El cielo nocturno que lograba contemplar desde su cama, era opacado por nubes grises que se habían extendido cubriendo hasta la luz de luna. Pasaba de medianoche, quizá incluso, pasaba de las tres de la mañana. Había dejado su celular por la paz cuando la batería anunció que tenía menos del diez por ciento, desde ese instante dejó de preocuparse por saber la hora exacta en la que estaba viviendo. Antes estuvo al pendiente de sus redes sociales tanto como el dolor en su pecho y el nudo en su garganta se lo permitieron.

Habría querido estar allí, con todos en el teatro mientras el último episodio se transmitía al mundo entero y sus reacciones en vivo eran grabadas. Recordaba, de una oportunidad anterior, que escuchar los gritos de los fans a su alrededor le hicieron emocionar casi a la par de ellos.

Trabajó muy duro, pero después de lo ocurrido, creía que era lo mejor, ¿cómo podría mirar a sus compañeros a los ojos sin sentirse juzgado o avergonzado?

Tiró de las mantas hasta cubrir su rostro, el aire acondicionado se había encargado de que la habitación se enfriara al punto que si estuviera despierto por otra situación, sin dudarlo se habría levantado a apagarlo. Sin embargo, no podía dormir, ver todas aquellas fotografías y vídeos, le habían roto un poco el corazón. El elenco parecía disfrutar después del arduo trabajo.

Habría deseado estar con ellos.

Escuchó el timbre irrumpir la tranquilidad de su departamento. No tenía la menor idea sobre quién se trataba, antes de las diez había respondido al último mensaje y había abandonado todo contacto humano. Necesitaba espacio, solo que ahora ese mismo espacio se estaba volviendo infinito y no sabía cómo conseguir regresar a la normalidad.

Con cuidado y movimientos torpes se incorporó de la cama, se sentía mareado, quizá por el cansancio o porque su mente no dejaba de dar vueltas, o más bien, parecía se había convertido en una espiral sin un fin aparente.

Cuando abrió, después de al menos unos cinco minutos, esperó que la otra persona ya se hubiera marchado. Porque había tomado más tiempo del planeado llegar hasta allí, considerando que era un departamento de proporciones modestas. Vivía solo, y la mayoría del tiempo estaba fuera trabajando, entonces no tenía mucho sentido alquilar algo más pretencioso.

—Biu —le dedicó una sonrisa a medias a la par que expulsó aquel apodo tonto y adorable que solo en alguien como Bible conseguía sonar auténtico. Como si hubiera nacido para ser llamado así.

Build no fue capaz de ocultar su sorpresa, vestía aquel saco azul de mangas negras con estampados coloridos, y unos jeans flojos a juego que le hacían lucir muy bien. El mismo atuendo del evento, que había visto ya innumerables veces gracias a los medios de comunicación que bombardearon Internet.

—¿Te escapaste de la fiesta para venir a verme? —Intentó bromear, pero no salió con naturalidad, pareció incluso un reproche, aunque esa nunca fue su intención.

Bible lo evaluó con precaución, como temiendo intimidarlo si lo miraba fijamente por más de un segundo, así que desvió la mirada y metió las manos a los bolsillos de su saco.

—Me empecé a sentir extraño cuando el tema de conversación se gastó —respondió un tanto apenado.

Bible era más tímido de lo que los demás le daban crédito, rara vez compartía lo que sentía o algo personal. Cuando decía que no podía creer el éxito que estaba teniendo al ser su primer papel, hablaba en serio, si escarbabas más a fondo descubrirías que sentía que no lo merecía, mas al ser consciente de los años de experiencia del resto de sus compañeros, que llevaban años en el medio artístico. Pero honestamente, Bible era muy talentoso y se había ganado a pulso cada elogio. Su lado introvertido no era más que parte de su encanto.

Tal vez porque compartían esa última cualidad es que podía comprenderlo tan bien, sumado a cada taller que les hizo fortalecer su relación, formar una conexión real que transmitir más allá de la pantalla. Por ello podía entender que aunque se llevasen bien con el resto de sus compañeros, los apreciaran y fuera divertida la convivencia, por su personalidad tenían un límite, y recordaba que cuando lo alcanzaban, se sentaban el uno al lado del otro, sin hablar más que hacer uno que otro comentario de lo que veían en sus celulares. Porque no necesitaban hablar todo el tiempo para sentirse cómodos, y cuando lo hacían, tampoco era necesario que dijeran algo importante, cualquier cosa trivial funcionaba en ellos.

—¿Te divertiste? —Cuestionó consiguiendo adornar su rostro con una amplia sonrisa, de aquellas que eran su especialidad, agradecido que por la oscuridad sus ojeras no se llevaran todo el foco de atención.

—Fue emotivo, estuvo bastante bien —rió un tanto animado—, me preguntaron por qué estaba tan apagado, y luego empezaron a decir que te extrañaba.

Build Intentó que la comisura de sus labios no se estirara más por aquel comentario. Ya una vez le habían dicho lo mismo. Y en eso recordó que no había invitado a Bible a pasar todavía, aunque este tampoco le había dicho el motivo de su repentina visita, considerando la hora.

—Entra, o algún vecino se quejará por el ruido —se hizo a un lado para permitir que ingresara.

El rico aroma de su perfume se hizo más notorio.

Build se había bañado temprano el día anterior, entonces ni el olor de su shampoo era tan fuerte para ese instante, se sintió un tanto cohibido.

El que era menor por cuatro años, tomó asiento en un extremo del sillón, dejándole el resto de espacio para que se sentara a su lado, y así lo hizo.

—Tenía el presentimiento de que seguirías despierto —dijo cuidando sus palabras, no quería hacerle sentir mal, porque sabía que después de todo, el motivo de su insomnio no era por más que aquella situación delicada que lo había obligado a pausar sus actividades. Justo cuando la fama y el éxito estaban en su apogeo.

—Me conoces bien —suspiró con desgana y dejó que su espalda se apoyara en el reposabrazos del sillón, estaba agotado, el no poder dormir, se había vuelto una constante en su vida en la última semana.

Bible en lugar de imitarlo y ponerse cómodo, se arrastró hasta dejar poco espacio entre ambos, tomó su mano y le miró.

Se le veía preocupado, quería decirle que estaba bien, que estaría bien. Que solo lo olvidara para que no le hiciera sentir más miserable, que si pretendían ignorarlo podrían ser como antes. Pero en eso la mano del menor sin una pizca de vacilación aterrizó en su mejilla. Como tan acostumbrados estaban sus personajes, que parecían no poder evitar acariciarse si tenían la oportunidad.

Solo que no eran Vegas y Pete.

Y distinguió en su expresión algo más, anhelo, pero no estaba seguro, quizá estaba demasiado cansado por todo y su cerebro no estaba en su mejor forma de interpretación.

—No podía concluir esto sin ti... ¿Lo sabes? — Susurró acercándose más, su frente pronto descansó contra la suya.

Build cerró los ojos y apretó los labios. Lo que más había lamentado, era no poder estar allí con Bible, cuando habían formado un lazo de confianza y seguridad sólido que solo a ellos les unía.

No le debía nada, pero al mismo tiempo, no habría podido ser así sin Bible. El chico que se sentía más cómodo hablando en inglés, que amaba hacer bricolaje en su tiempo libre y parecía tener una energía infinita, y el mismo Bible que muy pocos conocían, porque era reservado y en ocasiones tímido. Pero era increíblemente talentoso en todo lo que se proponía.

—No ha concluido todavía —intentó tranquilizarlo, a la par que calmarse a sí mismo—. Todavía tenemos un par de cosas pendientes... Y los veranos futuros...

No fue capaz de terminar su oración cuando Bible ya estaba sobre sus labios, besándole de esa forma que ya conocía tan bien, porque cuando el menor lo besaba, era más efectivo que mil palabras, lo sentía y entregaba todo.

Ellos no eran de hacer fanservice, era más un juego cuando pretendían ser cariñosos, Build siempre se ponía nervioso cuando tocaban el tema, y lo evitaba a toda costa. Era el mayor y debía poner el ejemplo, pero lo que estaba ocurriendo en este instante estaba fuera de su límite de comprensión, no lo entendía del todo, pero incluso él, podía sentir que lo necesitaba, así que sus manos se dirigieron al precioso rostro ajeno y sus labios se despegaron para hacer el contacto más profundo.

Todo rastro de tristeza, toda duda y cada pensamiento que lo atormentaba se evaporó hasta desaparecer mientras seguía besando a Bible, sus suaves labios contra los suyos se sintieron reconfortantes. Y le decía con cada roce y exhalación que no estaba solo, que a partir de ese instante lo tenía a él. A Bible.