7.
Los hombres y mujeres que ella había entrenado. Eran el claro ejemplo del poderío militar del imperio Star Hell.
A su mando, no había un solo espíritu cobarde, y a voz de grito, sus guerreros estaban ansiosos por volver a la batalla.
Aquella fatídica noche había tenido graves bajas. Pero tal pérdida sólo sería el motor que alimentaría la furia de cada soldado.
La capitana Ulmaris dio la orden en cuanto recibió la aprobación de su emperador.
Tres mil cuatrocientos guardianes encapuchados, marcharon al son de los tambores de guerra y despedida funesta.
Si..podría ser que ahí fueran esclavos y criminales de baja monta..
Pero quien los había forjado, claramente sabía lo que hacía.
Con la promesa del perdón por todos sus pecados. Los criminales serian perdonados y se les permitiría ascender a la guardia de Star Hell.
Los esclavos serían liberados, y de ellos dependería si decidían quedarse al mando de su capitana una vez terminará la contienda.
Solo a la compañía Ulmaris se le había concedido este privilegio.
Ningún otro regimiento de guardianes encapuchados tenía tal recompensa, a menos por supuesto que fueren civiles en lugar de viles reos o desafortunados esclavos.
......
La marcha fue corta. Pues Ulmaris tenía la orden de captar toda la atención enemiga.
El ataque se había decidido en pleno día, y su segmento serviría como distracción pesada mientras otros destacamentos se encargaban de derribar las murallas traseras de la fortaleza ultrajada.
Catapultas especiales habían sido preparadas para la ocasión, y su uso seria meramente para abrir las brechas necesarias para internar a la fuerza de Star Hell sobre sus enemigos decadentes.
Su emperador no quería dañar demasiado la estructura que aquella sección de su ejército tanto se había esforzado en levantar. Pero que ahora, lamentablemente se veía si o si, bajo control enemigo.
La capitana Ulmaris lideraba al segmento nombrado "Redentum", y cumplirían la función de enmendar un funesto error.
-¡¡Que cada vida perdida aquella maldita noche sea vengada!!...-.
Rugió la brava mujer, enfundada en una armadura pesada de acero oscuro y ornamentos de oro, No era su armadura de capitana, pues esta habia quedado abandonada dentro de sus habitacionesen la fortaleza acuertelada. A su derecha, una valquiria portaba un estandarte que representaba a los Redentum, y a su izquierda, un portador de armas proveniente de los guardianes encapuchados.
La marcha volvió a reanudarse, de tal modo, que cada bloque de guerra estaba organizado con una mezcla de guerreros de cada destacamento. Entre los guardianes encapuchados y los ostentosos soldados de Star Hell no había diferencia.
Todos habían luchado mano a mano con gran salvajismo para salvar el pellejo aquella fatídica noche.
Eso era suficiente para volverlos verdaderos hermanos de batalla, y ahora que se veían llevados al mismo lugar con una encomienda de venganza. Sonreían con orgullo.
Quizás los nervios les carcomieran por dentro...quizás..las piernas les temblaran al ver cada vez más cercanas aquellas murallas repletas de marcas por la escalada horripilante de sus enemigos.
Quizás..sofocaban tales temores con la rabia bombeando en sus corazones.
¡¡¿Acaso que no habían levantado aquel lugar abandonado con sus propias manos?!!.
¡¡¿Que no habían dado todo de sí día y noche para labrar cada muralla, cada edificio, cada torre?!!.
¡¡Ellos..y no los sucios extranjeros eran los únicos que tenían el derecho de pisar el suelo de aquella fortaleza!!.
El cuartel que traería la gloria a la Era militar de Star Hell.
-¡¡Por Star Hell!!-.
Bramo una valquiria mientras el resto de sus compañeras hacia lo mismo, inspirando como quería Ulmaris al resto de la compañía Redentum.
................
Para cuando la primera piedra fue disparada desde las catapultas y paso silbando brutalmente por sobre metros escasos a las cabezas de Ackress y sus compañeros más cercanos, el bullicio de los gritos de guerra y los disimulados carraspeos llenos de nerviosismo se alzaron más y más.
-¡Pero serán hijos de puta!-.
Se quejo un guardia encapuchado.
-Si esos malditos ingenieros llegan a fallar el tiro, se cargan a media escuadra de nuestra capitana-.
-Tu tranquilo, que si esos proyectiles te matan al instante, bien podrías considerarte afortunado-.
Le respondió una guardia de Star Hell, mientras el resto de guerreros reían nerviosamente al ver pasar otro proyectil.
Un choque estruendoso se escucho en cuanto la gran puerta recibió a la primera piedra. Escombros de roca y astillas de madera salieron volando levantado una leve cortina de polvo.
Disipando momentáneamente la neblina maldita que se había comenzado a levantar en cuanto los Redentum se acercaron a cien metros de la fortaleza.
La primera línea de choque estaba conformada por una gruesa pared de cien valquirias de lanzas pesadas, así como una generosa carga de quinientos guardianes encapuchados que empuñaban dagas curvas para un remate rapaz y espadas de filo dentado.
Cuando la segunda piedra choco..se hizo una breve pausa en la que todo ruido quedó sofocado.
El ambiente cambió de repente, y cada soldado se vio sumido en el completo silencio..observando como la tosca puerta se resquebrajaba y de ella no brotaba nada mas que una fétido brisa.
Solo el olor a muerte fue lo que les llegó..mientras unas largas manos ansiosas volvían a unir los pedazos de gruesa madera desperdigada para tratar de tapar el orificio que dejó el segundo impacto de la catapulta.
Cuerpos aberrantes pudieron atisbarse detrás de la entrada. Revelando que ahí habían estado descansando un par de esos engendros..a pesar de que era de día. A la capitana Ulmaris le fue imposible ver más allá de la puerta.
Mientras los desilachados cuerpos trataban de cerrarla, un nuevo proyectil certero dio de lleno en la entrada, y machaco a los oscuros enemigos decrepitos que trataban de cerrar la abertura.
◆◆◆◆◆◆
Al final de la transformación ritual...no todos sus siervos lograron completar su proceso de reconstruccion biológica.
No muchos..los más inadaptados para la energía oscura y tenebrosa de Nirrua. Pudieron soportar el nuevo poder y fuerza que se les daba.
[Demonios imperfectos de la oscuridad ★1].
Las consecuencias se hicieron evidentes, y estos, perdieron aún más peso hasta lucir como esqueletos andantes y negruzcos con la mirada perdida.
Aun así. Aquellos Hashasins aún tenían voluntad propia, y , negándose a ser una carga. Cuidaron a sus compañeros en su vulnerable estado de hibernación corrupta.
Por ordenes de su señor. Transportaron arduamente los huevos en los que se desarrollaban las huestes malditas de Nash.
Aquellas aberraciones fueron conducidas en secreto y discreción hacia tierras cuya influencia maldita atraia a los Hashasins decrepitos. Siendo que el proceso de incubación de sus afortunados hermanos fue mucho mejor.
Solo poco más de un tercio de sus números se quedó en la fortaleza para representar el poderío que se le había concedido a Nash.
Y estos..defenderian a su señor y los propósitos oscuros que les deparaba su nueva existencia.
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