Darius guardo silencio en cuanto el regimiento de los Redentum se interno por completo en la fortaleza. Sus vitores de guerra y estruendosa marcha, siguió a una marea de gritos de guerra y una batalla estridente sofocada por la distancia.

El emperador de Star Hell no era capaz de ver nada de lo que estuviese sucediendo en el interior de esas gruesas y gigantescas murallas..por lo que se limitaba a aguardar.

-Darius...¿es necesario que hagas esto?-.
La voz preocupada y nerviosa de su administradora imperial le llegó como una punzada de culpa.
-Tenemos a un buen ejército..no es necesario que-.

-Iré con ellos...Rosa. Valoro mucho tu preocupación por mi, pero ambos sabemos que no llegué hasta aquí solo dejando que los demás muriesen por mi.
Para los tiempos difíciles, un líder tiene que estar dispuesto a dar hasta su propia vida para salvar a los suyos...-.

-Pero..¡es que!-.
Rosa Forget intento dialogar con el. Darius no era solo su emperador. Era su mejor amigo.
La administradora y maga se preocupaba demasiado por el, temiendo perderlo gracias a un arrebato caprichoso.
La participación del emperador en esta batalla, no era mas que eso ante sus ojos. Una locura demasiado arriesgada, que era mejor dejar para las tropas. Había demasiados capitanes cualificados que podrían fácilmente lidiar con los peligros de enfrentar a aquellos invasores.. pero es que....
-¡¡Eres demasiado necio!!-.
Le reprocho.

-Mírate..jaja..¿hacia cuanto que no veía en tu cara un solo gesto de pucheros?..
Jaja..jajajajaaaa-.
La risa de su amigo fue contagiosa, y Rosa reconoció que quizás estaba siendo demasiado dramática.
No había ningún alma que los contemplara, y por ello, la vergüenza no acudía a su conciencia.

-Al menos deja que vaya contigo-.

-¿No basta con mis guardaespaldas personales?-.

-Ni aunque fuesen los mismisimos guerreros forjados para el linaje de los Lucifer Black. Sólo estaré tranquila si cuentas con mi refuerzo mágico. No sabemos que clase de trucos hayan traído esos malditos monstruos-.

-Lo se...-.
Darius dirigió su atención a la batalla en la fortaleza. Donde una misteriosa niebla pesada parecía estar elevándose hasta la cima de las murallas.
-Y es por eso que necesito saber a que nos enfrentamos realmente-.

.........

Los túneles cavernosos que recorrían esa parte de la montaña, conectaban con varios puntos que servían tanto para llevar a otros sectores, como a escondrijos abandonados y antiguos asentamientos olvidados, en los cuales siempre se podía encontrar a algún harapiento mendigo solitario o grupos de bandidos .

Pero..un túnel en especifico, llevaba a un pasadizo secreto, mismo, que aventajaba mucha distancia discreta hasta las puertas traseras de la fortaleza invadida.

Transportar por el túnel las pesadas piezas de artillería, sería considerado como un terrible error estúpido, dado las dimensiones del pasadizo. En su lugar, llevar sólo los elementos clave para un armado de catapultas, era el plan ideal.

Un equipo de ingenieros había sido escoltado las noches anteriores hacia el punto indicado, donde día tras día, bajo el manto oculto de un muy buen camuflaje natural gracias al bosque y la magia de bloqueo sonoro. Se construyeron tres catapultas pesadas, cuyos proyectiles podían ser cambiados por enormes barriles explosivos con esquirlas metálicas.

Tal táctica, seria realizada en el momento oportuno. Ya que Darius había sido muy claro en no aceptar ningún tipo de error.
Si los operarios de las catapultas erraban catastroficanente y causaban bajas en las unidades enviadas al interior de la fortaleza, serian penados con la muerte y destitucion inmediata de todos sus ayudantes.

De entre todo el equipo de ingenieros y trabajadores arduos. También podían avistarse numerosos grupos de destacamentos diferentes.
Esto, para dos posibles situaciones.
La primera, si en caso de ser descubiertos antes de tiempo, los soldados deberían cubrir la retirada de los ingenieros e inutilizar las catapultas con cargas incendiarias, y así evitar que el enemigo se hiciera con ellas. Y la otra, mucho más ávida que la primera. Era que cada soldado apostado en esa zona, debía asegurarse de que no habría sobrevivientes enemigos, si estos intentaban huir por las aberturas que ellos abrieran.

Las esquirlas no estaban planeadas para que cayesen caoticamente desde el aire...
No..estaban sutilmente pensadas para fulminar a las grandes masas aberrantes que intentarán precipitarse hacia la única salida que el ejército de Star Hell estaba dispuesto a darles...La muerte.

...........

Como tercer enfoque. El emperador Darius había asignado perfectamente a sus unidades, de modo que no hubo ni un solo regimiento enviado a servirle, que hubiese de ser desperdiciado.

El subterráneo de la fortaleza estaba repleto de bodegas ocultas y pasadizos muy bien dispersados que conectaban en el único punto que le interesaba a el y a sus oficiales de asalto.

La gran escotilla que conducía al centro de la plaza en la fortaleza. Donde le sería  posible escupir una salva de cientos y cientos de soldados que tomarían por sorpresa a un enemigo ya enzarzado en su propia batalla.

...Aunque...cual fue la sorpresa. Tanto para el como la señorita Forget, que en el interior de cada espacioso pasillo y túneles abodegados,..no encontraron más que hordas y hordas de hambrientas bestias recién nacidas de orbes grotescas.

El tiempo de su llegada al exterior se retasaria considerablemente, y el y todos sus escuadrones tendrían que resistir para no ser consumidos por las oleadas incesantes de aullidos y rugidos gorgoteantes potenciados por el eco tenebroso de aquellas profundidades.

Con desesperación, fue claro oyente de ciertos informes rápidos que le llegaban, sobre regimientos perdidos entre las masas de monstruos aberrantes, cuyos numeros angustiosos partian el ejército del emperador, y lo aislaban en grupos cerrados para facilitar su exterminio.

...Darius, a pesar de tales noticias y de luchar de frente contra aquellas abominables bestias del abismo. No temió en ningún momento.

Aferrado como lo estaba al deber de responder a semejante agravio y proteger a su gente. Miraba a Rosa, quien se esforzaba en blindar paredes mágicas para evitar ser sofocados por las diferentes oleadas en el cada vez más apretado pasillo de diez metros de ancho que se inundaba de materia muerta y densidad obstaculizante.

Incluso hasta ahí. Bajaba la espesa neblina de asqueroso olor lechoso. Cuya fetida cortina agria le escocia los ojos.

Raudo a mostrar debilidad. El brillo de los visores de su casco de las estrellas templarias refulgio y un estallido de energía lo motivo a seguir avanzando.

Si la marea de monstruos le impedían avanzar...El, saldría de ahí aunque tuviese que acabar personalmente con todas las criaturas escondidas hasta en los agujeros más recónditos.

..........

Pilares de luz necrotica, se alimentaban con el olor de la muerte, y producían una cortina neblinosa que se fundía y combinaba con el producto gaseoso de decenas de otros pilares esparcidos sobre y debajo del suelo de la fortaleza. Su influencia impía dotaba de un sentido erratico a los recién nacidos, quienes se mostraban mucho más ágiles en aquel ambiente familiar.

Muerte y sufrimiento era todo lo que querían causar..y ya fuese que ellos o sus enemigos acumularan cadáveres. Cada respiración de aquella neblina corrupta era como una descarga de adrenalina.

Una droga que inhibia de dolor y miedo, hasta a los más achacados. Hasta que sus cuerpos destrozados no pudieran dar más, y por consiguiente. Sus muertes alimentaran a los pilares.

Nash mismo había diseñado estos artefactos...y. El intruso que estudiaba su diseño, oculto por una gabardina tejida con las fibras de cientos y cientos de almas incineradas. Suspiro agotado en cuanto se dio cuenta de cuan lejos..había llegado su hijo.