó paralizado sin saber qué decir.

— Bueno.. olvidemos lo que acaba de suceder. Soy Sans, Sans el esqueleto, ¿Y tu eres?

— Frisk.

— ¿Y tu pequeño acompañante?

— ¡Flowey!

Gritó la.. ¿Pequeña voz?

— Y.. ¿Qué se supone que haces aquí Sans? porque solo parece que estás haciendo na..-

— Permíteme interrumpirte. En general, o más bien, se supone que deba ser quien avise cuando un humano está aquí. Pero, ¿Sabes? hoy no tengo muchas ganas..

— ¿Sabes que podría ser un asesino y querer destruir a toda esta gente pero tú decides no decir nada por tu flojera?

— Si fueras un problema yo mismo te resolvería.

— eh?

— Oye, vamos, adelantemosnos un poco, está viniendo mi hermano y el.. no te querrás encontrar con él.

Caminaron hasta un lugar en donde había una lámpara rara con la forma de Frisk y un puesto de vigilancia. Sans insistió en que se pusieran detrás de la lámpara, aunque al final se pusieron detrás del puesto, todos menos el esqueleto, obviamente. De la niebla apareció un monstruo que parecía ser un esqueleto también, aunque este era bastante más alto que el primero de los dos. Él se detuvo y exclamó..

— ¡SANS!

— ¿Que pasa hermano?

— Nada de “qué pasa”, ¡Ya sabes que pasa!, Toriel nos dijo que un humano había entrado a Las Ruinas, hay que prepararnos por si de alguna manera él logra llegar hasta aquí. ¡Quédate vigilando atento y derecho!

— Está bien, aunque podrías relaj..

— No tengo tiempo para chistes, Sans, nos vemos luego.

Se fue por donde vino, y el bajo esqueleto dijo..

— Ya pueden salir..

— ¿Ese es tu hermano, Sans? Con razon dijiste que no querríamos encontrarnoslo. Parece bastante… concentrado en su trabajo, ¿Pertenece al EPPH?

— Estás en lo correcto. Pertenece al EPPH, trabaja en la parte que se encarga de los humanos.

— Oh, parece que se me agrega otro problema a la lista.

— Pues aquí, así son las cosas. ¡Bienvenidos a Snowdin, hogar de los monstruos más salvajes!