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25

Dos chicos se encontraban en una habitación besándose mientras compartían algunos gemidos, no se preocupaban de que los escucharan, él se movía tal y como el otro le había enseñado, ambos disfrutaban estar el uno con el otro. Ambos llegaron al mismo tiempo al orgasmo callando el gemido con un beso, el menor se acostó a la par mientras ambos unían sus manos y este recostaba su cabeza en el pecho del otro.

—No esperaba esto, lo admito. —habló el mayor.

—¿Por qué? —pregunto.

—No lo sé. —habló. —pensé que no me querías cerca.

—Claro que lo quiero cerca. —sonrió mientras le daba un corto beso. —si lo dije fue porque estaba molesto.

—Lo sé. —sonrió.

—¿Lo sabe? —se alejó un poco para verlo.

—Pues sí. —dijo. —pero que me besaras me lo confirmó.

—Hyung. —habló dijo sonrojado.

—Se me hace lindo cuando a veces me hablas por mi nombre y otras te diriges a mí como tu mayor. —lo puso encima de él. —te hace lucir tierno y sexy a la vez.

—Me sonroja hyung. —tapó su rostro avergonzado.

—Ya te dije que te ves lindo así. —se acercó y lo besó.

El menor le siguió el beso mientras se acomodaba mejor en su mayor mientras dejaba caer la cobija que lo cubría para quedar completamente desnudo y a merced del otro.

—¿Más? —sonrió.

—La casa está sola. —sonrió. —Debemos aprovechar hasta las tres.

Él otro sonrió mientras lo volvía a besar, él se alejó y lo vio a los ojos mientras besaba su cuello lentamente.

—¿Aún te duele? —lo vio.

—Un poco. —dijo. —pero con el tiempo sé que me acostumbraré.

—Lo sé. —lo volvió a besar.

El mayor entró lentamente en el menor el cual soltó un suave gemido, aún le dolía, ya que no estaba muy acostumbrado, pero se sentía cómodo con su mayor, luego de estar dándose amor, ambos estaban descansando, el celular del mayor comenzó a sonar él miró el celular y lo apagó.

—¿Por qué no contestó? —pregunto.

—No era importante. —respondió.

—¿Seguro? —lo vio.

—Era mi novia. —suspiro. —olvide que estudiaremos juntos hoy.

—Ya veo. —susurro.

—¿Pasa algo? —pregunto.

—Me preguntaba algo. —habló.

—¿El qué? —dijo.

—¿La dejarás por mí? —preguntó mientras miraba al mayor.

—No lo sé. —habló. —Es complicado, lo sabes.

—Entonces digamos lo nuestro. —dijo mientras miraba al otro. —es tonto ocultar lo nuestro.

—¿Lo nuestro? —soltó una carcajada —no hay nada entre nosotros.

—Ya veo. —se levantó mientras tomaba su ropa. —te veré después hyung.

—Jimin espera. —le llamó.

—Tengo tarea. —dijo. —y tú ya falta poco para que vayas a clases.

Él vio como el castaño salía de su habitación, suspiro mientras tomaba su celular para ver sus redes sociales hasta que un sonido lo interrumpió.

—Olvido su celular. —dijo mientras lo tomaba.

Al hacerlo volvió a vibrar, él lo encendió y vio un mensaje, frunció su ceño al ver que tenía un corazón, le dio click y frunció su ceño al leer el mensaje.

«Espero repetir lo de la otra vez»

El camino a la habitación de su hermano y lo vio cambiándose de ropa, le tiró el celular, a lo cual lo vio confundido, pero se asustó cuando lo tiró al suelo y se subió encima de él.

—¿Con quién más te revuelcas? —grito.

—No sé dé que hablas. —se quejó el menor.

—Negarás lo que el mensaje dice. —habló.

—¡No tienes derecho a decirme algo, no somos nada solo hermanos! —grito.

—Los hermanos no tienen sexo. —susurro.

—Los hermanos no tocan a sus hermanos pequeños. —le dijo.

—Pero te gusta sentirme dentro de ti. —sonrió. —Ahora dime quien es ese imbécil para ir y partirle la cara.

—Es Tae. —habló. —y él hablaba del videojuego que compro.

—Más te vale no mentir. —habló mientras tocaba el rostro del menor.

—¿Y que si duermo con alguien más? —dijo con el rostro ido. —tú lo haces con Suran y no te digo nada.

—Es mi novia. —habló.

—¿Entonces yo que soy para ti? —lo vio a los ojos. —¿Solo soy tu juguete sexual?

El pelinegro no dijo nada, se levantó de encima del menor y salió de la habitación. Jimin por su parte, se había quedado llorando, pues a pesar del daño, él sí amaba a su hermano.

—Taehyung tenía razón. —susurro —debo de destruirte no importa si te amo debo de hacerlo. —habló con lágrimas en los ojos.

***

—Pensaste lo que te dije. —habló mientras lo veía.

—Supongo. —dijo.

—Solo será una cena, no te pido que te vuelvas su novio. —habló.

—¿Por qué debo ir? —pregunto mientras veía su comida.

—Debemos llevar a nuestros hijos. —respondió.

—Ya veo. —asintió. —pero no me siento bien.

—Jungkook, ya hablamos de eso. —habló.

—No quiero hablar de ese tema. —desvío la mirada.

—Jungkook. —lo vio.

—Solo quieres que salga con ella para que parezca normal. —habló.

—Sabes que no es verdad. —negó.

—En ese caso podría ir con un chico. —se levantó.

—Ya hemos hablado de eso. —dijo.

—Solo di que te avergüenza, que también me gustan los chicos. —lo vio. —solo di que quieres que finja ser normal o mejor dicho que sea normal.

—Yo no dije eso. —habló el mayor. —sabes que esto es una etapa.

—Tal vez lo sea. —vio a su mayor. —Solo tengo catorce después de todo.

—Jungkook entiende que esto es difícil para mí. —hablo. —Tengo muchas cosas con las que debo de lidiar.

—Entiendo. —camino fuera de la cocina. —tranquilo seré bueno con ella.

El pelinegro mayor vio como el menor salía de la cocina, él cubrió su rostro Jungkook estaba cada vez más difícil de entender. Él se levantó y se dirigió a la habitación del menor, tocó la puerta, pero no hubo respuesta.

—Jungkook no era mi intención hacerte sentir mal. —habló.

Él siguió tocando la puerta, pero seguía si haber respuesta, él se preocupó un poco, ya que el menor siempre le decía algo, él se alejó y le dio una patada a la puerta abriéndola. Al hacerlo vio al menor en el suelo con algo de sangre, él corrió y se acercó al menor, el cual estaba inconsciente en el suelo, él lo cargó y saco su celular

—Nayeon soy Hoseok. —habló. —Jungkook lo volvió a hacer, voy para el hospital.

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