Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

009

El día de la fiesta, Niki estaba en casa, ansioso, esperando a que le llegaran los mensajes de Heeseung y Jungwon.

La muy responsable idea de Heeseung había sido la de hacerle creer a Sunoo que tendría una poción de amor para echarle a la bebida de Sunghoon, para acercarlo a la magia sin exponerlo de golpe. A la par, para evitar meter al mortal en todo el lío mágico, realmente sería Niki quien estaría en el cuerpo de Sunghoon, por medio de una poción de transmutación.

Jungwon aún quería tratar de despertar los poderes mágicos de Sunoo, pero entendió que quizás una fiesta repleta de adolescentes ippan no era la mejor escena para ello. Por otro lado, Niki se hubiese quejado con lo afectivamente irresponsable que era la idea de Heeseung, pero... le permitía acercarse a Sunoo como excusa, así que tampoco se negó.

Para ejecutarla, debían deshacerse del Sunghoon real, lo cual no fue tan difícil. En su forma mortal, Heeseung fue a su casa y se hizo pasar por su tutor de matemáticas, lo que logró que su mamá le reprochara por pensar en salir cuando estaba fallando el curso. Ni siquiera tuvieron que utilizar magia para mantenerlo encerrado en casa esa noche, precisamente el objetivo.

Chat normal con amigos normales

Heeseung
> Ya entré
> Acabo de ver su cuaderno...
> Señor, dame paciencia

Además, debían distraer a Jaeyoon y Jongseong para que no trataran de mantenerse junto a Sunoo toda la noche, de lo que Jungwon se encargó. Igualmente, en su forma mortal, se presentó en la fiesta y los buscó, comenzando a hablar con el grupo para que confiaran en él. Con el particular interés que Jongseong parecía tenerle, no fue difícil integrarse.

Jungwon
> Ya los llevé al segundo piso
> Le pusieron algo al ponche o tu amigo
    es así de atrevido normalmente?

de quién hablas? <
AHH JONGSEONG??? <
averígualo tú mismo <
😼😼😼 <

Aunque le hubiese gustado sentarse a leer las actualizaciones de Heeseung y Jungwon toda la noche, Niki también debía actuar. Para ello, se dirigió hacia su caldera, donde hervía la poción de transmutación que Heeseung le había ayudado a preparar antes de salir, y agregó la muestra de saliva de Sunghoon. De inmediato, el burbujeo azulado de la poción comenzó a echar humo, sacándole una sonrisa. En poco tiempo estaría lista.

Apagó el fuego y vertió la poción líquida sobre un pequeño contenedor. Tras el hervor, se había reducido al volumen de menos de la mitad del contenedor, así que estaría a una temperatura bebible una vez que Niki terminara de lavar la caldera.

Mientras se encargaba de ello, comenzaba a ensayar los manierismos de Sunghoon, algo que lamentablemente no obtendría por medio de la poción. Realmente no lo conocía muy bien, pero creía que solía mantener una expresión relativamente neutra, no hablaba mucho y seguía todas las instrucciones de los docentes al pie de la letra, así que era un buen chico que no podía ser tan difícil de imitar.

Cuando terminó de lavar la caldera, tomó el contenedor en una mano, contemplando la opción de mandar todo a la basura –literalmente– y ser directo con Sunoo.

En cambio, cerró los ojos y bebió la poción de un solo golpe.

Por un instante, sintió que se le cerraba el pecho y sus articulaciones se transformaban en gelatina. El piso se movió, sus piernas temblaron y tuvo que buscar ayuda de una pared para tratar de mantenerse de pie. Apenas podía respirar por la boca, pero era como si estuviera dentro de un charco de arena movediza, atrapado, incapaz de escapar...

Hasta que cayó al suelo, dejando escapar un jadeo que sonó impropio.

Pasaron unos segundos hasta que volvió a sentir sus músculos, cuando por fin logró levantarse del suelo, con la respiración pesada. Volvió a sentir los pies sobre la tierra y las articulaciones bien ajustadas, pero cuando se fijó en su reflejo, no logró reconocerse.

Ahora era Sunghoon, al menos por ocho horas.

Terminó de alistarse con las prendas más similares a las de Sunghoon que encontró en su clóset y pidió un taxi en dirección a la fiesta. Mientras esperaba, entró a sus chats, y se encontró con uno que erizó su sentido de culpa.

Sunoo
> Holaaa, vas a venir?
> Perdí a Jay y Jake y estoy solito :(

—Lo siento, Sunoo —dijo Niki para sí mismo, silenciando sus notificaciones del celular—. Todo valdrá la pena cuando tengas tu momento con Sungh-

Por poco deja caer su celular cuando recordó precisamente qué es lo que estaba haciendo.

Conmigo.

Cuando llegó a casa de Soobin, Niki sentía que estaba empapado de sudor frío. Era la primera vez que bebía una poción de transmutación, pero había leído sobre todo lo que podía salir mal. Puede que la mayoría de problemas surjan durante la preparación, pero ni siquiera una poción perfecta podía salvarlo de un desliz actoral.

Tardó casi dos minutos en bajar del taxi, y unos dos minutos más en atreverse a entrar a la casa. Incluso cuando estuvo dentro, se vio abrumado por la fuerte música de los parlantes, el cruce de hombros con hombros y la presión de las miradas ajenas, así que terminó por encerrarse en el baño más cercano.

Cerró los ojos, caminó tres pasos desde la puerta hasta el inodoro, inhaló, exhaló, abrió los ojos, se paró frente al espejo, volvió a inhalar y exhalar, gritó en silencio, se arregló las cejas, volvió a inhalar... y metió su meñique dentro de su nariz, riendo en voz baja al ver la imagen de Sunghoon haciendo eso.

¿Hay alguien allí? —dijo una voz femenina, desde el otro lado de la puerta.

—Ocupado —respondió Niki, con el corazón acelerado—. Un segundo, por favor.

Colocó las manos sobre el lavabo y se inclinó hacia adelante, como para darse palabras de ánimo a sí mismo.

Okay, actúa normal, Niki, todo está bien. Eres el príncipe del hielo, eres un pingüino agraciado que se desliza con elegancia por todos lados.

Cerró los ojos y tomó un suspiro más antes de salir del baño y darle paso a la chica que estaba esperando, mostrando su mejor expresión vacía. Para no llamar la atención de las personas equivocadas, procuró tomar un camino abarrotado de invitados, deslizándose entre los desconocidos del grado mayor.

Entretanto, buscó a Sunoo con la mirada, pero no lo encontró por el camino. Se dirigió hacia la mesa de snacks, donde suponía que podía estar escondido, pero solo se encontró con un par de desconocidos en su celular y una pareja besándose. Ew.

Ignorando a la pareja, actuó casual al recoger un vaso y servirse un poco de ponche no-alcohólico. Se ubicó al lado de uno de los desconocidos en su celular, copiándolo al levantar su celular, pero en vez de revisar sus chats, se mantuvo atento a la silueta de Sunoo.

Todo iba bien, excepto que tenía una aterradora sensación de estar siendo observado de vuelta, pero suponía que era más un producto de su paranoia que un miedo real.

Eso, hasta que se percató de que Yeonjun, el capitán del equipo de natación y alguien que simultáneamente lo intimidaba y lo fascinaba, estaba caminando en su dirección, con la mirada fija en él.

De inmediato, Niki apartó la mirada hacia su celular, agradecido con el destino por el hecho de que Sunghoon sea un excelente representante de los introvertidos y actuar de esa forma no lo haría lucir muy fuera de personaje. Aún así, como no estaba seguro de la relación que tenía con Yeonjun, trató de actuar lo más normal posible, guardando su celular y echándole un cortés saludo con la cabeza apenas llegó al frente suyo.

—Hola Sunghoon —dijo Yeonjun, con un particular énfasis en el nombre, lo que hizo que Niki tuviera que tragar pesado—. ¿Por qué no estuviste en el último entrenamiento?

¿¡Sunghoon está en el equipo de natación!? Ah, esto me pasa por no andar al pendiente de la vida escolar...

—No pude ir, por, uhm, tareas —respondió Niki, bajando la mirada hacia su vaso de ponche—. Lo siento. —Recogió el vaso y tomó todo de golpe, frunciendo el entrecejo ante el sabor excesivamente dulce.

—Claro... —Yeonjun le echó una mirada de pies a cabeza, suspicaz—. ¿Te veré en el próximo?

—Sí, sí, claro —dijo Niki, riendo con cierto nerviosismo—. Perdón, es que... ¿No crees que el ponche tiene un sabor extraño?

—No he tom-

Yeonjun no logró completar su frase antes de que su expresión denotara completa preocupación, con los ojos grandes y la boca abierta.

—No tomes más —avisó, quitándole el vaso vacío de las manos—. Voy a hablar con Soobin.

Sin más, dio la vuelta y desapareció entre el resto de la fiesta, dejando atrás a un consternado Niki.

Sentía que Yeonjun sospechaba de "Sunghoon", pero esperaba que el tema del ponche lo hubiera distraído lo suficiente. Quizás podía salirse con la suya si fingía que alguien le había agregado alcohol al ponche y por eso estaba actuando extraño, no porque era un farsante. De todos modos, buscaría evitarlo el resto de la fiesta.

Como sabía que Sunoo eventualmente alcanzaría la mesa de snacks en ausencia de sus amigos, decidió esperar allí, revisando su celular como si tuviera algo interesante y ocasionalmente alzando la mirada para analizar el lugar. Suponía que serían un par de minutos...

O algunos minutos más...

O más...

Y cuando se dio cuenta de que había pasado media hora de pie en el mismo sitio, tuvo que cambiar de estrategia. Incluso había recibido mensajes de Jungwon y Heeseung, preguntando cuánto tiempo más tendrían que pasar distrayendo a los demás implicados.

Decidió salir de la fiesta por la puerta trasera para ir a la calle y buscar un poco de silencio. Una vez que se alejó lo suficiente, marcó el número de Sunoo, quien por suerte le respondió bastante rápido.

Hola Niki —saludó, con una voz débil—. Te estaba buscando, pero supongo que no viniste...

Niki sintió un golpe en el pecho con ese comentario. ¿Acaso Sunoo quería verlo? ¿A él?

—No... —respondió, esperando que la bulla lejana de la música no sea audible desde el otro lado de la línea—. Lo siento, no pude ir.

Ya veo... Oye, pero por qué tu voz-

—¡Pero suficiente sobre mí! —Rió para distraerlo, tratando de sonar más como sí mismo nuevamente—. ¿Ya tomaste la poción? ¿Le diste su parte a Sunghoon?

No y no, estoy encerrado en un baño casi desde que mis amigos desaparecieron —dijo Sunoo, llevando a Niki a golpearse la cabeza mentalmente—. Y, me da miedo, porque me gustaba la idea de probar algo de magia, pero no me sentiría bien sabiendo que básicamente lo estoy forzando, ¿sabes?

—Solo es por hoy, no te preocupes, mañana no se va a acordar de nada.

Oh. Sí suena terrible.

No sé, ya me dio miedito...

—Tienes que hacerlo —insistió, rindiéndose en la idea de hacerlo sonar bien, porque no había forma de consolar su dilema moral en ese momento—. Si no usas la poción hoy, va a explotar.

Al escuchar el suspiro de genuina preocupación de Sunoo, Niki se sintió ligeramente mal por explotar su ingenuidad, pero no le quedaba otra opción.

Okay, okay, lo buscaré —aceptó, para alivio de Niki—. ¿Por dónde crees que esté?

—Uh, ni idea, ¿quizás el patio trasero?

Okay, veré por allá. Gracias.

Apenas Sunoo colgó, Niki guardó su celular, aclaró su garganta y tomó un último suspiro de valentía antes de regresar a la fiesta. Optó por sentarse en las escalerillas que daban al porche, de lo más casual posible... y apenas lo hizo, su corazón se detuvo.

Volvió a caer en cuenta de que estaba a punto de besar a Sunoo.

Niki no necesitaba ninguna poción para verse atraído a Sunoo, y, aún así, tendría que actuar como Sunghoon actuaría si estuviera bajo la poción de amor, para que Sunoo quede convencido de que la poción era efectiva y no el placebo que realmente era.

Estaba a punto de besar a Sunoo, pero solo porque tenía la apariencia de Sunghoon.

Consideró regresar al interior de la casa para servirse algo de tomar, lo que lo ayudaría a mantener las manos ocupadas para calmar sus nervios, pero, apenas volteó, notó a Sunoo abrir la puerta, iluminado desde atrás por las luces coloridas de la fiesta.

De inmediato, apartó la mirada y simuló atender algo al frente suyo, para no quedarse mirándolo y delatarse a sí mismo. Podría admirar a su crush una vez que tomara la poción placebo.

—Hola, Sunghoon —dijo Sunoo, una vez que tomó asiento a su lado, con suficiente distancia como para que una persona más se sentara entre ambos—. ¿Qué haces aquí por tu cuenta?

—Necesitaba un poco de aire fresco —respondió Niki, evitando su mirada al mantenerse atento al horizonte.

—Oh, ya veo...

Sin más, Sunoo tomó un gran sorbo de la supuesta poción, tal como Niki le había indicado, pero luego se mantuvo en silencio. Niki podía darse cuenta de que Sunoo lo miraba de reojo ocasionalmente, jugando con el vaso entre sus manos, pero no parecía atreverse a lanzar la propuesta.

—¿Qué tienes allí? —preguntó, posando la mirada en el vaso, lo que hizo que Sunoo diera un saltito.

—Nada- digo- jugo —respondió, atropelladamente—. Es jugo. ¿Quieres?

—Claro. —Niki aceptó para apresurar las cosas, tomando el vaso de sus manos para beber todo de golpe de una vez. Sabía a jugo de naranja con un toque metálico, lo que le decía que, efectivamente, Sunoo le había agregado el placebo.

Apenas Niki bajó el vaso, pudo fijar su mirada en Sunoo, quien alzaba la mirada solo ocasionalmente, claramente nervioso. Lucía bastante tierno, con un ligero sonrojo coloreando sus mejillas y orejas, tanto que a Niki no le costaba nada quedarse mirándolo por varios segundos, actuando como si la poción realmente le hubiese hecho efecto.

—¿Tengo algo en la cara? —Sunoo rió, ocultándose tras ambas manos.

—Sí. —Niki decidió sacar su lado atrevido, el que tan fácilmente utilizaba cuando estaba en su elemento en el mundo mágico—. Belleza.

Sunoo inmediatamente se quebró en una montaña de risillas, terminando por ocultar todo su rostro tras sus manos, dando pequeñas pataditas con los pies. Niki sonrió amplio por lo fácil que era ponerlo tímido, pero, claro, debía recordar que solo lo lograba porque tenía la apariencia de Sunghoon.

—No sé por qué no me había dado cuenta de lo guapo que eres —siguió, sin quitarle la mirada de encima—. Sé que te gusto, y yo... Lo siento por no haberte dado una oportunidad.

Hizo el afán de apartar sus manos, sacarlo de su escondite y tomarlo de las mejillas, pero desistió a tiempo, en su mejor esfuerzo por conservar al menos un poco de lo que conocía de la usual disposición de Sunghoon. En cambio, se aclaró la garganta y tomó un suspiro que quería que sonara como uno soñador.

—Sunoo... —llamó, logrando que bajara las manos—. Es una hermosa noche, y ya que estamos los dos solos aquí... —Entrecerró los ojos, en lo que esperaba que luciera adorable y no maníaco—. ¿Puedo besarte? 

Sunoo sonrió, tan adorable como siempre, pero en vez de inclinarse por un beso, se puso repentinamente serio.

—No.

El rechazo tomó desprevenido a Niki, y tuvo que pestañear un par de veces para tratar de ubicarse.

—Wow, eso se sintió genial. —Sunoo rió, alzando los hombros antes de exhalar un suspiro y regresar a su mirada juguetona—. Cómo cambian las cosas, ¿no?

Trató de mostrar una expresión malévola, pero no le salió.

—Estuve obsesionado contigo por mucho tiempo, pero ya me di cuenta de que era solo eso, una obsesión. No es saludable, no es correcto y no es lo que quiero, porque... —Puso una mueca con los labios y alzó los hombros—. Estás equivocado. No me gustas, Sunghoon.

Niki no tenía idea de cómo responder. Jamás había visto o leído sobre alguien que utilizara una poción de amor y rechazara los avances de su víctima enamorada, así que quedó completamente en blanco. Maldita sea, Sunoo.

—Bueno, chau. Voy a llamar a Niki para agradecerle por-

—¡No! —Respondiendo al pánico, Niki lo tomó de las muñecas para detenerlo a tiempo—. No lo llames...

—¿Por qué no?

—Porque es muy tarde, y-

—Tienes razón, mejor mañana temprano —dijo Sunoo, brindándole alivio, aún risueño y orgulloso de sí mismo—. Me agrada más que tú, e incluso creo que me gusta un poquito...

Niki dejó de respirar.

—Quería pasar tiempo con él hoy, pero no vino. —Sunoo le llamó la atención indirectamente, soltándose de su agarre—. Igual, no sé, recién lo estoy conociendo, y, no sé, ya veremos.

Soltó una risita tímida, poniéndose de pie.

—Adiós, Sunghoon, perdón por hacerte sentir incómodo con las cartas en tu casillero, y gracias por dejarme rechazarte y reconstruir mi autoestima.

Le mostró una de sus sonrisas bonitas y se despidió, dando saltitos contentos al adentrarse en la casa nuevamente.

Apenas Sunoo desapareció de su vista, Niki volvió a respirar, soltando un pesado suspiro. Frunció el ceño y se apoyó de sus rodillas, bajando la cabeza. 

¿¡Qué rayos acaba de pasar!?

Tenía sentimientos encontrados. Estaba satisfecho con el hecho de que Sunoo hubiera superado a Sunghoon y hubiera utilizado la supuesta poción como salida catártica, porque así no se torturaría a sí mismo pensando que lo había forzado a besarlo. También estaba emocionado por haber escuchado que tenía cierto interés en él, de lo que quizás jamás se hubiese percatado si no fuese por una declaración directa. Aún así, estaba frustrado por no haber tenido la oportunidad de probar sus labios esa noche...

Pero, hey, al menos había pasado toda una noche como Sunghoon y nadie se había percatado de su truco.

Le escribió a Heeseung para preguntar cómo estaba Sunghoon, y a Jungwon para avisarle que ya podía liberar a Jaeyoon y Jongseong. Su misión estaba terminada allí, así que decidió regresar a casa de una vez, para apresurar la noche y asegurarse de que al día siguiente todo volvería a la normalidad.

Estuvo por ponerse de pie para regresar, pero, de repente, sintió una presencia tomar asiento a su lado. Cuando alzó la mirada y se dio cuenta de que era Yeonjun de nuevo, su corazón se agitó.

—Ah, el amor —dijo Yeonjun, rodeando sus hombros con un brazo—. No siempre conseguimos lo que queremos.

Inclinó la cabeza para poder bajar la voz, mostrándole una sonrisa ladina, con un destello de reconocimiento en su mirada.

—¿Cierto, Niki?

CHAN CHAN CHAAAAAAAN

estoy entre hacer a yeonjun un aliado o un enemigo. ¿qué preferirían?

anywaysss gracias por leer <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro