El fuerte chillido de un ave se escuchó por todo Fire Land, sus habitantes miraron hacia arriba, llenos de extrañeza observaron sorprendidos al emplumado negro que volaba sobre ellos, su cuerpo estaba cubierto de un espeso humo negro. Aquella ave era la Guardiana del Puerto, postrada como una estatua no debía de abandonar su lugar, y de hecho nunca lo hacía, lo que los habitantes veían era un clon de dicha ave.

Esta voló sobre la isla mientras lanzaba su chillido, se detuvo en la entrada del palacio, allí Liu la observo atentamente mientras descendía hasta su altura, sus ojos conectándose y así pasando el mensaje, dejando sorprendido al cultivador principal de Fire Land, quien una vez obtuvo todo el mensaje se giró, caminando con rapidez al interior del palacio, mientras el ave se desvanecía a su espalda.

—¡Xian, ya es suficiente! No necesitamos más, no es como si fuéramos a cocinar para toda la ciudad —una pequeña de ojos azules se encontraba sentada sobre una roca, sus pies descalzos hundidos en el agua salada.

A poca distancia Xian se encontraba con sus piernas al descubierto, su cabello atado en una cola alta, sus mangas remangadas. Estaba en la orilla rocosa, recogiendo gelatinosos moluscos con la forma de babosas pero con la carencia del caparazón; se adherían a las rocas con todas sus fuerzas, su baba pegajosa les ayudaba bastante a esto, aparte de que podían cambiar su color para camuflarse con su entorno. Xian estaba concentrado en su labor, levitando a su lado una cubeta negra con un poco de agua y donde entraba aquellos invertebrados cuando los atrapaba, ya había atrapado bastante, la cubeta estaba casi llena, pero él aún seguía buscando más.

—La tía no cocinara para la ciudad pero el tío y yo comemos bastante ¿Se te olvida que la sopa de baba azul es nuestra favorita? A parte a Liu y a Zhiyu también le gusta como la hace la tía, no duraran en colarse junto a los otros.

—¡Joven Dark! —Xian llevo su vista al discípulo que le llamaba, este reverencio en la orilla —Se necesita su presencia en el palacio.

Xian lo miro extrañado, según él había terminado sus deberes ¿Se le había olvidado hacer algo?

—¿Qué ocurre?

—Los líderes requieren su presencia.

—¿Por qué? —le interrumpió.

—Tenemos visitas de fuera de la isla.

Xian lo miro con una sonrisa ¿Visitas de fuera de la isla? Aquello era estúpido, ellos estaban aislados, nadie les visitaba. Al ver la seriedad del discípulo recordó el chillido que había oído hace poco, al que no le dio importancia creyendo que otra vez los niños molestaban a la Guardiana del Puerto ¿Realmente tenían visitantes?

Los discípulos guardias de aquella pesada puerta negra la abrieron permitiendo que Xian entrara, con su ropa puesta correctamente, se adentró en la sala y reverencio en dirección a sus padres, sentados en su lugar.

—Padre, madre, aquí estoy, perdonen la demo... —sus palabras murieron en su garganta al ver a sus visitantes. Como si de un imán se tratase, sus ojos cayeron rápidamente sobre aquel que vestía túnicas blancas, sentado en medio de sus hermanas, con su espalda recta y su rostro serio, sin mostrar ninguna emoción.

—Parece que los ratones te han comido la lengua —Xian llevo su vista a la mesa al lado de la de Guang, allí una pelirroja lo miraba divertido, a su lado un peli rosa lo miraba dulcemente.

—Esto es una gran sorpresa, claramente no esperaba verlos tan pronto, y mucho menos en Fire Land.

—Es un placer volverlo a ver Joven Dark, tal y como le dije a los líderes, lamentamos nuestra sorpresiva visita, fue algo de último momento, esperamos no incomodar. —La futura líder se había puesto de pie para hablar, y no falto la reverencia en dirección a Xian, tampoco esa dura mirada.

—No hay porque disculparse, su visita, aunque inesperada, es muy grata —la sonrisa en el rostro de Xian parecía imposible de borrar.

Luego de mirar una vez más al de blanco, se dirigió a la pequeña mesa cerca del puesto de su padre, mesa que compartía con Liu, quien le daba una mirada de reproche que el ignoro.

Ciertamente, lo último que esperaba era verse otra vez con Guang y mucho menos en su hogar, jamás pensó que el de blanco podría pisar su isla, que era como el infierno para los "cultos" como ellos.

Ya habían pasado poco más de dos meses desde que se graduaran, esa misma noche él y los suyos partieron. Todo el camino fue pensativo y con mala cara, y así también fue los primeros días de regreso, poco a poco parecía que todo volvía a la normalidad pero las noches se las dedicaba al Tercer Joven Maestro Hao, procuraba pasar sus días ocupados para evitar pensarle, para todos esto era una ventaja, creían que la asistencia a Wahi Moe había rendido frutos, pues empezaba a tomarse las cosas enserio, realizando sus deberes sin que nadie le obligara o le persiguiera.

Para Guang, estos meses fueron de reflexión, pasaba mucho tiempo en la biblioteca, tres días después de la graduación se recluyo por tres semanas, al regresar empezó a participar de cacerías nocturnas, a asistir a pequeñas misiones, y cuando estaba en la Mansión Hao se la pasaba leyendo, empezó a practicar música, a practicar el arte de la pintura. La verdad él también quería mantener su mente lo más ocupada posible, el recuerdo de esa noche lo atormentaba cada vez que podía, las palabras dichas por Xian se habían clavado en su corazón, siendo molestas espinas que lo mantenían suspirando dolorosamente.

Nadie parecía notar el cambio que había nado el Tercer Joven Maestro, excepto su hermana mayor, Hao Jia, quien adrede había planteado la idea de visitar Fire Land mientras su familia seguía debatiendo internamente cual había sido el propósito de Fire Land al enviar a sus discípulos a recibir instrucción, todo apuntaba a que realmente habían venido en son de paz y no para causar problemas, a parte de las cosillas que se habían dado y que no parecían ser obra del grupo que vino a estudiar.

Antes de que pudiese poner conexión entre su cerebro y su corazón, Guang había apoyado a su hermana y se había ofrecido a realizar la misión de conocer Fire Land, obviamente sus padres y los ancianos no le dejarían ir solo, sus hermanas no dudaron en unírsele, cada una con intensiones diferentes. Guang había notificado a Ren de este viaje, y este había notificado a Phoebe, así habían terminado en una pequeña comitiva que se dirigió ansiosa y temerosa a la isla más alejada, hogar de sus "enemigos".

Las puertas volvieron a abrirse, mujeres vestidas con túnicas negras y grises se acercaron con bandejas en manos que dejaron sobre cada mesa, las bandejas contenían tazas, una jarra de té, y panecillos rosas. Los visitantes miraron las bandejas con desconfianza, pero Guang fue el más osado, importándole poco estar frente a los líderes, saco un talismán de su manga, recito un sencillo hechizo, e hizo flotar el talismán sobre la bandeja, este se quemó dejando un humo blanco puro.

—La comida no está hechizada ni contaminada, lo has comprobado con la tuya, puedes realizar lo mismo con las demás y el resultado será igual. —Xian se adelantó a hablar, aunque su voz era firme por dentro le dolía el reaccionar de Guang, como si creyera que ellos podrían hacerle algo, que él podría hacerle algo ¿Acaso las palabras que le había dicho habían causado el efecto contrario?

Guang pudo notar la decepción en la voz de Xian, esto le causo un pinchazo en el pecho pero igual no se detuvo, saco más talismanes y los envió a las bandejas de sus acompañantes, todos desprendieron el mismo humo blanco.

—Ahora si pueden disfrutar con toda confianza de la comida —Dark Yu hablo mientras tomaba una taza de té.

—Esta es solo una pequeña visita de paso, gracias por su hospitalidad pero no son necesarios los aperitivos —la futura líder de Hao hablo, con ese tono directo, serio.

Xian apretó la taza en su mano

—Su viaje ha sido uno largo, deberían de descansar un poco más, no nos molesta tenerlos aquí, supongo que todos han practicado la abstinencia a la comida, no nos ofenderemos si desean no probar nuestros alimentos —Xier se apresuró a hablar antes que su hijo.

—No sé si lo habrán notado en su camino hacia acá, pero nos estamos preparando para un festival, sería bueno que se quedaran y lo disfrutaran, así conocerían un poco más sobre nosotros, y sería un paso menos que dar hacia la paz.

Yu miro a su hijo, sorprendido por la fluidez con que aquellas palabras habían salido de su boca, con un sutil tono de persuasión.

—Ya que hemos venido desde lejos, deberías quedarnos a ver el festival.

—Concuerdo con Phoebe —intervino Jia —Nuestro viaje a ha sido largo, así que deberíamos aceptar la oferta y quedarnos, conocer un poco sobre las costumbres de aquí, y ver con nuestros propios ojos la clase de vida que tienen y el tipo de personas que son.

Fei miro a su hermano, quien solo bajo la mirada, supuso que él también quería quedarse más tiempo y ella no quería hacerse de rogar, después de todo la razón principal de este viaje era conocer la isla de Fire Land, tratar de descubrir las intenciones de sus eternos enemigos que ahora parecían querer cambiar la enemistad por la amistad; así que acepto quedarse, y Guang, con el rostro bajo, sonrió levemente.

Los adultos se quedaron dialogando, y aunque Xian no se consideraba uno tuvo que quedarse en la sala, mientras sirvientes llevaban a los visitantes a las habitaciones que ocuparían. Cuando Xian se desocupo se dispuso a buscar a Guang, pero fue interceptado por Zhiyu.

—¿Dime que lo que vi hace un momento fue una ilusión?

—No Zhiyu, no es una ilusión, te estas poniendo redonda como una bellota —la peli castaña golpeo a Xian en un brazo.

—¡No seas idiota! Aparte las bellotas no son redondas ¿De verdad los perfectos cultivadores están aquí?

Xian asintió antes de hablar

—Así es, han llegado de sorpresa, según ellos no lo tenían planeado, pero acaso ¿Saldrás de un momento a otro a un sitio al que nunca has ido y cuya ubicación es engañosa?

—¿Qué crees que quieran?

—Posiblemente ver qué tipo de amenazas somos, comprobar nuestras intenciones —Liu llegó donde ellos —visitamos el cielo, y ahora ellos han querido pisar el infierno.

Guardiana del Puerto: Washi Ash es unáguila de cenizas, su función es proteger el puerto y la entrada a Fire Land.Es un demonio ave, mantiene una forma petrificada pero cobra vida cuando esnecesario, su cuerpo de humo espeso desprende un olor a carne quemada. Fuente: creada para esta historia.