Liu apareció en las afueras de Somnium Vallis, la ciudad tenía una barrera mucho más fuerte que la anterior, era imposible para él aparecer en la ciudad o en la Mansión. No perdió el tiempo para dirigirse a la Mansión Sakura, una vez dentro, pues ya era conocido allí, fue directo a la enfermería.

Ren estaba en su habitación de trabajo, si bien Sakura Aoi ya había salido de reclusión, aún no estaba lista para volver a la posición de líder, y muy al pesar de Ren, dudaba que su hermana volviera a dicha posición; uno de sus discípulos de confianza entró para avisarle que Liu estaba de regreso y que se encontraba en la enfermería, él no espero que terminaran de informarle para salir hacia allí, encontrándose con Liu de salida.

—¿Liu? ¿Te encuentras bien? ¿Sucedió algo? ¿Y Xian? —Liu no tenía tiempo para esto, pero tampoco sería grosero.

—Joven Sakura, no hay nada de lo que deba preocuparse

—Estás en la enfermería, saliste acompañado y regresas solo. Creo que es razón suficiente para preocuparme.

—Tengo brisa, yo estoy bien, solo vine por algunas medicinas, Xian también está bien pero estaremos fuera por tiempo indefinido.

—¿Por qué? Si ambos están bien ¿Para que la medicina? ¿Por qué no regresan aquí?

—Sakura...

—Solo dime lo que sucede y no te retendré.

—No creo que lo sucedido sea algo que al Líder Sakura le importe —al ver cómo sus palabras afectaron al otro, se arrepintió de lo dicho —enserio no es nada por lo que preocuparse mucho, solo estaremos fuera un tiempo, pero yo volveré si me es posible.

—No se sienta presionado a hacerlo, después de todo con quien se supone que tengo amistad es con Xian, no con usted. Ya no le retengo más.

Ren se hizo a un lado, retirándose, dejando a Liu con un mal sabor de boca, pero enserio no tenía tiempo que perder.

El cuerpo de Xian estaba más pálido de lo normal, perlas de sudor cubrían su cuerpo que estaba hirviendo, al igual que la sangre corriendo por sus venas y el qi por sus meridianos. De su boca aún salía sangre, sus puños se encontraban apretados, las uñas perforaban su piel, y la herida en su abdomen seguía sangrando, a pesar de los intentos de Liu por que se detuviera.

Cuando este llegó, ingreso al mausoleo, era el único sitio que podían habitar por el momento; preparó rápidamente la medicina, reconoció que Xian estaba a punto de entrar en una desviación de qi, e irónicamente la razón de que no estuviera ya en una era gracias a esa herida que parecía ser mortal.

—Es increíble cómo ha acabado así. Solo me fui unos segundos. —Liu detuvo lo que hacía momentáneamente para mirar a la recién llegada —Desde aquí huelo el veneno. Hay que ser muy ruin para recurrir a un truco tan sucio como este.

Eso era algo que Liu presentía pero que ahora confirmaba

—Sabes el tipo de veneno que es.

—Al igual que los Seres Celestiales, nosotros, los Seres Infernales, no podemos involucrarnos en situaciones del mundo, debemos dejar que todo siga su curso. Por suerte para ustedes yo soy de los que no suelen seguir las reglas. Puedo sacar el veneno de él, pero necesita recluirse. Romperé otra regla e intentare animizar su qi, lo demás deberá hacerlo él.

Liu le dio su espacio, y la Señora de los Mares Oscuros procedió a drenar el veneno de Xian, pidiéndole a Liu que transfiriera un poco de su energía. Luego ella intentó estabilizarla.

—Ahora te quedarás encerrado aquí, hay suficiente energía resentida para que medites, evita caer en una desviación, te necesitamos vivo, debes vivir, para cobrar venganza, para restaurar la Secta Demoniaca y para devolverle la vitalidad a Fire Land.

Xian no les respondería, no podía, pero le escucho, y aunque estas razones no eran de gran peso, despertaron sus recuerdos, le hicieron observar a sus padres, a sus hermanos, a los tíos Sotus, a su pequeña Emei, a su Zhiyu, vio a Liu, a Shen y a Jean, al Maestro Gray, a sus compañeros discípulos, a sus hermanos cultivadores; recordó a Fire Land, su hogar, sus años mientras crecía, sus travesuras, sus estudios, sus castigos; y la imagen de sus nuevos amigos también hicieron presencia: la sonrisa tímida de Ren, lo coloridas que solían ser sus vestimentas; la intrépida Phoebe, que nunca se quedaba callada, el accionar valiente y silencioso de Lion; y la sonrisa de Guang, su mirada, su voz, sus movimientos al luchar, sus besos, sus caricias, su cuerpo empapado por el sudor, su voz ronca.

La suma de todos esos recuerdos, de esas experiencias vividas, tuvieron suficiente peso para que se incorpora todavía con los ojos cerrados, colocará sus pies en posición, enderezará su espalda, moviera sus palmas, y comenzará su meditación con el fin de estabilizar su qi, de salir libre de esta desviación que le acechaba como fiera a su presa.

Después de que la infernal dijera aquellas palabras, se había retirado del lugar seguida por Liu, había sellado la entrada, puesto barreras de protección, nadie ni nada debía irrumpir la reclusión de Xian, si él moría sabía que Xier no se lo perdonaría, aunque no había señales del alma de esta.

—Has guardia, yo debo de regresar al Infierno. Igual dejaré a algunos de mis lacayos cerca, por lo que puedes descansar, no quisiera lidiar con dos cultivadores entrando a una desviación. Si lo deseas puedes pasearte por Somnium Vallis.

Antes de que Liu pudiera responderle, ella se había ido.

Liu se decidió a hacer guardia, pero los pensamientos que comenzaron a embargar su mente no eran muy sanos, por lo que decidió ocuparse: quemo los cuerpos de aquellos que les atacaron, no sin antes revisarlos, no encontró el cuerpo de Diel, y no le sorprendía.

Recorrió el perímetro cercano, el suelo de la isla era cada vez más firme, sabía que faltaba poco para que se enfriara definitivamente.

Pasado unos días, tomó uno de los talismanes de teletransportación y regreso a Somnium Vallis, le pidió personalmente a Ren algunos materiales, este se mostró esquivo, como en el pasado, y no le culpaba, sabía era su culpa, así que para alivianarla un poco le comento que Xian estuvo a punto de tener una desviación de qi y que por eso se había recluido.

Y mientras Xian estaba recluido el tiempo siguió su avance, las idas y vueltas de Liu entre Fire Land y Somnium Vallis se volvieron muy recurrentes, al igual que la presencia de la Señora de los Mares Oscuros en Fire Land. Hubo unos pequeños ataques aislados, pero todavía no daban con la guarida de los Sue, quienes estaban bien escondidos, planeando cómo deshacerse de Xian y Liu, pero desconociendo quien era el ser oscuro que les ayudaba.

Que el futuro patriarca de la Secta Demoníaca estaba vivo, fue un rumor imposible de callar, esto le devolvió un poco de alivio a los habitantes de la isla, y los cultivadores oscuros se dirigieron a su antiguo hogar, con el propósito de volver a levantar la isla y la secta, y porque no, tomar venganza de esos ortodoxos que actuaron cobardemente, atacándolos cuando tenían revueltas internas, y que les habían tratado tan mal luego de la caída de Fire Land, no respetando ninguna vida, condenándoles a muerte solo por venir de Fire Land.

Si, querían venganza, y sabían que unidos como uno tenían grandes posibilidades de obtenerla.