Michael

Cuando nuestros labios se juntaron simplemente no podia pisar tierra, me sentía en otro mundo, me sentía tan satisfecho con tan solo rozar sus labios rosadas. Estuvimos hablando de cosas sin sentido lo que restó de la noche, pero lamentablemente llegó la hora de despedirnos, me encantaría quedarme y seguir disfrutando de su sonrisa o de su risa encantadora pero tenia que volver a mi casa. Me dí cuenta de que realmente siento algo por ella y que ella tambien lo siente, no sé de donde hemos conseguido el valor para hacer lo que hicimos pero se siente bien saber que lo nuestro es mutuo.

- La pasé de maravilla, estoy feliz de haberte invitado. - dijo mirando el suelo con una sonrisa.

Verla sonrojarse era lo mejor, sus mejillas tan tiernas estaban rojas y no quería mirarme a los ojos. Ella me tiene loco por esos ojos claros que me hacen suspirar y esa sonrisa blanca que no he visto en nadie mas.

- Me alegro de haber venido. - sonreí y me acerqué para besarla nuevamente.

Juntamos nuestros labios y comencé a enredar mi lengua con la suya, sintiendo como el corazon me latía a mil como si de una carrera se tratara. Abrí los ojos y la vi tan linda disfrutando de nuestro beso, me sentía un hombre completo apesar de ser tan solo un adolescente.

- Nos veremos despúes. - susurró separandosé de mi.

Yo asentí y comencé a bajar por su ventana, me sentía como Romeo trapando aqui y sentía algo de miedo.

- Que tengas una buena noche, nos vemos. - dije tocando el suelo con mis pies.

- Adiós. - dijo con un brillo especial en sus ojos.

Sonreí al verla de esa forma, me sentía feliz y animado incluso sentía la necesidad de contarle a Genna ahora mismo, pero sentía imposible ella está dormida a estas horas.

- ¡¿Que haces aqui, negro?! - gritó alguien en la entrada de la casa.

Comencé a correr al instante, era peligroso estar a estas horas en un barrio de blancos. Moriría si me detenía a dar explicaciones, ellos podrían darme un tiro en el pecho o incluso en la espalda si me distraía. Doblé la esquina y me encontré con aquel hombre que hizo que mi mente volviera a recordar ese momento en el que mi madre fue arrebatada de mis manos, seguia igual pero un poco mas viejo, pero esa sonrisa burlona en sus labios me daba a entender que el tambien sabía quien era yo.

- ¿Que haces en mi barrio, negro? - me dijo con una escopeta en sus manos.

- Yo..yo.. - no sabía que hacer.

Sentía tanto miedo, no podía moverme y sentía que no habia escapatoria. Hasta que oí un grito cerca y el hombre quitó su mirada de mi, permitiendome escaparme de el.

- ¡No te escaparás de mi la proxima, rata! - gritó y seguido de eso oí unos tres disparos.

Sintiendo que corría con el corazon en la boca entré a mi barrio, suspiré pensando en que eso estuvo tan cerca. Por esa razón no queria salir de aqui, todos allá afuera quieren comernos vivos sin conocernos.

Katarina

Me tiré en mi cama con una sonrisa en el rostro, lo que acababa de pasar fue real. Sentí sus labios junto a los mios y fue lo mejor del mundo, suspiré mientras miraba el reloj que habia en la pared. Tocaron la puerta de la habitación y me levanté para abrir.

- ¿Que haces aquí? - le pregunté con el ceño fruncido.

Mi cuñado, estaba aquí, otra vez.

- Ví al muchacho, ¿con que un negro? - sonrió de lado. - A tu padre le agradará saber eso, ¿No?

- ¿Acaso estas amenazandome? - arqueé una ceja. - Has lo que se te de la gana, no me interesa y tu no sabes nada, maldito entrometido. - quisé cerrar la puerta pero puso su mano.

- No creo que a tu padre le gustaría saber que su hijo se está viendo con un negro, creo que tendrás problemas. - mordió su labio inferior. - Pero, podemos charlar y llegar a un acuerdo.

Le dí una abofetada y lo apunté con mi dedo.

- Si no te vas ahora mismo juro que le diré a mi padre que te quisiste pasar de listo conmigo. - lo miré con enojo.

- Veremos hasta cuando te resistes. - susurró y se dió la vuelta para marcharse.

Cerré la puerta de mi habitación y comencé a sentirme nerviosa, no debo mostrar miedo frente a el, no quiero que sepa que mi padre podría confiar mas en un desconocido que en su propia hija. El telefono comenzó a sonar y yo atendí algo nerviosa.

- ¿Hola?

- Buenas Noches, señorita, crei que estabas durmiendo.

sonreí al oír su voz.

- Hola, señor, aún no.. estaba pensando en algo, eso es todo.

- ¿En que? si puedes decirme, claro.

- En usted, tal vez. - confesé algo nerviosa.

- Creo que es una coincidencia porque tambien estaba pensando en ti, mañana debemos hablar acerca de lo que pasó..

- Claro, si. - dije algo emocionada. - ¿Ya vas a dormir?

- ¿Tú no? mañana tenemos escuela.

- Oh, lo habia olvidado.. pues, que tengas buena noche y nos veremos mañana ¿si?

- Claro que nos veremos mañana, linda.

Me sentí tan bien al oirlo decirme eso.

- Bien, adiós... Mikey.

- Oh, eso suena muy tierno. - oí que alguien a su alrededor le dijo "suena muy tierno, nenita" - Callate, Randy.. disculpa, mi hermano es un estupido.

- No te preocupes, Mike. - reí. - Adios, nos vemos.

- Adios..

Colgué la llamada y me tiré a la cama nuevamente, no puede ser que alguien como yo haya logrado conseguir a un chico como él. Es demasiado perfecto, sus ojos, su boca, absolutamente todo.

《No seas tonta, aun no son nada》, me dijo mi subconsciente.

- Pero supongo que mañana me pedirá que seamos algo, por favor... quiero que ya pasen las horas para verlo. - me recosté en mi cama y cerré mis ojos.

Queria dormirme y poder al fin verlo, queria saber que queria decirme y deseaba con todo mi corazon que me pida que sea su novia. Es demasiado pronto, pero realmente siento que el es el chico al cual siempre quise.

*********

Iba casí corriendo a la escuela, queria ver a Michael y  tambien hablar con Zoe, necesitaba contarle lo que pasó y que me diera su visto bueno de todo esto. La ví a lo lejos, y corrí hacia ella, estaba sola como siempre esperando a que yo llegara o al menos eso pensé hasta que vi que Genna se le acercó.

- ¡Buenos dias! - dije sonriendo.

- Buenos Dias, Kat ¿como estas? - dijo Zoe mientras tomaba la mano de Genna.

No lo puedo creer, es definitivo ¡Zoe gusta de Genna!.

- Muy bien.. - dije sonriendo.

- Buenos dias, muchachas.

Al oír aquella voz sentí como mis piernas temblaban, sentí nerviosismo y emoción. Lentamente me giré y lo ví, esa sonrisa tan linda estaba en su rostro pero algo andaba mal, tenia una venda en el brazo.

- ¿Que te ha pasado? - pregunté mirandolo con preocupación.

- Quisieron asaltarme en la madrugada, pero no pasó nada.. son solo las pandillas. - suspiró. - ¿Descansaste bien?

Lo miré y asentí sonriendo, queria besarlo pero seria muy atrevido de mi parte y no queria que Michael se sintiera incomodo.

- ¿Y tú? - el me sonrió y asintió.

Me sentía sonrojada y el lo estaba igual, su sonrisa timida y su mirada nerviosa estaban en mi.

- Ustedes son muy raros. - comentó Genna. - ¿Podrían decirme que pasó aqui?

- Bueno, yo... - Michael me interrumpió.

- Somos mas que amigos. - me tomó la mano y sentí que me desmayaría.

- ¡Wow, wow, wow! - dijo Genna algo sorprendida - ¿Son pareja?

- No lo puedo creer, ¿en serio? - dijo Zoe con la misma expresión.

- Claro que si, ¿no es cierto, Kat? - lo miré sintiendo las mariposas en mi estomago.

- Claro.. - susurré.

- Dios mio, estoy feliz por ustedes. - Zoe me abrazó.

Yo no podía asimilarlo, necesitaba que el me explicara que fue eso. El solo me guiñó un ojo besó el dorso de mi mano, sinceramente estoy muriendo de la emoción.

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Espero que lo disfruten.

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