𝓥𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓼𝓮́𝓲𝓼
Capítulo 26
Hermanos destinados
—He estado teniendo sueños extraños—dice Sienna. Está sentada a orillas de un acantilado en compañía del vampiro azabache, el viento crea ondas en el cabello rojizo de la muchacha—Aparezco en otro cuerpo y en otro tiempo—Byul la mira fijamente cuando ella voltea a verlo— ¿Tiene sentido?
—Existe una especie de mito o rumor que dice que aquellas almas puras son capaces de soñar con sus vidas futuras o pasadas—balancea una de sus piernas.
— ¿Almas puras?
—Aquellas que no poseen malicia alguna, que sacrificarían de corazón cualquier cosa con tal de mantener a salvo lo que quieren—explica— ¿Alguna vez has soñado contigo misma en otro cuerpo?
—No. Bueno...sólo ahora, pero la chica que aparece no soy yo.
—Significa que esta es tu primera vida.
Sienna se sorprende, no coloca cuestiones ante las palabras del vampiro, ella confía plenamente en él.
— ¿Cuál fue tu primera vida?
—No lo sé, mi alma no es del todo pura—Byul mira hacia los árboles cubiertos con la neblina—He hecho cosas horribles que no me alegra recordar.
— ¿En algún momento podrás contármelas? —ante el silencio supuso que no. Sienna respiró profundo cambiando el tema—Extraño a mi madre, extraño el pueblo y...—hizo una pausa que para el vampiro fue evidente lo que iba a decir.
— ¿Extrañas a JungKook?
—Un poco.
—No es un buen chico.
—Claro que sí, es muy bueno—defiende. Ambos se miran de nuevo, Byul se inclina hacia adelante acariciando su mejilla—Todavía me sorprendo por el parecido.
El vampiro sonríe de lado sin dejar de verla.
—Siempre habrá una versión de nosotros en cualquier lugar—coloca un mechón detrás de su oreja—Escuché que el chico abandonó a su familia y se fue del pueblo.
— ¿Qué? —Sienna niega con la cabeza—No, JungKook ama a sus padres...
—Nunca terminas de conocer lo suficientemente a alguien.
Abro los ojos encontrándome en mi cuarto, afuera es de día, restriego mis ojos con un bostezo. El sueño se repite en mi cabeza, miro el techo un tanto harta de estos sueños, aparentemente Sienna pasaba por lo mismo que yo, soñaba con momentos de sus vidas futuras (yo sueño con mis vidas pasadas), aunque...Dahlia no aplica como mi vida pasada, sólo tengo su cuerpo en esta vida. Apenas inicia el día y tengo teorías en la cabeza, mi teléfono vibra en la mesa de noche con un mensaje.
Cuando lo miro me sorprende ver quién es.
Jin:
Buenos días. ¿Podemos hablar?
...
Convencer a JungKook de dejarme salir fue difícil, pero lo hice. SeokJin vivía en una casa no muy grande, tenía lo suficiente para una persona, nunca había estado aquí, los colores son muy claros y no me sorprende, muchas veces Jin prefería evitar los colores oscuros, decía que ser vampiro no significaba vestir siempre de negro, muy diferente a JungKook y YoonGi, ellos dos realmente aman ese color. El suéter rosa que tiene Jin cubre sus brazos, estar aquí frente a él no me hace sentir mejor, estoy dispuesta a hacer cualquier cosa con tal de que me perdone.
— ¿Cómo estás? —decido preguntar cuando me trae algo de agua.
—Bien—dice seco. Toma asiento en el sillón junto a la chimenea, entiendo que siga molesto conmigo.
Hace una semana y media que no sé nada sobre él.
—Me tomó por sorpresa que decidieras escribirme...
— ¿Has visto a JiHoon? —me interrumpe. Está tan serio que me intimida, Jin nunca ha sido así conmigo, sus ojos negros parecen lanzar cuchillos invisibles hacia a mí.
—Hace una semana y media—asiento—Me dijo lo que realmente pasó.
— ¿Lo perdonaste?
—No—y no miento—Escuché lo que tenía que decir porque sentía curiosidad, pero no porque quisiera tenerlo de vuelta en mi vida—bebo un poco de agua—Dijo que Jade sabe sobre los vampiros.
—Ella me escribió—lo miro. Toma una bocanada de aire antes de decir—Sabe que eres la hija de JiHoon y sabe lo que él me hizo hace años atrás.
— ¿Qué te dijo?
—Se siente culpable, me pidió que no me alejara, justo como tú.
Dejo el vaso en la mesa decidiendo acercarme a él. Me agacho tomando una de sus manos, Jin me mira sin expresión alguna, doy un suave apretón a su mano.
— ¿Recuerdas lo que dijimos hace meses cuando pasó lo de Dahlia? —se mantiene en silencio—Seríamos compañeros...
—De sanación.
—Sí—él aprieta mi mano sin lastimarme—Esto no cambia nada, pero lamento lo que él te hizo y si pudiera retroceder en el tiempo lo haría.
—No creo que hayas podido hacer mucho, no nos conocíamos entonces, eras una niña todavía.
—JiHoon me dijo que lamentaba todo el daño que hizo, el vampirismo lo ha convertido en un monstruo que sigue intentando controlarse—su silencio me inquieta un poco— ¿Quieres ser mi compañero de nuevo?
—No lo sé.
— ¿Quieres que suplique? —me coloco de rodillas y de inmediato me detiene.
—No hagas eso, no necesitas hacerlo—entonces me abraza—No recuerdo si tenía hermanas o hermanos, pero eres como una hermana para mí, MinJi—sonrío un poco—Y te quiero como un hermano mayor quiere a su hermana menor.
—Te llamaré oppa—bromeo. Se separa lo suficiente soltándome—También te quiero, Jin. Gracias por no romper nuestra amistad.
—Aún sigo pensando que decirle a Jade.
— ¿Sigue siendo tu destinada?
—Sí.
— ¿La amas?
—Sí.
— ¿Te hace sonreír estúpidamente?
—Justo como tú con JungKook—asiente de nuevo.
— ¿Por qué no tienen una cita?
—No quiero estar con ella de noche, sabes cómo están las cosas y...
—No, no, prepararemos la casa. Le dirás que esta noche tendrán una cita en tu casa, la invitarás a cenar—me levanto. Jin también se levanta un tanto inseguro.
— ¿Recuerdas que soy vampiro y no puedo comer nada?, Jade no sabe que es mi destinada aún...
— ¿Qué te parece una confesión?, dile lo que sientes realmente, ambos hemos aprendido que es mejor decir las cosas en el momento y no esperar tanto.
— ¿Y si no siente lo mismo?
— ¿Crees que te rechazaría?, ¿Con ese rostro?
—Cierto, soy irresistible—me sigue el juego. Me echo a reír sacándole una sonrisita, vuelvo a abrazarlo sintiéndome mejor ahora que las cosas con él parecen haberse solucionado.
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