Una lágrima cayó de los ojos de Frisk, haciendo que con las gotas algunas flores se limpiarán. Él cerró los ojos y se quedó pensativo, aunque luego de unos minutos se había dormido.

[Algunas horas más tarde]

—Mmmh… ¿Qué ha pasado?

Luego de pasar unos minutos sentado despabilandose, decició levantarse. Se sacudió un poco la cabeza y caminó de vuelta hasta su nuevo hogar en las ruinas. Entró, ya que la puerta estaba sin cerradura puesta. Vió a Toriel durmiendo en el sofá con los anteojos un poco caídos, un libro abierto en la mesa y ella soñando profundamente, de hecho, se escuchaba que roncaba levemente. Él caminó hasta su cuarto. Ya estaba oscureciendo. Se sentó en su escritorio, de un cajón sacó una libreta y una lapicera. Comenzó a escribir algunos pensamientos, que tuvo hasta ese día, sobre Toriel, Flowey y algunas cosas más que le sucedieron en ese poco tiempo de estancia en Las Ruinas.

Siguió pasando el tiempo y el niño escribía en su nuevo diario. Pasada otra hora, Frisk se levantó y caminó hasta el comedor. Allí estaba Toriel, despierta, leyendo el mismo libro que había dejado por la mitad. Cuando notó la presencia del humano, cerró el libro y lo miró algo sorprendida.

—Vaya, no noté tu llegada, niño

—Es que estabas dormida, parece que tenias sueño, ¿No?

—No realmente, solo que este libro es un poco aburrido. Cambiando de tema, ¿Quieres cenar?

— Claro, ¿Que hay para comer hoy?

— Comeremos pollo al horno

Frisk se sentó en la misma silla que la última vez; Toriel fue a cocinar. Pasados más de diez minutos, el niño puso la mesa, y luego comieron. Ya habiendo guardado todo, ambos fueron a sus cuartos y se recostaron en sus camas. Era la noche, se escuchaban ronquidos viniendo del cuarto de Toriel hasta la puerta del cuarto del niño. Esos días que había estado viviendo allí realmente lo reconfortaron, pero ya estaba un poco aburrido y con ganas de ver que había bajo esas escaleras en la entrada. Así que decidió que tenía que bajar allí.

Aprovechó la hora y, con extremo cuidado -y silencio- Frisk abrió la puerta, caminó por el pasillo hasta las escaleras que parecían llevar a un sótano o algo así. No era como él esperaba, no era una bodega, algún almacén o algo para guardar cosas. En vez de eso, al llegar a lo más bajo de los escalones vio un oscuro y largo pasillo de ladrillos violetas, parecidos o iguales a los de las construcciones en Las Ruinas, la única diferencia es que estos estaban nuevos y bien puestos, aquellos de afuera parecía que estaban en decadencia. Luego de bastantes pasos resonantes, llegó hasta un gran portón también de violeta -aunque violeta oscuro-. Cabe resaltar que esa puerta tenía dibujada la Runa Delta. El niño iba a empujar la puerta para abrirla pero noto que había una luz anaranjada viniendo de atrás. Pensó..

—“Oh no, es ella, ¿Verdad?”

Para su mala suerte, no era quien pensaba que era. Era él. Cuando empezó a sentir dolor en la espalda noto que su buzo estaba en llamas, se lo sacó y empezó a pisarlo para apagar el fuego. Se había quemado un poco la remera blanca de abajo y también su piel, pero era una quemadura de primer grado, nada tan grave. En el momento que vio al pasillo de detrás suyo, allí vio una sombra alta y amenazante. Esa era Toriel.

—¿¡QUIERES MATARME, ESTUPIDA!?

Gritó el humano con una intensidad notoria.

—Dime ahora mismo qué haces aquí abajo y quizá vaya a reconsiderar lo que me estás obligando a hacer.

—¿Que estoy haciendo preguntas? Quiero salir de aquí y explorar lugares afuera, Las Ruinas me aburren, y no pensaba irme para siempre, luego volvería, solo era, no sé, quizá para hacer amigos o algo así.

—¿Hacer amigos?

Preguntó Toriel antes de carcajear fuertemente.

—Sí que eres ingenuo después de todo.. ¿Que no entendiste que si sales solo caminando por allí quizá te agarren y asesinen?

—He practicado mi defensa, no tendrías que preocuparte.

—No puedo dejarte salir niño, perdona pero así no funcionan las cosas.

Toriel levantó la mitad baja de su brazo y en su mano una bola de fuego hizo combustión, apareciendo e iluminando el cuarto. De la nada, Frisk despertó, estaba en su cama tapado.

—“Uff, fue solo un sueño.. eso esper-”

Mientras se relajaba, descubrió que no se podía mover. Empezó a gritar por ayuda y otra vez, aquel monstruo alto, fuerte y con llamas que no se apagan, entró por la puerta. Había un aura que te hacía sentir miedo, dolor e intimidación, ella estaba emanando esa aura. Frisk rogaba por su vida sollozando fuertemente, la mirada de su “madre” era vacía y oscura y no parecía que fuese a detenerse. Toriel mostró sus garras, las acercó al ojo derecho del niño y un grito descomunal retumbó en toda la zona.

El niño se desmayó, así que ya no estaba forcejeando para liberarse. Una gran cantidad de sangre caía de la cuenca del humano y bajaba por la mejilla hasta el colchón, manchandolo de un rojo puro lleno de determinación. Estuvo en la cama por al menos 2 días. Logró sobrevivir gracias a la poderosa alma que tenía, que lo mantuvo en reposo pero a salvo.

Al despertar abrió su único ojo y miró a todos lados, se sentía débil y cansado, así que no lo hizo bruscamente, solo vio lento a su alrededor. Se levantó del colchón, el cual estaba con un gran manchón rojo, y luego de abrir la puerta de su cuarto camino hasta el comedor. Allí estaba ella, sentada en el sofá individual, leyendo un libro y comiendo tarta.

—Que me hiciste Toriel.. no recuerdo lo que pasó..

—¡Oh! Buenas tardes pequeño dormilón, vé y lávate la cara, al menos podemos almorzar y si lo hacemos rápido podemos merendar también.

—Mhm.. Está bien..

Caminó hasta el baño, que estaba entre los cuartos de Toriel y Frisk, y cuando se miró al espejo empezó a temblar, se había paralizado al ver que literalmente tenía un hueco en vez de un ojo, parecía como ver una película de terror pero solo las partes que asustan y en repetición contínua. Cerró la puerta de manera violenta luego de salir del baño y corrió hasta donde estaba aquel animal.

—¿¡QUÉ ES ESTO!? ¿¡POR QUÉ LO HICISTE!?

—Oh, ¿Hacer que, hijo?

—¡EXPLICAME POR QUE ME FALTA UN MALDITO OJO!

—No me hables con ese tono niño.

Frisk se tomó unos segundos para calmarse, y luego de unos minutos preguntó a Toriel el por qué había hecho eso, ella decidió responderle.

—Pues, tú eres un niño y no has estado en la guerra, pero fue algo horrible, monstruos usando sus garras cruelmente con los humanos, humanos clavando lanzas a los monstruos, y muchas más cosas. Ya sabes la historia, esa flor te la contó, pero no sabes lo que pasó luego.

—¿Los monstruos enloquecieron más?

—Bueno, sí, pero pasaron muchas cosas más. Luego de la muerte de los dos hijos de la familia real, Asgore tomó la decisión de aniquilar a los humanos para extraerles el alma, que luego sería mandada a una máquina hecha por la científica real para exprimir toda la energía que tiene dentro. juntando la magia/energía de los 7 tipos de alma más fuertes, el rey tendría un poder que podría convertirlo en un dios invencible para cualquier monstruo o humano relativamente normal. Él, Asgore, fundó el Equipo de Prevención de Problemas y Humanos o EPPH, el cual además de encargarse de los problemas del subsuelo, también se encargan de contener el poder de los humanos para que estos no interrumpan el proceso de creación de nuestro nuevo dios.

—Entonces me detuviste porque..

—Porque soy la que está a cargo de este equipo. Vivo aquí para encargarme de los niños que entren al subsuelo. Ya hemos reunido 6 almas humanas, si tuviéramos la tuya también podríamos liberarnos de este infierno.

Toriel tiró sus anteojos a la mesa, se levantó del sofá y miró al humano con una tenebrosa cara.

—¿Prestarías tu vida para la salvación de miles de almas?

Frisk corrió a su cuarto, puso la traba y pensó.

—“¿Acaso mi vida solo existe para ser sacrificada?” “Seré asesinado?” “Va a doler?” “Los humanos podrían morir si convierto a Asgore en un dios” “No se que hacer, si lo hago mi todo será eliminado, incluso lo que represento, a los humanos, quienes morirán por culpa del rey. Pero si no lo hago, quizá me asesinen, y eso estaría condenando a los monstruos a más años de espera. Aunque si me asesinan seguro me sacan el alma, así que no es como que tenga muchas opciones, claramente lo que me dijo Toriel de que se separó de Asgore y esas cosas es falso, si no, ella no lo ayudaría”

Él no sabía qué hacer. Pero en ese momento unos golpes suaves en la puerta hicieron a Frisk reaccionar.

—Frisk, nesecito saber tu decisión, voy a pasar.

El niño empezó a desesperarse y vio en su mesa el cuchillo que Toriel le dio su primer día. La puerta se abría. No lo pensó, agarró aquella arma afilada cuando ella fue visible desde el cuarto y con un rápido movimiento del humano logró perforar el cuerpo del monstruo frente a él, haciendo fluir sangre que recorría la parte baja del chico y en el codo goteaba.

—Mgmh…

Toriel, se desplomó en el suelo.