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El pelinegro con el permiso de su tío se fue a los juegos, claro que él lo observaba para vigilarlo, el pequeño castaño pidió permiso si podía ir a jugar a lo cual aceptaron él quería saber más sobre aquel pequeño pelinegro el cual parecía un lindo conejo bebé, tan frágil, tan único al llegar se quitó sus zapatos y entró lo busco con la mirada y lo encontró sentado arriba cerca del deslizador sonrió y se acercó.
—Hola. —dijo y el pelinegro levantó la vista.
Él otra vez sintió ese extraño sentimiento al ver los ojos del chico, estos eran grandes como un venado, juraría que era el mismo bambi de ese según el absurdo y aburrido cuento que solo le daban ganas de vomitar, pero al ver esa mirada algo se movió sonrió y se sentó, el pelinegro se alejó un poco más ante la cercanía del otro niño.
—¿Cómo te llamas? —pregunto el castaño.
—Jungkook. —susurro. —Jeon Jungkook.
—Un gusto. —extendió su mano. — soy Kim Taehyung.
Cuando el pelinegro la iba a tomar escucho el llamado que le hicieron y se fue rápidamente dejando al otro niño ahí, él bajo la mirada y vio un pequeño brazalete lo tomó en sus manos y sonrió, no era cabello, pero era algo de aquel lindo niño. Él la hizo puño y la guardó en su pantalón, pues eso solo sería el inicio de su colección salió de ahí sacudiendo su ropa camino y lo vio comer sonrió y volvió donde sus padres que estaban con sus dos hermanos mayores los cuales se concentran en sus estudios y en sobresalir.
No malinterpreten a pesar de tener cinco años casi seis es igual de aplicado e inteligente que sus otros hermanos, pero al ser un poco menor las responsabilidades eran menos por ese motivo agradeció tener a sus dos primos y con eso a su cisne blanco compartido, ya que compartía el amor del pequeño de mejillas regordetas que deseaba ver llenas de sangre, pero había encontrado a alguien que le hizo desear cosas entre ellas ver su sangre en el suelo mientras gritaba de dolor como aquella chica.
—Entonces Tata cambió a Minnie. — susurro.
—Claro que no. —negó. —es solo que él se ve solo y le falta amor y yo quiero dárselo.
—Dudo que quieras eso. —lo vio el pálido. —¿Qué planeas esta vez?
—Nada ya te lo dije. —hablo. —si te lo conté es porque eres mi primo.
—Okay. —lo vio inseguro.
—Mejor hablemos de otra cosa. — hablo.
—Dentro de una semana será el cumpleaños de mi Minnie. —sonrió mientras miraba a su hermano.
—Es increíble. —sonrió mostrando su sonrisa que lo identificaba mucho. — me siento muy emocionado.
—Claro que será privada, ya sabes. — hizo una mueca. —solo familia.
—Lo se papá hablo de eso. —dijo el castaño.
El pálido se levantó tras un llamado para salir de la habitación dejando a los dos chicos solos, los cuales no decían nada, el pálido volvió y lo vieron.
—Yoonnie. —dijo el de mejillas grandes.
—Tengo que ir a la clase de música. — se acercó y le dio un corto beso. —volveré a las cinco.
—Minnie te va a extrañar. —hablo.
El pálido sonrió y le dio otro beso tomó su mochila y le dio una mirada seria a su primo, el cual no dijo nada cuando se fue ambos se quedaron ahí.
—Jimin. —lo llamó.
—Sí Tata. —se giró para verlo.
—¿Te gusta mi primo? —hablo.
—Es mi hermano. —respondió.
—Pero lo que hacen está mal. —dijo.
—Yoonnie dice que es un acto de cariño de hermanos. —sonrió. —¿Tus hermanos no te dan amor?
Él otro lo miró por un momento ¿Entonces no sabía nada? Sonrió con malicia, pues eso quería decir que ese pequeño cisne era manipulado y bajo engaño lo tenía su pálido primo, entonces ¿No habría problema si él lo hacía también? ¿Verdad?
—Sí, es un lindo acto de hermanos. — dijo.
—¿Les puedo dar también a tus hermanos? —habló con entusiasmo.
—Ellos son aburridos. —hizo una mueca. —además Yoonnie dijo que solo podíamos nosotros tres.
El castaño pensó un momento y asintió ellos se quedaron ahí un rato hablando de algunas cosas que hacían, en donde estudiaban, al caer la tarde Jimin se encontraba dormido mientras que el otro lo miraba detenidamente.
—Tan indefenso. —sonrió mientras le vio la pierna. —tan frágil.
Él se levantó y sacó sus tijeras miro la pierna y levantó las tijeras cuando las iba a clavar fue empujado bruscamente por su primo el cual frunció su ceño.
—¡Qué te pasa! —grito despertando al otro.
—Solo quería jugar. —sonrió.
—Estás enfermo. —alejó a su hermano el cual no entendía nada.
El castaño bajó la cabeza mientras negaba, al levantarla una sonrisa se formó en sus labios tal vez lo estaba, pero no como lo estaba el pálido, sabía lo que le hacía a su primo no era estúpido.
—¿Yo el enfermo? —pregunto pero más para sí mismo. —primo, primo no hablemos de eso.
—Solo vete y no vuelvas hasta que sea la fiesta. —señalo la salida.
Taehyung tomó su mochila y se acercó al pálido el cual lo miró de reojo, él sonrió y pasó su lengua por la mejilla pálida de su primo.
—Tú eres el enfermo primo. — susurro. —tener relaciones así con tu hermano está muy mal.
—No somos de sangre. —hablo.
—Pero aún así está mal. —dijo mientras se alejaba. —que pensara la tía Sora y el tío Mark sobre esto.
—¿Es una amenaza? —frunció su ceño.
—Yo no lo llamaría así. —sonrió. — adiós minnie. —se despidió.
Él salió de la habitación dejando al pálido quieto y confundido, quería mucho a su primo tanto que cubría todo lo que hacía, pero ya estaba llegando muy lejos, sabía que no podía hablar porque si sabía que era enfermo también lo que hacía, pues bajo engaño tocaba a su hermano adoptivo cuando debía cuidarlo no tener relaciones sexuales con él; el suspiro y vio al menor el cual no decía nada, pues no comprendía qué había ocurrido si hace unas horas los tres disfrutaban de cariños de familia.
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