Katarina

Tres horas esperando como idiota, tres horas en las que no apareció ni dejó algun rastro. Ahora pienso que es un perdida de tiempo haber venido, no debí emocionarme tanto, me siento tan mal y decepcionada porque creí con el sería distinto.

- ¿Quizás tuvo problemas en casa? - mencionó Zoe algo nerviosa.

Sé que tambien está super molesta al igual que yo, pero se mantiene pensando en la posibilidad de que algo haya pasado y que por eso no se presentaron aquí. Yo, por mi parte, tenia en la cabeza miles de posibilidades de que se haya arrepentido o quizas solo jugó conmigo y me invitó por una apuesta para dejarme plantada. Pero parece ridiculo a la vez, no creo que Michael sea ese tipo de chicos.

- O quizás tuvo cosas que hacer.. - dijo algo nerviosa.

- Ya no importa, me plantó y puede que haya sido porqué tenía cosas mas importantes que hacer. - suspiré - Ya no quiero hablar de esto.. ¿podemos ir a casa en silencio?

- Tu padre no me deja quedarme a dormir, asi que, me quedaré en mi casa. - dijo metiendo las manos en sus bolsillos.

- Es un hombre frio, te juro que no puedo creer que sea mi padre.

- Tristemente no podemos elegir eso, mi madre cree que los homosexuales son del diablo y que la gente negra son una especie de demonios. - arqueó una ceja. - Yo tambíen lo creía, hasta que conocimos a Michael y a Genna.

- Lo sé, toda la gente tiene una idea erronea de varias cosas.

Seguimos caminando mientras solo pensabamos en estupideces, me sentía desanimada y algo triste, pero supongo que era de esperarse.

Oí risas a un lado de la calle, cuando levanté mi mirada pude verlo ahí, hablando con una chica morena y muy linda, parecía no tener problema alguno y no quitaba la mirada de aquella chica.

- Vamos rapido. - le dije a Zoe mientras apuraba el paso e intentaba no pensar en lo que habia visto.

- Espera, ¿por que te apur.. maldita sea.. - se quedó en silencio por unos segundos.

No queria hablar de eso, no queria seguir hablando de el. Creiamos que algo malo habia pasado y que no fue porque algo malo le pasó o a su familia. Pero tal parece que estaba disfrutando de la compañía de aquella bella chica.

- No quiero que digas nada acerca de eso. - le advertí antes de que comenzara a hablar.

Seguimos caminando a paso rapido y sin hablar, Zoe se quedó en su casa en la siguiente cuadra y yo tenía que buscar la forma de entrar a la mia esta vez. De seguro mi tia estará pensando en mi y en que la habré pasado genial y en que mi escape valió la pena, pero fue todo lo contrario. Aunque la unica parte buena es que hicimos amigos nuevos.

- ¿Katarina? - oh demonios.

Me di la vuelta lentamente encontrandome con mi hermana, Grace ¿que no venía la otra semana?.

- Oh por dios, Grace... - sonreí nerviosa.

Estoy muerta si dice algo, en pocas palabras.

- ¿Que haces a estas horas en la calle? - preguntó con el ceño fruncido.

- ¡Amor! que bueno que por fin pude venir.. yo.. - un hombre alto y muy bien vestido venía con ella.

- Jack, ella es mi hermana Katarina, Katarina el es Jack, mi prometido.

¿Prometido? wow, esto si que era raro. Grace, era considerada de la culta y serena de mi padre, ella nunca hacia nada, ella nunca decia nada y se quedaba callada ante todo y el dia en el que ella trajera un hombre a casa sería cuando haya encontrado a un muchacho rico de Inglaterra y tal parece que ya lo hizo.

- Hola.. bueno, yo tengo que entrar. - dije yendo hacia la puerta.

Si entro por la ventana de mi cuarto se darán cuenta de mi escape y no quiero que le digan a mis padres, solo espero que tia Veronica esté despierta como me dijo que lo estaría.

- ¿Que edad tiene? - preguntó el hombre.

Parecía ser mas refinado de lo que pensaba, y esos tonos son ridiculos a mi parecer. Yo solo abrí la puerta de la casa despues de girar la llave y subí corriendo hacia las escaleras.

- ¡Ah! - grité cuando sin querer me topé con mi tia. - Me asustaste.. entra a la habitación, ahora. - le ordené agarrando su mano.

No quería que mis padres descubrieran que me fui, pero sería dificíl ya que Grace me vió.

- ¿Que pasa?¿no ibas a entrar por la ventana? - preguntó sentandose sobre la cama.

- Es que llegó Grace.. - suspiré y me quité los zapatos.

- ¿No llegaría la semana que viene? - frunció el ceño. - Parece que el mundo está en tu contra. - sonrió.

- Lo sé, tia, quizas mis padres se molestaran contigo si saben que tu me cubriste.. - mordí mi labio inferior.

- No importa, no le tengo miedo a ninguno de los dos y tranquila, hablaré con Grace antes de que eche todo a perder, ¿si?

- Gracias... - la abracé. - Ojala tu hubieras sido mi madre.

- Sé que tu madre es una maldita, pero es tu madre y no puedes cambiarlo. - sonrió - Y ahora cuentame, ¿que tal la cita?.

El momento llegó.

- Ni siquiera llegó, esperamos por horas y nunca se apareció.. - dije mientras me quitaba el vestido y me ponía mi pijama.

- ¿O sea que..

- Sí. Me plantó. - suspiré y me tiré a la cama. - Cuando veniamos camino a casa lo ví.

- ¿Que hacía? - preguntó mientras me acariciaba la frente corriendo mi cabello.

Sentí un nudo en la garganta mientras pensaba en esa escena.

- Estaba con una chica.. - suspiré. - El, estaba sonriendo y bueno.. la chica era muy linda.

- Cariño, seguro que pasó algo.. no creo que haya sido su intención dejarte plantada.

- Tia, esa chica era super delgada y muy hermosa, su piel oscura y lo coqueta que era. - cerré los ojos.

- No llores. - dijo mientras acariciaba mis mejillas.

No pude contener las lagrimas, porque sinceramente me sentía triste y enojada conmigo misma por haber sido estupida e ir a verlo, el nunca llegó y eso está bien, no era una obligación.

- Ya.. - me senté y me sequé las lagrimas con la palma de mi mano. - Conocí a mas personas, todos ellos son diferentes y geniales. - sonreí.

- ¿En serio? ¿a que te refieres con diferentes?

- Bueno, habia un chico que era completamente blanco y creo que se le decia "Albino" o algo asi y habian gemelas asiaticas y George era el mejor, un gran hombre negro. - sonreí.

- Oh, veo que tan mal no te fue. - sonrió.

- No, pero bueno lo bueno es que la pasamos bien apesar de las circunstancias. - suspiré. - Creo que debería olvidarme de el y de lo que pasó.

- Claro. - palmeó mi hombro. - Duerme un poco, en la tarde iremos a una feria.

- ¿Una feria? eso suena genial, espero conseguir mis discos.

- Tus padres dicen que esos discos son satanicos. - sonrió. - Sin embargo, es buena musica.

- Lo es. Buenas noches. - me recosté en mi cama.

Ella cerró las persianas y se recostó en la otra cama, cerré los ojos y suspiré, me sentía triste pero no tengo que pensar mucho en eso. Mañana o mejor dicho en unas horas será un mejor dia.

- Recuerda que los fracasos amorosos son normales y ya, no fueron ni son nada, pero te dolió que no haya ido. Vi el brillo en tus ojos cuando hablabas de ir a verlo. - yo solo la oía. - Pero creeme, algo debe haber pasado y por eso no fue, no creo que el te haya plantado a proposito.

Yo solo me limité a fingir que dormía, no quería hablar del tema porque me deprimía más y yo no lo deseo.  Mantuve mis ojos cerrados y no dije nada.

- Buenas noches. - dijo detrás de mi.

Ya será otro dia, no importa lo que haya pasado.

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Espero que lo hayan disfrutado.

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