Se escuchan ruidos de pasos y de alguien saltando una reja y cayendose al suelo. Frisk ignoró todas aquellas leyendas, advertencias y reglas sobre el Monte Ebott y siguió su camino hasta una pequeña cueva cerca de la punta. Al entrar, una flor apareció en el suelo a unos 5 metros de el, cuando se acercó a ver que era, tropezó con una rama y comenzó a caer por un increíblemente largo túnel

[Pasadas unas horas]

[—..... Que diabl.. ¡Ah!..¡me duele todo el cuerpo!.. ¿¡Cómo se supone que sobreviví a la caída!?.. ¡Todo siempreme sale mal!..este no era el plan... iré a ver si encuentro una manera de salir de este lugar y intentar hacerlo de otra manera.

El se levantó del piso, que estaba lleno de flores doradas, tenían manchas rojas, no eran charcos, mas bien era como si fueran salpicaduras. No lo notó, así que al levantarse camino por un corto pasillo y entro a una sala bastante grande y oscura, del techo entraba luz y pegaba en el centro del piso. Justo del centro del suelo, una flor salió. Esa flor también tenía pétalos dorados, pero también tenía una cara, y parecía estar asustada, además, estaba llena de arañazos y un pétalo parecía mordido por una mandíbula muy filosa

—¡P..Por favor!...¡No me hagas nada!..¡He sufrido mucho aquí so-

—¡Haz silencio!..Gritas demasiado. ¿Podrías explicarme por favor por que eres una flor y me estás hablando?.. Estoy agonizando por la caída o realmente estoy en.. — Interrumpió el humano

—E..Este es el subsuelo, la raza de los monstruos vive aquí desde hace mucho tiempo por culpa de que los humanos nos desterraron de la superficie. Los monstruos exageraban todo, al matar, al enojarse, al ponerse tristes, en todo. Ya que éramos inestables y podía colapsar la pacifica vida que mantenían, decidieron entrar en guerra. Al ganarnos nos encerraron en este lugar y los monstruos enloquecieron, cualquiera que sea un estorbo lo atacan o matan..

—¿Sabes cómo podemos llegar a la salida?

—Si, se como puedes salir, queda muy lejos pero podremos ir

—Detesto caminar, pero tampoco soy muy paciente, así que empecemos a caminar ahora. Por cierto, quiero que me digas ahora si hay algo de lo que me tenga que preocu‐

Una bola de fuego rápidamente le pego en el centro del cuerpo a Frisk, entre el pecho y la panza. Dejo marcada la remera. De lo que parecía una puerta, salió un monstruo, alto, un poco robusto. Llevaba una túnica gris oscura con un logo en el pecho en forma de corazón violeta. Tenía unos cuernos no tan largos, y unas orejas que partían desde unos centímetros por debajo de las orejas, hasta la mitad del cuello. Parecía que tenía un mordisco en una de las orejas ya que le faltaba parte de ella. Camino unos pasos, hasta la luz que venía del techo. Era una cabra y era mujer. Al ver a Frisk mostró una expresión de susto, tapándose la boca con ambas manos y luego corriendo a unos pocos pasos del niño, que estaba recostado en el suelo con una quemadura en la remera, por suerte no llegó a tocarle la piel, pero si quedó un círculo oscuro en la ropa

—¡Oh no!..¡Perdóname humano!...Pensé que eras alguien más... ¿Estas bien? — Dijo La cabra monstruo.

—¡Ten más cuidado la próxima vez, maldita cabra!..Si, tienes suerte de que este bien porque si me hubieras hecho daño me las pagarías enserio...Vamos, ¿Cual es tu nombre? Yo soy Frisk. —

—¡Cierto! Olvide presentarme antes, soy Flowey.. — dijo la flor un poco emocionada por tener su primer "Amigo" o al menos conocer a alguien que no le haya hecho daño aún. aún que la pregunta no iba dirigida hacia el, decidió responder.

Toriel miro abajo suyo, había una flor, retrocedió unos pasos y hizo contacto visual con ella, aunque la miraba con unos ojos demoníacos, como si incluso se la quisiera masticar y escupir

— Oh.. Hola Flowey, y hola Frisk, yo me llamo Toriel, me conocen por ser quien defiende Las Ruinas, mi hogar. Te daré un tour y talvez puedas quedarte en casa y ser mi hijo. A mi me parece bien así que vamos. — Toriel los miro con las pupilas pequeñas, como si estuviera viendo algo extraño.

—O-oye Frisk, yo me quedaré aquí, tal vez luego te vaya a visitar, no se si tu amiga la cabra me quiera cerca de ti así que luego nos hablamos.. — Dijo Flowey con un tono temeroso

Frisk y Toriel se fueron. Mientras caminaban, por los pasillos resolviendo puzzles y eso, Frisk notó que había muchas golpes y marcas de ataques como mordiscos, puñetazos, e incluso quemaduras en las paredes. No le pareció raro ya que Flowey le había explicado como eran los monstruos. Pasados unos minutos, llegaron a una sala con un maniquí relleno con algo muy liviano, parecía algodón

—Bueno niño, tendrás que aprender a defenderte en este lugar porque las cosas aquí no son tranquilas, si llegas a molestar un poco a alguien, puede que lance un ataque y si no te mata, entrarás en batalla con el o ella. — Toriel seguía con su mirada extraña, parecía que quería decirle algo más.

Toriel le entregó un cuchillo, parecía real, no era de plástico o de juguete, así que el humano entró en batalla, habia un muñeco en la sala, este empezó a flotar, ambos entraron en lucha. Volaron cohetes y cuchillos, pero Frisk terminó ganando, al parecer, el muñeco podía morir, y lo hizo por el ataque que el niño lanzo. Mientras el pobre maniqui se desvanecía en polvo, el alto monstruo le dijo al humano..

—¡Bien hecho niño! No te preocupes por el muñeco, conseguiré otro y ya, sigamos, nos queda un largo camino aún, así que vamos a seguir.

Pasaron de sala en sala, resolviendo algunos puzzles, y luego de un rato, llegando a un muy largo pasillo, extrañamente, al final había una columna. Toriel se dio vuelta y miró al humano, Frisk no sabía porque se habían detenido si apenas habian entrado

—Niño, esta será la primera parte de tu prueba final, tendrás que vencerme, si lo logras, estarás listo para sobrevivir en las ruinas.

Un corazón rojo puro apareció y floto delante del pecho de Frisk, Toriel dio unos pasos para atrás y de una de sus manos salió una bola de fuego negra, era peculiar, también flotaba, solo que en la mano de aquella cabra, y el núcleo o centro del fuego era blanco

—Preparate, Frisk.