Capítulo 42 (ESPECIAL)

Sam

La vida se resume en viajes inesperados, metas inalcanzables, risas sin control y toda una serie de obstáculos que se presentan en cada momento, incluso desde que naciste del vientre de tu madre. Así me siento como si hubiese viajado en el tiempo, como si ya estuviese en el presente, porque mi corazón está tranquilo, sin aceleraciones ni palpitaciones innecesarias.

Tener una vida llena de paz, es lo mejor que puede ocurrir, aunque sea unos segundos, valen la pena experimentarlos. No viajó a Londres porque no me siento parte de ese país, lo ame en algún momento, pero ya es historia pasada y me parece que vivir en mi país me hace mejor persona y puedo contribuir a mejorar mi entorno.

No es fácil convivir con mi familia después de cierto punto, porque al acostumbrarse a solo es algo que nadie puede hacerlo y yo lo hice durante mucho tiempo. Estar mi familia nuevamente, unir lazos y entrelazarlos me hace sentir un poco mejor conmigo mismo. Nanami me abre las puertas a mundos desconocidos, personas que tal vez son importantes en mi vida y yo no me di cuenta, sino hasta ahora que ando embelesado con tanta belleza.

Mi asunto ya no es si quiero que Black me diga que lo amo, ni tampoco que mi mamá me acepte como soy. Ahora quiero que mi asunto se haga realidad, que pueda mostrarle al mundo lo que siento a través de un baile, no importa si no hago mucho dinero con eso, si el negocio va creciendo poco a poco y no me hago millonario tan rápido, solo quiero que todo sepan lo divertido que es bailar y que la salud la puede mejorar a través de movimientos en todo el cuerpo. Disfrutar el ambiente, reírse un poco y desahogar toda esa ira interior y mandarla al carajo como dice Black.

Si es bipolar, odioso, le cae mal todo el mundo, pero aun así es el pedacito que construye mi mundo de felicidad y la hace invencible. Black es genial porque no es común, y aún así es divertido ver como se enoja, se molesta de la nada y echa maldiciones a todos. Por lo menos es un reto y me agrada. Muchos pensaran que estoy loco, pero a veces no todo es perfecto y Black es el complemento perfecto. Un oasis disparejo y sorprendente.

Termino de recoger todo de mi cuarto por cajas y maletas. Oficialmente voy a conocer el mundo desde otro punto de vista: el matrimonio poco convencional. Todo discreto sin mucha cosa. Tampoco soy de estar festejando cosas sin sentido, es mejor estar callado y celebrar en pareja y pocos familiares, tanto estrés no me gusta y menos aparentar cosas que no son.

Bajo para la cocina porque me dio hambre y no soporto pasar hambre, eso me enfurece por completo. Afortunadamente ando solo en casa y puedo servirme lo que quiera, Nanami esta con Black haciendo no se que y mi madre ha salido con mi padre y mi hermano.

Me preparo una ensalada rápida y un pan con jamón. Comiendo me voy recordando de los malos y buenos momentos que he tenido durante mi vida.

— ¿Qué quisieras ser?

—Un gran dibujante, bro.

—Dibujas genial, bro.

Reírme de este recuerdo es inusual, antes me producía lágrimas, ahora me produce risa. Las cosas que uno piensa de niño y como es la realidad. Lo gracioso es tener presente esos momentos y disfrutarlos al máximo.

**

— ¿Puedo hablar contigo, Sam?

Basf siempre se preocupa por mí de cualquier manera y no sé que quiera decirme ahora que me voy a mudar con Black. Quizás esté aguantándose todo y tratando de ser fuerte o no darle un golpe en la cara a Black. Lo escucho atentamente.

— No puedo creer esto, pero es tu decisión y me siento plenamente feliz que escogiste lo correcto. Aún no me agrada y jamás me va a agradar, pero intentaré no ser tan malo con él y desearles lo mejor para ambos. Eres mi único hermano y quiero que sepas que conmigo puedes contar. Tienes una mano amiga que confía en ti y dará lo que sea para verte sonreír siempre.

— ¡Gracias! Significa mucho para mí que me lo digas. No esperaba esa reacción tuya.

—Me costó entenderlo, pero al final es tu vida y tú decides qué camino escoger. Yo siempre estaré contigo, Sam y te deseo lo mejor.

—Me sorprendes. Penélope te ha cambiado.

—Penélope me ha enseñado muchísimo.

—Gracias, hermano. Tomaré en cuenta tus advertencias.

— ¡Que hermosos mis hijos abrazándose! —si mi madre es demasiado dramática y empieza a llorar.

— ¡Papá! —grita Nanami abrazándome de frente—. Fue increíble.

— ¿Y Black?

—Estoy aquí. No quiero interrumpir ese momento tan empalagoso para mi gusto —comenta y mi madre lo regaña por decir eso delante de la niña.

A mí me causa risa, siendo sarcástico es agradable, pero si lo vez negativo, quieres darle un golpe en la barriga. Mi hermano lo fulmina con la mirada.

—No me agradas, Lee —dice de repente.

—No me causa miedo que me lo digas —contradice Black sin moverse de donde esta.

—Bueno. Ya te lo he dicho: Bienvenido a la familia, Black.

—Gracias. Penélope deberías educar a cierta persona. Sam, te espero afuera o habrá sangre y ya he tenido suficiente.

Black se retira de la casa para quedarse a fumar afuera. Lo entiendo, trata de encajar con Basf pero es difícil hacerlo, mi hermano es muy rencoroso. Jamás lo va a perdonar por no hacer absolutamente nada. Quizás no es el momento en que se diga las palabras, sino como afectan a los demás con los actos. Desde que conozco a Black, mi hermano le ha tenido algo así como rabia y no ha dado un brazo a torcer para cambiar de parecer. Sé que estoy en el medio, lo cual es ridículo y a decir verdad no es agradable. Los quiero mucho y quisiera que alguna vez en la vida se hablaran sin insultarse o decirse groserías.

Mi hermano es capaz de hacer cualquier cosa para protegerme y también es comprensible, pero tiene que aceptar al hombre que amo, porque si nos ponemos a analizar, Black ha cambiado demasiado en los últimos meses y ya no pelea tanto con los demás, de repente dice maldiciones como siempre, pero actúa mejor y se nota en paz interior, supongo que lo único que le molesta es que Basf no quiera hacer las paces con él de ninguna manera y lo retiene un poco en el sentido de no saber si estar incomodo o mostrar que tiene la consciencia limpia y aparentar normalidad frente a todos los presentes.

—El rencor no es bueno.

—Ayúdame a bajar las cosas.

Nunca pensé dejar mi casa y mudarme a otra parte. Aunque Black no lo admita y no quiera algo demasiado formal es un gran paso para la humanidad.

Al bajar mis maletas y meterlas en el auto, Black arranca y vamos por el camino equivocado. No sé que pretende hacer y me empieza a preocupar. Vamos vía carretera y nos paramos en el aeropuerto. Baja todas mis maletas y me entrega un boleto con destino a Londres, mis ojos no pueden creer lo que están viendo y lo miro de frente. Esta sereno sin ningún movimiento y parece que habla en serio. Le pregunto si él viene conmigo y niega con la cabeza.

— ¿Por qué haces esto? —le pregunto.

—Porque quiero lo mejor para ti. Solo serán dos semanas compartiendo con ellos, ya hable y todo esta cuadrado. Tu vuelo hace en 45 minutos.

— ¿Pero...?

—Nada de peros, Sam. Te amo y te espero dentro de dos semanas. Yo estaré con Nanami y tu disfruta —me besa en los labios y me quedo sin palabras. Cada vez que lo hace me molesta, odio las sorpresas y no sé si deba soportarlo. Me vuelve a besar con intensidad y me dice cuando aparta sus labios de los míos que disfrute—. No hagas que vuelva a decirte eso. Es muy cursi para mi gusto y odio que la gente me vea cuando te estoy besando. ¡Vete y te espero! Yo me hago cargo de todo.

—Te amo, Lee. Me gusta cuando eres romántico.

—Sí. Solo fueron pocos segundos. Ya vete.

El vuelo se hace eterno porque hay demasiados pasajeros y todos están volviéndome loco.

—Señor Johnson ese no es su vuelo —me dice uno de los encargados y frunzo el ceño—. Por favor sígame. Déjeme a mí y a los chicos que carguen sus maletas.

Caminar por todo el aeropuerto es ridículo y más si los hombres son los que cargan mis cosas, eso es demasiado vergonzoso y me siento una estrella de cine famosa. Al llegar a un avión, veo que no es como los demás y me pregunto qué carajos hizo Black sin que yo no me diera cuenta. El señor me dice que es privado y solo yo estoy en el avión, eso me da más miedo, me entrega un sobre y me dice que lo abra cuando esté completamente solo. Al montarme hay dos personas y me dan terror, son tipos demasiado musculosos para mi gusto y tienen lentes oscuros, esto es mucho.

Al sentarme, me siento cómodo, feliz y sin preocupaciones a mi alrededor. Pienso en Nanami y en que estará haciendo, supongo que jugando con los demás o comiendo. Abro el sobre y es una carta muy larga, demasiado larga para mi gusto.

En letra grande dice "Para Samuel" y al leerla me doy cuenta que no es la letra de Black.

Sé que estarás con mi bebe cuidándolo. Black para mí es muy importante, tanto así que he decidido hacer demasiadas cosas por él pese a que no sepa nada. Solo tú y yo lo sabemos.

Pensaras que al leerlo dirás porque no me lo dijiste antes, pues no tenía el momento de hablar contigo y preferí escribirte. No fue fácil para mí hacerlo, ya que tenía complicaciones al respecto.

Planifique absolutamente todo para él. Fue fácil conocerlo, aceptarlo y amarlo, al final es mi hijo y lo único que me queda por hacer es agradecerle por todo lo que hizo por mí.

Sam, no piensen mucho en lo que paso en el pasado. Quizás debí conocerte un poco mas y haber podido charlar contigo.

— ¿Estas sorprendido?

— ¿Dina? ¿Qué demonios? Estoy esquizofrénico.

—No. Soy real.

— ¿Pero qué haces aquí? ¿Y por qué?

—Estuve inconsciente por mucho tiempo y salí hace una semana del hospital. Trate de buscarte pero siempre estabas con él y decidí que el momento era cuando oí una conversación de que Black quería llevarte a Londres y fue el momento perfecto.

— ¿Black lo sabe?

—No.

— ¡Oh por Dios! ¡Estoy alucinando!

—Sobreviví y ni yo misma lo puedo creer.

—Pero el señor Lee.

—También piensa que estoy muerta. El único que lo sabe eres tú.

— ¿Pero?

Black llamándome y no sé que decir. Ando entre la espada y la pared. Dina me dice que conteste, pero no puedo hacerlo. Al final le doy aceptar la llamada y lo pongo en altavoz.

— ¿Cómo va todo?

—Bien.

—Estás actuando raro, Samuel. ¿No te gusto el jet privado? ¡Ja! Fue idea de tu querida muñequita y yo le seguí la corriente.

—Solo ando mareado, esto es demasiado lujo para mi gusto. Sabes que me gustan las cosas sin mucha clase.

—Lo sé, pero estás raro y tú no actúas así conmigo en teléfono. Sé que te dije que eres un estorbo cada vez que me dices "te amo" o "te extraño" pero me hace falta que lo digas no sé por qué.

—En serio esto de viajar solo es aburrido.

—Lo sé. Es una experiencia más. ¿Qué sucede?

¿Cómo carajo uno le dice a tu mejor amigo que su madre esta viva y no muerta por teléfono? ¡Maldita seas, Black!

—Blackcito cariño. Me pediste que cuidara a tu amiguito. Está temblando.

—Tía ya deja la broma de hacerte pasar por mi madre. Haruki es mi tía, Sam. Es la gemela de mi madre, sabía que estabas raro por eso. Ella te va a cuidar y bueno creíste que estabas solo, pero nada que ver. Estarás en Londres por dos semanas y cuando regreses tendrás una sorpresa gigante aquí esperándote. Te amo, mocoso insolente. Deja de contener la respiración y actúa normal.

— ¡ERES UN BASTARDO DE MIERDA! ¡ME ASUSTASTE DEMASIADO, DESGRACIADO! ¡CASI ME HACES ASESINARME POR ESTO, IMBÉCIL! COMO TE ODIO.

—Lo sé y me amas por eso. Un paro cardiaco no esta mal en las alturas. En fin, mi tía es bailarina y te enseñara muchas cosas, además es la directora del instituto.

—TE ODIO CON TODA MI ALMA, DESGRACIADO DE MIERDA.

—Relájate, Samuel. ¡Gracias por tenerme paciencia!

Y tranca. Como lo odio. Esto es terrible, mi corazón no para de bombear y está acelerado por su culpa. Su tía en serio es idéntica a Dina y por un momento me creí todo esto. Al aterrizar luego de no sé cuantas horas, puedo sentir el frio infernal de Londres. Mis abuelos están esperándome afuera y la tía de Black me ayuda a rodar una maleta. Cada vez que la veo me asusta y trato de concentrarme.

Les presento a mis abuelos y ella sonríe muy alegre. Definitivamente al regresar a Usa, alguien estará ahorcado por varias horas y no será agradable. Ese infeliz me las va a pagar bien caras.