capitulo 16- ¿Cuando me llamarás amor?
KATARINA
Tenía mi mirada puesta en aquel helado de chocolate que se derretía gracias al dia caloroso, tenía a Michael frente a mi, mirandome fijo como si tuviera algo en el rostro no lo sé. No puedo evitar quitar la mirada cuando me encuentro con la suya, el sonreí y entonces sé que se está dando cuenta de mi incomodidad.
- ¿Por qué tanta timidez? - pregunta y entonces lame su helado de vainilla.
- ¿Timidez? para nada. - dije sonriendo. - Es solo que, estoy comiendo.
- Mhm, ¿segura?
- Michael, es que estas mirandome como si fuera un bicho raro y me asusta. - confesé comiendo de mi helado.
- ¿Yo te doy miedo entonces?
- No, no me refiero a eso.. es que siento que me miras y encuentras miles de mis defectos. - suspiré.
- ¿Cuales defectos? Katarina, tienes la sonrisa mas hermosa que jamas haya visto y tienes unos ojos que iluminarían el mundo. - tomó mi mano por encima de la mesa. - No me importa que a ti no te guste lo que eres, a mi me encanta.
Levanté mi mirada y me encontré con sus ojos, una sonrisa estaba dibujada en sus hermosos labios y tenía tanta honestidad en sus ojos. Acaricié su mano, me di el gusto de hacerlo y sonreí.
- ¿Sabes lo que me gusta de ti?
- No tengo idea.
- Que eres distinto a los demás, no solo me refiero a tu piel chocolate o a...
- Dame una mordida. - sonrió.
- Hablo en serio, Jackson ¿acaso no puedes dejarme expresarme? me cuesta mucho. - bufé y solté su mano para terminar mi helado.
- ¡No, no, vamos prosigue! me gusta como te brillan los ojos al hablar de mi. - lo miré y tenía sus manos debajo de su barbilla.
Era dificíl para mi decirle lo que siento, no soy muy buena en esto y además jamás habia pensado que alguien como el me haría caso.
- Michael, tengo que hacerte una propuesta. - dije recordando algo que tenia en mente. - Creo que es algo normal tener parejas interraciales alrededor, me encantaría reunirnos a todos en un lugar en especifico y asi poder charlar con ellos y luego de eso podriamos conocer mas acerca de las injusticias de esta nación.
- ¿Hablas de reunir personas y que nos cuenten sus experiencias con gente ignorante? - asentí - Me agrada, pero ¿para que serviría eso?
- No lo sé, solo tengo la curiosidad.
- Esto tiene que tener un fin, quizás podemos hacer afiches o cosas asi con frases que ellos nos digan, asi podremos llegar a casi todas las personas.
Sonreí como una tonta al oirlo hablar, eso es, Michael es el hombre que he estado buscando, literalmente.
- Me encanta. - sonreí - Michael, ya terminé.
- Bien, cariño. - se puso de pie y dejó dinero sobre la mesa.
Entrelazó su mano con la mia y ambos comenzamos a caminar hacia el parque, cada vez que tomaba su mano tenia el sentimiento de "Amor", sentía que el era tan diferente al resto, nunca nadie me habia hecho sentir de esta forma.
- ¿Que tienes pensado hacer este fin de semana?
- Mhm, no mucho de hecho.. creo que tenia que estud..
- Cariño, iremos a bailar, deja la escuela un rato ¿si? - yo solo sonreí - Iremos a otra fiesta organizada por Karen, moveremos el trasero al ritmo de rock and roll y beberemos.
- Yo no bebo. - dije riendo.
- Yo tampoco, pero sonaba bien.
Yo solo reí, es inigualable.
- Michael, creo que me agrada tu invitación. - sonreí. - Pero aun no se si iré, aun sigo castigada.
- ¿Por qué te castigaron?
- Porqué di un discurso en la iglesia - reí - Me encantó hacerlo, pero a mi padre no tanto y bueno...
- Eres muy atrevida para tener tan solo quince años. - yo solo sonreí.- Me agrada que seas un amor de persona, pero que tambien seas tan peligrosa como un tigre. - hizo garras con sus manos.
- No es tanto asi, creo que todos tenemos que hacer nuestra parte y además.. - sus labios sobre los mios me impidieron hablar.
El beso era tan tierno y sus labios tan suaves, al separarnos solo sonreí sin abrir los ojos.
- Creo que no me pediste permiso para eso, Michael. - abrí mis ojos.
- No debo hacerlo, eres mi novia, tu puedes hacer lo mismo. - me abrazó. - Me encanta abrazarte, eres tan esponjosa.
- ¡Hey! - dije y le golpeé el brazo. - No me llames gorda, tengo espejos en casa.
- No lo hice, me refería que eres muy tierna para abrazar, podría comerte. - besó mi mejilla haciendome sonreir.
- ¿Y por qué no lo haces? - me quedé en silencio al notar su reacción. - Lo siento, no quise decir eso..
- No te preocupes, no contesté porque no me sorprendí.. pero es que hay mucha gente. - dijo mirando a nuestro alrededor.
- Si.. - dije mirando el suelo con una sonrisa nerviosa.
- ¿Cuando me llamarás amor?
Lo miré por unos segundos, y luego miré al frente.
- Cuando lo sienta, es decir.. me gustas y todo y se que ya me coronaste tu novia, pero aun no es el momento.
Su sonrisa se borró y bajó la mirada, me dolía un poco decirle esto pero es lo cierto. Sinceramente jamás he llamado amor a nadie y se que Michael desea escucharme llamarlo asi, pero pronto lo haré..
- Está bien. - me miró y medio sonrió. - ¿Quieres que te acompañe a casa?
- Claro. - me puse de pie esperando que el tomara mi brazo pero no lo hizo asi que caminé a su lado.
El silencio era incomodo, pero no tenia mas que decir.. quizás el se siente mal por el hecho de que aun no estoy segura, pero estoy siendo lo mas sincera posible.
- Bueno.. entonces, mañana ¿vendrás a la fiesta?
- No lo sé, estoy castigada. -besé su mejilla. - Que tengas buena noche, Mike.
- Está bien si estas castigada no vayas o sino te quitaran la libertad completamente. - sonrió - Te quiero, cariño.
- Adiós, cuidate. - sonreí.
El comenzó a dirigirse hacia su casa, el me dejaba siempre a una esquina de mi barrio ya que mis vecinos son muy metiches y no quiero que mi padre se entere de Michael por otras bocas. Llegué a mi casa y subí directo a la habitación, estaba emocionada ya que habría una fiesta este fin de semana y quiero ir, pero tendré que volver a escaparme ¿es peligroso? definitivamente, ¿le tengo miedo al peligro? no, mas miedo me da mi padre.
- ¿No escuchas que te estan llamando? -gritó Grace desde el otro lado de la puerta.
- Lo siento, ahora voy. - dije levantandome de la cama.
Salí hacia la sala y todos estaban preparados para cenar, miré seria a Jack y me senté a un lado. Las cenas familiares son tan...
- Adivinen cuantos negros estan en la carcel. - dijo mi padre.
Yo me remordía para no decir nada, no queria que me golpeara otra vez, estaba harta.
- No lo sé, quizás Katarina lo sabe. - miré a Jack con enojo.
- ¿Por qué debería saberlo? - dije con el ceño fruncido.
- No lo sé, tu tienes amigos de esa comunidad.
- ¿Qué? - dijo mi madre. - Katarina, debes alejarte de ellos, pueden violarte o matarte.
- Como si te importara. - susurré y llevé mi mirada a la comida.
- No quiero volver a escuchar acerca de eso, no puedes tener ese tipo de amigos. - dijo mi padre.
- ¿Por qué no? acaso debo buscar al hijo de un hombre de mayor rango, ¿eso te haría feliz? - el asintió. - Pues a mi no, disculpen y buenas noches. - me levanté de la mesa.
Intentan controlar mi vida como si yo no pudiera decidir por mi misma, mis padres no son padres reales y eso lo sé.. ya que los padres no te obligan a hacer cosas que no quieres o te dicen cosas malas acerca de tu aspecto. Nadie decidirá por mi, y ese Jack, juro que si sigue molestandome voy a romperle la cara y que me importa una mierda que tan rico sea.
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Espero que lo disfruten.
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