Michael

Despúes de cinco días en el hospital, estando oculto e intentando ocultar mi hambre todo porqué la policia estaba vigilando volvimos a casa. Janet está mejor, pero se quedará en casa por unos días mientras que yo me haré cargo del restaurante. Preparé todo dentro del local y abrí, espero tener pocos clientes, me pone nervioso el tener que atender a varias personas a la vez y estar solo.

- ¡Buenos Dias, Michael! - me di la vuelta al oír aquella voz.

- Rom.. - sonreí algo nervioso - Hola, ¿como estás?¿tienes hambre? - Que idiota soy.

- Mike, no.. - sonrió y miró el suelo. - solo venía a preguntarte como está Janet y... tú - tocó mi mejilla.

Al sentir su mano no pude evitar estremecerme, esta chica me ha gustado desde que soy un niño, es tan preciosa. Su cabello largo y negro, su piel como el chocolate y aquellos ojos verdes que no veía usualmente entre mi gente. Ella era muy unica, y es la primera persona de la que me enamoré, pero hay un problema.. jamás me ha hecho caso y eso es lamentable.

- Bue.. bueno, Janet está bien y está en casa reposando.. - sonreí nervioso - ¿Y tú como estás?

No podía evitar parecer un idiota cada vez que la veía.

- Pues, estoy muy bien creo.. mi padre no me ha dejado tener un noviazgo con Oliver. - bajó la mirada.

¿Oliver?¿por qué él?.

El, es todo lo que las chicas desean.. no entiendo realmente que es lo que ven en él, pero parece que fuese como un imán para todas las chicas y yo, nunca he tenido tanta suerte como él. Pero su unico defecto es que, es un idiota, y siempre juega con ellas.

- Lo.. lo siento ¿por qué él? - me rompía el corazón oír esto de ella.

- ¿Bromeas? Mike, él es precioso y todas se mueren por el y yo tengo la oportunidad pero mi padre dice que es un mal chico. - bufó.

- Tu padre dice las cosas por algo... - susurré.

Me miró y arqueó las cejas, yo solo aparté la mirada porque para ser sincero sentía que mi comentario la hubiese hecho enojar.

- Bueno, debo irme. - corrió su cabello hacia atrás. - Me alegro de que tu hermana esté bien.

- Gracias.

Contesté solo eso, no quería empeorar las cosas porqué claramente hice las cosas mal. Ella se fue del restaurante y yo solo me senté en un taburete a lamentarme.

- Eres un idiota Jackson, si que lo eres. - suspiré y miré hacia la entrada.

Todas las personas pasaban, una pareja se dirigía a la entrada y entraron al restaurante. Parecían ser una pareja feliz, ella era mucho mas baja de estatura que el y era algo robusta, el parecía ser mayor y ambos se tomaban de la mano. Aveces, me pregunto que se sentiría sostener a alguien de la mano sintiendo ese amor de pareja y no el de mi madre, como solía hacer cuando ibamos a la iglesia cuando era tan solo un niño.

- Buenos Dias, ¿en que puedo ayudarles? - pregunté cortezmente.

Debía poner mi mejor sonrisa y aunque no me gustara tenia que mirarlos a los ojos, tengo tantas inseguridades y siento que todos las notan apenas me miran.

- Joven, ¿podría darnos dos omelets y dos cafés con leche, por favor? - dijo la mujer con una sonrisa sincera.

Yo asentí y mientras me iba dirigiendo a la cocina oí un estallido y los vidrios de la ventana principal comenzaban a colapsar, la pareja se ocultó debajo de la mesa y yo algo asustado me puse en guardía. Al ver al suelo vi una piedra, esta habia sido la causante del vidrio roto.

- ¿Están bien? - pregunté mirandolos a ambos.

Lo que menos necesitaba era una persona herida. Ellos asintieron y me sentí mas aliviado.

- La piedra tiene un papel. - dijo el hombre.

Miré hacia aquella roca y si la tenia, la tomé entre mis manos y desenvolví el papel, era nota.

"Queremos nuestros cuarenta mil dolarés"

Mierda, todo esto es por el maldito de Randy ¿como es que esas personas saben donde estamos?, no creo que mi hermano nos haya metido en esto a nosotros tambien. El, tendrá que es escucharme.

- ¿Tienen deudas con gente peligrosa? - preguntó aquella mujer mirandome con preocupación.

- Mi hermano, al parecer nos ha metido en esto. - razgué el papel - Lo siento por lo que pasó, entenderia si quisieran irse ahora.

- ¿Bromeas?, estamos hambrientos.. no pasa nada, podemos ayudarte a limpiar si lo deseas. - aquel hombre afroamericano me mostró tanta amabilidad.

- Mi nombre es Sara y el es Adrienne, gusto en conocerte. - Sara sonrió.

- El gusto es mio, mi nombre es Michael y lo siento, una vez mas. - sonreí algo avergonzado. - Les traeré la orden en diez minutos.

- ¡Estaremos aquí! - dijo Adrienne sonriendo.

Yo solo le devolví la sonrisa, al menos no estaba tan mal este dia. Lo mas rapido que pude preparé todo, y en cuanto terminé fui a barrer y levantar los vidrios para evitar heridas a los clientes. Creo que eso nos iba a costar mas de lo que ganamos por dia, Randy va a tener que dar la cara, es un imbecíl.

- ¿Crees que podría darme un pan relleno de queso y salamí? - preguntó otro de los clientes.

Asentí y fui a buscar su pedido, creo que despúes de todo teniamos suerte. Aun no paro de pensar en que me gustaría darle una golpiza a Randy, pero a mi madre no le agradaban estas cosas.. al menos ella es la unica que me mantiene en paz.

Eran las diez de la noche y salí rapidamente despúes de cerrar el local, mis manos estaban heladas y ni hablar de mis pies, necesito darme una ducha caliente y preparar algo para comer para Janet y para mi.

- ¡Michael! ¿que tal? - Genna, una buena amiga de la infancia estaba saliendo de casa.

- Gen, estoy muy bien ¿estabas con Janet? - ella asintió.

- Venía a platicarle sobre una fiesta que habrá en el club mañana en la noche, puedes venir si lo deseas.. y bueno, no creo que dejes ir a Janet. - relamió sus labios.

- No, claro que no. - sonreí - Es pequeña aún, no puedo dejarla ir y menos a una fiesta donde sé que hay varios muchachos que le echaran el ojo. - crucé mis brazos. - Y yo, creo que podria pensarlo.. no he salido ultimamente.

- ¡Vamos, será divertido! - me tomó el brazo. - Podrías encontrar a una chica. - yo solo sonreí nervioso. - Y Romanica estará allí.

- Bien, tu ganas. - suspiré - Pero volveremos temprano.

- Tu hazlo si quieres, yo tengo que ir por una chica.

- ¿Que piensan tus padres acerca de eso? - arqueé una ceja.

- No lo saben, pero juro que les diré. - soltó mi brazo. - Quizás aun creen que me gusta el pene.

- ¡Eres una.. oh! - me cubrí el rostro.

Era embarazosa su forma de hablar, no tenía filtros y era grosera. Pero era buena persona, creo que eso es lo mas importante.

- Lo siento, pero tranquilo.. a mi me encanta la vag.. - le cubrí la boca.

- No digas esas cosas, te entiendo. Se a que te refieres. - la solté. - No me gusta que hables así, es vergonzoso.

- ¿Que edad tienes?¿diez? - soltó una carcajada. - Ya no estamos en la primaria donde alguien decía "Pene" o "Vagina" y nos reiamos como tontos.

- Lo sé, pero no es mi forma de ser. - sonreí - Ten una buena noche, me muero de frio.

- Igual tú, recuerda mastur.. - la miré serio. - ¡Ya, no bromearé! - comenzó a reir.

- Te estaré vigilando, mandale saludos a tu madre de mi parte y quizás nos vemos mañana. - ella asintió.

Ella se fue y yo abrí la puerta de la casa, Janet estaba sentada en el sofa y hablaba por el telefono mientras enrrollaba su dedo en el cable.. ¿con quíen hablará una niña de catorce años?

- Michael... - sonrió nerviosa - Hablamos luego, adios a... - me miró. - adiós.

Cortó el telefono y se me quedó mirando, no me debo meter en su vida pero de vez en cuando tengo que saber al menos algo minimo.

- ¿Con quíen hablabas? - arqueé una ceja cruzando mis brazos.

- Nadie importante, me voy a dormir.

- ¿No cenaste? - pregunté viendo su notable nerviosismo.

- No. No tengo hambre.

- ¿Segura? - sonreí divertido.

- .... - miró el suelo - Tal vez.

- Bien, me ducharé y vengo a cocinar enciende la televisión si quieres. - ella asintio.

Fui directo a la habitación y me metí a ducharme en cuanto preparé mi ropa, el agua caliente me relajó totalmente y ya casí me estaba olvidando de lo que pasó hoy en el restaurante, hasta que ví a Randy entrar.

- Buenas noches, ¿que hay de comer? - preguntó sentandosé en el sofá junto a Janet. - Mueve tus pies. - se quejó.

Me quedé callado, debo tranquilizarme y hablar con el cuando Janet ya esté en la cama, no quiero que forme parte de nuestras discusiones.

Entré a la cocina otra vez a darle un vistazo a la cena, esta era una noche de sopa de verduras.

- ¿Que hay de comer?¿no me oiste? - dijo Randy de una forma molesta.

- Sopa. - contesté seco.

- No me gusta, ¿no quedó algo del almuerzo?

- No lo sé.

Al parecer notó mi forma indiferente de tratarlo e hizo un comentario que me molestó bastante.

- Estás molesto, de seguro es porqué aún no tienes una chica.

- ¿Que tiene que ver eso? - pregunté dejando a un lado la cuchara con la que estaba removiendo hace rato.

- No lo sé, aveces estamos estresados y hay una forma especial que puede ayudar. - lo miré molesto.

- ¿Quieres saber el porqué de mi forma de ser? - lo tomé de la camisa - ¡Te dimos techo, dinero, incluso estamos alimentandote todos los dias y estas haciendo negocios con gente peligrosa! - lo solté.

- ¿De que hablas? - frunció el ceño.

- Hoy nos rompieron el vidrio del resraurante y eran tus amigos, pedian los cuarenta mil dolarés. - suspiré. - No quiero tener que vivir con amenazas, si no vas a pensar en mi piensa en Janet. - lo apunté. - Juro que si alguien llega a dañarla voy a asesinarte.

- ¡Hey, tranquilo! - dijo sonriendo - Lo voy a solucionar, solo debes darme los.. 

- ¡¿De donde carajos sacaremos ese dinero?! - me acaricíe el cabello desesperado. - ¡Si de milagro tenemos para comer en el dia!

- Ya.. ya.. - suspiró. - Prometo que todo estará bien - intentó tomar mi brazo.

- No me toques. - me aparté mirando el suelo. - Comerás y te iras a dormir, mañana vas a ayudarme con el restaurante.

Fue lo ultimo que dije, no estaba de humor para seguir hablando y ademas estaba cansado. Espero que estas amenazas se acaben, no quiero tener que pasar por algo peor, no quiero arriesgar a lo poco que queda de mi familia. Espero que llevar a Randy al restaurante sea algo bueno, espero que realmente ayude.. ya no se que hacer con el y estoy cansandome.

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