Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

capitulo 2. - Nunca la volveré a ver.

Michael

-Ya deja de mentir, ¿una blanca hablando contigo y cediendo su lugar?. - rió ironica. - ¡Increible!.


- Sé que no vas a creerme, de hecho yo tampoco lo creí.. pero, si pasó. - sonreí. - Era peliroja con ojos verdes muy claros y tenía una sonrisa tan sincera.

- Seguro viste a un angel. - sonrió y el telefono comenzó a sonar - ¿Jackson's, en que podemos servir?.

- Nunca la volveré a ver. - dije y ella sonrió.

Mientras ella hablaba por telefono yo decidí llevar lo que había comprado a la cocina. Acomodé todo para que a ella le fuese mas facíl encontrarlo, estaba pensativo y realmente aún no me creía lo que había pasado en el mercado.

- ¡Randy, ya basta! - oí a Janet quejarse.

Dejé lo que hacia para ir a ver que pasaba, el estaba en la caja registradora e intentaba abrirla.

- ¿Que estas haciendo, Randy? - dije con el ceño fruncido.

El, solo me ignoró y siguió intentando abrir la caja. Lo tomé del brazo y lo alejé, parecía estar borracho el muy idiota.

- ¡Necesito cuarenta mil dolares! - dijo mirandome con miedo. - ¡Ellos van a matarme!

- ¿Que demonios dices? - dije mirandolo confundido.

Eso de andar en pandillas y andar con malas juntas lo estaba destruyendo, es un idiota y no entiendo porque lo hace. Mamá, estaría molesta con el si hiciera esas cosas, así no nos educaron asi yo no lo eduqué. Ya le he salvado el cuello mas de cuatro veces y ni siquiera se aleja de aquellas malas influencias.

- Victor, el quiere el dinero.. yo se lo pedí prestado para.. - guardó silencio.

- ¿Para que demonios necesitarías cuarenta mil dolares? - me daba bronca oirlo decir eso.

Jamas ha aportado algo y aun asi no se lo he reprochado, pero no entiendo el porque de aquel comportamiento.. ¿para que demonios querría ese dinero? A no se que..

- ¿Drogas? - pregunté con la esperanza de que yo estuviese pensando mal solamente, no creo que llegara a tanto.

Se quedó mirandome fijamente, estaba pensando ¿o simplemente me daba la razón?, negué varias veces, estaba decepcionado.

- ¡Eres un idiota! - dijo Janet con lagrimas en los ojos. - Ni siquiera nos has ayudado y quieres llevarte todo lo que hemos ganado, ¿que tipo de desgraciado eres? - le dio una bofetada.

- No entiendo que demonios es lo que haces, tampoco me importa. - tomé a Janet y la abracé. - Pero no te vas a llevar lo que nos queda para sobrevivir, lo siento, pero ya te hemos dado demasiado.

- ¿¡ Eso es todo van a dejar que me maten!? - dijo con desesperación.

- ¡Así como puedes estar metiendote en porquerias, puedes salirte tu solo de ellas!

Duele.

- Nunca pensé que tú me darías la espalda, Michael. - se alejó de nosotros.

Me dolió tener que dejarlo ir y no ayudarlo, pero con el pasar de los años me doy cuenta que esto está empeorando y no solo tengo que cuidar de el y de mi, Janet es muy joven aun y no puedo exponerla a peligros como estos. No sé con que tipo de gente está metido y tampoco me gustaría averiguarlo.

- Tranquila, tranquila. - dije viendo a Janet llorando a un lado de mí.

- No entiendo que es lo que quiere, te las has ingeniado para mantenernos como hermano mayor..y ... y - me abrazó y comenzó a sollozar. - ¡No quiero que lo lastimen!.

-  Yo tampoco, pero no sabes lo estresante que es estar pagando sus cuentas siempre que está en problemas. - suspiré. - Ya no llores - pasé la yema de mis dedos por sus mejillas para borrar sus lagrimas. - ¿Quien llamó?

- Lo siento. - sonrió - Fue Rebbie.

- ¿Que era lo que necesitaba?. - pregunté mientras me apoyaba en la mesa.

- Me dijo que Taj,  había sufrido un ataque por parte de policias y está en el hospital.. - suspiró. - Es la tercera vez esta semana, no entiendo porque nos hacen daño.

- Lo mismo digo, jamás le hemos hecho algo a alguien.. pareciera que creyeran que somos el diablo. - relamí mis labios. - Podemos cerrar todo e ir al hospital, quiero ver si está bien.

- Yo igual. Me quito el delantal y vamos. - yo asentí.

Salí afuera y me subí el auto a esperar a Janet.

Ví como varia gente pasaba por ahí y uno que otro apurado, todos estaban algo sobresaltados y no entendía porqué.

- Jacob, ¿que está pasando? - dije viendo a un conocido.

- La policía está patrullando, estan persiguiendonos..

En ese momento vi como la patrulla dobló la calle y justo Janet iba saliendo del restaurante, uno de ellos sacó una piedra.

- ¡Janet, cuidado! - grité bajando del auto.

Llegué tarde, ellos le habían dado en la frente con aquella piedra, tras el impacto ella se desmayó. Yo estaba desesperado, no entiendo cual es su problema.. ella solo salía del restaurante, no es una mala persona.

- ¡Rapido abre la puerta trasera! - le grité a Jacob quien estaba sorprendido y asustado.

El, me hizo caso y apenas subí fue directo al hospital. Es mi hermanita, no entiendo que es lo que ella tiene de malo.. ¿solo por qué su piel es oscura? ¿solo porque no somos blancos?, esto es realmente molesto.

- Tranquila, todo va a estar bien. - dije viendola mirando con algo de confusión.

Llegamos lo mas rapido que pudimos y yo la ayudé a bajar.

- Esperen. - un policia estaba ahí y nos detuvo.

Este es el maldito que arrojó la piedra, en ese momento sentí tanto odio queria golpearlo hasta que ya no siguiera con vida. Cretino.

- Por favor, necesitamos entrar. - dije serio.

Estaba sosteniendo a mi hermana, intentaba que los doctores la atendieran pero este maldito no nos dejaba.

- ¿Creen que este hospital es para negros? - sonrió como burlandose de nosotros.

- ¡Ya dejenos entrar, está sangrando! - rogué intentando mantener la cordura.

- ¿Como se a..

- ¿Que está pasando? - aquella voz.

Me di la vuelta para encontrarme con aquellos ojos verdes y aquellos rizos rojizos.

- Señorita.. Gabrielle.. - dijo el policia.

Pude notar que estaba algo nervioso, tal vez asustado ¿por qué le tendría miedo a ella?.

- ¡Por dios, está sangrando! - dijo aquella chica de la cual no recuerdo el nombre. - vamos, la llevaré a que la atiendan. - dijo mirandome.

- Por favor. - dije agradecido.

Ella le tomó la mano a Janet y llevó adentro del hospital, el policía se fue inmediatamente ¿que tipo de poder tendrá aquella chica aquí?. Entré al hospital y fui a sentarme a esperar, me daba algo de pena vagar por aquí porque la gente aveces cree que quiero robarme algo.

Esperé por largos minutos mientras intentaba recordar el nombre de aquella chica, era algo parecido al de alguien especial... ¿pero quien?, La Toya, no.. ¿Rebecca?, menos.

- Hola.. - aquella chica interrumpió mis pensamientos. - Tu hermana está recibiendo puntos, al parecer algo le golpeó la frente y le hizo una herida.

- Sí. Los policias. - dije mirando hacia otro lado. - No se si me recuerdas pero..

- Sabía que eras Michael - sonrió y me dio algo de vergüenza.

Ella recordaba mi nombre y yo no el suyo.

- Ka... Katarina - dije recordando.

Su voz resonaba en mis oidos y pude recordarlo.. Katarina, mi madre se llamaba Katherine, ella me hizo recordar a mi madre y su final.

- Sí. - sonrió - Dime, ¿por que los policias atacaron a tu hermana?

- No lo sé, viven intentando hacernos daño.. solo porque tenemos piel oscura, aveces me pregunto porque lo siguen haciendo, hemos sufrido bastante los ultimos años. - tragué saliva.

- ¡Es ridiculo!, no entiendo que es lo que tienen contra ustedes.. he crecido en un ambiente algo turbulento y creeme, me parece horrible que aun sigan siendo racistas. - bajó la mirada.

Guardamos silencio, sonaba sincero todo en ella y eso se lo agradecía a dios. Miré mis pies y jugué con ellos por unos segundos, estaba un poco incomodo nuestro silencio.

- ¿Fue Peréz? - levanté mi mirada.

- ¿Quien? - pregunté algo perdido.

- El policia que no los dejaba entrar, ¿fue el que lastimó a tu hermana? - yo solo asentí. - Arreglaré eso luego - dijo algo seria.

- ¿Por qué ellos te temen? - pregunté curioso.

- Mi padre es alguien considerado importante.. - suspiré. - Todos en esta cuidad y en algunas otras me tienen miedo, pero al parecer tu no.

Ladeó un poco la cabeza haciendo que yo sonriera, es dulce.

- Supongo que no. - miré el suelo.

- ¿Como está tu familia? - preguntó con naturalidad.

- Mis hermanos bien, supongo y...  - vi a Rebbie correr hacia a mi.

- ¿¡Que le pasó a Janet!? - preguntó exaltado.

Ahora recuerdo que Taj esta en el hospital tambien.

- Un policia le lanzó una piedra.. ¿como está Taj?

Ella no me contestó ya que notó que Katarina estaba sentada a mi lado, al parecer Katarina lo notó.

- Hola, me llamo Katarina. - estiró su mano pero Rebbie no la tomó.

- Michael, ¿que haces con una blanca? ¿sabes lo que podrían hacerte, no? - frunció el ceño.

- Tranquila, solo hablabamos. - dije algo afligido y me puse de pie. - Fue un placer volver a verte, Katarina - dije y estreché su mano.

- Igualmente, cuidense. - sonrió y miró a Rebbie. - No los metería en problemas, todo está bien.

- Gracias. - contestó mi hermana.

La tomé del brazo y juntos fuimos hacia la sala III, Taj estaba ahí y estaba muy lastimado. Me lastimó verlo así, pero no podiamos evitarlo.. parece que la policia hiciera esto porque quieren y no porque es su deber.

- ¿Quien era aquella blanquita? - preguntó Rebbie mirandome con el ceño fruncido.

Mis demas hermanos me miraron tambien, estaban confundidos al igual que ella.

- Es una persona que conocí ayer, ella me trató muy bien y nos ayudó a entrar al hospital. - dije la verdad.

Si no hubiera sido por ella, Janet estaría desangrandose afuera.

- Vaya - dijo Tito algo confundido. - Espero que le hayas dado las gracias.

- Lo hice.

Fue la ultima palabra que se escuchó ahí, mi sobrino había despertado y hablamos un rato con el y luego con Janet, ambos estaban  algo mareados por las anestecias, pero estaban bien y eso era lo que me importaba mas que cualquier cosa.

- ¿Crees que te dejen quedar aquí? - preguntó Toya, poniendose un abrigo. 

- Claro, mientras que no ande deambulando por ahi creo que si. - toqué su hombro. - Vayan despreocupados que todo estará bien.

Ella asintió.

- Cuidate, Michael.

Yo solo le sonreí a Tito, el tenia qur trabajar por eso no se quedaba a cuidar a su hijo... el era lo unico que los chicos tenian, ya que tristemente mi cuñada Delores, falleció a manos de la policia como a casi toda la familia le pasó.

Entré a la sala y vi a mi sobrino, Janet se habia ido con mis otros hermanos asi que no estaba preocupado, al parecer se encontraba bien.

- ¿Como te sientes? - pregunté sonriendo y acariciando su frente.

- Algo bien, creo que estoy todo oxidado - sonrió.

El, es un chico muy fuerte.

- ¡Que gracioso! - sonreí.

- Lo siento - suspiró. - Logré oír que estabas hablando con una blanca.

- ¿Por que lo dicen como si fuese alguien superior?, todos somos iguales. - sonreí - Y si, estaba hablando con ella.. anteriormente me cedió el lugar en el mercado y hoy nos ayudó a entrar al hospital.

- ¿Como lo hizo? ¿todos los blancos tienen poder? - arqueó una ceja.

- No, es solo que su padre tiene una reputación algo fuerte, pero ella es muy buena persona.

- Apuesto a que si, ¿es linda? - preguntó.

- Si, tiene cabello rojizo, ojos verdes y te lo juro noto en ella tanta sinceridad. - sonreí.

- Uuh, ¿como es su cuerpo? - movió sus cejas haciendome reir.

- No tengo que ser asi, sabes que no es apropiado mirar a las mujeres con aquellos ojos. - bajé la mirada. - Es algo robusta y agradable.

- ¿Y su tra.. - lo interrumpí.

- No debes pensar en las mujeres de una forma sexual, eso es irrespetuoso.

- Lo siento - dijo mirando a un lado. - ¿Te quedarás aquí toda la noche?

- Lo haré, es que tu padre debía trabajar, ya sabes - encogí los hombros. - Saldremos en la mañana.

- Bien, buenas noches.

Se dio la vuelta para descansar, mientras que yo me quedé ahí, estaba hambriento. Tal vez, si voy a la cafeteria rapido y compro algo vuelvo y nadie me verá.

Salí al pasillo mirando a ambos lados, habian solo uno que otro doctor o enfermera pasando, no habría problemas. Llegué a la cafeteria y pedí una sandwich de vegetales, junto con una lata de cerveza, estaba hambriento y me senté en un lugar apartado. Solo habia una persona en aquella cafeteria del hospital y parecía estar algo triste.

- Hey - dije y esta persona se dio la vuelta.

Katarina, otra vez.

- Michael.. - se puso de pie y se acercó a mi mesa. - Lo siento, no te habia visto, estaba meditando.

- ¿Meditando?¿por que aun sigues aquí? - dije dandole una mordida al sandwich - Lo siento, ¿quieres?

- No, gracias tengo cerrado el estomago - sonrió - Soy voluntaria aquí, cuido a algunos niños o los hago pasar un buen rato. - miró sus manos. - Hoy, uno de ellos falleció.

Me dolió oír eso y creo que ella le tenia aprecio ya que sus ojos estaban cristalinos, ¿como no notarlo con aquellos ojos tan hermosos?.

- Lo siento mucho.

- Su madre lo golpeó y lo tiró en una bolsa de basura, el estaba en situación critica. - se cubrió el rostro.

No se si lo que estoy por hacer está bien o será un atrevimiento de mi parte, pero no puedo ver a la gente sufrir.

Me levanté de la silla y la abracé acariciando su espalda, ella correspondió sollozando silenciosamente en mi pecho. Fue extraño ver que no quiso apartarse, al parecer ella estaba muy vulnerable y lo necesitaba.

Estaba feliz de saber que al menos hice algo bien.

●●●●●●●●●
Espero que lo disfruten.

Comenten y voten.




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro