La casa de Alice no estaba muy lejos, mínimo unos 20 minutos para algunos podría ser un camino eterno pero con ella el tiempo se pasaba volando. Escucharla reír, hablar o ver como sus mejillas se encendían de un color carmesí por hacer preguntas o comentarios vergonzosos era la cosa mas tierna que podría apreciar en el mundo, llegando a su casa me aparque en el espacio del garaje para no hacer estorbo alguno en la carretera, su padre no sacaría su auto hasta las 10:35am según lo que ella me había dicho hoy tenia junta con algunos testigos y oficiales que estaban investigando sobre aquel vuelo en donde igual viajaba mi madre. Aun había tiempo de sobra para llegar así que deje que ella se tomara su tiempo para arreglarse mientras tanto yo me la pase jugando al té con su pequeña hermana Stella.

-Salud- Dijimos al unicio chocando nuestros vasos de juguete fingiendo que tomábamos-

-¿Cuando tienen el próximo juego? -cuestiona Stella mientras alzaba una ceja o hacia el intento de ello-

Este viernes, jugaremos contra los Stallions del instituto Northeaster y luego seguirán las semifinales -sonreí esperanzado por mi equipo-

-¡¡A patearle el trasero a los Stallions!! -Grita emocionada mientras se dispone a guardar el juego de té-

-Oye mujer no tan fuerte, si Alice se entera que me has aprendido eso nos mata a los dos aunque conmigo no tendrá piedad -suelto una leve risa para ayudarla-

Casi 5 minutos después Alice estaba lista, tenia puesto unos vaqueros ajustados, una camisa blanca con detalles negros en las mangas y unos vans negros, bajo las escaleras casi de inmediato tomando su bolso y me arrastraba hacia la salida mientras se despedía con la mano de su familia. Llegamos al instituto a la hora exacta para que cada uno llegara a tiempo a su salón, la acompañe hasta su clase de calculo inferiencial la cual se ubicaba en el ala C.

Genial, me toca dos horas de español -SARCASMO-, detestaba esa clase y creo que el maestro igual me detestaba a mi, podía lidiar con todas las materias excepto E-S-P-A-Ñ-O-L hasta pronunciarlo me daban mareos ¿Por que? Esa aun sigue siendo una de las incógnitas que el ser humano no ha podido resolver a lo largo de su existencia.

Iba escuchando música mientras hacia el trayecto hasta el salón del señor Parker, también me preparaba psicologicamente para enfrentar la clase y esas dos duras horas. Mi celular vibro con la notificación que un nuevo mensaje había llegado lo siento Pharrel Williams el deber llama, perezosamente detuve la canción y busque quien o que había sido la causa de la interrupción.

"Después de clases tenemos reunión con el entrenador, se murmura que cambiara posiciones asegúrate de no llegar tarde ya sabes como se pone Stefan, la ultima vez no fue bonito correr hasta su casa en la colina" -Cameron.

Lo que me faltaba, que ahora antes de un juego importante al entrenador se le diera el disparate de cambiar las posiciones, ¿¡no podría hacerlo luego del juego del viernes!?. Frustrado llegue al odioso salón tenia los nervios a flor de piel después de ese mensaje linda manera de iniciar el día.

La mañana se torno aburrida y tensa, estaba en receso pero aun estaba preocupado por todo lo que estaba pasando últimamente. El suceso del patio, mi madre, las llamadas o mensajes de números desconocidos, Alice, mi hermano y la extraña desaparición del que se hacia llamar mi padre.

-Oye -Camille (subcapitana de el equipo de porristas) empezó a sacudir sus manos frente a mi y chasqueo sus dedos, lo que hizo que parpadeara un par de veces no había notado que me quede sumido y divagando en mis pensamientos- ¡Tierra llamando a Austin!.

-Eh perdón, ¿que estabas diciendo? -tome la manzana que estaba en mi bandeja del almuerzo para darle un mordisco, así mantendría mi cerebro un poco ocupado en masticar bien antes de ser tan patético y morderme o inclusive "ahogarme" con un trozo, si, se lo que piensan deberían de darme un oscar a la persona mas dramática.

-Te estaba, o sea contando de la nueva rutina que estamos planeando las chicas para animarlos a ti y al equipo en el juego del o sea el viernes - odio esa maldita palabra "o sea" la mayoría de chicas o de gente la repite cada dos segundos y se ha vuelto irritante hasta el punto de poder cavar un agujero y meter mi cabeza ahí. Ignorando aquello sólo le di un asentimiento corto fingiendo que su palabrería importaba, me sorprendí cuando divisé la persona que venia a sus espaldas. ¿El día podría ser peor?-

-Hola -sonrió alagador el estúpido y arrogante  de Thomas, yo solo rode los ojos fingiendo que él no existía, solo éramos yo y mi manzana, tal para cual.

-Hola -sonrió Camille coqueta mientras jugaba con un mechón de su cabello y cuando lo vio sus ojos brillaron como si fuera el mismísimo Dios-

Patético,  dije en voz baja.

-Gracias por el alago Austin -sonrió Thomas ampliamente- aunque no es algo que me importe -oh lo había dicho en voz alta, ¿ups?-

-Si, como digas -murmure- no olvides el compromiso de esta tarde -tome mi bolso y la bandeja del almuerzo o lo que quedaba de ello, dispuesto a marcharme a otra mesa-

-Soy el capitán tarado y de la reunión me había enterado mucho antes que ustedes, el que no debe de olvidar llevar su trasero hoy a las canchas eres tu -yo solo rodé los ojos con cara "oye tranquilo viejo"

-Lo eres por ahora, nadie sabe si quizás pases de capitán  a solo cargar nuestras botellas de agua junto a los bolsos, las cosas pueden cambiar -lo mire desafiante y solo me dio risa como en sus ojos se empezaba a presenciar el brillo del odio puro-

-Por favor te oyes tan patético diciendo eso, ambos sabemos que ninguno se mediría para capitán -de nuevo, ahí estaba esa sonrisa de superioridad que yo detestaba- 

-¿Nadie? -enarque una ceja- cuando veas en mi brazo la banda de capitán te haré tragar esas palabras -en el fondo se escucho un uhh  por parte del alumnado que se encontraba cerca de nuestra mesa y eso hizo que Thomas se enfureciera más hasta el punto de ver como su pecho subía y bajaba, también pude ver como sus fosas nasales se abrían creo que logre ver un moco, no estoy seguro.-

-No te hagas el valiente cuando en realidad solo eres un niñato asustado Austin, sabes que te puedo vencer aquí y ahora -se acercaba a mi mientras apretaba sus puños hasta el punto de que sus nudillos se tornaran blancos- 

-Por favor Thomas -solté una carcajada amarga- ¿quien fue el que termino comiendo pasto la ultima vez? -lo mire satisfecho, no había notado que estaba levantado de mi asiento hasta que sentí su empujón sobre mi pecho- 

Y me gustaría admitir que nos golpeamos, que la sangre bajaba de nuestros rostros y que al otro día tendríamos hematomas en nuestros cuerpos. Quería poder estampar mi puño en su cara y así hacer caer uno a uno sus "perfectos" dientes, estaba listo para dar el primer golpe hasta que un estruendo a las afueras de la cafetería nos hizo voltear a ambos y se pudo divisar como una multitud de adolescentes se acumulaban afuera de esta. Mucha gente gritaba, las chicas estaban como locas coreando el.. ¡¡¡¡OH ESTO NO PODRÍA ESTAR PASANDO!!!!.

Ya tienen todo el derecho de odiarme, de gritar o no se cualquier cosa. SI DESAPARECÍ POR MUCHO TIEMPO pero la realidad es que tenia decidido eliminar la historia, no me sentía satisfecha con ella pero últimamente unas personitas la leyeron y bueno las esperanzas surgen poco a poco, alguien una vez me dijo que por algo se empezaba así que bueno aquí estoy de nuevo espero lo disfruten en pocos días viene un maratón y muchas cosas serán reveladas.

Aunque sea una hija de puta por dejarlos con la intriga luego de mucho tiempo prometo recompensarlo los amo pedacitos de panela :3.

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Nos vemos luego ahr.