Cap. 46 La Caída de Fire Land VI
La verdad Xian no esperaba ver a Guang de su parte, peleando con compañeros de cultivo por él, esto hizo que su ira disminuyera un poco.
La vista de Rosse estaba afectada por el polvo que Zhiyu le había echado, esto hacía que su rendimiento bajara, sintiéndose en desventaja invoco su arma espiritual, fusionándose con ella. Cuatro alas metalizadas aparecieron en su espalda, cada ala tenía 250 ojos, siendo un total de mil ojos dorados, que brillaron para luego desprender finos rectángulos de energía espiritual.
Liu toco su guqin, interceptando el ataque de Rosse, pero algunos lograron cruzar, el creo rápidamente una barrera a su alrededor, y luego vio como cruzaron por su lado fechas magenta que hirieron algunos de los ojos del arma espiritual. Aprovechando el leve momento de confusión de la rubia, Liu tomo su espada y la enterró en su adversaria, atravesándole el corazón, sin inmutarse por la expresión que mostro la heredera Jin.
Un discípulo del Clan Jin al ver cómo era asesinada su joven Maestra, lanzo un grito de guerra y se fue contra Liu, pero las flechas de Ren lo atravesaron a medio camino. Liu miro en la dirección de dónde venían las flechas, obteniendo una sonrisa del peli rosa.
Wang vio cómo su prometida fue asesinada pero esto no causo gran impacto en él, siguió luchando como si nada, pero su enfrentamiento también era caso perdido. Ikari desprendió velozmente un rayo de energía resentida que colisiono con el arma espiritual de Wang, averiándola.
Xian realizo rápidos ataques que Wang no veía venir, primero fue su pierna izquierda, luego la derecha, después el costado derecho, siguiendo con su brazo izquierdo para luego volver a herir su pierna izquierda, y luego cortando su mano derecha, Wang vio lleno de horror su mano caer aun empeñando su espada, mientras la sangre salía a chorros.
Sora había llegado al lugar siguiendo a Serena, al ver a su hermano la furia la lleno y con su espada en mano se dispuso a atacar silenciosa y sorpresivamente a Xian, pero quien fue sorprendida fue ella cuando el látigo de Guang la golpeo de lleno en el pecho, dos veces seguidas, lanzándola algunos metros, electrocutando su cuerpo, muriendo mientras la sangre salía de su boca y pecho, cuando cayó al suelo sus ojos ya estaban sin vida, Guang no había medido su fuerza al atacarla, él solo quería defender al hombre que su corazón amaba.
Y mientras la heredera Wang moría su hermano también lo hacía, Hónghé realizaba un perfecto corte en su cuello, su cabeza cayendo hacia un lado, mientras su cuerpo decapitado disparaba chorros de sangre, bañando la cara de su ejecutor.
Pero no hubo tiempo para regocijarse en la victoria, pues la voz de su madre se alzó sobre los demás sonidos, como por arte de magia dirigió la vista al mismo lugar que su madre veía, dejando caer su espada al ver como una filosa hoja se enterraba por la parte inferior de la mandíbula de su hermano, saliendo por la parte superior de su cabeza.
El fuerte grito que salió de la boca de Xier al ver a su segundo hijo morir, se mezcló con el del volcán haciendo una fuerte erupción. La tierra tembló, diversas perforaciones aparecieron en el cuerpo del volcán, espesa lava caliente salía de ellos a una velocidad anormal.
El líder Jin se acercó para atacar a Xian, que ahora se encontraba de rodillas en el suelo con su rostro bañado en lágrimas y un fuerte dolor en el pecho. Una barrera verdosa lo protegió del primer ataque y Zhéngyí esquivo el segundo.
—Joven Maestro Hao ¿Se pondrá del lado del enemigo? ¿Irá en contra de un superior? Esto es claramente traición, y una tracción de este tipo no puede pasarse por alto —Guang no le respondía, él no podía irse como si nada en contra de un líder de clan, pero tampoco podía permitir que hirieran a Xian.
Retiro su espada mientras retrocedía, su lugar fue ocupado por la Señora de Fire Land, cuyo ataque hizo retroceder al Líder Jin.
—Toma a Xian y vete de aquí —su voz estaba raposa debido al llanto reciente, de sus ojos seguían saliendo calientes lágrimas que empañaban su vista. Al escuchar la voz de su madre Xian se puso de pie mientras se daba la vuelta.
—Ma-mamá... Ming... y Zhiyu... ellos... mamá, ellos...
Su madre le sonrió, sus ojos brillando no solo por las lágrimas sino por el afecto hacia su hijo mayor
—Ya no hay nada que hacer aquí, subestimamos a nuestros enemigos, jugamos un juego que estábamos destinados a perder. Los incendios son necesarios para el nacimiento de nuevas vidas; que tú y Zen y todos los que logren salvarse puedan escribir su propia historia, ya sea aquí o en otro lugar. Mi amado primogénito, ya no hay nada que hacer, vete y no olviden, tú hermano y tú, cuanto los amamos su padre y yo, no nos odien por dejarles, que es esto o verlos morir también.
Las lágrimas de Dark Xier salían sin cesar, las de Xian también, el cuerpo entero del pelinegro temblaba
—ma-má... no —lloriqueaba como un niño pero no le importaba, avanzo para ir al lado de su madre pero esta negó y miro a Guang, quien lo retuvo.
—Por favor llévatelo, busca en su túnica un talismán de teletransportación y váyanse rápido.
—Señora...
—Váyanse, por favor llévatelo y mantelo a salvo —ya no les miro y empezó su batalla con el líder Jin.
Mientras Xier le pedía a Guang que se llevara a Xian, el líder Dark se comunicó con algunos de los discípulos que aún quedaban, les dio abundantes talismanes de teletransportación y les ordeno que evacuaran la isla y salven a los que más puedan. Ellos se movieron buscando a los que sobrevivieron y llevándolos a las costas cercanas.
El volcán no solo lanzaba lava, también algunos pedazos de roca, aparte de luchar ahora debían de protegerse de la isla que parecía haber cobrado vida y querer eliminarlos, por lo que debían de apresurarse a evacuar. Quizás presintiendo las represarías de la isla, los demonios habían partido, solo dejando a los humanos destruir lo que fue su hogar, su lugar de recreo y fuente de poder.
Xier sonrió mientras veía a su hijo mayor desvanecerse, la última imagen que Xian vio de su madre fue como esta le sonreía con dulzura, como cuando era un pequeño niño, mientras una espada atravesaba su pecho.
Cuando su hijo ya había desaparecido de su vista, el rostro de Dark Xier se transformó, tomo con su mano la espada que le atravesaba, apretándola con fuerza hasta volverla añicos. Con intención asesina se giró, haciendo uso de su verdadera fuerza ataco al líder Jin hasta que este no pudo seguir defendiéndose, pero Xier no quería acabarlo con su espada, así que llevo su mano al cuello ajeno, apretándolo, sus largas uñas que se enterraron en la piel hasta hacerla sangrar.
Una sonrisa siniestra se pintó en su rostro mientras Jin Matthew dejaba salir su último aliento. Soltó el cuerpo sin vida, y camino con elegancia eliminando a sus enemigos sin mucho esfuerzo, haciendo uso de sus últimas fuerzas.
Dark Yu sabía que había perdido mucho, la culpa le embargaba y solo pensó en una forma de librarse de ella. Xian era mayor, cuidaría de Zen y continuaría con su linaje, bueno esperaba que Zen continuara con el linaje, y no dejaran morir la sangre Dark. El filo de su abanico corto la cabeza de Wang Nam, teniendo una muerte similar a la de su hijo sin saberlo.
Una vez no hubo enemigos cerca, levito sobre su espada justo encima de la boca del volcán. Con sus últimas fuerzas Xier llego a su esposo, se sonrieron, hicieron cortes en palmas y las juntaron, sus ojos se volvieron negros y la energía resentida les creo un escudo. Sus labios se movían aunque no se escucha lo que decían.
La delicada citara de Xier, su arma espiritual, movió sus cuerdas de forma agresiva, su melodía era atemorizante; la gigante arma espiritual de Yu, el abanico plateado, también se movió por sí solo, aumentando su tamaño, se colocó en forma horizontal, barriendo en un movimiento todo a su paso.
El fuego salpico todo mientras el volcán se volvía rojo, los cuerpos de los líderes Dark se hincharon y explotaron al mismo tiempo que lo hacia el volcán, explotando con ellos la isla.
Fin de la primera parte
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