Capítulo 23
No eres lo que creía

— ¿MinJi? —escucho una voz masculina. Mis ojos se abren con lentitud tomando su tiempo para permitirme distinguir lo que hay frente a mí—Hola—sonríe con alivio— ¿Te sientes bien?

—JiHoon.

—Está abajo en la sala.

— ¿Dónde estabas?, esas vampiras...

—JiHoon me lo explicó, lamento haberme ido así, yo...creí haber visto algo y...—vacila un poco—Luego te contaré.

— ¿Qué viste?

—Nada.

—Ahora tú estás mintiendo—me incorporo en la cama quedando sentada, mi cabeza duele un poco todavía, llevo mi mano a mi cuello recordando lo sucedido, también recuerdo mi nombre real en labios de JiHoon. ¿Qué hacía aquí?

—Me pareció ver...a alguien muy parecido a mí—apenas dice eso pienso en el recuerdo.

—Byul.

—No lo sé, luego hablaremos de esto. Creo que JiHoon y tú...

—No me dejes sola con él—pido—Lo que tenga que decir puede decirlo contigo.

—Está bien, iré a buscarlo.

JungKook sale de la habitación y una vez más siento que muchas cosas ocurren en cuestión de segundos, ya no se trata de JiHoon, ahora también está la falsa muerte de Byul que sigo sin entender cómo pasó, Dahlia estuvo muy firme cuando dijo asesinarlo por asesinar a su bebé. Recuerdo la imagen de Byul con los labios pintados de sangre y siendo amenazante con su hermana, ¿Cómo es posible que este chico sea totalmente diferente con Sienna?, si dejo esto de lado pienso en las vampiras que entraron, ellas habían estado mirando, sólo deja en evidencia lo peligroso y arriesgado que es la ciudad de noche. Estas muertes están saliéndose de control, me parece que todo esto es una bomba de tiempo a punto de explotar.

De nuevo tengo la misma sensación que tenía cuando conocí a Dahlia.

JiHoon aparece en compañía de JungKook, éste se coloca a mi lado y yo mantengo mis ojos en el hombre de cabello oscuro, esta vez puedo notar que sabe quién soy.

— ¿Cómo apareciste a tiempo?

—Estaba mirándolos desde que SeokJin vino a verte.

— ¿Estabas siguiendo a Jin? —pregunta JungKook.

—Desde que Jade dijo su nombre—asiente—Luego escuché lo que le dijiste sobre mí—me mira. Demasiadas preguntas aparecen en mi cabeza y no sé por dónde empezar—Eres ella.

—Te fuiste por muchos años y me dejaste en un orfanato.

— ¿Cómo sabes eso?, se supone que...

—MinJi es...una humana poco común—explica el chico a mi lado. Está de pie junto a la cama—Últimamente la hipnosis está perdiendo efecto en ella, la hipnosis que usted usó en ella cuando niña está pasando factura...

— ¿A qué te refieres?

—Eso no importa. Quiero saber, ¿Por qué no volviste por mí? —me hago escuchar—Estás cuidando de otra chica mientras yo he crecido sola, asesinaste a mamá...

—Eso no fue así, yo...

—La vi muerta en esa cama.

—SeonMi...

—No me llames así—aparto las sábanas de mis piernas incorporándome—Dejé de serlo desde hace años, asesinaste a mamá, abandonaste a tu hija, querías asesinarme también y torturaste a un chico inocente que casi muere, no, espera, fue peor, tuvo que convertirse en vampiro por culpa tuya.

—MinJi—JungKook toma mi muñeca—Déjalo que se explique. Escúchalo primero, supongo que el señor Joon tiene mucho que decir.

Mi corazón late con fuerza, siento rabia, dolor, impotencia, entre otras más.

— ¿Cuándo te convertiste en vampiro?

—Poco después de que tu madre me contara del embarazo—responde tomando asiento en la silla de mi escritorio—Tu madre...soportó muchas cosas y siempre creyó que podía ser más fuerte que la sangre.

— ¿Entonces siempre quisiste asesinarme?

—Nunca quise hacerlo, antes de que nacieras hice un gran esfuerzo por mantener un control en mi sed, bebía pequeñas cantidades de sangre humana sin asesinar a nadie, pero un vampiro necesita alimentarse lo suficiente, cuando naciste parte de ese control comenzó a desmoronarse—siento mi respiración volverse pesada—Y entonces pasó, perdí el control por la sangre, fue entonces que tu madre me ofreció su sangre si eso te mantenía segura a mi lado.

—JiHoon—toma su rostro entre sus manos. No sé cómo mamá no parece tenerle miedo alguno, es muy valiente—Te daré mi sangre si es necesario, al menos hasta que puedas controlar tu sed.

— ¿Y qué le diremos a SeonMi cuando no pueda cargarla ni jugar con ella? —en su voz hay dolor—Soy un monstruo, SeYeon. Estoy poniéndolas a ambas en peligro, intenté controlarme, pero no lo resistí, probar la sangre después de tanto tiempo fue...—mis ojos se abren como platos al notar algo filoso asomarse en sus labios. Toma los brazos de mamá con fuerza—Si llego a lastimarlas no me lo perdonaría.

—No pasará, sé lo mucho que amas a tu hija, jamás la lastimarías—lo abraza y noto como papá parece olfatear su cuello—Puedes beber de mí cuanto necesites, lo que pasó esta noche no fue tu culpa.

Inconscientemente llevo mi mano a mi cuello sintiendo mi cicatriz allí, puedo entender lo que mamá hizo pues yo también he dado mi sangre al hombre que amo.

—Ella estaba segura de que no nos lastimarías.

—Perdí el control de nuevo tiempo después, el cuerpo tiene su límite y sobrepasé el de ella.

—SeonMi.

—Omma.

—Lo siento—se arrodilla de repente. Su cabello es oscuro además de corto, muy corto. La forma de sus ojos es parecida a los míos, se nota que es fuerte, con esa sangre encima sólo me asusta—Lo siento mucho, SeonMi.

—Omma.

—Tu madre...—no puedo contener las lágrimas. Sollozo sin saber que hacer o pensar—No, no, no llores—estira su brazo alcanzándome. Jala suavemente de mi brazo haciendo que lo mire—Escúchame, ¿Sí?, sólo mírame—sus ojos rojos se vuelven hipnotizantes, su pupila parece dilatarse y el miedo de hace segundos desaparece.

—Me hipnotizaste para olvidar lo que pasó.

—Era una imagen que no debías ver, no quería que tuvieras miedo de mí, sin tu madre allí no podía cuidarte, no cuando mi sed de sangre estaba descontrolándose, lo mejor que pude hacer fue dejarte en ese orfanato.

—Volveré por ti—niego con la cabeza abrazándolo. Él me carga sacándome del auto—Te lo prometo.

—No te vayas, appa.

—Será temporal.

—No quiero estar sola.

—No estarás sola—me mira fijamente—Hay otros niños aquí que jugarán contigo, ¿Podrías hacer eso por papá?, ¿Podrías esperarme? —niego con la cabeza. No quiero que se vaya, no quiero quedarme—SeonMi—su voz hace eco en mi mente. Sus ojos negros son interesantes de repente—Te quedarás en este orfanato por el tiempo que sea necesario, estarás aquí con esos niños y serás una buena niña.

—Seré una buena niña—asiento.

—Me enviaste un vestido diciendo que volverías por mí.

Corro hacia la habitación que comparto con diez niños más, las camas están separadas siendo individuales, por la noche siempre están patrullando asegurándose de que nadie salga de la cama. En donde duermo hay una caja de color azul, mi curiosidad crece cuando veo la nota en la tapa. La tomo encontrando algo corto pero breve.

"Espero que lo uses cuando vaya a verte. Será más pronto de lo que crees, hija"

— ¿Hija? —frunzo el ceño. La señora Eom no me entregaría esto si hubiera leído la nota, confusa aún, abro la caja encontrando un hermoso vestido azul cielo, me encanta y es bonito, su falda es brillante sin ser extravagante, sus mangas son cortas, ¡Es hermoso! Pero...

¿Hija?

—Una vez más mi sed de sangre se había descontrolado, ¿Cómo podía sacarte del orfanato si no era capaz de controlarme?, tu sangre era muy tentadora—suspira—No todos los vampiros tienen la misma capacidad de autocontrol—siento la mirada de JungKook, volteo en su dirección compartiendo un corto segundo visual—He vivido luchando para controlar eso y cuando creo haberlo hecho entonces pasa de nuevo—regreso mi atención a él—Por esa razón nunca volví por ti.

— ¿Cómo explicas lo de Jade?

—Jade sabe sobre los vampiros.

— ¿Qué? —JungKook interviene luego de un rato.

—Ella sabe lo que soy, sus padres nunca aparecieron y ella siempre se valió por su cuenta, la encontré una noche cuando dos chicos drogadictos intentaron abusar de ella—el dolor me hace llevar una mano a mi pecho. Siento las lágrimas nublar mi visión, no puedo evitar tener impotencia por este dato. Él salvó a una joven que lo necesitaba...pero yo soy su hija y también lo necesité—Me hice cargo de ella, siempre me recordó a ti, SeonMi.

— ¿Por qué torturaste a SeokJin?

—Porque soy un monstruo—se levanta de la silla—Porque cuando pierdo el control no me reconozco, hago cosas que no debería hacer. Soy consciente del daño que he hecho a todos y de lo mucho que te he lastimado—avanza hacia a mí, retrocedo situándome detrás de JungKook, éste no duda en protegerme y JiHoon se detiene—Esto no soluciona nada, pero lo siento mucho.

He tenido suficiente.

—Deberías irte.

—Está bien. No te presionaré ni intentaré ser el héroe, cuando quieras saber más puedes buscarme.

Mantengo mi boca cerrada viéndolo salir de mi cuarto. JungKook lo acompaña a la puerta, apenas me quedo sola es imposible no derrumbarme. Sollozo sentándome a un lado de la cama en el suelo, cubro mi rostro con mis manos sintiéndome de muchas maneras en segundos, sólo sé que mi corazón duele, estoy cansada, me siento cansada de que la mala suerte siempre esté conmigo, quiero ser normal y quiero que todo sea normal. JungKook regresa a la habitación, se sienta a mi lado y no dudo en abrazarlo, sollozo en su pecho aferrándome a su camisa.

Sus brazos me rodean presionándome.

—No me sueltes—pido cuando soy capaz de decir algo.

—No te soltaré—besa mi frente.

—Quiero sentirme normal por un momento—sollozo de nuevo—Estoy cansada de esto.

—Lo siento mucho, MinJi—susurra.