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Black Out


Black Magic era el lugar de moda de la ciudad, tenía una gran reputación no solo por sus instalaciones, seguridad y bebidas de calidad, sino por los shows que ofrecían; El lugar contaba con diversidad para toda clase de público, desde bailarinas curvilíneas hasta donceles con pechos, aunque estos últimos tenían una tarifa más cara.

Chanyeol sabía que se estaba metiendo en un lugar infernal, desde joven su madre lo educo de una manera bastante cristiana, pesé a que el mundo era diferente, su madre seguía viendo mal las relaciones del mismo sexo y creía aberrante que un hombre pudiera dar a luz. Por ello, su madre lo educó para ser un caballero, heredar la fortuna Park, casarse con una linda joven cristiana y tener bellos y sanos hijos; con sanos se refería a que ninguno debía salir como doncel, sino, seguramente le daría un infarto.

Chanyeol era el hijo mayor, heredero de la pequeña fortuna Park, no eran de la clase más alta pero si se acercaban bastante, tenían acciones con empresas importantes e internacionales, dueños de uno de los museos del centro de Seúl, y una reputación que cuidar.  Pero ahí estaba, sentado en uno de los sillones de cuero rojo, bajo las luces neón y frente a una de las tarimas del lugar.

—No lo sé KyungSoo, si mamá se entera de esto seguro me matará.

Hablaba casi a gritos para que su amigo lo escuchará. El chico de ojos saltones y labios de corazón lo miraron con desinterés mientras se llevaba su bebida a la boca.

—Tienes veintidós años Chanyeol, no necesitas contarle cada detalle de tu vida a tu madre.

—Pero ella dice que este lugar es del diablo.

—Tu madre tiene una mente anticuada, estás a punto de egresar de la carrera y sigues siendo un niño, necesitas coger.

—No soy virgen y lo sabes, te recuerdo que fuiste tú el que me llevó a México cuando cumplí 18.

—Claro—rió empinándose otro trago.—El mejor fin de semana de mi vida. Fue divertido.

—¡No lo fue, mi madre casi nos descubre!

—Claro que no, si así fuera no te hubiera dejado ir a Tailandia conmigo.

Chanyeol suspiró recordando aquellos viajes a los que fue arrastrado por el bajito, el primero para "estrenarse" con, según él, "los mejores cuerpos que podrás encontrar" y el segundo donde probó el placer con personas de su mismo sexo al cumplir los veintiun años, nunca pensó que KyungSoo fuera esa clase de persona, en casa fingía ser un santo que no rompía ni un plato, una persona muy devota de la biblia, cuando en realidad se la pasaba de cama en cama con todo aquel que le gustará, no importa el sexo o la nacionalidad, el muy pervertido incluso tenía un libro con todos sus acostones.

—Eres una mala influencia.

—Tu madre no cree eso, al contrario piensa que te mantengo en el camino de la rectitud, de nada, por cierto—le dio otro trago a su bebida.—Me pregunto qué diría al saber que fui tu primer beso.

—¡Le daría un infarto! ¡Por dios! ¡Callate!

—Awww ¿sigues secretamente enamorado de mi?—se burló.

—¡Nunca estuve enamorado de ti! Fue solo un juego de niños.

—Admítelo Chanyeol, aquel besó fue lo que te orillo a seguirme a todos lados, fue el inicio de mi mala influencia sobre ti.

—No lo niego, desde entonces he hecho todas estas cosas pervertidas que mi madre aborrece.

—Y que disfrutas cariño, no olvides lo obsesionado que quedaste por los cuerpos masculinos desde que te lleve a Tailandia.

Chanyeol no dijo más, sabía que tenía todas las de perder. KyungSoo y él habían sido amigos desde siempre, desde que sus madres se conocieron en la iglesia y los llevaban al mismo grupo de estudio bíblico. Pero definitivamente se hicieron inseparables luego de aquel ardiente beso que KyungSoo le robó al alto detrás de la iglesia cuando cumplieron trece años.

Las luces se apagaron para dar paso a una gran luz blanca que iluminaba la cortina roja tras la tarima, el presentador anunció frente al micrófono la salida de uno de sus bailarines principales "moon hyun". Los aplausos y gritos del público no tardaron en aparecer, casi aturdiendo al alto, no estaba acostumbrado a esos lugares, jamás en su vida había visitado un Teibol Dance.

—Uy, esa chica esta buenisima— KyungSoo habló más para sí mismo.—Ya vengo, disfruta el show amigo.

KyungSoo se puso de pie siguiendo a una hermosa chica al área de los privados, mientras Chanyeol no podía despegar la vista de ese hermoso cuerpo frente a él. Era un precioso doncel con caderas anchas y cintura estrecha, de piel lechosa y suave, con pequeños pero sensuales pechos, su cabello rubio esponjado, labios rojos y antojables, sus ojos pintados con delineador y sombras rojas, se veía glorioso.

Se acomodó en su asiento y el show comenzó. MoonHyun movía sus caderas al ritmo de la música, parecía un experto usando el tubo, dando vueltas en él sin perder la sensualidad, haciendo gestos demasiado sugerentes. Al terminar, sonrió al público y Chanyeol podría jurar que le guiño el ojo.

—Ya sabes que prefiero a las chicas—habló KyungSoo regresando a su lado.—Pero él que acaba de bailar está bien, tiene buen cuerpo.

—Sí... eso creo.

—Ay por dios Chanyeol, no te traje aquí solo para observar, tienes que escoger a alguien, es más, yo te lo pago.

—Basta, es incomodo.

—Yo sé que quieren más de MoonHyun—interrumpió el presentador.— Dejemos que tome un descanso y enseguida volverá, ahora, den la bienvenida a otro hermoso chico que nos deleitará con su presencia, ¡un aplauso para Minnie! ¡y recuerden que entre más aplausos, menos ropa!
Los aplausos y la bulla volvieron, al centró salió un chico con antifaz azul bailando muchísimo más energético que el anterior, pero no lo suficiente para captar la atención de Chanyeol.

—¿Quieren algún trago? —una chica pelirroja se acercó a ellos, vestía poca ropa y era evidente que era una bailarina.— La casa invita.

—Hola—ronroneo KyungSoo subiendola a su regazo.—Creí que era tu día de descanso.

—Ahora descanso los martes—la chica se acomodó y miró a Chanyeol.— ¿No vas a presentarme?

—Claro que sí, Chanyeol, ella es mi amiga Redit.

—Hola—. Dijo algo incómodo mientras KyungSoo le besaba el cuello a la chica.

—Un placer conocerte, no te había visto nunca por aquí.

—Es mi primera vez aquí, al parecer no lo es para KyungSoo.

—¿Soosie? Es algo así como un cliente VIP—. Dijo como si no le importara que sus pechos fueran lamidos por el hombre.

—Ahora ya sé en dónde se metía todo el tiempo.

—No pareces muy comodo—hizo un gesto.—¿No te gusta el lugar? ¿Los bailarines no son tu tipo?

—Este tal Minnie—Chanyeol miró al bailarín mover su pelvis contra el suelo.—No es mi tipo.

—Hum, si quieres dime cuales son tus gustos y yo te consigo los mejores cuerpos del lugar, todo por un buen amigo de Soosie.

—Por favor Redit—dijo KyungSoo antes de besar castamente sus labios.— Este tipo es algo así como un mojigato.

—La mayoría de los mojigatos se vuelven locos por un tipo específico de cuerpo, me atrevería a decir que alguien como Hanwoo o su derivado masculino MoonHyun.

—¿No son las estrellas del lugar?

—Sí, es difícil conseguirlos, pero como dije, lo que sea por un amigo de Soosie.

—Uf, me encanta que me digas así.

KyungSoo la tomó del rostro y volvió a besarla, era un beso posesivo y duro, Chanyeol se sintió tan incomodo que fijo su vista en el bailarín de cabello negro y vestuario azul.

—Vamos al privado.

—Lo que digas, Soosie—la chica se puso de pie y su amigo lo imitó. — Piensa en quién quieres y te lo traeré.

Los vio desaparecer tras un par de guardias y cortinas negras. Al cabo de un rato y luego de tres bailarines, Chanyeol creyó que su amigo y la pelirroja lo habían abandonado, estaba pensando en irse cuando el presentador anunció el acto más esperado de la noche.

—Denle un fuerte aplauso a Hanwoo y MoonHyun.

Los bailarines aparecieron en la tarima con una gran sonrisa, la chica de grandes pechos vestía un traje rojo con brillos mientras que el doncel vestía un traje a juego de color negro.

Chanyeol se quedó hipnotizado, era todo un espectáculo el que estaban dando. Bailaban con movimientos suaves y sensuales, con sus cuerpos pegados, la piel de Hanwoo contrastaba con la de MoonHyun, era un poco más oscura. Ambos bailarines brillaron separados, pero juntos eran una bomba de sensualidad. El broche de oro de aquel baile fue cuando ambos tocaron los pechos contrarios mientras compartían un ardiente beso.

Las luces se apagaron y el público gritó más que nunca, Chanyeol se había quedado con la boca abierta, inmovil como la piedra, mentiría si dijera que no se había excitado un poco. La música volvió, cuando las luces volvieron a iluminar el lugar, ambos bailarines se encontraban aferrados en un tubo, Hanwoo había escogido el de la izquierda, mientras que MoonHyun había escogido el del centro, junto el que estaba frente a Chanyeol, y con una sonrisa coqueta el rubio inició el show.

Piernas abiertas. Ese tal MoonHyun era un presumido, era evidente que le coqueteaba y sus mejores técnicas era mostrar lo flexible que era en el tubo. Cuando la música estaba finalizando, MoonHyun se bajó de la tarima y caminó hacia él, Chanyeol se removió en su asiento y el bailarín lo acorraló entre sus brazos, sonriendo y dando un par de movimientos más hasta que la música terminó.

El espectáculo terminó y MoonHyun se sentó en sus piernas, Hanwoo había escogido a otro cliente, o él la escogió a ella, Chanyeol no sabía con exactitud cómo funcionaban las cosas en ese lugar. El presentador mencionó que sus estrellas tendrían un descanso y dió la bienvenida a nuevos bailarines, pero Chanyeol estaba perdido en los ojos de MoonHyun.

—¿Es tu primera vez aquí? No me olvidaría de un rostro como él tuyo.

—Yo... Sí, es mi primera vez...

—Espero te haya gustado el show—. MoonHyun enrollo sus brazos alrededor de su cuello, poniendo una pierna a cada lado, dejando poco espacio entre ellos.

—Me encanto.

—Soy MoonHyun.

—Chanyeol.

—Un placer conocerte, Chanyeol—. Sonrió de lado.

—El placer es todo mío.

Chanyeol no sabe por qué, pero tener ese cuerpo tan bello sobre su cuerpo lo estaba volviendo loco, su miembro palpitaba emocionado, era evidente que se había excitado por el descaro y coqueteo del bailarín, no pudo evitar tomarlo de la cadera comprobando su teoría de la suavidad de su piel, sus manos delinearon su cuerpo, hasta que llegó a la nuca del bailarín y pego sus labios a los de él.

MoonHyun acepto el beso ladeando la cabeza para hacerlo más profundo, pegando más su cuerpo, moviendo sus caderas en una clara invitación, soltando un gemido al sentir la lengua contraria en su cavidad bucal.

—¿Este caballero me llevara a ver las estrellas?

Preguntó jadeante y coqueto, deslizando su dedo índice sobre su pecho. Chanyeol ya había llegado demasiado lejos como para arrepentirse y actuar como un niño virgen, tenía ganas y no reprimirá a su cuerpo. Con el mismo tono coqueto y algo de oscuridad en sus ojos respondió:

—Depende del precio.

—No te preocupes por eso—se acercó de nuevo a sus labios para susurrarle.—La casa invita.

Y se dejó arrastrar por aquel doncel. Pasaron por un par de guardias que les dedicaron una mirada confundida, detrás de aquellas cortinas negras, los esperaba un largo pasillo iluminado por luces rojas, había puertas de cada lado, algunas de ellas estaban abiertas, así pudo ver a KyungSoo en una de esas habitaciones, penetrando con dureza a la tal Redit mientras ella gemía un tanto exagerada. Su amigo levantó la vista, mirándolo con aquella sonrisa maliciosa, levantó el pulgar en forma de aprobación y siguió con lo suyo.

MoonHyun siguió caminando, deteniéndose en la última puerta del pasillo. Chanyeol lo miró antes de volver a besarlo, sabía a cereza y tequila, sus pequeños labios eran suaves al igual que sus mejillas. Entraron al lugar, era una habitación normal, una gran cama en el medio, paredes azul y beige, el típico sillón de motel y sobre el buró habían cantidades de lubricantes y condones, suponía que en los cajones había juguetes sexuales.

Entre besos, MoonHyun lo llevó a la cama, se acostó en el medio abriéndole las piernas. Chanyeol admiro aquella escena, se veía tan frágil e inocente que lo encendió más.

—¿Me cobran extra si te arranco ese precioso traje?

—Averigualo.

Y vaya que se excitó arrancando a pedazos ese traje y MoonHyun lo animó gritando. Se tomó unos segundos para apreciar la belleza de su cuerpo desnudo para después comenzar con sus besos, beso con lentitud y suavidad aquellos muslos regordetes, subió hasta su cadera dejando pequeñas mordidas y a un ritmo tortuoso, subió hasta sus pechos en donde pequeñas gotas blancas se asomaban de sus pezones, entonces sonrió con malicia, el doncel estaba lactando y eso lo excitó aún más que cuando le arranco la ropa.

Delineó con su lengua la curvatura de su pecho antes de meterselo a la boca y comenzar un pequeño juego que le arrebataba gemidos al doncel. Con su mano libre masajeaba el pecho que no tenía atención, el chico bajó él se retorcía de placer, enrollando sus piernas en su cintura para tenerlo más cerca y acariciando su amplia espalda como si su vida dependiera de ello.

Prepararlo fue mejor de lo que había imaginado. Admitía haberse sentido un poco nervioso, MoonHyun era un bailarín en un Teibol Dance, evidentemente tenía mucha más experiencia en el sexo y por alguna razón temía defraudarlo. Suponía que era mayor, él apenas era un niño saliendo del caparazón (según KyungSoo) y MoonHyun era todo un hombre, lo sabía por larga trayectoria en el lugar.

Cuando KyungSoo lo arrastró a aquel callejón de Tailandia, era todo un inexperto en el tema del placer homosexual, se sintió avergonzado de que aquel chico le diera instrucciones y sabía que no lo había complacido del todo; Sin embargo, KyungSoo no se detuvo ahí, y lo llevó de "casería" por más callejones, antros, bares y citas a ciegas, así cuando volvió a Corea se sintió más confiado al momento de compartir cama con otro hombre. Pero MoonHyun era diferente, él arqueaba la espalda, cerraba los ojos, maldecía y apretaba las sabanas con fuerza, pedía más a pesar de derramar lágrimas. Disfrutaba de los toques otorgados por el alto.

Nunca había adorado tanto su nombre hasta que lo escucho de aquella pequeña boquita roja, hinchada por tanto beso. Había sido todo un placer estar con MoonHyun, incluso se atrevía pensar que se había obsesionado un poco, pero aquel doncel lo valía.

—Llámame cuando vuelvas—dijo MoonHyun cuando salieron de los privados.— Adoro tus visitas.

Chanyeol sabía que MoonHyun solo estaba haciendo su trabajo, seducirlo y acostarse con él venía en su contrato, supuso que la primera vez sería gratis y las demás debía pagar un precio muy alto. Aún así, con un toque de esperanza en su corazón, respondió:

—Se adora a los dioses y tú definitivamente eres uno.

—Que así sea—respondió coqueto.—Seré MoonHyun, el dios de tu corazón.

MoonHyun guiño su ojo antes de desaparecer tras una puerta con el letrero "solo personal autorizado", segundos después se reencontró con KyungSoo, quién no dejaba de halagarlo por llevarse al chico más caro del lugar, pues según él, ellos no tenían lo obligación de acostarse con los clientes, al ser las estrellas del Black Magic eran los más protegidos.

🔥🔥🔥

Hacía mucho que no tenía un sueño húmedo, pero ahí estaba, removiendose en la cama mientras fantaseaba con un hermoso cuerpo sobre él y una cara de facciones finas, piel blanca, ojos almendrados, rubia cabellera y labios pequeños.

Toda una semana y no podía superar su encuentro con MoonHyun. De nuevo tuvo que recurrir a tocarse bajo las mantas, llevándolas a lavar mucho antes de que su madre despertara por que si lo descubría seguro le cortaría la mano.

Agradece que su padre no era religioso, era machista pero no tan loco como su madre. En casa se seguían reglas sumamente religiosas, principalmente porque su padre se la pasaba trabajando todo el día en el museo, aunque Chanyeol creía que tenía una aventura pero es algo que nunca se lo diría a su madre. Su padre era de aquellos que creía que las mujeres solo estaban para complacer al hombre y servir en la casa, de aquellos que no disimulaba al ver a una chica bonita, sin embargo, era discreto con su vida privada, tenía una reputación que mantener.

A Chanyeol no le importaba ir al museo a ayudar a su padre, en algún momento él heredaría su puesto, pero esa semana no estaba del todo concentrado, no cuando no podía dejar de pensar en MoonHyun y cuando volvería a verlo. Además ¿Por qué su padre lo dejaba a cargo de la supervisión de los planos para la nueva sala de lectura?

—Joven Park, tenemos una emergencia—. Interrumpió una empleada.

—¿Qué sucede?

—Tuvimos algunas escuelas como visitantes y al parecer uno de los niños se perdió.

—¿Cómo?

El museo que su padre dirigía era uno bastante grande, contaba con muestras culturales irremplazables y con años de antigüedad, piezas sumamente frágiles, pero a Chanyeol no le importaba mucho que un niño rompiera una pieza de arte, le importaba más que llegará a lastimarse, pues sería una demanda de millones de dólares.

—La escuela llamó, dijo que estaban buscándolo por todas partes pero nos pidieron que buscáramos aquí.

—¿Mi padre aún no regresa?

—No, sigue en juntas con los directivos.

—Avisale a seguridad, cierren las puertas, no dejen que nadie salga o entre al lugar, todos los empleados iremos a buscar al niño.

—Entendido—la joven sacó un radio de su bolsillo y lo acercó a su rostro.—Cierren las entradas, tenemos un niño perdido, tiene el cabello negro, aproximadamente de cinco años y responde al nombre de Byun Yeong Jun. Quiero a todo el mundo buscándolo.

Al menos una tarea así de complicada mantendría a su cabeza alejada de la imagen de aquel doncel dueño de sueños.

🔥🔥🔥

Una ventaja de haber nacido como doncel es que envejecía más lento que los demás hombres, por lo que podía sacar provecho de su belleza.

Ese fue el primer pensamiento que tuvo Baekhyun cuando comenzó a trabajar en el Black Magic, apenas había cumplido los veinticinco años, tenía el corazón destrozado y los bolsillos vacíos, no tuvo más opción que bailar sensualmente en un tubo para hombres mucho mayores, quiso dejarlo pero al cumplir los treinta y cinco años quedó en cinta, era padre primerizo, completamente solo en el mundo y estaba desesperado.

Un hijo necesitaba atenciones y dinero, Baekhyun ni siquiera tenía donde dormir y aunque su hijo apenas era una célula de sangre, ya lo amaba y quería entregarle lo mejor del mundo. No quería que su vida fuera tan triste y caótica como la suya. Tenía sólo diecinueve años cuando no pudo pasar el examen de ingreso a la universidad, sus padres se habían decepcionado tanto de él que tuvo que ayudar en el negocio familiar, una panadería que su bisabuelo abrió con años de esfuerzo y dedicación, y que afortunadamente tenía buenos ingresos.

Su plan era trabajar y estudiar para aplicar por segunda ocasión a la universidad, sin embargo no lo consiguió, y fue cuando su vida se fue en picada.

Trabajando tras el mostrador de la panadería, terminó enamorándose de un joven cliente que lo cortejaba. Con tan solo veinte años, lleno de inocencia y con las esperanzas en el suelo, se dejó envolver por palabras dulces y promesas amorosas, ahora imaginaba su vida cuidando el hogar mientras su pareja trabajaba para él y su futura familia. Abandonó su casa siguiendo a su novio a la capital, pero pronto descubrió que la vida no era como lo pintaban en las películas.

Cuando llegó a Seúl, su novio lo abandonó por otra, la humillación y vergüenza era tan grande que no podía volver a casa, comenzó a tener trabajos de medio tiempo para lograr rentar un diminuto apartamento, tan pequeño que ni siquiera tenía una ventana. En uno de sus tantos trabajos, conoció a un hombre que juró sería diferente y Baekhyun estaba tan desesperado que le creyó.

Al inició su relación era buena, se mudaron juntos a un nuevo departamento, tenían una sana convivencia a pesar de que ambos seguían trabajando. A los veinticuatro años se casó, creía que había tomado la decisión correcta pero pronto se arrepintió, su esposo era celoso y manipulador, terminaron divorciándose un año después, cuando lo abandonó por una mujer de dinero, dejándolo a su suerte.

Su corazón estaba completamente destrozado, su esposo lo había obligado a dejar sus trabajos de medio tiempo prometiendo una vida de lujos, así que ahora divorciado, sin empleo, sin dinero y deprimido, comenzó a dormir en la calle.

Fue el hambre quién lo orilló a trabajar en el Black Magic. Sobrevivió por cinco años en trabajo que no le gustaba pero que le ofrecía hospedaje, aún cargaba con aquellos sentimientos de abandono que le habían dejado sus ex's novios, se sentía tan poca cosa y nada merecedor de lo bueno que quería hundirse en ese lugar.

Tiempo después, se reencontró con su ex marido quién suplico una segunda oportunidad. Baekhyun lo aceptó sin darse cuenta que solo lo veía para una aventura hasta que quedó embarazado y el padre de su hijo huyó sin importarle nada.

Estaba tan triste que por un momento pensó en rendirse, pero decidió seguir luchando por su hijo. Así sacó ventaja de su belleza y juventud, pues con tan solo una noche trabajando en el Black Magic había ganado lo suficiente para rentar un departamento de dos habitaciones en un buen vecindario, pensó que si debía seguir trabajando en ese lugar bajo las miradas morbosas de los clientes para darle una vida digna a su hijo, entonces así lo haría.

A veces cerraba los ojos y deseaba con toda el alma tener un mejor trabajo que le permitiera darles una vida digna a sus hijos sin tener que asquearse en el proceso.

—Lo siento mucho señor Byun. Le juro que no sé cómo pasó esto.

La joven maestra no dejaba de hacer reverencias frente a él pero a Baekhyun no le importaba, lo único que quería era encontrar a su hijo. Había llegado al jardín de niños en tan solo cinco minutos cuando normalmente tarda media hora, en cuanto escuchó a la maestra de su hijo llorarle por teléfono y disculpándose, Baekhyun no pudo hacer más que correr a la institución.

—¿Cómo es posible?—. Las lágrimas amenazaban con salir.

—No lo sé, se lo juro que conté al alumnado dos veces antes de partir del museo—sollozo.—Nunca me había sucedido esto.

—Mi hijo es un niño bueno, ¡nunca soltaría la mano de su maestra!—. Se pasó las manos por el rostro, estaba alterado.

—Lo siento mucho—seguía llorando e inclinando su cuerpo.— Perdóneme.

—Señor Byun—la directora apareció a lado de la docente.— Tomaremos cartas en el asunto, ahora debo decirle que encontraron a Yeong Jun en las instalaciones del museo que visitamos.

Tuvo que tomar un taxi hasta el centro de la ciudad, después corrió por varias calles, escaleras y pasillos hasta llegar finalmente a la oficina donde su hijo lo esperaba sentado en una silla.

Con el corazón acelerado, lágrimas en los ojos y su cuerpo temblando de preocupación, sostuvo fuertemente a su hijo llenándolo de besos, estaba a salvo y Baekhyun se sintió aliviado hasta que un hombre habló a sus espaldas.

—¿MoonHyun?

🔥🔥🔥

Comenzaba a desesperarse, todo el personal había buscado en cada rincón del lugar, los visitantes habían sido llevados a la cafetería en lo que la búsqueda seguía, incluso habían estado viendo por horas los vídeos de seguridad pero no había rastro de aquel niño.

Chanyeol suspiró estresado, se pasó las manos por la cara tratando de despejar su mente. Miró de nuevo las pantallas, no había nada nuevo que le indicará el paradero del niño. Cansado y pensando en que era mejor iniciar a contactar a su abogado, salió del cuarto de vigilancia para dirigirse a su oficina, si la gente supiera que aún en esos momentos se atrevía a pensar en MoonHyun en lugar de un niño, seguro lo desterrarían.

—¿Qué es esto?

Hablo en voz alta cuando una pequeña pulsera de plata brilló en el piso. Al levantarlo notó como un dije en forma de gato colgaba en el medio, con curiosidad le dio la vuelta sorprendiendose de la grabación al reverso: "Byun Yeong Jun".

Miró alrededor frunciendo el ceño al notar un punto ciego, se acercó con cuidado observando minuciosamente cada centímetro cuadrado de aquel pequeño espacio en donde había una rampa en zig zag y unos muros altos que existían para evitar que la gente cayera de aquellos niveles.

Casi le da un infarto al encontrar un hoyo en la pared, lo suficientemente grande como para que Byun Yeong Jun estuviera ahí escondido, hecho bolita como si fuera normal, ahora entendía por qué querían remodelar aquella área del museo.

—¿Qué estás haciendo aquí, pequeño?— Trató de hablar lo más suave que pudo al notar las lágrimas en sus mejillas. — ¿Sabes que todo el mundo ha estado buscándote?

El niño negó con la cabeza, parecía fuera de sí, Chanyeol tomó su radio para informarle al personal el hallazgo del menor, y luego de unas cuantas palabras de ánimo, cargo a Yeong Jun y lo llevó a su oficina donde esperarían a su familia.

🔥🔥🔥

—Perdone creo que me está confundiendo—habló luego de un largo silencio, jamás pensó encontrarse a aquel hombre que lo volvió loco en la cama del Black Magic en el mismo lugar en donde se había perdido su pequeño hijo. — De cualquier forma gracias por encontrar a mi niño.

—Definitivamente eres tú.

—No—por instinto puso a su hijo tras él. —Me estás confundiendo.

—Claro que no—embalsamado por su belleza se acercó a él. —Puedo ver las marcas que te dejé anoche.

Inmediatamente llevó una mano a su cuello, se había puesto lo primero que encontró en su armario cuando la maestra de su hijo le llamó llorando y diciendo las palabras que todo padre quisiera evitar "su hijo está perdido". Estaba tan preocupado y desesperado por encontrarlo que olvidó por completo las manchas rojas en su cuello, ni siquiera se había puesto maquillaje, cubrir los chupetones no era su prioridad.

—¿Por qué tardas tanto, BaekHyun?—La puerta se abrió luego de tres toques, un hombre de cabello rojo y piel blanca entró, vestía una camisa blanca medio fajada en sus jeans azules, una chaqueta marrón y tenis blancos. —¿Qué te tomó tanto tiempo?

—¡Tío Minnie! —. Yeong Jun corrió a los brazos del recién llegado.

—¿Minnie? ¿El tipo de antifaz azul?

—¿Eh? ¿Cómo sabes....? —Minseok se detuvo al ver el rostro de su amigo, Baekhyun lo miraba suplicante, su cuerpo temblaba aunque tratará de ocultarlo, una de sus manos aferrándose en cubrir aquellas manchas rojas dejadas por un cliente, entonces lo entendió todo. — No es cierto, ¿esto es acaso un cliché barato?

—Minseok—el rubio lo miró con advertencia. — ¿Puedes llevar a Junnie por un helado? Seguro está asustado.

—Claro.

—Papi...—el niño lo miró con un puchero en labios.

—Papi irá enseguida cariño—se agacho a su altura para acariciar sus mejillas. —Debo agradecerle al señor por haberte cuidado ¿está bien? Veo con el tío Minseok y después hablaremos de lo sucedido ¿vale?

—Okey, papi.

Minseok sostuvo la mano de Yeong Jun, sonriendo con verdadera diversión a su amigo antes de dejarlo a solas con el cliente a quién había metido a su cama luego de jurar nunca volver a hacerlo. Baekhyun sabía que después se burlaría de él, pero ya tendría tiempo para eso, en esos instantes lo importante era enfrentar a aquel hombre.

—No sabía que tenías un hijo—. La voz ronca a sus espaldas le dió escalofríos, justo como la noche anterior.

—Sí, Yeong Jun es la razón de mi estancia en el Black Magic—. Dijo enfrentandolo de frente.

—¿Así que no negarás que eres MoonHyun?

—¿Qué caso tiene negarlo?

—Es verdad—lo tomó de la cintura pegandolo a su cuerpo, arrancándole un jadeo al más bajo.— Te necesito.

Pasó su nariz por su cuello, la piel de Baekhyun erizandose con el cálido aliento chocando contra él, odiandose al reaccionar con tan poco tacto, sus piernas flaqueaban. No negaría que lo había disfrutado y deseaba más de él ¿Pero cómo se supone debe de actuar en esa situación?

El mundo era un lugar demasiado pequeño para encontrar a aquel hombre justo cuando menos lo pensaba. Quería decirle que olvidará lo sucedido y que actuarán como dos adultos maduros, quería decirle que no lo acosará más, que solo estaba haciendo su trabajo a pesar de que era una gran mentira, sin embargo, todas esas palabras se quedaron atoradas en su garganta y solo pudo pronunciar un suave y bajó "Yo también" antes de perderse en sus labios.

Se besaban sin cuidado y con necesidad, Chanyeol acariciaba todo lo que sus manos alcanzaron a tocar, Baekhyun jadeaba despeinando al más alto, deleitándose con el sabor de sus dulces y gruesos labios.

La situación era un caos, chocaban contra las paredes en un intento de tocar más o ser el dominante, finalmente fue Chanyeol quién ganó el control; Sostuvo al rubio del trasero alzandolo hasta llegar a su escritorio, ahí lo sentó en el borde y bajó sus besos por su cuello hasta su pecho, sin cuidado y con prisas desabotono su camisa, mirándolo con deseo al ver como de sus pechos salían final gotas blancas. Lamió y chupó sus pezones con deleite mientras escuchaba los fuertes gemidos del rubio que jalaba su cabello, podía sentir la calidez de su interior en su boca, secretamente pidiendo perdón al dejar a un bebé sin alimento.

—Voy a... Dios, voy a .... voy a correr...

—No, no puedes—besó castamente sus labios. —No puedes correrte sin mí dentro.

Baekhyun soltó un quejido por lo sexy que sonó aquella frase, miró como Chanyeol le bajaba los pantalones y besaba el interior de sus muslos, cuando el alto sacó su miembro lo miró con una sonrisa de lado.

—Abre tus piernas para mí, MoonHyun.

Colocó una mano en su cadera, Baekhyun se hizo hacia atrás sosteniéndose del filo contrario del mueble, abriendo sus piernas y tirando los objetos del escritorio al suelo, lo que se le hizo más caliente.

Cuando Baekhyun dió a luz a su primer hijo, pensó que trabajaría en el Black Magic un par de días más y después tendría una vida normal, incluso pensó en casarse. Pero su trabajo dejó en claro que nadie lo veía más allá que un trozo de carne que servía para satisfacer sus necesidades sexuales a cambio de un par de billetes, ingenuamente creyó que la gente sentiría asco de ver a un hombre con pechos y lactando en el escenario, llevando una enorme sorpresa al descubrir que eso excitaba a un pequeño porcentaje de público masculino que estaba dispuesto a pagar el triple con tal de ver sus senos.

En un inició creyó que "aquel que se excitaba con su lactancia" era enfermo, sus pechos eran la fuente de alimento de su preciado bebé y que un hombre lo viera con morbo le parecía asqueroso; Sin embargo, el ver a Chanyeol disfrutar de sus pechos, amamantandose como si no hubiera un mañana, lo excitaba de sobre manera que deseaba que nunca terminará, agradece haber dado a luz a su pequeña hija, quién causaba que su cuerpo produjera aquella leche.

No sabe cómo o por qué había terminado así, solo recuerda haberse levantado con la idea de encontrar a su hijo a quién buscaría hasta por debajo de las piedras con tal de dar con su paradero, así había iniciado su día, ¿entonces cómo terminó ahí? Sentado en un escritorio de madero, con el cuerpo inclinado hacia atrás, gimiendo como nunca antes había gemido, con las piernas abiertas y un joven de facciones duras y hermosas que lo veían con deseo y pasión mientras lo penetraba con rudeza y lamía cada centímetro de su cuerpo.

¿Por qué había terminado teniendo sexo con el salvador de su hijo?

Se dejó llevar por la pasión y cegarse por el placer. Cuando reaccionó, ya estaba acostado en el sofá de cuero negro con el chico desansando en su pecho mientras Baekhyun acariciaba su cabello.

—MoonHyun... eres maravilloso.

—Dime BaekHyun.

—Suena aún más hermoso—besó su estómago. —No tienes idea de lo loco que estaba por volver a tenerte.

—Es una locura.

—Si es una locura, entonces volvámonos locos juntos.

—Pensé que la próxima vez que nos viéramos sería en el Black Magic.

—El mundo es un lugar pequeño.

—O el destino es un hijo de puta.

—Aún si lo es, nuestros caminos ya estaban destinados.

—¿Cómo puedes decir cosas tan lindas cuando tu boca estuvo haciendo cosas sucias?

—¿Acaso no debería? Eres tan hermoso que pareces una ilusión, debería agradecerte por acostarte conmigo.

—Tampoco es como si fueras horrendo— desvió la mirada tratando de ocultar su sonrojo, ningún cliente había sido tan lindo con él. — Duermo con las personas que me gustan, yo elijo con quién pasar mis noches.

—Eso sonó a que soy uno más del montón.

—Pretendientes llueven—miró en los ojos contrarios como sus palabras herían al más alto, no le gustaba mentir pero era un monólogo casi memorizado de como terminar con un cliente para evitar que te acose cada hora del día, pero aquel chico entre sus piernas tenía algo que lo hacía decir cosas que no debía. —Pero tú eres diferente... hay algo en ti que es especial.... eres... único.

Baekhyun se refería al sexo, durante toda su vida como bailarín exótico había escogido minusiosamente con quién acostarse luego de una larga investigación. No solo investigaba antecedentes penales o infecciones de transmisión sexual, Baekhyun era tan cuidadoso a la hora de llevarse a alguien a la cama que incluso investigaba a la familia meses antes de llevarlo a su habitación privada. Sorpresivamente aquella investigación se esfumó en cuanto vio aquellos ojos negros posados sobre él desde el momento en que subió al escenario, el deseo de estar entre sus brazos fue tan fuerte que se saltó todos sus protocolos para estar con el hombre de sus sueños.

—No quiero que te vayas.

Dijo Chanyeol acariciándole la mano cuando Baekhyun terminaba de vestirse, el rubio parecía querer evitar su mirada.

—Tengo que hacerlo ¿No viste que tengo un hijo? Tengo responsabilidades con él.

—¿Cuándo te veré otra vez?

Baekhyun volteó a mirarlo, sonrió con coquetería acercándose peligrosamente a sus labios.

—Sabes donde encontrarme.

Lo besó a modo de despedida y se marchó moviendo sus caderas de un lado a otro provocando escalofríos en el alto y la sensación de querer impedir su salida para volver a hacerlo suyo.

🔥🔥🔥

—Es una estupidez.

Minseok golpeó el tocador con ambos puños, Baekhyun solo rodó los ojos sin dejar de colocarse bálsamo sobre sus labios.

—Acabas de conocerlo ¿y ya te acostaste con él?

—¿No se supone que ese es mi trabajo?

—No, no lo eres, no eres una prostituta, yo sí.

—Son solo etiquetas, Minseok.

—¿Qué pasó con lo de "no me volveré a acostar con ningún cliente hasta que HeeJin cumpla la mayoría de edad"? Creí que despues de tener a tu hija habías desistido la idea de tener sexo.

—Es absurdo ¿Cómo no voy a tener sexo? Tengo derecho a disfrutar de mi vida sexual así como tuve derecho de decidir sobre mi cuerpo cuando me enteré de mi embarazo.

—Pues sí, pero ambos sabemos que trataste de salir de aquí cuando te enteraste que HeeJin venía en camino—gruñó .—Y no me hagas recordar lo que sucedió con su padre.

—No metas a SeHun en esto—Baekhyun lo miró a través del espejo con rabia. —No quiero escuchar el nombre de ese idiota en mi vida.

—Precisamente por que quiero evitar que vuelvas a sufrir hago esto—lo tomó de los hombros. —Baekhyun, si pierdes la cabeza con este tal Chanyeol como lo hiciste con Sehun, terminarás con un tercer hijo y tú y yo sabemos que no se hará responsable, así como el padre de Yeong Jun.

—Yeong Jun—repitió suspirando, aunque le costara admitirlo, Minseok tenía razón, se estaba dejando llevar por el placer. —La fábrica de bebés ha sido cerrada, no volverá a pasar, ya cometí dos errores en el pasado y creeme que no se volverán a repetir... a pesar de amar a mis hijos con toda el alma fue un error enrollarme con sus padres.

—Te veo tan emocionado con este... niño, quiero evitar que cometas una locura.

—No es un niño...

—¿No? Entonces dime ¿Qué edad crees que tiene?

—Ugh, no sé, no se lo pregunte.

—Por supuesto que no, estabas más concentrado en su pito que en su edad.

—¡Trataba de terminar pronto para reunirme con mi hijo!— gritó poniéndose de pie. — Creme que quería seguir disfrutando de aquel delicioso momento pero estaba preocupado por Yeong Jun ¿Sabías que se metió a un muro? ¿Por qué mi hijo se soltó de la maestra y se escondió en un muro, Minseok? Ni siquiera me quiere hablar sobre lo que sucedió.

Habló tan rápido moviendo sus manos por todos lados tratando de retener sus lágrimas de frustración que Minseok dio un paso hacia atrás.

—Suenas tan estresado que de verdad necesitas un acostón.

—Ugh.

—Se que es difícil que tengas vacaciones, pero creo sinceramente que las necesitas con urgencia, Yeong Jun no era así, era un niño lleno de energía, tanto que parecía conejo saltando de un lado a otro ¿recuerdas? Ahora es tan... gris.

—Soy un pésimo padre.

—Oh, claro que no—lo sentó en la silla mientras acariciaba sus hombros en un intento de abrazarlo. —Haces lo que puedes, eres un excelente padre, no conozco uno mejor.

—¿Lo dices enserio?

—Oye, el mío me servía cerveza en un biberón ¿tú qué crees? —Baekhyun trató de reprimir una risa. —Ahí está, esa es la actitud que debes tener, sonriele a la vida y demuéstrale quién manda. Eres un excelente padre Baekhyun, y se que harás lo imposible por proteger a tus hijos antes que a ti mismo, sé que Yeong Jun volverá a ser el mismo de antes, sólo necesita más atención.

—Gracias, Minseok.

—Solo no pierdas la cabeza por un acostón.

—Ugh, tan lindo.

—Solo digo la verdad BaekHyun ¿Sabes lo incorrecto que sería enamorarte de un cliente tan joven? Tienes cuarenta años, dos hijos de diferentes padres y un contrato interminable con Black Magic, mantén tus ideas en orden y no te ciegues por los sentimientos.

—Eso no va a suceder—se puso de pie arreglando su cabello. —Son solo acostones.

Baekhyun salió al escenario cuando la voz del presentador interrumpió su plática, Minseok se quedó atrás observando el show con los brazos cruzados, algo en su interior le decía que todo terminaría de la peor manera.

—Los seres humanos desarrollan un vínculo después del cuarto acostón, Baekhyun.

Habló a pesar de que sabía que no lo escucharía, su instinto le gritaba que debía proteger a su amigo, todo a su alrededor gritaba "cuidado".

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Chanyeol miraba los planos arrugados sobre su escritorio, sabía que debió haberse controlado pero luego de una semana alucinando con aquel cuerpo sentía que iba a morir o que iba a desaparecer si no lo tomaba ahí mismo. Ahora había arruinado los planos para la reconstrucción de la sala de lectura, y sería una vergüenza pedir unos nuevos ya que verían el estado de aquel papel.

—¡Hola Mojigato! —KyungSoo entró azotando la puerta con el pie pues en sus manos llevaba un par de cafés. — Escuché que hubo un problema aquí, ¿lo has arreglado? Esperó que sí porque conocí a unas gemelas alemanas que se mueren por conocer nuestras camas.

—Dios, ¿no tienes pudor? —lo miró tomando del café que le ofreció. — ¿Acaso solo piensas en eso?

—¿No quieres? Bien, supongo que estarán dispuestas a un trío.

—De verdad me sorprendes, ¿Piensas llevarlas a la iglesia y hacerlo ahí?

—No—se sentó en el sofá arrugando la frente al sentir algo extraño. —Para un trío es más cómodo estar en la cama y el piso de la iglesia es demasiado frío e incómodo...

—¿KyungSoo? —. Preguntó con temor al notar a su mejor amigo inspeccionando el lugar.

—¿Por qué los cojines están volteados? —le dió la vuelta a uno deteniéndose al notar una mancha blanca en él, entonces su sonrisa comenzó a aparecer. — ¿Por qué hay semen en el cojín?

—Sé lo que piensas, pero no es lo que crees, es.... es aún más absurdo de lo que crees.

—Ilumina con tu historia, campeón.

—Basta—su amigo se rió mientras cruzaba los brazos detrás de su cabeza. — MoonHyun... él, estuvo aquí.

—¡Wow! ¿Trajiste a un prostituto a tu trabajo?

—¡No!

—¡El alumno supera al maestro! ¡Bravo! ¡Magnífico! ¡Esta noche yo pago el Teibol!

—¡KyungSoo, para, por favor!

—Quisiera gritarlo a los cuatro vientos.

—Ya lo haces—gruñó. —Te lo juro.

—No puedo creer que lo trajeras.

—Yo no lo traje ¿está bien? Él llegó por su propia cuenta y... —

—¿Por voluntad propia? —Volvió a arrugar la frente. —Eso no suena bien, seguro te está persiguiendo para sacarte dinero, ya descubrieron que heredarás este museo, ¡peor aún! Va a regresar diciendo que está esperando un hijo tuyo y lo usará para quitarte una fortuna, y eso sin mencionar el escándalo que hará en las televisoras y si hace nos meterá en problemas, sabrán que nuestra visita a México y Tailandia no fue por un congreso religioso.

—Tranquilízate, el hijo de MoonHyun es demasiado grande como para que lo haga pasar por mí.

—¿El hijo de... ? ¡¿Conociste a su hijo?!

—Te dije que era más absurdo de lo que imaginabas.

—Por favor, iluminame.

—Te lo diré, pero no hagas un escándalo.

—Haré lo que sea para que no descubran lo de los falsos congresos.

—Bien, será mejor que tomes asiento... Mejor vamos a una cafetería.

—¿Enserio Chanyeol? ¿Te lo cogiste en cada rincón de tu oficina?

—Solo vamos...

—¡Estoy tan orgulloso de ti, mi muchacho!

🔥🔥🔥

Minseok tenía razón. Los simples acostones estaban cargados de sentimientos, tan palpables, ninguno podía negarse a que existían, ahí estaban, frente a ellos, envolviendolos como cuando hacían el amor.

—Esto tiene que parar.

Dijo Baekhyun después de recuperar el aliento, Chanyeol se giró para mirarlo, habían pasado dos meses desde que empezaron esa extraña relación donde el menor lo buscaba cada noche en el Black Magic y hacían el amor cuando finalizaba su show.

—¿Por qué?

—¿Te parece poco que tenga el doble de edad que tú?

—No aparentas tú edad.

—Por supuesto que no, soy un doncel, envejecemos más lento.

—Baekhyun....

—MoonHyun—corrigió poniéndose de pie y envolviendose en su bata.— Si comenzamos a mezclar nuestras vidas privadas, esto terminará en un caos.

—¿A qué te refieres? —lo imitó poniéndose los pantalones. —¿Qué tratas de decir?

—Digo que, si seguimos así, comenzará a ver sentimientos e ilusiones y...

—Espera un segundo, dices que ¿No quieres enamorarte de mí?—lo miró herido. —¿Por qué?

—Eres un niño y...

—No digas estupideces, ambos sabemos que no es la edad lo que te incomoda ¿o me dirás esa tontería de que "somos de mundos distintos"?

—Tengo 40 años, soy un bailarín exotico y tengo dos hijos de diferentes padres ¿qué hay de atractivo en eso? Solamente sientes deseo por mi cuerpo y está bien, pero debemos parar, has venido cada día desde que nos encontramos en el museo.

—He venido por que me gustas, más que deseo, me gusta tenerte en mis brazos, me gusta como saben tus labios contra los míos, me gusta tu voz cuando gimes mi nombre, me gusta tu cuerpo, me gusta lo que dices, como hablas, como te expresas, tus ideas... no solo vengo por que me gusta cogerte, vengo por que me gusta tenerte.

—Te gusta tenerme en cuatro, eso pasa.

—No es así.

—Claro que lo es, eres joven, quizás recien descubres tu sexualidad, es normal que busques sexo pero la obsesión...

—No es obsesión lo que tengo contigo, es a...—

—¡Ni siquiera te atrevas a decirlo! —gritó aterrado por la idea. —No te atrevas.

—¿Por qué le temes tanto al amor?

—¿Amor? ¿Crees que eso existe?—negó riendo con burla. —¿Ves por qué digo que eres un niño? El amor no existe, vivimos por el placer y la sexualidad, pero el amor es solo un cuento barato. Una idea inventada para meterte a la cama.

—Eso no es cierto, el amor es...—

—¿Qué sabes tú del amor? —interrumpió. — ¿Has amado a alguien tan intensamente que sientes que duele? Por qué incluso yo sentí eso al menos tres veces en mi vida ¿y que gane con eso? Convertirme en teibolero y dos bebés.

—No se supone que el amor tenga que doler.

—Siempre va a doler ¿sabes por qué? por qué el amor no existe.

—No es verdad, eso no....

—Piénsalo ¿Qué crees que dirán tus padres si me presentas como tu pareja?

Chanyeol se quedó en silencio, estaba seguro que su padre reaccionaría de la peor manera, sacándolo de la familia, la herencia y fingiendo que nunca existía, y seguro su madre se moriría de tristeza y decepción; "Dios no quiere esto para ti" diría entre llanto.  Era seguro que nadie lo apoyaría con su decisión pero también estaba seguro que no quería dejar ir a Baekhyun, a su lado conoció el verdadero placer, esa corriente eléctrica que recorre su cuerpo al hacerle el amor no era una simple coincidencia.

—No puedes negar lo que existe entre nosotros.

—¿Qué?

—Todo esto que estás haciendo—subió un poco el tono de voz mirándolo con evidente enojo. —Todo este cuento que te estas creando, solo lo haces por que te quiere negar a la realidad, te niegas a aceptar lo que sientes por mí, lo que siento por tí, ¡lo que ambos sentimos por el otro! Tratas de echarme de tu vida haciéndome sentir mal conmigo mismo, todo esto lo haces para alejarme y que te resulte más fácil olvidarme, pero adivina qué, muñeco; no podrás hacerlo.

—Largo.

—Tu me quieres, Byun Baekhyun, lo sabes.

—¡Lárgate antes de que llame a seguridad!

—Hazlo—sus ojos se oscurecieron. —Verán como te cojo.

Chanyeol lo tomó de la cintura y pegó su cuerpo al suyo, lo besó con agresividad sintiendo como el contrario lucha por no corresponderle, bajó sus besos al cuello bajando sus manos a su trasero, estrujando justo como sabía que le gustaba al mayor.

—Suéltame.

Pedía en susurros, casi inaudible, mientras cerraba los ojos disfrutando de los toques del alto, en lugar de que sus manos trataran de empujarlo, se movían de un lado a otro acariciando ese cuerpo joven que lo infartaba. No quería dejarlo ir, pero tenía que hacerlo, solo no estaba listo y no podía soltarlo, su mente decía una cosa pero su cuerpo reaccionaba diferente.

¿Por qué todos tenían razón sobre él?

🔥🔥🔥

—Jun—trató de llamar su atención pero el niño seguía moviendo la cuchara en su plato casi vacío. —Junnie, papi quiere hablar contigo.

Su hijo fingió no escucharlo, HeeJin se rió al otro lado de la mesa, jugando con un pequeño patito de hule que adoraba morder. Habían pasado días desde el incidente en la escuela pero su hijo simplemente parecía no querer hablar del tema.

—Debes decirme qué sucede cariño, quiero ayudarte—no obtuvo respuesta.— Si alguien te dice "si hablas te haré esto" o "si le dices a alguien te matare", sabes que no es cierto ¿verdad? Nadie podrá hacerte daño a ti o a tu hermana, no mientras yo esté aquí. Tampoco me pueden hacer nada a mí, es evidente que solo lo dicen para asustarte, pero créeme que no pasará nada.

Su hijo se llevó la cuchara a la boca, masticando lentamente, parecía completamente separado de la realidad. Baekhyun tenía unas enormes ganas de llorar, trató de aguantar pero le fue imposible, su voz salió cortada y las lágrimas resbalaron por sus mejillas.

—Yeong Jun, por favor, papi solo trata de cuidarte, de entender qué sucedió... puedo cambiarte de escuela, nos mudamos de vecindario, del país si así quieres, solo hablame, por favor, por favor, por favor...

Jadeo cuando el timbre interrumpió su llanto, trató de limpiarse las lágrimas pero le fue imposible, supuso que no habría problemas si su mejor amigo lo veía así otra vez, así que abrió la puerta creyendo que se trataba de Minseok, jamás se esperó ver a su amante.

—¿Qué haces aquí?

—¿Estás bien? ¿por qué lloras? —Baekhyun se limpió la cara con brusquedad y trató de cerrar la puerta.

—No es un buen momento.

—Baek...—

—¡No, fuera, largo de aq...! —

—Papi.

La voz de su hijo lo dejó helado, hacía meses no la escuchaba por lo que se sorprendió al oírla de nuevo, estaba apunto de olvidar como sonaba.

—Yo lo llame.

—Yeong Jun....

Sus piernas temblaron, más lágrimas cayeron por su rostro, Chanyeol lo ayudó a sostenerse ¿Cómo era posible que su hijito de cinco años le llamará a un desconocido?

—¿Cómo...? ¿Por qué...?

—Hay un parque frente al edificio—dijo él alto. —¿Por qué no te cambias y hablamos un poco?

Baekhyun no entendía nada, se sintió herido al ver como su hijo tomaba su mochila y se aferraba de la mano de Chanyeol. Sin ánimos se cambió de ropa y abrigó a HeeJin, trató de alejar los pensamientos de parecer una familia feliz cuando la gente los miraba paseando por el parque.

Chanyeol y su hijo estaban jugando en los columpios, mientras que él se había mantenido cerca jugando con su hija en la resbaladilla, la pequeña reía a carcajadas, ajena a lo que sucedía.  Pareció una eternidad esa plática entre "hombres", cuando por fin finalizó, su pequeño hijo lo abrazó con fuerza de las piernas pidiéndole disculpas y sin más dedicó su atención a su hermanita.

—¿Tienes un momento? —dijo Chanyeol, y así terminaron en una banca cercana, mirando a los dos pequeños jugar en el arenero.

—No me quiso hablar por meses—dijo con la voz rota. —¿Por qué a ti sí? ¿Qué tan mal padre soy para que prefiera hablar con un desconocido?

—Ninguno, solo... nos entendemos bien.

—Pero yo...

—No eres mal padre Baekhyun—lo miró intensamente, dándole seguridad sin siquiera tocarlo. —Yeong Jun no quería preocuparte, al no nacer como doncel creyó que debía ser fuerte, y "los niños fuertes no buscan la ayuda de sus papis", o al menos eso dijo él.

—No entiendo, ¿por qué no quiere que lo ayude?

—Debes cambiarlo de escuela.

—¿Qué?

—Cuando lo encontré en el museo, inmediatamente supe lo que había sucedido aunque no me quiso hablar, se identificó conmigo por qué a mi también me acosaban cuando era niño.

—¿Qué? No... no lo entiendo, yo no...—

—Estoy seguro que lo imaginabas pero no querías creerlo. Está bien, nadie quiere que sus hijos sean acosados, pero no es tu culpa.

—Mi Yeong Jun... aguanto todo solo y yo...no hice nada por él.

—No sé con exactitud qué es lo que sucede, pero sé que un par de niños no lo dejan tranquilo, estás a tiempo de intervenir.

El dolor que sentía en su pecho era el más grande que pudo sentir alguna vez, ni los desprecios ni desamores que había vivido se podían comparar con aquel dolor. Se permitió llorar en los brazos de Chanyeol, él fue su consuelo ese día, parecía tan irreal que lo aterraba.

Chanyeol le habló de su vida, de cómo sufrió bullying por tener padres estrictos y temerle a "un ser que nadie ha visto", le contó como pudo superarlo y después platicaron de cosas banales. En algún punto de la conversación, sus manos se vieron entrelazadas, y eso de alguna manera ayudó a Baekhyun a hablar sobre el padre de Yeong Jun y finalmente el padre de HeeJin.

—Deberías demandarlos y pedirles pensión a ambos, son sus hijos—. comentó algo molestó pero acariciando con su pulgar los dedos de Baekhyun.

—¿Para qué? Si lo hago el juez me pediría que les preste a mis hijos y... se bien que no los van a cuidar, ni siquiera los desean, no quiero que mis hijos crezcan con su ejemplo.

—En algún momento te preguntarán por él.

—Ya veré que les digo.

—O puedes decirle que su papá soy yo.

Baekhyun lo miró sorprendido, se negaba a creer que alguien lo viera más allá de un simple objeto sexual. Chanyeol le sonrió acariciando su mejilla con su mano libre.
—¿Tu su padre?

—No me molestaría serlo, son increíbles, has hecho un gran trabajo, mami.

—Chanyeol, basta, te dije que esto no funcionará nunca.

—¿Cómo estás tan seguro si ni siquiera quieres intentarlo?

—Por qué ya he vivido esto, sé bien cómo terminará.

—No soy como los padres de tus hijos, lo sabes y eso te aterra. Sabes que lo que siento por ti es real, y no me importa si es muy pronto o si te parece cursi pero yo si creo en eso de las almas gemelas, sé que lo somos. Te amo y quisiera demostrarlo.

—¿Por qué debería creerte?

—No me creas a mí, creele a tu corazón.

Lo miró por unos segundos antes de que el alto se acercará a sus labios. Su corazón latía fuertemente, tanto que no lo dejaba pensar con claridad, se dejó besar en un movimiento lento y dulce, cargado de emociones, nadie nunca lo había besado así antes. Sentía que su alma volaba y se sentía completo.

—Papi.

Esa pequeña vocecita lo hizo poner los pies en la tierra. Se separó casi bruscamente y cubrió su boca por vergüenza.

—¿Qué pasa, cariño?

—Me aburrí.

—¿Quieres ir a casa?

—Hum—afirmó girando a ver al hombre a su lado. —¿Quieres cenar con nosotros?

—Yeong Jun—. Lo regaño.

—Me encantaría—. Respondió riendo por la cara molesta del más bajo.

No podía negarle algo a su niño, no cuando lo miraba de esa forma, agradeció a los dioses que su hijo se pareciera más a él que a su otro padre.

Aunque no quería aceptarlo, terminó pensando en que realmente podía ser una familia feliz cuando cenaron juntos. Chanyeol no dejaba de ser gracioso frente a sus hijos, moviendo sus manos en movimientos exagerados, dándole "avioncito" a HeeJin sin importarle qué la bebe le lanzará su tazón de espagueti a la cara, nunca había visto a su pequeño YeongJun riendo tan fuerte, y eso en algún punto le quebró el corazón ¿Como permitió que le hicieran daño a su hijito?

—Que se quede a dormir, papi, que se quede, que se quede...— pidió el pequeño en algo que pronto podría convertirse en berrinche.

—Jun...

—¡Por favor!

—Bueno ¿tú qué traes con Chanyeol? Ya ni a Minseok le haces esto, le voy a decir que lo estás cambiando.

—Yeol es gracioso.

—Tío Minseok también.

—Anda, papi, por favor.

—¿Te quedas a dormir? —. Preguntó BaekHyun al alto mirándolo con advertencia, pero a pesar de que Chanyeol captó su mensaje, lo ignoró.

—Por supuesto que sí.

—¡¿Qué?! Digo, ¿no tienes cosas que hacer?

—No.

—¿No tienes trabajo?

—No.

—¿Escuela?

—¿Cuántos años crees que tengo?

—¿Tú mamá no se preocupa?

—No.

—¿Qué hay de...?

—Papi, ya dijo que sí—. Respondió con fastidio su hijo antes de jalar al gigante a su habitación.

BaekHyun solo pudo suspirar, el mundo se podía en su contra en la forma de su hijo. Quizás debió ser fuerte y estricto evitando que su hijo desafiara su autoridad, quizás debió llamarle a Minseok para que lo acompañara, quizás debió de pedirle a Chanyeol que se fuera en cuanto sus hijos se durmieran, o quizás debió dejarlo dormir en el sillón en lugar de invitarlo a su cama.

—Qué alegría me da verte esta noche—. Comentó Chanyeol mirando al mayor acomodar las cobijas del otro lado de la cama.

—Me ves todas las noches.

—Sí, pero en un Burdel.

—¡cállate! ¿Quieres que mis vecinos se enteren?

—Me refiero, a que te veo con maquillaje extravagante, poca ropa y de lentejuelas y ahora estás en una aburrida habitación normal, con pijamas de Hello Kitty, el cabello aplastado y tu belleza natural sin polvos o rímel.

—Primero, gracias por decir que mi cuarto es aburrido, y mis pijamas son porque a HeeJin le gusta, tengo que usarla si quiero darle pecho.

—Que bueno que la usas hoy, por qué le darás pecho a un bebé más.

—¿Qué estás diciendo?

—Yo soy un bebé.

—¿Qué clase de fetiche tienes con mis pechos?—. Cruzó sus brazos sobre su pecho como si pudiera esconderlos.

—¿Te lo digo o te lo demuestro?

—Eres un pervertido.

—No lo soy, yo solo...—

—Ya cállate.

Baekhyun rodó los ojos antes de acostarse en la cama, Chanyeol lo imitó, ambos mirando hacia la pared tratando de fingir que aquella tensión sexual que los envolvía no existía.

Sus manos se rozaron un poco, el mayor trató de contenerse por él y el respeto que le tenía a sus hijos que solían buscarlo por la mañanas en esa habitación. Sus dedos comenzaron a entrelazarse, la tensión los sofocaba y de un momento a otro terminaron en los brazos contrarios en un beso necesitado.

—Espera, ¿Qué estamos haciendo?

—Perdona ¿No lo conocías? ¿Quieres que te lo explique?—. Se quejó cuando Baekhyun le golpeó el hombro.

—Cállate y cojeme.

—No Baekhyun.

—¿No? —. Lo miró extrañado, con el ceño fruncido y el corazón herido.

—No, no voy a cogerte—negó levemente, aún recostado sobre él.— Voy a hacerte el amor.

Si estuviera en otras circunstancias, Baekhyun se hubiera reído en su cara o le hubiese llamado la atención por ridículo, pero sus mejillas se sonrojaron y las palabras se quedaron atoradas en su garganta.

Finalmente se dejó hacer y deshacer por el alto, nadie nunca lo había tratado de esa forma, con tanto cariño y cuidado, sentía el deseo en cada caricia sobre su cuerpo y amor en cada mirada entrelazada, ¿Por qué Chanyeol siempre lo hacía sentir mareado con cada beso?

🔥🔥🔥

La mayoría de los bailarines del Black Magic habían entrado por un corazón roto, todos compartían la misma idea: El amor es una tontería, una complicación, un cuento de hadas.

No era la primera vez que veían a alguien renunciar por "amor", tarde o temprano regresaban por vivir de nuevo esa desilusión, pocos corrían con la suerte de nunca volver, o quizás no volvían al mismo lugar por vergüenza. Así que no, no era para nada especial ver a alguien renunciando, los bailarines se sentaban en la barra mirando con aburrimiento la misma conversación vacía, parecía casi un monólogo aprendido, Hannie gritaba que nunca volvería al lugar, otra vez.

—Que estupidez—Minseok llamó su atención. —Es la segunda vez que renuncia.

—Ya volverá.

Respondió con simpleza volviendo  su atención a un punto fijo en la mesa, por más aburrido y triste que le parecía el tema, Baek no estaba poniendo especial atención ese día, llevaba algunos meses saliendo con aquel chiquillo de ojos grandes, desde el día que se unión en cuerpo y alma no dejaba de pensar en él.

Esa noche para BaekHyun fue más que sexo y placer, más que dos cuerpos chocando se trató de dos almas encontrándose, amándose con intensidad. Fue como si hubiera estado caminando en una oscuridad que no había notado hasta que el menor llegó encendiendo todos sus sentidos, de pronto el mundo volvió a tener luz.

—¡Yo no le daré este ejemplo a mis hijos! —gritó Hannie llamando la atención de todos.— Le daré un futuro brillante en lugar de vergüenza ¿qué clase de madre sería si le enseñó sobre moral cuando me desnudó por un par de billetes? No soy idiota.

—Embarazarte cuando no sabes hacer nada más que desnudarte frente a hombres, es ser una idiota—. Dijo su jefe.

—No volveré, así me cueste la vida, ¡prefiero trabajar limpiando baños que esto!

—Volverás cuando te des cuenta que no puedes darle esa vida que tanto dices a tu hijo, cuando tengas a tu segundo hijo te veré aquí, suplicando por un...—

—¡No soy tan estúpida como BaekHyun para cometer el mismo error dos veces!

Hubo un enorme silencio en el lugar, BaekHyun salió de sus pensamientos, girando a ver a su ex compañera con mucha lentitud, lo que acababa de decir era lo más doloroso que puedo escuchar. Él no había hecho nada para que lo metieran a esa conversación, aunque claro, sabía que por un tiempo fue la burla de sus compañeros por tener que tragarse el orgullo y volver al lugar cuando se embarazó de HeeJin.

—No le hagas caso, BaekHyun—susurró Minseok.—Está enojada y...—

—Y tiene miedo de terminar como yo—su voz se quebró, se atrevió a ver a su mejor amigo mientras las lágrimas amenazaban con salir.— ¿Qué hay de malo en ser como yo?

—BaekHyun...

La verdad le cayó como balde de agua fría. Entendía por qué nadie quería ser como él, ni siquiera él quería llevar esa vida, ¿cuántas veces no se enamoró? ¿Cuántas veces no le rompieron el corazón? Fue tan estupido como para confiar ciegamente en personas que decían amarlo y terminó teniendo dos bebés que, seguramente, tendrían vergüenza del trabajo de su padre ¿Qué pensaría su pequeña hija si se enteraba que usaba su lactancia para excitar a los hombres?

Se levantó de su asiento, tomó su bolso y salió del lugar, se sentía asqueado de su persona y no podía alejarse de él mismo. Sin pensarlo mucho se dirigió al museo, no merecía tener un corazón roto y Chanyeol no merecía una relación insana como la que BaekHyun podría ofrecerle, estaba decidido a terminar lo que sea que tuvieran.

—BaekHyun.

—Chanyeol—el alto besó sus labios. —Tenemos que hablar.

—Antes de que digas algo, estuve pensando en lo que dijiste el otro día, sobre lo que diría mi muy devota madre si se enterara de esto.

—Sí, precisamente por eso...— trató de ignorar el nudo en su garganta.

—Por eso he decidido mandar al diablo todo, la religión, la iglesia, los congresos, todo... en el Dios en el que yo creo no te juzga por tus preferencias, predica solo amor sin restricción, esa es mi creencia.

—No entiendo, ¿cómo puedes hacer algo así?

—Te lo demostraré. Sígueme.

Solamente porque quería alargar el rompimiento, solo por eso se dejó llevar por el alto a una pequeña iglesia al este de la ciudad. Hacía mucho que no se relacionaba con la religión, le parecía muy hipócrita de su parte hacerlo, creía que no era correcto y que Dios se enfurecería si BaekHyun pisaba una iglesia, nunca pensó cómo Chanyeol, a veces le sorprendía lo maduro que el chico podía ser.

—¿Qué hacemos aquí?

—Una locura.

—¿Qué dices?

Definitivamente Dios se enojaría con él por ensuciar y manchar tan sagrado lugar, aunque no mentiría que eso lo excitó un poco más, saber que estaba prohibido, saber que era era un pecado, ardería en las llamas del infierno pero lo haría con felicidad, Chanyeol podía deshacerlo con solo un beso.

Con la promesa de que un día volverían a esa misma iglesia vestidos de blanco, Chanyeol le hizo el amor al pie del altar, y eso lo llenó de placer por completo.

Sus almas estaban conectadas, no había duda, compartían un sentimiento fuerte que BaekHyun no quería aceptar.

Había pospuesto el rompimiento una y otra y otra vez, lloraba cada noche al pensar en que de nuevo lo envolvería aquella soledad de la que tanto huyó, lloraba cada vez que veía a sus hijos jugar alegremente con su "novio", ese lazo que había creado con sus hijos lo hacía cada vez más difícil.

Pero volver al Black Magic lo hizo entrar en razón. Por qué su rendimiento bajó, Chanyeol se instaló profundamente en su corazón y en su mente que no podía concentrarse al momento de dar el show, además que ya no quería compartir besos con su compañera aunque solo fuera por actuación, y mucho menos quería ligar con los clientes. Parecía un fantasma deambulando por el lugar.

—Hola, oye—el chico de ojos saltones entró a su camerino acomodándose los pantalones. —Ya que eres novio de Chanyeol, por favor, ayúdame a convencerlo de ir conmigo al congreso de España.

—No soy su novio.

—Dice que cómo está en una relación ya no irá a los congresos conmigo.

—Pero es que yo no...

—¡Acéptalo en tu casa un par de días! Así me cubre las espaldas, ¡gran plan, me caes bien!

—Es Que yo...

—No me molesta que amarre su vida a tu lado, pareces un señor amable, pero dile que no deje de encubrir mis viajecitos, tengo el plan de acostarme con cada chica y chico de cada ciudad de este planeta, ¡incluso tengo un mapa!

—Fuera de aquí—gruñó, era demasiada información. —Largo.

No entendía lo que pasaba, pero sabía que era la excusa perfecta para terminar con ese chiquillo enamorado.

Trato de olvidarse de sus besos y sus caricias, de sus lindas palabras y promesas de amor, de su concepto de Dios que, según él, "entendería su amor" y algún día también lo entendería la sociedad. BaekHyun no estaba de acuerdo, aunque tenía ilusiones de que así fuera, la sociedad jamás aceptaría la relación de un doncel de 40 años con un muchacho de apenas 20.

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—¿Qué es esto? ¿Una broma? Es la excusa más idiota que alguien me ha dado.

Gruño Chanyeol levantándose de su asiento. BaekHyun había acudido a su oficina en el museo solamente para terminar con él con la excusa de "Interfiero en tus planes con KyungSoo", cuando claramente no pensaba volver seguir a su mejor amigo en uno de sus tantos viajes para cojer.

—No lo es, lo mejor es terminar con... lo que sea que tenemos.

—¿Lo que sea que tenemos? ¡Tenemos amor!

—No es así, no de mi parte.

—Mientes.

—A las únicas personas que amo son a mis hijos.

—Suficiente, no pienso seguir discutiendo con un miedoso que le aterra enamorarse.

—Yo no...—

—Oh, claro que sí, te da miedo aceptar tus sentimientos por mí ¿por qué? ¿Crees que no soy suficiente? ¿O muy joven? ¿Qué es?

—Son muchos los motivos—lo miró con seriedad. —Escoge el que quieras y retírate.

Chanyeol lo miró por un segundo, se sentía profundamente herido pero no estaba dispuesto a dejar que lo pisotearan. Con el corazón roto, lo miró y suspiró.

—Teminemos.

—¿Uh? ¿Tan pronto?

—¿Acaso quería que te suplicara?

—No pero... creí que sería más difícil. 

—Lamentó arruinar tus planes—camino hacia la salida. —Pero alguien que solo busca excusas para terminar una relación, evidentemente no te quiere... al menos no como yo te quiero. Retírate.

—Lo siento, pero es...—

—Ya sé, "es lo mejor", son puras tonterías.

—Oye...

—Lo son BaekHyun. Creí que salir con alguien mayor me evitaría estas niñerías, pero parece que la madurez no llega con la edad ¿o si?

—No—lo miro algo molesto. —Porque sigues siendo inmaduro.

—Retírate.

—Aunque lo niegues, es lo mejor y mereces algo tan increíble como tu.

—Ya lo tuve BaekHyun—alzó un poco la voz. —Y se va por qué tiene miedo a amar.

No quiso seguir discutiendo, sobre todo porque en el fondo sabía que el alto tenía razón y si seguía ahí, probablemente hubiera llorado y se hubiera arrepentido al instante. Y no debía hacerlo. Tenía que ser firme con sus decisiones a pesar de que su corazón doliera tanto.

—No puedo creer que renunciarás a tu única felicidad solo por lo que te dijo Hannie.

—No es solo por ella—respondió tirándose a la cama. —Es por mi. Es por él.

Había roto todo lazo con Chanyeol, eso incluía el Black Magic, mentiría si dijera que no le dolería ver a Chanyeol coqueteando o tocando a alguno de sus compañeros y no a él.

—BaekHyun... a veces el destino es una mierda. Ese Niño y tu...

—Fuiste el primero en advertirme Minseok.

—¿Ahora es mi culpa?

—No, es mi culpa. Debí salirme del Black Magic hace mucho.

—Eso mismo—se sentó a su lado. —Querías hacerlo por tus hijos, lo intentaste dos veces pero finalmente lo hiciste... por Chanyeol.

—Es ridículo.

—¿entonces por qué fue?

—Por que Hannie tiene razón. Mis hijos merecen un ejemplo a seguir y si sus padres no se los dan, lo haré yo.

—¿Y si Chanyeol desea quedarse? No como los otros idiotas que estuvieron contigo. Parece ser del tipo responsable que asume las consecuencias de sus actos, además de  que quiere a HeeJin y Jun como si fueran sus propios hijos.

—No pasará.

—BaekHyun, Chanyeol le dio la espalda a la religión que su familia le impuso por veinte años, todo por ti.

—Y me siento terrible por eso.

—Byun BaekHyun—se puso de pie acusándolo con el dedo.— La vida es muy corta, deja de pensar en el que dirán de los demás y por una vez en tu vida piensa en ti.

—Pienso en mis hijos.

—¿Estará bien si le niegas el derecho de conocer a su padre?—señaló su barriga. —¿Quieres que tus hijos tengan un padre amoroso como lo es Chanyeol?

—Quiero que Chanyeol sea amoroso con los hijos que pueda tener con alguna chica joven y bonita.

—¿crees que eso sucederá de verdad? Venga de una familia sin amor, créeme, no es lindo que tu padre no te ame tanto como amaría a los hijos que pudo tener con su amante.

—Ni siquiera se si...

—Hazte una prueba maldito idiota—le arrojó la cajita rosada que sacó de su bolso.—Deja de ser un imbécil, te comportas como tus ex's, tanto que los juzgabas y le hiciste lo mismo a Chanyeol, lo terminaste con excusas baratas por miedo a la responsabilidad.

—No le temo a la responsabilidad, tendré un hijo sin ayuda, críe dos sin ayuda.

—Existe la responsabilidad afectiva, Baek. Piensa en Chanyeol casándose con la chica que dices, vestidos de blanco, al pie del altar en donde te cogio, alejado del hombre que ama, y luego te ves a ti, un padre cuarentón soltero y con tres hijos de diferente padre, claro que eso no es malo, pero lo será cuando tus hijos se pregunten por qué solo trabajabas y los dejabas al cuidado de personal, necesitan otro papá, lo sabes.

—No puedo obligar a Chanyeol a ser el padre de mis hijos.

—¡Ni siquiera se lo has preguntado! —BaekHyun enmudeció. —Llevas días con síntomas que tú conoces muy bien, es casi un hecho el resultado, y aún así le estás negando el derecho a Chanyeol de conocer a su hijo, le estás negando el derecho a tu hijo de conocer a su padre, le estás negando a Chanyeol la oportunidad de decidir.

—Yo...—

—¿Tú qué? Deja de negar tus sentimientos y atrévete , por una vez, atrévete a vivir.

—Minseok...

—Entra ahí, hasta la prueba y sea cual sea el resultado, no decidas solo por ti, porque si de verdad estás esperando un bebé, el otro padre tiene derecho a saberlo.

—Quizás solo esté comiendo mal, ya sabes que una ruptura es...

—Tienes derecho a amar y ser amado, pero te estás restringiendo a hacerlo. Mereces ser feliz, ¿No son suficientes años de tristeza y soledad? ¿Es que acaso te gusta ser infeliz?

BaekHyun no supo qué más decir. Aún sentado en el excusado esperando una respuesta y pensando en las palabras de su amigo, aún no sabía qué decir. Fue cuando su alarma sonó anunciando que era momento de ver el resultado que tuvo una respuesta tomando no solo por su corazón, sino también por su cerebro.

Miro el resultado de la prueba de embarazo, no espero mucho para ponerse de pie, tomar una chamarra y salir en busca de Park Chanyeol.

Por qué llevaba años prohibiéndose enamorarse, protegiendo a su corazón, restringiéndolo a expresarse, negándose a la felicidad.

Probablemente moriría a los 50, ¿por qué no disfrutarlo con Chanyeol a su lado? Creyó también que al ser doncel, la diferencia de edad no se notaba así que simplemente podría mentir si alguien preguntaba.

Llegó a la famosa casa Park, no quería que su madre le abriera la puerta y le gritara lo pecador e insano que es, pero pese a ese miedo golpeó la madera y espero mientras su respiración se regularizaba.

No sabía bien qué iba decir, solo tenía claro que lo quería a su lado, quizás "Te amo" sería la primera oración seguido de un "Lo siento", no importaba que, había decidió buscar su felicidad.

Ser padre no te impide amar y ser amado, no te impide ser feliz, no te impide disfrutar tu sexualidad. El ser padre no se convierte en una limitante.

Apretó sus labios con fuerza, finalmente la puerta frente a él fue abierta por Chanyeol.

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