"El verdadero amor no se encuentra, se construye." Desconocido.

Me miré en el espejo, había cicatrices, viejas y nuevas, y arañazos y moratones de la última misión. Mi cara estaba cubierta de tonos azules, pero no importaba por la gran sonrisa que la iluminaba.

Estaba en Barcelona, la ciudad donde nos enamoramos, y nos íbamos a casar en unas horas.

Mi mejor amigo, Taehyung, se encargó de vestirme y maquillarme. Ni siquiera tuve que pedírselo, me dijo que quería que el día más feliz de mi vida fuera también el más estiloso. El elegante esmoquin de Christian Dior estaba esperando a ser usado, y no podía apartar los ojos de él. Taehyung eligió el azul claro porque pensó que era mi color.

No puedo mentir y decir que no estaba nervioso, estaba aterrorizado. Antes no podía entender cómo la gente podía estar nerviosa el día de su boda cuando se supone que es un momento de alegría, pero acabé entendiéndolo. He estado saliendo con Yoongi durante un año, he estado con él casi todos los días, hemos pasado muchos momentos juntos, hemos compartido muchos besos, y sin embargo estaba nervioso.

Jungkook debió adivinar cómo me sentía, ya que me sonreía cada vez que nuestras miradas se encontraban en el espejo. Seguía tan callado como cuando su novio nos presentó por primera vez, pero su silencio podía decir mil palabras. No era bueno para hablar de sus sentimientos, pero sus acciones podían demostrar todo el amor que siente.

Estaba en la suite del hotel, Taehyung me llamó por la mañana temprano para empezar a preparar la ceremonia. Hoseok y Jackson se encargaron de la sala de recepción, no quisieron decirme dónde habían reservado, querían sorprendernos. No insistí, conociendo su buen gusto. Jihoon se ofreció para ser el DJ, y algunos agentes prepararon la animación para la noche.

Mi teléfono vibró, era un mensaje de mi hermano. Sonreí al leer que por fin había llegado a Barcelona. Hacía días que no lo veía, creía que huía de mí porque le había pedido que fuera mi padrino. Todavía no éramos muy cercanos, apenas intercambiamos algunas palabras en la agencia.

Jihyun es tímido, y sé que debe haber sido más difícil para él acercarse a mí después de todas las cosas que nos había hecho a mí y a nuestra madre. Aunque le perdoné, sé que en el fondo le seguía doliendo.

"Es Jihyun", le digo a mi mejor amigo. "Ya viene". Lo miré en el espejo y sonreí. Taehyung sonrió y me apretó los hombros: "Te dije que iba a venir. Sólo es tímido."

 Asentí y miré la hora, ya eran las cinco de la tarde, el momento se acercaba más rápido de lo que imaginaba. Taehyung y su novio me estaban tratando como a un rey, pidieron comida y me ofrecieron una caja del mejor turrón para picar mientras Taehyung me peinaba.

Mi cabello oscuro ahora era plateado, un tono que nunca me había atrevido a probar. Jungkook me felicitó diciendo que me quedaba muy bien y que quedaría perfecto con el azul claro del esmoquin. 

No he visto ni hablado con mi prometido desde que llegamos a Barcelona. Namjoon insistió en respetar la tradición; los novios no deben verse antes de la boda. Dijo que da mala suerte.

No pude reírme ni decirle que no creo en esas supersticiones porque he visto lo emocionado que estaba por nosotros, especialmente cuando Yoongi le pidió personalmente que fuera su padrino.

"Sabes, es nuestra primera boda en la Agencia Bullet." La profunda voz de Taehyung interrumpió mis pensamientos. "¿No te hace pensar en lo increíble que es Namjoon?"

"Lo es", suspiré. "Nos salvó a todos y nos dio una segunda oportunidad de vivir y amar. Nunca podré agradecérselo lo suficiente".

"Ninguno de nosotros podrá", dijo Jungkook, que estaba jugando con su teléfono.

Noté que la sonrisa de Taehyung se desvanecía, parecía estar perdido en sus pensamientos y supe lo que le preocupaba. Me di la vuelta y le quité el cepillo del pelo de la mano para dejarlo en la cómoda. Cogí sus manos y sonreí: "Me he enterado de lo de tu madre, ¿está enferma?". Hablé con calma para evitar que se sintiera peor.

Asintió y bajó la cabeza un momento. Jungkook dejó su teléfono sobre la mesa y se acercó a él. Le rodeó la espalda con sus brazos y apoyó la cabeza en el hombro de su novio. "Yo... tenía la sensación de que le iba a pasar algo", respondió Taehyung con voz tranquila. "Aquella tarde, supe que tenía que dejar la agencia y conducir hasta Daegu. Estaba oscureciendo y ella volvía a casa. Trabaja mucho y durante muchas horas. Le envío dinero y siempre lo rechaza", tragó saliva. "Todavía no me acepta, sigo siendo el hijo que mató a su padre." 

Jungkook le besa suavemente el cuello para calmarlo. "Se desmayó ante mis ojos y no pude ir a verla, mis piernas no se movían. Llamé al 119 y no pude decirles que soy su hijo, el que aún está en la lista de buscados."

Mi corazón se rompió por mi amigo, no podía ver cómo sus lágrimas caían y arruinaban su hermoso rostro.

"No olvides que la salvaste dos veces", susurré. "La salvaste de la violencia de tu padre y de morir sola en la calle desierta". Le limpié las lágrimas con mis pulgares y le besé la frente. "Estoy seguro de que se pondrá mejor y recordará tu valor y tu amor por ella".

Jungkook me sonrió, debo haber dicho las palabras que le costaba decir a su novio. Me hizo un pequeño gesto con la cabeza antes de besar la mejilla de Taehyung. 

"Muy bien, terminemos con este triste momento", se rió Taehyung. "Se supone que no debemos hablar de esto, Jimin, es tu día feliz. Disfrutemos de él".

**

En el momento en que mis ojos se posaron en los de mi hermano, sentí que mi pecho se apretaba y que las lágrimas me bloqueaban la vista. Lo tomé en mis brazos y le susurré "gracias". Tenía miedo de que se negara a ser mi padrino o a estar presente en mi boda. Jihyun no se lo esperaba, debió pensar que aún lo odiaba. Nunca podría, incluso después de todos los sufrimientos que me hizo pasar, seguía siendo mi hermano y lo quería.

"Tú... te ves bien", sonrió tímidamente y me ofreció un ramo de rosas blancas.

Estábamos en una casa antigua, una especie de cabaña, perdida en la montaña. Podía oír a los invitados hablando fuera, sus múltiples voces calentaban mi corazón. Hace un año, sólo tenía a Junsun y a Heonwoo, y ahora tengo muchos amigos, leales.

La dueña de la casa, una mujer menuda, se acercó a mí y me puso una peonía rosa claro en el bolsillo de la chaqueta, a juego con el color azul claro. "Por un matrimonio feliz", dijo con acento español y me dedicó una cálida sonrisa.

"Gracias", le devolví la sonrisa y la vi dirigirse al jardín, vestida con un hermoso vestido azul con estampados de flores blancas.

"Creo que es el momento", dijo Jihyun. "¿Estás listo?"

¿Lo estaba?

Le miré, llevaba un esmoquin azul oscuro y del pequeño bolsillo de su chaqueta se veía un precioso lirio blanco. Tomé aire. "Creo que sí", me reí. Él asintió y me ofreció su brazo, y yo no dudé en colocar el mío alrededor de él. Se me dibujó una pequeña sonrisa en la cara porque me recordó nuestros días de infancia. Solíamos recorrer este camino al salir de la escuela. Nuestra madre iba detrás de nosotros, charlando con su amiga mientras caminábamos juntos a casa.

El violín sonaba desde el jardín, un sonido que hacía más mágico nuestro momento de paseo en el exterior. Sus melodías acompañaron mis pasos, acariciaron mis oídos mientras saludaba a los invitados con sonrisas, electrizaron mi corazón cuando mis ojos se posaron en mi futuro marido, e hicieron que el tiempo se detuviera cuando divisé a mi madre entre los invitados. Ensanché los ojos y miré a Jihyun que me sonreía, él lo sabía. Mis ojos iban de él a mi madre, y empezó a tener sentido. No desapareció durante días por querer distanciarse, fue a ver a nuestra madre, para disculparse y compartir con ella la feliz noticia.

La vi llorar mientras dejaba su silla para acercarse a mí, solté el brazo de Jihyun y la abracé. Sus labios encontraron consuelo en mis mejillas y sus manos se posaron alrededor de mi cuello. "Hijo mío, estás muy guapo", se limpió las lágrimas con la manga de su vestido negro y sonrió ampliamente.

Intentaba con todas mis fuerzas no llorar, no quería arruinar lo que mi amigo había hecho durante horas. Ella fue paciente incluso cuando no la visitaba cuando estaba en la universidad, me perdonó después de saber que maté gente, y todavía me amaba después de saber que amaba a un hombre. Nunca podría pedir más. Me hizo un pequeño gesto con la cabeza y volvió a su asiento.

Tomé aire y miré a mi alrededor hasta que mis ojos se posaron en los de Yoongi. Iba caminando no muy lejos de mí, con Namjoon a su lado. Caminábamos a la par, juntos como estábamos acostumbrados. Namjoon susurró algo que le hizo sonreír. Oh, esa hermosa sonrisa que hizo que mi corazón latiera a la velocidad de la luz.

Jihyun se enfrentó a mí, me miró por un momento y pude verlo. Su rostro se iluminó, finalmente. Su aspecto era muy diferente al de los días en que trabajaba para el gobierno. En sus ojos se podía leer el odio y la crueldad de entonces, pero la forma en que me miraba en ese momento, cuando estaba tan cerca de mi prometido y de mi madre, era difícil de olvidar. Era feliz y no necesitaba decirlo en voz alta.

Mis manos encontraron su camino en las de Yoongi y mi alma encontró su hogar cuando miré sus ojos. Se veía tan guapo como siempre, el esmoquin azul marino hacía juego con el mío claro, del mismo modo que su personalidad tranquila y misteriosa hacía juego con la mía soñadora y alegre. En ese momento sólo lo vi a él, sólo a Yoongi y su preciosa sonrisa, sus finos labios y los ojos de tigre ocultos bajo sus oscuros mechones. Estaba tan hipnotizado por él que me perdí la mayor parte del discurso de Namjoon. El nerviosismo dio paso a la emoción y el miedo fue sustituido por mi apasionado amor por el Tigre Negro.

**

No sé si alguien aún tiene esta historia en su biblioteca jdjdjd, pero igual me disculpo por demorarme en subir los extras, se me había olvidado completamente esa parte D:

Máximo el finde subo la parte dos de la boda c:

Espero que les haya gustado el capitulo ♡︎