Cap. 9Confrontación
Ya pasaba del mediodía, la brisa era fresca y el cielo estaba despejado, Serena, Jia y Aoi se quedaron a disfrutar de la tarde en el patio propio de las habitaciones de la exlíder, teniendo ellas su momento para ponerse al día, mientras sus hermanos hacían lo mismo.
—El Joven Maestro Dark, se ve realmente bien, se nota que has sabido cuidar de él —Phoebe, Ren y Guang caminaban por los jardines de la Mansión Sakura, que de a poco volvían a su vitalidad, siendo Phoebe quien hiciera este comentario a Guang en un tono bastante subjetivo.
—Sin duda es admirable lo rápido que se está recuperando Xian, concuerdo con Phoebe en que Guang tiene mucho que ver en ello.
—Su rápida recuperación se debe a los deseos propios del Joven Dark, yo no tengo nada que ver, solo fui hospitalario —el dúo Tamer-Sakura fueron los primeros en detener su caminata y compartir una mirada antes de que la pelirroja le hablara a Guang, quien también se había detenido unos pocos pasos después.
—¿Joven Dark? ¿Por qué hablar con formalidades a esta altura? Estoy segura de que en el tiempo que han pasado juntos se han acercado...
Guang dirigió su mirada a Phoebe
—¿Acercado? ¿Qué tipo de acercamiento esperas que haya entre Dark Xian y yo? Ambos somos de mundos distintos lo que nos hace muy diferentes, sin obviar el hecho de que a pesar de todo lo ocurrido él se niega a tomar el camino correcto y prefiere seguir yendo en contra de la naturaleza.
—Guang... —el nombrado se giró para ver al de negro que lo miraba algo adolorido, había escuchado estas palabras y en verdad no sabía cómo debía reaccionar ante ellas, aunque su interior parecía saberlo, su corazón dolía y su núcleo continuaba agitándose, provocando el aumento de esos molestos pensamientos, dándole fuerza a esa odiosa voz.
Xian había pasado toda la mañana con Liu, por lo que desde el día anterior no había visto al cultivador divino, ya había hablado con su mejor amigo, ya habían llegado a un acuerdo, habían hecho una promesa silenciosa, y Xian no negaría que temía a la reacción de Guang cuando se enterara, y ya se hacía una idea de cuál sería el accionar del otro, pero quería confiar en que sería escuchado y comprendido... y esperado. Más las recientes palabras dichas por Guang tiraban al suelo todas sus esperanzas, que ya de por si eran pocas.
Ren y Phoebe saludaron a Xian, preguntándole que tal estaba yendo su día, todo con la intención de disipar el aire incomodo que los había envuelto, sonriente Xian respondió a sus saludos y a sus preguntas.
—¿Creen que puedan prestarme a Guang un momento? —A pesar de su miedo no se echaría hacia atrás, hablaría lo que debía con él. Los otros dos se miraron antes de asentir y despedirse, brindándole privacidad —¿Está bien si vamos a otro lado?
—¿Por qué? Lo que quieras decirme puedes hacerlo aquí.
Xian suspiro profundo antes de asentir
—Bien —pero a esa palabra le siguieron segundos de intenso silencio cargado de incomodidad.
—¿Y bien qué? ¿Qué es lo que quiere hablarme? —Xian cerró los ojos, haciendo varias respiraciones profundas, era obvio que estaba dándose ánimos internos, sacando valentía para poder hablarle, y aquello incendió las alarmas de Guang, quien apretó sus puños en su intento de eliminar la ansiedad.
—Estuve hablando con Liu —por fin se dignó a hablar —Se por él que Fire Land se está apagando y es cuestión de tiempo para que pueda ser habitada, no sabemos cuánto es este tiempo pero ambos estamos claros en que queremos ir a ella, queremos recorrerla... Así que tome mi decisión, iré a Fire Land.
—¿Por qué? —Guang dijo en un tono muy bajo, su corazón estaba latiendo bastante rápido en este momento
—Lo dije ya, quiero ir a la isla, ver como ha quedado, ver si es posible...
—Sabes que no encontrarás nada, es imposible que alguien haya sobrevivido, solo encontrarás lava, carbón, muerte...
—No pierdo nada con intentarlo. Necesito ir a Fire Land, necesito verlo por mí mismo.
Ahora fue Guang el que respiro profundo, dando cortos pasos hacia Xian
—Bien, si es lo que quieres no soy quién para retenerte...
—Eso no es todo —le interrumpió —Liu y yo queremos reconstruir Fire Land, queremos volver a formar nuestra secta.
Guang lo sometió a su intensa mirada por unos minutos
—¿Reconstruir Fire Land? ¿Volver a formal la Secta Demoniaca? ¡¿Tienes idea de lo que dices? ¡¿De lo que pretenden?!
—Somos habitantes de Fire Land, somos discípulos de la Secta Demoniaca ¿Qué tiene de malo el querer volver a nuestro hogar?
—Querer visitar la isla, incluso el querer vivir en ella es algo pasable ¿Pero volver a formal la Secta Demoniaca? Xian, no eres un ignorante, debes de reconocer que eso no es lo correcto...
—¿Y qué es lo correcto según tú, Guang? Que renunciemos a nuestro núcleo oscuro, que forjemos uno dorado, que cambiemos nuestro cultivo por el que tú y los tuyos consideran correcto. Lo correcto para nosotros es volver a nuestra isla, seguir con nuestro método de cultivo y volver a levantar tanto Fire Land como la secta.
Las miradas que se dedicaban eran duras, Guang reconocía la firmeza y determinación en los ojos grises de Xian, y por los propios pasó el reflejo del dolor
—Me has dicho que tomaron una decisión, así que no me estas comentando esto porque si, solo me estas avisando ¿O me equivoco?
—No, no lo haces. Guang, tú eres importante para mí, espero que puedas comprenderme, entenderme y estar a mi lado...
—Sabes que eso no es posible. Xian, esta decisión nos vuelve enemigos otra vez
—Guang...
—No puedo apoyarte en ella porque no puedo apoyar lo que está mal.
—Guang, por favor...
—No, Xian. Tienes que decidir —Guang no estaba del todo seguro de lo que diría, pero aun así lo dijo —Si me quieres a tu lado debes de renunciar a la energía resentida, si escoges la energía resentida debes de renunciar a mí.
—¿Por qué no puedes entenderme? ¿Por qué te niegas a comprenderme? —la voz de Xian sonaba dolida, y parecía que sus ojos en cualquier momento derramarían ríos de lágrimas.
—Porque estas ciego, Xian. El cultivo de la energía resentida no es correcto, debes enderezar tu camino pero te niegas a hacerlo, justo después de prometerme que lo harías, que renunciarías al cultivo equivoco
—Cuando hice esa promesa mis padres estaban vivos...
—Y ahora no están, por lo que debes cumplirla
—¿Entonces con que me quedo? ¿Renuncio a lo que soy por complacerte a ti? ¡Yo lo he perdido todo, Guang! ¿Tú que has perdido?
—Te perderé a ti si sigues empeñado en no redimirte
Guang volvió a escuchar esa risa burlona que hace bastante no escuchaba salir de Xian
—Pues no estás haciendo mucho para evitarlo, solo te estas cegando en lo que llamas justicia y camino correcto cuando no hay nada que avale que lo sea
—¿Cómo puedes decir eso? Esta escrito, la energía resentida es maligna, va contra las leyes naturales, va contra el correcto orden, es fuente de poder de demonios, si te sometes a ella estás a merced de seres infernales
—Te tengo una noticia Guang, cultivar la energía divina no te aleja de los demonios, no te hace bueno, ni santo, ni te acerca a Dios y esas cosas, conozco cultivadores divinos que son peor que los demonios
—No puedes generalizar, hay quienes se dejan manchar pero no todos son así.
La risa de Xian se volvió más fuerte
—¿te estás escuchando? No puedo generalizar, no puedo decir que todos los cultivadores divinos son buenos pero tampoco puedo decir que son malos ¡Deja la hipocresía, Guang! porque así como no todos ustedes son buenos, nosotros no somos malos, solo tenemos un cultivo diferente y eso no nos hace enemigos, no nos hace demonios como a ustedes el cultivar la energía divina no los hace santos.
Guang desvió la mirada, antes de comenzar a andar
—No tiene caso seguir hablando, ninguno cambiara de opinión, solo perdemos el tiempo. Haz lo que quieras, no tienes nada que ver conmigo.
—Guang... —al pasar por el lado de Xian, este tomó su mano más no espero la reacción que tendría.
Guang se safo de su agarre con brusquedad, Haneul Baem activándose, golpeando a Xian en el rostro, quien casi cae al suelo por la sorpresa, emoción que también se reflejó en el rostro de Guang, pues aquella acción había sido involuntaria.
Xian miró a Guang, primero dolido y luego el enojo adueñándose de sus iris. Pesada bruma oscura rodeó su figura, sus ojos se fueron tornando rojizos, e hilillos de energía resentida salieron disparados en dirección a Guang, quien hábilmente los esquivo.
Dos notas de guqin sonaron en el lugar, creando una barrera que separó a Xian y a Guang, y otras sonaron con el propósito de calmar al cultivador demoniaco.
Xian apretó sus puños, mirando con dolor y resentimiento a Guang, se retiró del lugar sin ver a nadie más, Liu le dio una intensa mirada a Guang antes de correr tras su amigo. Mientras Ren y Phoebe, que no se habían alejado tanto, encontrándose con Liu en el camino, miraban interrogantes al de blanco.
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