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𝓓𝓲𝓮𝓬𝓲𝓷𝓾𝓮𝓿𝓮

Capítulo 19
Un extraño sentimiento

Canción del capítulo: Dua Lipa - Last Dance.

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La habitación se encuentra llena de gemidos por parte de ambos, mis manos se aferran al cuerpo masculino sobre mí, las embestidas no son rudas pero tampoco tan suaves como la primera vez, de hecho, esta segunda vez siento que ambos estamos más seguros de lo que hacemos, JungKook no deja de llenar mi cuerpo con besos causándome cosquillas por cada extremidad, las sábanas parecen acariciar nuestros cuerpos con cada movimiento, mi respiración es agitada muy diferente de la suya que se mantiene serena, mis manos se deslizan una vez más por su espalda ancha mientras su boca deja pequeños mordiscos por mi cuello, escucho un gruñido de su parte, su cuerpo se tensa y sé porque.

La sangre lo está llamando.

—JungKook—susurro tomando su rostro entre mis manos. Puedo ver sus ojos rojos como la primera vez, sus colmillos tocan su labio inferior—Está bien, puedes beber un poco—él niega con la cabeza—Sé que quieres un poco, hazlo—me mira por unos minutos, sigue estando tenso—Te doy el permiso, estaré bien.

Deposito un corto beso a sus labios sintiendo la punta de sus colmillos rozarlo, el sabor llega en segundos a mi boca, sus ojos están fijos en una cosa. Succiona mi labio inferior probando la gota de sangre, no dura mucho porque hace un camino de besos hacia mi cuello, mi corazón se acelera más rápido de lo normal, sus colmillos atraviesan mi piel, por primera vez no siento dolor, éste se mezcla con el placer de la situación haciéndome gemir alto, las manos de JungKook toman mis muñecas colocándolas sobre mi cabeza, lo siento succionando mi sangre y en segundos ya no estoy en su habitación.

La vestimenta de las personas es de una época antigua, para ser más específica, me recuerda a Dahlia. Estoy en una tienda, la tienda tiene muchos hilos de diferentes colores, también algunos tejidos. Mi traje es el de una campesina, frunzo el ceño sin estar acostumbrada a esta vestimenta.

La puerta se abre dejando sonar la campana, JungKook aparece con una pequeña sonrisa y con una cesta en sus manos. Hace una reverencia ante mí vistiendo como yo.

—Lo siento, los panes tardaron un poco.

— ¿Los panes? —en efecto, hay una cesta en su mano con panes de diferentes tamaños—Oh. Sí.

— ¿Tu madre está?, mi padre dijo que debería pagarme en el momento de la entrega...

—Puedo pagarte yo, déjalo en el mostrador—voy detrás de la vitrina donde hay una caja mediana con algo de dinero. Tomo una pequeña cantidad pagando los panes, JungKook siempre viene a traerlos, a mamá le agrada y a mí me gusta.

Es un chico muy dulce.

Sólo que sus ojos no están en mí sino en aquella mujer de rojo que parece tenerlo a sus pies.

Mi cuerpo llega el clímax al tiempo que regreso al presente, JungKook retrocede sólo un poco sosteniendo aún mis muñecas, casi hipnotizada miro como relame sus labios saboreando mi sangre en ellos, sus colmillos no están, pero sus ojos inyectados en sangre son lo último que alcanzo a ver antes de permitir que mis ojos se cierren.

...

Despierto encontrando un rostro familiar observándome, acaricia mi mejilla admirándome con ojos rojos, no recuerdo haberme sentido tan agotada luego de la primera vez, ahora entiendo porque algunos vampiros combinan el sexo con la sangre, es una combinación interesante, aunque me siento el doble de agotada. La imagen de JungKook relamiendo sus labios rojos se repite en mi mente, había sido una imagen sexy.

Realmente estoy mal.

—Ese recuerdo...—susurro con voz ronca. Mis párpados pesan para mantenerlos abiertos por lo cual los cierro por segundos abriéndolos de nuevo— ¿Era tuyo?

—Sí—coloca un mechón detrás de mi oreja—Creo que descubrimos quien eras en ese tiempo—frunzo el ceño—La hija de la costurera del pueblo estaba enamorada de mí, muchos lo decían, pero siempre la vi como una amiga.

—Ahora soy la hija de un asesino.

—Eso no te convierte en asesina, no te culpes por algo que no hiciste—besa mi frente. Intento acercarme a él consiguiendo quejarme de dolor— ¿Qué tienes?

—Mi cuerpo duele un poco.

— ¿Quién era la que deseaba sexo salvaje?

—Te odio. Ni siquiera fue salvaje—sonríe apenas borrando poco a poco dicha sonrisa.

—No quise morderte, me siento hipócrita diciéndolo. No debiste dejarme hacerlo, MinJi.

—Quería experimentar y querías hacerlo.

—Ya sabemos qué pasó con HanNa y Jimin por experimentar—me cubre mejor con las sábanas acariciando mi espalda—Descansa, estaré aquí cuando despiertes—me atrae a su cuerpo. Respiro profundo abrazándolo como puedo, todo me duele, mi mejilla toca su pecho y una vez más quedo dormida en sus brazos.

...

Doy un respingo sintiendo que mi cuerpo está totalmente alerta, una mano toma mi muñeca calmando mi sobresalto, JungKook frunce el ceño ligeramente sin soltarme.

—Tranquila, ¿Una pesadilla?

—No, al menos no que recuerde—quedo sentada en la cama sosteniendo las sábanas cubriendo mi pecho. Puedo ver que es de día, la ventana tiene pequeñas gotitas de lluvia.

—MinJi—JungKook tiene su torso descubierto y lleva unos pantalones de algodón— ¿Estás bien?

No sé porque me siento alerta, tampoco sé porque tengo un mal presentimiento, toco mi cuello exactamente donde él mordió, duele apenas y siento la cicatriz allí. Sólo estoy en la habitación del chico, nada malo pasará.

Estoy volviéndome loca con estas emociones.

—Sí, no es nada—y no miento. Tampoco sé que más decirle.

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