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[7] La subasta

La barandilla de la cabecera de la cama ya estaba doblada hacia adelante, el Capitán tiraba con tanta fuerza de las cadenas que lo ataban. Estaba hirviendo de rabia y las uñas ya se le clavaban en las palmas de las manos por la fuerza con la que había apretado los puños. Podía gritar y pedir ayuda a la tripulación, pero sería muy humillante admitir que fue atrapado por un Omega. Los alfas comunes y corrientes ya eran lo suficientemente orgullosos, entonces, con él siendo un lupus las emociones se volvieron más intensas

Después de mucho esfuerzo, finalmente logró romper la barandilla y levantarse de la cama. Se acercó a su estanteria, rogando mentalmente que el Omega no hubiera sido tan atrevido como para llevarse la llave de los grilletes. Suspiró aliviado al verla en el mismo lugar donde la había dejado. Pronto se deshizo de las cadenas e ignoró el dolor en sus muñecas. La piel estaba bastante enrojecida y amoratada por el esfuerzo que le costó liberarse.

Tan pronto como salió del camarote el sol ya había sol y la tripulación ya estaba trabajando en cubierta.

—Buenos días, capitán. —dijo Scott al verlo.

—¡Buen día la mierda! —Jeon pasó a su lado como un huracán y se inclinó sobre el costado del barco, examinando la Isla, ahora en la mañana con poco tráfico.

EI Capitán estaba furioso, casi al punto de matar alguien. Pobre de aquel que se atreviera a interponerse en su camino en ese momento.

—¿Qué paso? —Preguntó Seokjin trayendo consigo una taza de café.

—¿¡Qué pasó!? —preguntó Jeon con los dientes apretados, girándose para mirar a su hermano: —¡Tu estúpida idea de anoche hizo que el maldito Omega se escapara!

Pronto, una pequeña multitud se reunió a su alrededor. Todos interesados en ver esa discusión entre los hermanos.

—No es mi culpa si lo asustaste, tratándolo de mala manera. —Seokjin lo encaró. —Estaba contigo cuando sucedió ¡Ya deberías saber que él siempre huirá si sigues actuando como un idiota!

Jeon golpeó con fuerza la mano del médico que sostenía el vaso y el objeto salió volando, sobresaltando al mayor

En ese momento. Namjoon apareció con una enorme cara de sueño,  caminando tranquilamente por la cubierta superior. Se detuvo junto a la timonera, que también estaba observando la discusión de la mañana.

—¿Qué está pasando?

—Pelea entre hermanos. —Respondió ella. —Parece que nuestro Omega puro se escapó.

—¡Mierda! —Namjoon corrió hacia las escaleras y bajó, siguiéndolo rápidamente hasta donde el doctor estaba discutiendo con el Capitán. —Necesitamos encontrar a ese bastardo. No podemos perder nuestro valioso tiempo en peleas.

EI Capitán se tragó la ira que sentía en ese momento e ignoró las acciones de su hermano.

Se volvió hacia la tripulación:

—¿¡Qué están esperando!? ¡Vayan a buscarlo! —Ordenó con su voz de mando apuntando a la Isla.

Entonces todos comenzaron a bajar por las cuerdas hacia los botes y rápidamente llegaron a la playa. Buscaron al Omega a lo largo de Folsom, pero no encontraron ni rastro del rubio. Sin embargo, obtuvieron valiosa información de los pescadores que se encontraban allí.

—Capitán. —Hoseok se dirigió a Jeon. —No lo encontramos pero los pescadores lo vieron dirigirse a otro barco.

—¿Qué barco?

—Dijeron que en su bandera había un dibujo de dos puños esqueléticos cruzados.

Tiempo atrás, cuando trabajaba para barcos mercantes, el Capitán se topó con una embarcación que tenía el mismo símbolo informado por el pirata, lo reconoció de inmediato. Jeon sintió que una furia intensa se apoderaba de su pecho, caminó hacia el borde de la nave y respiró hondo, mirando hacia el horizonte, y luego informó:

—Sé a dónde fueron.

☠️

Jimin siguió a los piratas hasta los botes, luego lo llevaron al barco que también estaba anclado, pero en otra parte de la Isla. Al ingresar al barco, Jimin quedó en espera por un tiempo. Poco después, fue recibido por una Alfa, ella era la capitana del barco y lo guió a su camarote, dónde lo trató con gran cordialidad, lo que hizo que el Omega se sintiera más a gusto.

—No tengo palabras para agradecerle lo que está haciendo por mí. —expresó Jimin, suspirando aliviado, imaginando que lo llevarían de regreso a Corea.

—No hace falta que agradezcas, querido. —la mujer le dedicó una enorme sonrisa. —Tengo un hijo Omega de tu edad, sé que sus padres deben estar muy preocupados. Principalmente tu madre.

—Ya no tengo madre. Lamentablemente, ella murió dando a luz a mi hermano... —se lamentó Jimin. —Pero seguramente él y mi padre deben estar muy preocupados por mí.

—Siento mucho tu pérdida. —Hizo un breve silencio con respeto. —No te preocupes, pronto estarás de vuelta junto a tu familia. Ahora come, niño, porque luces bastante débil.

—Gracias. —Tomó una porción de comida y se la metió en la boca.

—Ahora debes tener sed, ¿verdad? _Sirvió un vaso de jugo de uva y se lo ofreció. —Ahora bebe un poco, para ayudar a la digestión.

—Muchas gracias. —Jimin aceptó el vaso. —Eres muy amable.

Ella sorrió.

—Lo soy. Pero vamos, bebe. — Él asintió girando la copa, bebiendo del contenido. —Eso es, bébetelo todo.

Después de la cena, la capitana se aseguró de acomodarlo en su propio camorote. Jimin estaba encantado de descubrir que no todos los piratas eran groseros y mal educados. Tan pronto como entró en la habitación, vio la cama de la mujer, que también era doble,y automáticamente sintió un temblor al recordar al Capitán Jeon, a quién habia encadenado a la cama.

—Te dejaré mi camarote. —le informó amablemente. —Puedes caminar por la cubierta si quieres, pero te sugiero que te quedes aqui y descanses, pronto estaremos llegando a Corea...

De repente, las palabras de la Alfa se volvieron distantes y Jimin se sintió mareado. Su visión se estaba nublando rápidamente y sus piernas se debilitaron. En cuestión de segundos perdió el conocimiento y simplemente no cayó al suelo porque la capitana lo sostuvo.

Tan pronto como despertó, Jimin se encontró dentro de una especie de jaula de hierro. Su boca estaba seca, sintió que le dolía la cabeza cuando levantó su cuerpo del duro suelo y se sentó lo más cómodamente que pudo. Junto a él había nueve Omegas más atrapados en el mismo pequeño espacio. Estaba vestido con una sola túnica blanca y sus pertenencias fueron recogidas por los guardias.

Desesperado, agarró con fuerza las barras de metal y gritó pidiendo ayuda.

—¡Deja de gritar, maldita sea! —gruñó un Omega tapándose los oidos con las manos.

—No sirve de nada, chico. —Otro Omega se dirigió a Jimin: —Estamos atrapados bajo tierra en Nabuco. Nadie nos encontrará nunca, están demasiado ocupados con sus asuntos allá arriba.

—¿Qué van a hacer con nosotros?

—¿Aún no te has dado cuenta? —El Omega que se habia irritado con sus gritos se volvió hacia él: —Estamos en la Boca del Infierno, chico.

—¿Qué es eso?

El Omega puso los ojos en blanco irritado.

—Es donde se realizan subastas clandestinas y se venden o intercambian cosas entre delincuentes de la peor calaña.

Jimin finalmente entendió la lamentable situación en la que se encontraba. Cerró los ojos, lamentando haberse escapado del Capitán Jeon. La daga ya no estaba con él y ese lugar ciertamente estaba bien protegido. Sería imposible escapar.

Miró a su alrededor en busca de algún plan loco que lo ayudara a escapar, pero suspiró derrotado cuando vio que varios Alfas fuertemente armados salian por una puerta

—Todos ustedes, escuchen con atención. —dijo uno de los Alfas con su voz autoritaria.

Todos los Omegas se sintieron incómodos excepto Jimin, que era un lupus. La voz de mando de un Alfa ordinario no tenía ningún efecto sobre él. —Quiero que me sigan en silencio y obedientemente, el que se atreva a desobedecerme no tendré compasión.

Bastante temerosos de la amenaza, los Omegas lo siguieron sumisos por un extenso y angosto corredor, húmedo y oscuro, hasta quedar en un pequeño cuarto, todos agrupados y sentados en el piso. Los Alfas ataron sus tobillos y muñecas con cuerdas y les vendaron los ojos. Uno por uno, los Omegas fueron llevados a otra habitación que no tenían idea de dónde estaba ni para qué servía. Solo sabían que todos los que fueron llevados nunca volvieron para contar la historia.

Cuando fue el turno de Jimin, sintió que su cuerpo se levantaba del suelo e instintivamente trató de defenderse. EI Alfa que lo sujetaba le golpeó el abdomen con un puñetazo que lo hizo doblarse hacia adelante y perder todo el aire.

—Maldito imbécil. —EI Alpha estaba listo para lanzarte una patada, pero fue interrumpido por otro.

—Deja esa mierda. El señor Coal quiere a los Omegas vivos e ilesos, idiota.

EI Alfa gruñó maldiciendo algo y levantó a Jimin de nuevo, llevándolo a la misma habitación donde estaban los demás. Lo colocaron inclinado hacia adelante, con el vientre apoyado sobre una especie de mesa de madera. No sabía por qué tenía los ojos vendados, pero estaba de espaldas a docenas de hombres y mujeres, todos Alfas y ansiosos por comprar un Omega, para mantenerlo como un esclavo.

El Alfa que lo llevó a ese lugar se fue y Jimin escuchó el sonido de pasos acercándose a donde lo habían dejado. Pronto, se escuchó la voz de otro Alfa:

—Damas y caballeros, lo que les traigo ahora es un Omega rubio, con una educación hermosa y aún intacto. —Se escuchó un coro ansioso y se dio cuenta de que había más gente alli. De repente, el Alfa levantó el dobladillo de su túnica, dejando su cuerpo expuesto para mostrarlo a los posibles compradores. Le pasó la mano por la piel y le dio un azote que hizo temblar a Jimin de miedo. —¡Adelante con sus ofertas!

—¡Doce mil monedas de plata! —Se sugirió una sola oferta y nadie se atrevió a cuestionar el valor.

—Dice mil a la una. Dice mil a las dos. —El subastadora ambicioso trató de conseguir un precio mayor, pero nadie parecía querer cubrirlo. —¡Doce mil a las tres! Vendido al caballero de negro.

🐾

Ustedes tranquis, que no importa si me tardo en el transcurso del día, yo si actualizo jsjs.

Nos vemos tal vez mañana, no se olviden de comentar que me entretengo mucho con sus comentarios 💓

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