Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

[4] Un ojo. Una cabra.

Al despertar abrió sus ojos y miró a todos lados. Se levantó del colchón, pudo notar que su almohada estaba manchada de algún líquido rojo, pero él no recordaba nada, solo que intentó escapar con Flowey, y al ser descubierto por Toriel.. bueno, en realidad es un recuerdo borroso. Caminó hacia la puerta y abrió esta misma, se sentía débil, como si le faltara algo. Con algunos mareos, salió de la habitación, solo para ver que se encontraba en la misma casa, nada parecía haber cambiado. Apoyando sus manos en las paredes para sostenerse y con el cuerpo pesado, fue hasta el comedor. Allí estaba ella, Toriel, sentada en el sofá individual, leyendo un libro y comiendo tarta.

Frisk -- Toriel.. donde.. dejame ir..

Toriel -- ¡Oh! Buenas tardes pequeño dormilón, ¿Dejarte ir? ¿De qué hablas? ¡Debes haber tenido algun sueño!.. vé y lávate la cara, quizá podamos almorzar antes de que se haga muy tarde.

Frisk -- Está bien..

Se dirigió al baño, que estaba entre los cuartos de Toriel y Frisk, cuando se miró al espejo empezó a temblar, se había paralizado al ver que tenía su cuenca vacía, parecía como ver la escena de una película de terror pero en repetición. Cerró la puerta con tanta violencia que casi saca el picaporte. Corrió con furia hasta donde estaba aquella animal. Inhalo de manera brusca y luego gritó.

Frisk -- ¿¡Qué hiciste!?

Toriel -- Oh, ¿Hacer que, hijo?

Frisk -- Basura animal.. nisiquiera tienes derecho a decirme hijo.. ¡Me falta un puto ojo!... ¡Decime dónde está!

Toriel -- No me hables con ese tono.

Frisk se tomó unos segundos para pensar, estaba alterado, enojado, angustiado, tenía muchas emociones cruzando por su cabeza. Pasaron algunos minutos hasta que él se dignó a seguir hablando.

Frisk -- Dime por qué. Por qué lo hiciste, ¿Que no se supone que ibas a "cuidarme"?

Toriel -- Pues, tú eres un niño y no has estado en la guerra, ni has sufrido pérdidas, no sabes lo que es el dolor, y no me refiero al físico, si no al mental, ¿Crees que puedes irte de aquí solo porque hay unas escaleras? Vas a experimentar dolor real si sales de aquí. Estabas por escapar sin siquiera decir adiós, y, ¿Sabes? No pensaba quedarme sentada sin hacer nada, y ya que tanto querías experimentar el dolor, entonces te di lo que querías.

Frisk -- Estás mal de la cabeza, me voy, ahora.

Toriel -- No voy a permitirlo.

Ella se puso de pie y se acercó al chico rápidamente para tomarlo del brazo con fuerza, inmovilizandolo. Este forcejeó un poco mientras la miraba.

Frisk -- ¡No te intereso! ¡Suéltame!

Toriel -- Tienes razón.. tu no me interesas, tu alma.. eso si me interesa, y mucho.

Frisk -- Mi.. alma.. claro..

Dejó de forcejear mientras que su mirada se clavaba al suelo. De pronto, había entendido todo. Todo lo que le contó Toriel era verdad.

Frisk -- Nunca te separaste de él.. ¿Verdad?.. tal vez.. no, no solo tal vez, seguro que vienes aquí las Ruinas para atrapar niños recién caídos. Tú tienes la fuerza para mantener chicos aquí.. pero, ¿Que tantos se te escaparan?.. es imposible..

Toriel -- Parece que terminaste dandote cuenta. Lo explicaré mejor para que entiendas. Soy la que está a cargo del EPPH, vengo siempre aquí para encargarme de los niños que entren al subsuelo y como ya debes saber, hemos reunido 6 almas humanas, si tuviéramos la tuya podríamos liberarnos de este infierno.

Toriel soltó el brazo del chico y lo miró, parecía estar seria, pero él no sentía que lo quisiese matar.

Toriel -- ¿Prestarías tu vida para la salvación de miles de monstruos?

Frisk, sin pensarlo, echó a correr y se encerró en su cuarto, recostando su espalda en la misma puerta y usando su cuerpo como tope para que no pudiesen abrirla.

Frisk -- Fuí allí por esto.. mis amigos.. ellos se arriesgaron por la oportunidad que tengo ahora.. pero..

En ese momento unos golpes suaves en la puerta hicieron a Frisk reaccionar.

Toriel -- Frisk, abre la puerta.

El niño empezó a desesperarse, esta vez ella venía de frente, enserio, con intenciones de tomar su alma. Logró ver en su mesa el cuchillo que Toriel le dio su primer día en las Ruinas. Los golpes se hacían cada vez más intensos y no cesaban. No lo pensó, se lanzó para agarrar rápidamente aquella arma afilada. Al tenerla en sus manos, se dio vuelta. Ella ya estaba abriendo la puerta y al momento que entró, de un segundo a otro, él no pensó y solo la sostuvo con un brazo mientras clavaba su arma en el estómago de la mujer, parecía un abrazo. La sangre se hizo presente, comenzando a fluir y recorrer el brazo del chico y a manchar la túnica de Toriel.

Toriel -- Mgmh... mier.. da..

Toriel, se desplomó en el suelo. Frisk comenzó a respirar de manera alterada mientras que cargaba a su contraria y la llevaba a la cama, donde la dejó recostada boca arriba. Esta miraba al techo con los ojos entrecerrados mientras que con una de sus manos presionaba la herida por el dolor.

Frisk -- No estoy arrepentido.. tú me sacaste un ojo.. mi libertad.. la posibilidad de vivir a Tamaka... yo cobraré esas cosas con tu vida.

Toriel -- No me importa.. tu eres un..

La mano de ella estaba llena de esa sangre negra como el petróleo, característica de los monstruos. Las palabras de Toriel fueron interrumpidas por tos, tos que salpicaba sangre.

Toriel -- Un estupido.. je.. ¿Crees que por matarme tus problemas acabaron?.. aún está Undyne.. Cour.. Papyrus.. mi esposo.. Asgore te destruirá.. pero al menos yo podré reencontrarme con ellos.. con Asriel y.. y Tamaka..

Frisk -- Tú no irás a donde ellos están, lo sabes.

Toriel -- Sí.. pero estarán aquí en este cuarto hasta que alguien decida llevarme hacia abajo.

Frisk -- Lamento que haya terminado así pero no dejaste otra opción.

Toriel -- Si te hubieras encontrado con mi joven yo.. mierda.. no hubieses vivido para contarlo..

Ella giró su cabeza y lo miró, sus ojos parecían perder brillo cada minuto, su mirada se perdía en el aire, sus manos dejaban ir la fuerza, su mandíbula ya nisiquiera se podía mantener cerrada. El chico parecía que veía un fantasma, con una cara traumática, una que reflejaba el miedo, pues, aunque él era alguien fácil de provocar y solía pelearse seguido, él nunca había matado a nadie, era su primera vez haciéndolo. "Oh no.. fue mala idea.. ¿Verdad? No debía.. pero.. iba a morir.. ¡No! ¿Qué hago ahora? ¡Maté a alguien! ¡Mierda no sé a dónde ir!" pensaba Frisk, mientras aún mantenía su cara 'espeluznante'.

Toriel -- Cambia esa cara.. parece que viste a un muerto.. je.. je.. je.. pronto.. pronto tendrás esa cara realmente.. quisiera estar en ese momento pero.. bueno.. el tiempo no me deja más opciones que esperar lo inevitable..

Su tos se mantenía interrumpiendo sus palabras cada algunos segundos, cada vez era más cercano el final de esta triste historia.

Toriel -- No.. no.. este es el final.. hijo.. lamento que tengas que ver el lado débil de tu madre pero.. parece que este pilar de los Dreemurr se cae..

Frisk -- Pero que estás..

Toriel -- Lo se lo se.. lo lamento.. y tu.. abrazame.. porfavor.. antes de que nos separemos por una eternidad..

Toriel volvía a mirar al techo, aunque, en realidad, no parecía estar viéndolo literalmente, se sentía como si estuviese mirando algo frente a este, algo que nadie puede ver. Las lágrimas comenzaron a caer por los ojos de la cabra, perdiéndose en ese blanco pelaje que tenía.

Toriel -- Perdón a ambos.. pero su padre se encargará del subsuelo por nosotros.. él sabrá qué hacer.. dejemoslo en sus manos.. yo..

Frisk lo entendía todo, y aguantando sus lágrimas, solo agarró con fuerza su cuchillo mientras evitaba romper en llanto. Agarró una funda que ató a sus caderas y guardó aquella arma con cuidado, y mientras lo hacía, notaba como el cuerpo de Toriel comenzaba a quebrantarse como si estuviera hecha de arena. Sus pies y piernas comenzaban a hacerse polvo, literalmente. Solo pasaron unos minutos hasta que lo único que quedase en la cama fuera la túnica oscura, sangre, y polvo, bastante, como si fueran pequeñas montañas por debajo y fuera de la ropa. Él se acercó al colchón y levantó aquella larga prenda que cubría parte de los restos del monstruo. Luego de mirarla un poco y no poder evitar soltar algunas lágrimas sobre esta, la dejó, y aún con dificultad por su persistente mareo, comenzó a caminar hacia las escaleras que quedaban fuera del cuarto, en la entrada de la casa.

Frisk -- Nunca olvidaré esto pero.. tengo que seguir..

Respiró hondo, suspiró, y bajó nuevamente aquellos escalones. Volvió al mismo salón gigante de antes. Flowey estaba leyendo un libro en el suelo. Cuando escuchó el eco de los pasos de Frisk, se dio vuelta, y casi pega un grito gigante, aunque las palabras de su contrario lo detuvieron

Frisk - ¡Espera! Por favor no grites otra vez.. estoy débil aún..

La flor, con cara de preocupación, se metió bajo tierra y salió frente al chico. Uso sus raices para ayudarlo a sentarse en el suelo y descansar.

Flowey -- ¿Q- qué pasó? ¡Tu ojo!.. ¿Acaso ella?..

Frisk -- Sí.. ella me lo sacó pero.. logré escapar con todo lo demás de mi cuerpo intacto.. aunque tuve que matarla para eso..

Flowey -- Oh.. pero.. ahora estás bien.. algo así.. ¡E- eso es lo que importa a fin de cuentas!

Frisk no pudo evitar reírse con algo de dificultad, pues esa florcita era muy cómica, incluso cuando no lo intentaba ser. Flowey solo parecía volver a estar feliz por escuchar reír a su compañero. Después de todo lo que había pasado para llegar a ese lugar, aún tenía tiempo de reír, era alguien muy especial. El pequeño monstruo se enredó en el brazo del humano para poder acompañarlo, mientras que lo ayudaba a levantarse con las antes nombradas raíces.

Frisk -- Gracias.. realmente necesito un compañero.. un amigo aquí abajo.. tu sabes mejor como funciona todo y, bueno, pasar el tiempo solo es difícil..

Flowey -- Lo sé, lo sé.. e- evita hablar mucho.. sé que estás cansado y.. b- bueno.. no te esfuerces mucho..

Frisk -- Está bien.. no te preocupes por mí, voy a estar bien.

Se quedó un rato en silencio, y luego, comenzó a caminar con lentitud, observando su entorno por última vez, pues no pensaba volver a las Ruinas, no por ahora al menos. Podía escucharse cada respiración y cada paso en todo el lugar, pues el sonido rebotaba múltiples veces en aquellas paredes antes de desvanecerse y perderse en el aire. Luego de unos largos segundos, ambos estaban frente a la gran puerta que separaba al subsuelo de donde estaban. Con impaciencia e intriga, él usó sus brazos para empujar esas gruesas y púrpuras puertas. Se necesitó mucha fuerza pero lograron abrirlas, solo para que una ventisca fría como el polo sur chocara con Frisk y lo hiciera estremecer por la baja temperatura y la nieve que comenzaba a entrar al lugar.

Frisk -- Mierda.. que frío que hace.

Dió el primer paso sobre el nuevo suelo y ahora oficialmente estaban fuera de las Ruinas. Cerró ambas puertas y empezó a caminar por lo que parecía un camino hecho sobre la blanca y fría nieve. Se sentía extraño, parecía estar en un bosque de árboles altos, muy altos, estos cubrían parte de la luz que llegaba de arriba y además, por la cantidad de nieve que había en el aire, era fácil que alguien se ocultase. Precisamente eso inquietaba a Flowey, quien miraba a todos lados con preocupación.

Flowey -- Siento que alguien nos sigue, Frisk.. ¡T- tienes que estar alerta por si acaso!

Frisk - Ya sé.. voy a intentarlo.. pero es difícil hacerlo.

La caminata continuó hasta que avistaron a lo lejos un pequeño puente que permitía cruzar una gran grieta en el suelo que difícilmente podrían evitar saltando. Al llegar a este pequeño puente, una gruesa pero relajada voz los detuvo

¿Voz? -- Detente.. date una vuelta y saluda.

Solo se escuchaba el fuerte viento correr, y nadie parecía moverse o hacer nada.

¿Voz? -- ¿Y bien? Vamos, es de mala educación dejar esperando.

Frisk se dio vuelta solo para ver a una figura de su estatura o un poco más baja, estaba cubierto por algunas sombras y estaba seguro de no haberlo visto nunca antes en las Ruinas. Aquel monstruo parecía extender su mano para el saludo, aunque el chico no se la dio y en vez de eso lo miró a los ojos, notando aquello que tenía en su mano.

Frisk -- ¿Piensas que caeré en eso? No tengo ganas de.. bueno, que un clavo atraviese mi mano, ¿Sabes?

Sans -- Parece que te diste cuenta, je. Soy Sans, Sans el esqueleto, vivo por aquí y bueno, se supone que esté pendiente por si veo algún humano, pero, ¿Sabes? Creo que me haré un poco el tonto con este tuerto asesino, ya que no me apetece capturar a nadie hoy.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro