Katarina

Me encontraba en casa de tia Veronica, estaba haciendo unos ultimos retoques de uno de los carteles y mientras tanto no dejaba de pensar en lo que pasó anoche.. fue tan magico y unico, esta mañana cuando desperté Michael me dejó una nota diciendo que se iría al restaurante para terminar unas cosas, no lo vi y sinceramente me da un poco de pena hablar de esto con alguien pero tenia un par de dudas..

- No se porque pero presiento que algo pasó. - miré a tia Veronica.

- No pasó nada.. - dije sonriendo nerviosa.

- Katarina, esa sonrisa.. ¡Dios mio! - exclamó cubriendose la boca. - ¡Tuviste tu primera vez!

¿¡Como es que puede darse cuenta de algo aso!?.

- Shh.. - dije sonriendo. - fue anoche despues de que me pidió matrimonio.. - le mostré mi mano con el anillo que Michael habia dejado sobre la mesa de noche.

- ¡Te vas a casar! - gritó y me abrazó. - Estoy feliz por ti... espera.. - me miró. - si tuviste relaciones, ¿quiere decir que ya le viste el.. - miró hacia abajo. - a Michael?

- Si.. - dije sonrojada.

- Confirmame esta gran duda que tengo en mi interior el...

- Era muy grande.. - dije aun mas avergonzada.

Su pregunta era mas que obvia y por mas embarazosa que fuera la respuesta debia decirle.

- Uhhhh.... - se cubrió la boca. - Estoy feliz por ti.

- Gracias.. pero tengo algo mas que preguntar. - trague saliva.

- ¿Sobre que?

- Es que hoy cuando desperté vi algo en las sabanas.. - sonreí nerviosa y queria preguntar si era normal.

- ¿Semen? - negué. - Sudor, tal vez.

- No exactamente.. - susurré.

- ¿Sangre? - asentí. - no te preocupes es algo normal en tu primera vez, ademas el era un poco muy dotado para ti. - sonrió. - eso es algo importante porque significa que le perteces y el te pertenece a ti.

Eso no se oía mal, de hecho me encantó el termino de llamarlo mio.

Michael

- Me emocioné tanto cuando pude unir mi cuerpo con el suyo por primera vez.. - dije sonriendo. - se sintió magico y tortuoso a la vez.. fue una experiencia genial.

- Ay, bebé claramente lo ibas a disfrutar si es con esa hermosa muñeca de rizos color fuego. - dijo Fabian sonriendo. - ¿Y que mas probaron?

- ¿Hay mas? - pregunté confundido.

- Claro que si, puedes hacerselo por atras, pueden cambiar posiciones y tambien puedes lamer todo su cuerpo. - sonrió. - me encantaria enseñarte, pero eres hetero y Kat es como una hermanita para mi. - Rió.

- No creí que hubiesa mas en eso.. - lamí mis labios. - pero creo que deberiamos intentarlo.. aun no hemos hablado acerca de lo que paso y creo que hoy no será posible. - sonreí.

- Lo sé, hoy vamos a cambiar al mundo. - sonrió. - Confio en que despues de esto todos el mundo querra revelarse.

- Eso me encantaria, quisiera poder salir a la calle con Katarina sin miedo a que los demas nos juzguen y nos digan que debemos estar juntos por mi color.

- Nuestro color es hermoso, he hecho somos bendecidos con el hecho de ser negros.. aparte tenemos algo grande, que para mi es innecesario pero para ti, ¡papi, lo disfrutará mucho tu chica!.

Mis mejillas estaban rojas por la vergüenza y yo solo reí nervioso, no estoy acostumbrado aun a su forma de hablar pero cada vez que lo hace no puedo evitar sentirme intimidado u avergonzado.

Narrador omnisciente

Todos se habian unido como nunca, mas de cien personas con carteles arriba pidiendo justicia e igualdad, lideradas por aquellos adolescentes que solo pensaron en la posibilidad de liberar a todos de las opresiones del estado y la sociedad. Personas blancas, negros, de raza amarilla como les decian, homosexuales, discapacitados, mujeres, hombres todas esas personas que pensaban y confiaban en que la unidad haria el cambio. Todos fueron uno ese dia, apenas comenzó a sonar el primera repique de tambores todos comenzaron a marchar, Katarina respiró hondo y sonrió sintiendo la mano de su primetido tomar la suya y gritando a su lado "¡No mas muertes, todos merecemos la vida!", "¡No mas desprecio, mas unidad" y muchas otras frases creadas por toda la comunidad. Las personas de su alrededor los miraban asombrados, y muchos de ellos comenzaron a unirse, incluso un hombre con una camara comenzó a grabar, todos eran uno.

- No me importa si eres negro, te amo. - dijo Katarina besando a su prometido en medio de la multitud.

Todos gritaban y pedian por justicia y equidad. Sus pulmones estaban llenos de esperanza, de la esperanza de ser oidos y de la esperanza de lograr el cambio para todos.

- Haremos historia. - susurró Michael acariciando sus manos.

La multitud seguia moviendose, gritando y cantando, sus voces se unieron y se sincronizaron tanto que lograron ser oidas hasta el otro lado de la cuidad. Las lagrimas en el rostro de aquella madre que pide por sus hijos asesinados por la policia, las lagrimas de aquella lesbiana despreciada por su familia, las lagrimas de aquella pareja que luchó tanto para lograr estar juntos.. las lagrimas de todas aquellas personas despreciados por su color de piel o sus rasgos naturales y las lagrimas de aquellas que fueron maltratadas y golpeadas durante años, las lagrimas de aquellos que fueron esclavizados y abusados. Era como si el mundo se parara por un momento y todos ellos se juntaran en un solo lugar, Michael habia preparado una cancion junto a toda la junta.

- Cuida al mundo, hazlo un mejor lugar, por ti y por mi y por toda la raza humana... hay gente muriendo si te preocupas lo suficiente por los que viven, haz un mejor lugar para ti y para mi, para ti y para mi, para ti y para mi.

Todas esas voces azotaban mas que cualquier latigo, mas que cualquier insulto, mas que cualquier rechazo. Este era el nunca mas de muchos y el comienzo de algo nuevo para todo ellos. Un nuevo comienzo para Katarina y Michael, una nueva vida.

●●●●●●

Espero que lo disfruten.

comenten y voten.