KATARINA

C

aminaba apurada por las calles, ignorando los gritos de los hombres que estaban alrededor. Todo esto es por Michael, es lo unico en lo que puedo pensar. Mis ojos se encontraron con su silueta justo en frente de la laguna que estaba a un costado del parque, sentí tantos nervios y felicidad a la vez.

- Hola. - dije pasando a un lado de el.

- ¿Que hacer aqui? estoy esperando a Zoe, me dijo que.. - me miró de arriba abajo. - ¿Todo fue un plan?

- Si... ¿podemos hablar? - dije mordiendo mi labio algo nerviosa.

Intenté ignorar el hecho de que se veía divino hoy en dia, pero el estaba mas hermoso que nunca. El se dió la vuelta y comencé a seguirlo.

- Michael, debes escucharme. - me puse a un lado. - ¡Michael!

- ¿Que quieres que escuche? ese chico siempre es el galán, nadie me ama de verdad. - me miró con el ceño fruncido. - Tu no me amas, cualquier hombre es mej...

Mi mano se estrelló en su mejilla y lo miré con enojo.

- ¡¿Escuchas lo que estas diciendo?! - sentí como mis ojos se cristalizaban. - ¡Nadie es mejor que tú y nunca lo habrá! - sequé una lagrima que bajaba por mi mejilla. - Cuando te conocí juro que vi a un chico sincero, bueno e interesante.. pensé que tu me darías mi voz, creí que me escucharías siempre y me comprenderías. 

- Lo hago per..

- No lo hiciste, aquella noche te quedaste con tu estupida teoría de engaño, ¿acaso intentaste oír? - el bajó la mirada. - Te amo, y no pude decirlo porque es algo incomodo para mi ¿sabes todo lo que me haces sentir?¿crees que te dejaría ir conociendo lo que realmente eres?, hombre, me haces sentir la mujer mas  feliz de toda con solo ver tu sonrisa. - miré el cielo sintiendo como las lagrimas se posaban en mis mejillas. - ¡Te amo, te amo! - exclamé mirandolo.

Sus brazos fuertes me rodearon y sus labios besaron mi frente, sentí alivio y apoyé mi cabeza en su pecho.

- Perdoname.

Lo miré a los ojos y el sonrió, podría jurar que estaba arrepentido y eso me agradaba. El reconoció su error.

- Estás perdonado. - me acerqué a sus labios y estaba por besarlo pero me separé. - Debemos hablar acerca de las condiciones.

- ¿No me besarás? - preguntó soltandome y cruzando sus brazos.

- Necesitamos hablar. - lo tomé del brazo y el solo se quejó.

Quería ponerle condiciones y reglas a esta relacion, aunque claramente ambos tendriamos libertad. Solo quiero que esto funcione, quiero estar con él.

- Juro que todo estará bien. - dijo cuando terminé de hablar.

Yo solo asentí varias veces mirando mis manos, habia algo mas que me gustaría preguntarle ¿se lo tomaría mal o sería extraño para el?.

- Hay algo que me gustaría preguntarte, pero no se si sea algo prudente.

- Puedes decirme, no te diré nada. - sonrió y puso sus manos debajo debajo de su barbilla mirandome.

- ¿Que hay sobre las relaciones.... - suspiré. - sexuales?

El borró su sonrisa y cambió su expresión a una de confusión.

- No creo que sean necesarias por ahora, esas cosas me causan algo de pudor.

Yo solo asentí y miré hacia otro lado.

- ¿Por qué preguntas? - lo miré nuevamente. - ¿Quieres intentarlo?

- Oh.. no.. yo.. no, solo quería preguntarte.. - tragué saliva de forma pesada debido a mi nerviosismo. - ¿Te gustaría comer algo? - me puse de pie y le extendí la mano.

Juro que no haré mas preguntas sobre el tema, me sentí una degenerada.

- ¿Te parece una orden de pizza? - yo asentí en silencio.

Estaba avergonzada, no queria siquiera mirarlo pero tenia que hacerlo. Hizo la orden y nos sentamos en una esquina del restaurante, el rock & roll estaba llenando el lugar y en algunas esquinas habian chicos y chicas hablando y tocandose, esto no era algo que queria ver, pero supongo que cada quien es libre de hacer lo que desee.

- ¿Por qué tan callada?¿acaso te quedaste pensativa por lo que te dije? - arqueó una ceja.

Yo solo lo miré sin decir nada, no queria hablar acerca de eso al menos hasta que se me pase la vergüenza e incomodidad.

- ¿Por que me hiciste esa pregunta? - insistió.

- Solo curiosidad, supongo que es algo normal en una relación.. pero respeto tu opinión. - sonreí.

El solo me miró algo pensativo y asintió lentamente. Respiré hondo y seguí mirando hacia el mismo lado, todos aquellos adolescentes parecían distintos a nosotros, sin compromisos y en cambio nosotros aquí intentando entendernos..

- Aquí tienen su orden, chicos. - dijo una mujer mayor trayendo la pizza.

- Muchas gracias. - dije sonriendo.

- Muchas gracias, usted es la mejor.

Creo que casí me muero ahí mismo al oirlo ser tan respetuoso, acepto que es normal ver a gente respetuosa, pero no es normal ver a un adolescente tan dulce y respetuoso. Me enamora cada vez mas, no puedo evitarlo.

- ¿Por qué me miras como si tuviera una pizza en la cara?

- Es que eres tan sex... lindo. - dije entrando en un coma de vergüenza. - Mejor come, lo necesitas.

- Tu tambien lo necesitas, debes estar saludable para mi. - me guiñó un ojo.

- Amor, estoy gorda. - dije sonriendo.

El me miró inexpresivo, y luego se formó una hermosa sonrisa en sus labios.

- ¿Como me dijiste? - preguntó con un brillo particular en los ojos.

- Am.. oh, ahora entiendo. - sonreí.

- ¿Te das una idea de la emoción que estoy sintiendo ahora? cariño, me has llamado "amor" por primera vez, ven y besame. - dije alejandose mas de la mesa.

Sonreí y me puse de pie, fui hacia el y me puse entre sus piernas que estaban separadas, lo besé lentamente y sonreí al sentir como sus manos acariciaban mis mejillas. Me hacia sentir como si amara cada pequeño detalle de mi ser.

- Te amo. - dijo sonriendo. - Ahora sientate, quiero que comas conmigo.

- Como digas. - sonreí.

Me senté frente a el y comenzamos a comer, no hablamos, solo disfrutamos el silencio de nuestro entorno ignorando el hecho de que la musica sonaba fuerte. Nuestras miradas estaban conectadas y aunque intentaramos evitarlo se nos soltaba una pequeña risa o sonrisa. Me siento tontamente enamorada.

- ¿Crees que mañana podamos ir al juego de uno de mis hermanos? - preguntó mientras me llevaba colgando de su brazo.

- Me encantaría, dime un horario y lugar y ahí estaré. - sonreí - ¿De cual hermano?

- De Tito, me avisaron esta tarde y está muy emocionado. - asenti.

- ¿Crees que les agradará verme ahí?

- Claro que si, eres hermosa y tu energía es muy positiva. Solo sonreí y verás que quedaran encantados contigo, rizitos de fuego. - besó la punta de mi nariz.

- ¿Rizitos de fuego? - pregunté riendo.

- Genna, me dijo ese sobrenombre para ti. - reí. - Pero es muy cierto.

- ¿Que es cierto? - pregunté algo confundida.

- Uno, tienes rizos es obvio. - rió. - Y dos, enciendes el fuego en mi corazón.

Mordí mi labio reprimiendo una seguro me saldría.

- Creí que era por mi cabello rojo. - sonreí - Eres tierno.

- Tu tambien lo eres, pero solo eres un poco reservada.. quiero ver que esconde ese hermoso corazón. - dijo poniendo una mano en mi pecho.

Yo solo sonreí al sentirlo, jamas me habia tocado de esta forma y no quitaba su mano de mi, eso me parecía dulce.

- Creo que tu mano está bajando... - susurré algo incomoda.

- Oh, lo siento. - puso sus manos detras de su espalda. - ¿Quieres que te acompañe a casa?

- Claro que si, pero primero quiero hablarte de algo...

- ¿Es algo malo?

- No lo sé, pero mi cuñado te ha visto llegar a mi casa la otra noche. - suspiré. - No me importa lo que digan o hagan, pero no quiero que mi padre se enteré por otras bocas de nuestra relación.

- ¿Y que pasará? - dijo con el ceño fruncido. - El, no querrá aceptarme.

- No me importa si te acepta, yo te acepto y eso es lo que importa. - acaricié su mejilla. - Juro que hablaré con él cuando sea el momento, te amo.

Besé sus labios de forma lenta, me encantaba tener esta cercania con el.

- Hablaremos con el, no te dejaré hacerlo sola. - me tomó la mano. - No quiero tener problemas con mi suegro, asi que, ya es hora.

Sonreí al oirlo decir eso, juro que podría imaginar una vida viendolo sonreír. Hacer algo tan sencillo como caminar a su lado, era algo increible para mi. Todo esto parece tan irreal.

●●●●●●●●●●

Espero que lo disfruten.

Comenten y voten.