Cap. 5 Primera Vez (+18)
Este contiene la descripción de un acto sexual (mi intento de el a decir verdad). Si crees que no sea pueda ser de tu agrado, puedes saltarte este capítulo.
Lo que se supone serían unos pocos besos hace rato había subido de nivel, sus bocas se devoraban una a la otra y sus lenguas llevaban una batalla por dominar la cavidad bucal contraria. Motivadas por el aumento de la temperatura, sus manos se habían dedicado a acariciar el cuerpo contrario e ir retirando de forma casi inconsciente las prendas ajenas, y de forma inconsciente total se habían arrastrado hasta terminar muy cerca del diván. Cuando sus pulmones ya no soportaron más y reclamaron por oxígeno, sus bocas se separaron para repartir sus caricias por cuello y hombros, mientras sus manos seguían con la exploración.
Guang se retorció un poco debido a la incomodidad creciente en su entrepierna, intuyendo Xian la razón, decidió jugársela otro poco, estaba besando su cuello y levanto la mirada al tiempo llevaba su mano de forma lenta a la entrepierna contraria. Guang había tirado la cabeza hacia atrás, dejándole más espacio a Xian para que degustara su cuello, así que esté tenía una vista parcial de su rostro, viendo el momento exacto en que se estremeció, su ceño se frunció y su boca se abrió dejando salir un gemido que le resulto realmente placentero.
—Xi-Xian —sus manos se movieron a los hombros de Xian, pero no le apartaron sino que le apretaron, motivándolo a degustar más aquel cuello, y seguir amasando su entrepierna.
Sus labios volvieron a encontrarse, las manos seguían toqueteándose, cansados de su posición fueron parándose lentamente sin separar sus bocas por más de unos dos segundos, las prendas que se atoraron en sus cinturas cayeron, los pantalones interiores fueron retirados con cautela; terminaron cayendo sobre el diván, Guang debajo.
Un rápido flashback del sueño que lo había acompañado varias noches llegó a la mente de Xian, seguido de las voces que lo culpaban de la caída de Fire Land. Volvió en sí cuando su miembro fue tomado por unas manos que no eran las suyas, un jadeo salió de su boca mientras tuvo un corto lapso de incredulidad, ¿Acaso Guang lo estaba masturbando? No solo a él sino que tocaba ambos miembros con la misma mano. Y para agregarle más placer, mordisqueó su cuello y luego lengüeteo la protuberancia en la parte izquierda de su cuerpo.
—Vaya Joven Maestro Hao, no conocía esta faceta suya, ¿Dígame dónde la ha aprendido?
—Libros —esta palabra fue la única respuesta de Guang, quien siguió en su labor. No queriéndose quedar atrás, Xian empezó a besar y mordisquear el cuello y hombro del hombre debajo de él.
El calor seguía en aumento, sus bocas cuando no se estaban devorándose entre ellas, estaban devorando la piel contraria a su alcance. A Guang se le presentó una encrucijada: no sabía si solo conformarse con lo que estaban haciendo o ir más allá.
Él no mentía cuando dijo que había aprendido de libros, realmente había investigado mucho luego de su primer beso con Xian, pero no era lo mismo la teoría que la práctica. Notándolo desconcentrado, Xian abandono sus labios, alejando la mano de Guang de sus partes íntimas, se movió hacia abajo, marcando su descenso con un camino de superficiales besos. Al llegar a su objetivo, levanto la mirada juguetona hacia quien lo veía con la confusión escrita en su cara.
Una sonrisa ladina fue la última señal que se le dio a Guang antes de que su miembro empezara a ser besado por la boca que saboreaba hace pocos segundos, y luego esta misma boca le envolvió, provocando que tirara su cabeza hacia atrás y las uñas de una de sus manos se enterrara en uno de los hombros de Xian.
Después de conocer al cultivador demoníaco muchas cosas cambiaron en Guang, y en contra de las reglas con las que fue criado y que se supone debería de seguir hasta su último aliento, se aventuró a algunas acciones que lo dejaban lleno de vergüenza y culpabilidad, pero nada de lo que hizo le dio tanto placer como el que estaba obteniendo ahora.
Sintiendo el casi imperceptible movimiento de cadera de Guang, Xian supuso que estaba cerca, por lo que con pesar se alejó, besando al contrario mientras maniobraba para cambiarlos de posición, quedando ahora él debajo.
—Y el Maestro Dark ¿Dónde aprendió eso?
—Libros
Ambos sabían que esa respuesta no era cierta, a diferencia de Guang, Xian no era ningún santo que calmara sus impulsivos deseos carnales adolescente con horas de meditación. Y mientras Guang visitaba Fire Land escuchó varios rumores, algunos de ellos fueron confirmados indirectamente por Liu.
Guang salió de sus tormentosos pensamientos al sentir una de sus manos ser halada y un par de sus dedos introducidos en el mismo espacio donde estuvo su miembro. No entendía la razón del actuar de Xian, hasta que este abrió sus piernas y condujo sus dedos a cierta parte de su anatomía.
Su indecisión anterior, sobre encaminarse a otro nivel, no solo era por su duda de si era correcto y de si Xian quería continuar, sino que tampoco sabía quién cedería y no tenía cara para preguntar, ya suficiente autocontrol estaba ejerciendo para no sucumbir en extrema vergüenza por lo que estaban haciendo.
En algunos de los libros que usó para estudiar las relaciones entre hombres, se mostraba el acto muy detallado. Él no estaba seguro de querer ser el que cedería, no se permitía imaginarse en esa posición, quizás como una forma de compensar que se había desviado del camino que se le instruyó a seguir. Se sintió agradecido de no tener que preguntarle a Xian si estaba dispuesto a ser él quien hiciera el papel de 'mujer' en el acto, pues las acciones de este le dijeron que no tenía problema en recibirle.
Cuanto Xian sintió que los dedos contrarios estaban lo suficientemente humedecidos, los sacó de su boca para llevarlos a aquella parte que prepararía para que recibiera algo más grueso después. Pudo sentir la indecisión y el temor en Guang, aunque en el pasado había saciado su libido adolescente con algunos juegos y toqueteos, nunca había llegado tan lejos, su cuerpo permanecía virgen de ambos lados, ni había dado ni había recibido. Pero si había leído sobre cómo eran las relaciones sexuales entre hombres, y debía reconocer que en una ocasión intento introducir un dedo propio a ese lugar, motivado por la curiosidad, y el deseo de satisfacer a cierta persona que no quería recordar, igual se acobardo a segundos y ya no volvió a intentarlo.
Ahora, en este lugar, solo con Guang, se sentía preparado para dar ese paso, y no le importaba recibir al cultivador divino, lo amaba y por él haría cualquier cosa contar de hacerlo feliz "como condenar a tu gente a la extinción y renunciar a tu cultivo para acoger el cultivo contrario".
Decidió concentrarse en lo que haría para acallar aquella molesta voz.
Primero tanteo antes de introducir el primer dedo lentamente, sintió escozor pero el placer disfrazó la sensación de incomodidad. Cuando se sintió listo agrego un segundo dedo, mordiendo sus labios en el proceso, luego del segundo vino el tercero, fue más incómodo y hasta un poco doloroso, pero logró acostumbrarse, los besos que empezaron a repartirse por su rostro, cuello, hombros y pecho, ayudaron mucho.
Ya sintiéndose listo, tomo el amiguito de Guang, dirigiéndolo a su entrada y comenzando a introducirlo con ayuda del dueño. La sensación era muy diferente, escocía más, y dolía aunque intentara distraerse. Las lágrimas que guardo se desbordaron, su espalda se arqueó y sus uñas se clavaron en la espalda de Guang cuando este entró por completo. Guang no estaba en mejor condición, había sacado sangre de sus propios labios, sentía que un movimiento en falso y sería cortado.
Se mantuvieron quietos hasta que pudieron respirar con casi normalidad, Xian le dio la señal a Guang para que se moviera y este lo hizo de forma pausada, tanteando con sus movimientos hasta que agarró confianza y empezó a reconocer con más energía el interior que le recibía. El dolor y la incomodidad habían disminuido en Xian, y ahora se permitía gemir y disfrutar del momento, seguro de que era la primera vez de ambos, atesorando el hecho de que estaban probando nuevas cosas juntos.
Se disfrutaron el uno al otro, unidos en la parte inferior visible pero también unidos en espíritu. Con besos y manos inquietas que se acariciaron sin reservas, llegar a su culmen no fue difícil, el primero en hacerlo fue Xian, y la vista que le dio a Guang fue suficiente para llevarlo a su propio fin, logrando salir a tiempo para derramarse fuera de quien intentaba recobrar la respiración.
Se dejó caer exhausto sobre él, y unos brazos no tardaron en rodearle, unos besos fueron dejados perezosamente en su coronilla.
—Eso... esto que acaba de pasar... repitámoslo pronto ¿Sí?
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