capitulo 24- Castigo.
MICHAEL
Llegamos a casa de Katarina y yo no hice mas que besarla, tenia tantas ganas de hacerlo otra vez despúes de que mis hermanas me la robaran para hablar cosas de mujeres o quizás para hablar mal de mi. Dejé sus labios a un lado y pasé a darle pequeños besos en la mandibula y sin darme cuenta le di pequeños besos en su cuello.
- Mi padre saldrá y nos verá. - susurró acariciando mi cabello.
- ¿Tienes miedo? - pregunté mirandola a los ojos.
- Claro que no, ¿acaso sabes las cosas que he hecho? quedarías sorprendido de cuan valiente puedo ser. - tomó mi camisa entre sus manos. - ¿Te gustaría entrar a mi habitación a hablar?
- Claro. - contesté sonriendo con nerviosismo.
Esta proximidad hacía que mi corazón saltara de alegria, pero que a la vez sintiera una sensación extraña en mi interior. Entramos por la puerta principal y no habia nadie, nos salvamos de muchas. Entramos a su habitación y automaticamente cerró con las llaves.
- Tu casa es muy grande y lujosa. - dije sentandome en su cama.
- Si, pero.. - se sentó justo frente a mi poniendo sus manos en mis mejillas. - No se siente como un hogar.
- ¿Como es la relación con tus padres? - pregunté y vi que mordió su labio algo incomoda. - No tienes que..
- Lo haré, solo porqué prometimos que habría sinceridad entre nosotros. - se hizo a un lado y se sentó cruzando sus piernas sobre su cama.
- Soy todo oidos. - le tomé la mano y ella sonrió.
Estaba dispuesto a oír cada pequeño detalle acerca su vida, quiero conocer todo acerca de la chica que me roba el corazón y me hace sentir mariposas en el estomago cada vez que la veo sonreír.
- Bueno, la relación con mi madre nunca ha sido la mejor como deberia haber sido.. - hizo una mueca. - No fuí la hija que tal vez hubiese preferido, tal vez fue por mi actitud tan atrevida o tal vez porqué mi cuerpo no es como el suyo. - me miró. - Mi madre ama a mi hermana, porque es como un retrato suyo cuando era joven y en cambio salí fisicamente parecida a mi padre. Mi madre no es una mala persona, pero a veces sabe como romper mi corazón y hacer que mi autoestima dependa de un hilo.
- Tu debes saber que eres hermosa tal y como eres, ¿si? - ella me miró y asintió. - ¿Y como es la relación con tu padre?
- Casi lo mismo, pero con la diferencia de que me desprecia por el hecho de no ser la princesita que cualquier chico desea y la futura esposa mas callada del mundo. - sonrió. - Esa vez en la que hablé en la iglesia fue horrible y el se volvió loco, diciendo que debía respetar la religión.. - me miró. - Michael, yo creo en dios y se que esa gente no es mas que gente con doble cara que dice amar al projimo y son capaces de golpearte en la cabeza cuando te das la vuelta. - sus ojos se cristalizaron. - Solo quisiera crear un espacio para que todos tengamos voz, para que el mundo pueda entender que el amor es el amor no importa el color, ni que sea entre personas del mismo sexo.
Me quedé admirado al oirla hablar de esta forma, tiene el corazón tan grande que ni siquiera puedo creer que entre tantos hombres me haya elegido a mi. Pero siendo sincero, me siento feliz de haberla encontrado y de llamarla mía.
- ¿Tu padre alguna vez te golpeó? - pregunté sin pensar y bajó la mirada.
- Lo ha hecho desde que soy pequeña, siempre intenta que yo no tenga voz y que no hable acerca de lo que pienso. - suspiró. - Tan solo quisiera que el entendiera mi punto de vista.
- Te entiendo, te entiendo desde el fondo de mi corazón. - la abracé. - Quiero que juntos cambiemos este pueblo y si es posible, el mundo.
- ¿Me ayudarás? - preguntó sonriendome aun con lagrimas en sus ojos claros.
- Sabes que estoy aqui para siempre o al menos hasta que dios lo permita. - mordí mi labio. - ¿Puedo besarte ahora?
- Si, pero... espera.. queria hablarte de algo un poco vergonzoso que pasó hace unos dias. - aclaró su garganta.
La miré algo confundido al ver que sus mejillas se pusieron algo rojas y me preparé para cualquier cosa.
- Yo.. bueno.. una noche estaba pensando en ti y.. - me miró nerviosa. - Tu sabes lo que hice.
Yo sin entender nada no contesté, sinceramente a veces suelo ser un ser demasiado ingenuo.
- ¿Que hiciste? - pregunté sonriendo.- ¿Lloraste?
Ella negó varias veces y mordió su labio.
- ¿Y entonces? - pregunté mirandola con atención.
- Me toqué, Michael, toqué mi cuerpo pensando que eran tus manos. - dijo y cerró los ojos.
Me quedé en shock al oír eso, creo haber oido acerca de estas cosas y aunque no me parezca algo tan malo me parece vergonzoso que ella lo haya hecho, es decir, parece tranquila y no la veo como si estuviese con ganas de hacer cosas imprudentes conmigo, pero creo que eso explica un par de cosas.
- ¿Que sentiste? - pregunté atento.
- No lo sé.. algo raro.. no se como explicarlo. - sonrió - ¿Que piensas de esto?
- Bueno, yo creo que fue como una bomba para mi.. - sonreí nervioso. - Pero esta bien, es algo normal.. oí de estas cosas una vez antes y no las he intentado pero me han dicho que es normal. - mordí mi labio. - No tengas vergüenza de eso, ¿si?
- Claro que no la tengo, mi tia me dijo que seria algo bueno que te lo contara.. para que sepas acerca de lo que pasa por mi mente y tambien dijo algo acerca del tamaño, pero no se de que. - rió.
Yo comencé a sentir incomodidad al instante, aquella cosas que nos hacen "destacar" entre los blancos estaban haciendome sentir algo avergonzado.
- ¿No sabes de que hablaba ella? - pregunté mirandola sin expresión.
- No, creo que hablaba de tu trasero o no sé. - mordió su labio y alguien comenzó a tocar la puerta de forma continua. - Metete en mi closet, por favor. - dijo algo asustada.
- Bien. - contesté y abrí el gran closet.
Entré y me quedé en silencio, abrió la puerta con algo de temor y un hombre alto que no logré ver por la luz baja entró y comenzó a gritarle.
- ¡¿Como es eso de que estas saliendo por ahí?! - le gritó y ella se acercó con valentia.
- Tengo derecho de hacerlo, soy joven y aparte no hay peligro alguno. - negó seria.
- ¿No hay peligro alguno?¿has visto como los negros miran a las chicas que usan ese tipo de vestidos que traes? - la tomó del brazo. - No volverás a salir.
- ¿Escuchas lo que dices?, ¡Los hombres blancos tambien son unos desgraciados, no comiences con tus estupideces raciales! - habia tanto enojo en ella.
Creo que le daba tanto valor hablar de injusticias e intentar conseguir la igualdad.
- ¡¿Raciales?!, hablas asi porqué te crió una negra muerta de hambre a la que al dia de hoy sigues viendo y a su marido degenerado. - la soltó.
Me dió tanta molestía ver que fuera asi de grosero con ella.
- ¡Esa negra como tu le llamas me enseñó a no ser un maldito clon de la sociedad como tu y la estupida de mi madre!.
En ese momento sentí mi corazón acelerarse al ver que el la habia abofeteado hasta hacerla caer y comenzar a llorar. No debo salir pero esto me molesta, quiero protegerla. Puse mi mano sobre la puerta para salir pero ella en el suelo me miró y negó "no salgas" susurró llorando.
- ¡Que sea la ultima vez que me hablas de esa forma o la proxima vez voy a golpearte hasta hacerte sangrar! - se alejó para ir hacia la puerta y cerrarla fuerte.
Al instante salí sintiendo mi corazón en la garganta y la abracé.
- Todo está bien.. - susurré mientras la apegaba a mi cuerpo. - ¿Por que no me dejaste salir? - le dije mirandola a los ojos.
Su mejilla estaba roja e hinchada, ese desgraciado la lastimó.
- No sabes lo que es capaz, yo no quiero que te haga daño.. - sollozó.
- Todo está bien, prometo que todo estará bien y te ayudaré con esto muy pronto. - besé su frente y la abracé mientras seguia llorando.
No habia conocido a una chica tan valiente, jamas creí que seria capaz de desafiar a su padre hasta recibir un golpe. Tengo tantas ganas de buscar a aquel desgraciado y golpearlo, tan solo me gustaria haberle visto la cara.
- Es un castigo vivir aquí.. - susurró mientras respiraba profundo. - no veo el momento en que pueda irme de aqui y vivir contigo.. quiero ser feliz contigo, Michael.
- Lo seremos, amor. - besé su frente. - Solo necesitamos tiempo, prometo que nadie mas va a lastimarte.
Lo decía desde el fondo de mi corazón, odio la violencia y mas cuando la ejercen por odio sabiendo que la otra persona esta diciendote las verdades que claramente dejas pasar por alto. La amo y estaré aqui para curar su corazón poco a poco.
●●●●●●●●●
Espero que lo disfruten.
Comenten y voten.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro