Holaaaa, a los años! Pequeño recordatorio de que en esta historia un "ippan" es un no-mago, un humano sin poderes. Espero que les guste el capítulo <3

Al igual que cada vez que necesitaba ayuda con una poción avanzada, Niki acudió a su amigo Heeseung esa tarde.

—Hey, mi estimado Heeseung, necesito-

—No.

La inmediata negación lo tomó desprevenido. Como Heeseung ni siquiera levantó la mirada del libro que estaba leyendo, Niki quiso creer que simplemente estaba muy concentrado en la lectura...

—No te voy a ayudar con una poción de amor —dijo Heeseung, negando su sospecha.

—¿Cómo supiste?

—Fui yo, lo siento. —Entre avergonzado y risueño, Jungwon se unió a la conversación y tomó asiento a un lado—. Bueno, ambos, estábamos juntos en la mañana cuando me di cuenta de que habías dejado el libro de pociones abierto en la página de la poción de amor.

—Oh...

—¿Y decidiste seguir tu corazón como te dije o aún vas a dejar que Sunoo bese a Sunghoon?

—¡Jungwon! —Sonrojado, Niki apartó la mirada—. No voy a engañar a Sunoo para que se enamore de mí con una poción de amor.

—Nadie aquí va a hacer una poción de amor —dijo Heeseung, finalmente alzando la mirada—. Lo siento, pero no nos vamos a meter en un juego tan irresponsable.

Niki tomó un prolongado suspiro de queja, golpeando su cabeza contra la mesa.

—Pero Niki ya se lo prometió a Sunoo, y-

—Jungwon, ¡sabes que no podemos exponer a los ippan a la magia como si nada! —continuó Heeseung, colocando las manos sobre sus caderas—. ¿Por qué sugerirías algo así?

—Porque es obvio que Sunoo no es ippan.

Ese comentario de Jungwon logró que Niki alzara la cabeza, echándole una mirada de reproche.

—Ay, Niki, eventualmente se iba a enterar —dijo, tomando un suspiro—. Será mejor que le digamos...

—¿Que me digan qué?

Niki y Jungwon intercambiaron una mirada; Niki negando con la cabeza y Jungwon asintiendo. Eventualmente, Niki se rindió y dejó caer sus hombros, sin atreverse a mirar a Heeseung a los ojos.

—Traje a Sunoo a las mazmorras. —Apenas lo dijo, Heeseung suspiró—. Ya sé, ya sé, estuvo mal y no debí hacerlo, pero solo estuvimos aquí un ratito y luego fuimos al jardín de hadas.

—Ya le dije que esa fue una mala idea —intervino Jungwon—. Sobre todo porque, bueno...

—Le picó un hada y le salió sangre —completó Niki, sincerándose—. Antes no tenía idea, pero Jungwon ya me dijo lo que significa...

Si solo ves partículas de polvo, eres ippan.
Si puedes ver e interactuar con las hadas, eres un brujo promedio.
Si eres como miel para las hadas hasta el punto en el que te rodean y te picotean... eres un brujo de sangre completamente pura.

—Genial. —Heeseung se llevó una mano al entrecejo, tomando un suspiro—. Entonces tienen razón, no es ippan.

—Está lejos de serlo —dijo Jungwon.

—Pero, en ese caso... ¿por qué no ha activado su magia aún? ¿Por qué sigue viviendo como el más regular de los humanos?

—Eso es lo que no sé —dijo Niki, frunciendo los labios—. Creí que quizás al traerlo a las mazmorras se podría activar su magia...

Por unos segundos, los tres se mantuvieron en silencio, contemplando sus opciones. Era mucho más cómodo para Niki creer que el motivo por el que Sunoo siempre le había llamado la atención era que siempre supo que no era un simple ippan, mucho más cómodo que aceptar que le parecía lindo y que le gustaría invitarlo a salir algún día.

—Y yo creo que con la poción de amor se puede activar su magia —dijo Jungwon, rompiendo con el silencio—. Las hadas y el hechizo de Niki fueron un primer acercamiento, pero una vez que Sunoo pruebe la magia directamente, puede que realmente se active.

—No, no vamos a darle ninguna poción de amor —insistió Heeseung, logrando que los menores abultaran los labios casi en simultáneo—. Aunque Sunoo no sea ippan, esta poción de amor involucraría a alguien más —argumentó, en referencia a Sunghoon—. ¿Acaso me van a decir que ese otro chico tampoco es ippan?

Niki y Jungwon intercambiaron una mirada de cómplice derrota, ya que, probablemente, Sunghoon era un humano como cualquier otro.

—¿Entonces qué sugieres? —preguntó Jungwon, con el ceño fruncido de forma más tierna que intimidante—. Niki ya le dijo a Sunoo que hará la poción...

—Y puede decirle que ya no, o mejor aún, aclarar que no va a volver a las mazm-

—O podríamos simplemente decirle a Sunoo que tiene magia —interrumpió Niki, ganándose las miradas de desaprobación de los mayores.

—No. —Lo cortaron en simultáneo.

—Pero quizás-

—No le arruines la experiencia —repitió Jungwon—. Si es que va a ser mago, tiene que vivirlo él mismo primero.

—Y no tiene que hacerlo —murmuró Heeseung, en otra dirección—. Tener poderes no es solo diversión, implica una gran responsabilidad. —Niki chasqueó la lengua, así que Heeseung se acercó para hablarle directamente a los ojos—. Puedes ponerlo en peligro si lo jalas a este mundo...

—¿Qué quieres decir?

—Ya-sabes-quién ya nos tiene marcados como enemigos por el supuesto espionaje —recordó Heeseung—. ¿Recuerdas lo que leímos en sus notas?

Por supuesto, Niki recordaba cada una de las marcas de la tinta en el pergamino que encontraron cuando se escabulleron dentro del aula del profesor H. En un afán por mantenerse al tanto de sus fechorías, habían encontrado una receta secreta del profesor, una titulada "Elixir de la eterna juventud", en cuya larga lista de ingredientes figuraba un ítem bastante perturbador.

2500 mililitros de sangre pura fresca.

—Puedes ponerlo en serio peligro —repitió Heeseung, colocando una mano gentil sobre el hombro de Niki.

—Pero... —Jungwon tragó pesado—. Si las hadas le sacaron sangre... ya está en peligro.

Heeseung tensó los hombros. Niki cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás, porque ahora se sentía como un idiota por haber llevado a Sunoo al jardín de hadas. Ser perseguido por mercenarios de sangre no debería ser parte de ninguna bienvenida al mundo mágico.

—Creo que es mejor que sepa que es brujo y aprenda a protegerse —sugirió Jungwon—. Nosotros podemos ayudar, pero...

—¿En serio no podemos decirle directamente? —preguntó Niki.

—No. —Nuevamente, lo cortaron en simultáneo.

—Gracias a Jungwon, ya le dije que voy a preparar la poción de amor, así que espera que lo haga para que pueda besar al chico que le gusta... —Una incómoda astilla se clavó en su corazón al recordar ese punto—. Yo no creo que active su magia, pero...

—Yo tampoco —dijo Heeseung—. Pero creo que tengo una idea...

Al día siguiente, Niki apenas logró prestar atención en sus clases, porque su cabeza estaba en otro mundo. La idea de Heeseung era casi tan descabellada como la idea de Jungwon, pero por algún motivo todos se habían puesto de acuerdo en seguirla. Ahora solo debía actuar como si fuese a crear una poción de amor, para ser consecuente con lo que le había prometido a Sunoo.

Así, tras su última clase, llevó a Sunoo a la terraza para decirle exactamente lo que necesitaba.

—Necesito una muestra de la saliva de Sunghoon.

—¿Huh? —Con una expresión de disgusto, Sunoo se alejó un paso, confundido—. ¿Saliva?

—Es crucial para la poción de amor —dijo Niki, haciendo su mejor esfuerzo por sonar convincente.

—Ese es un pedido muy raro, Niki, espero que lo sepas. No puedo simplemente acercarme a Sunghoon y pedirle que me escupa, o sea, no me gusta la degradación... 

—¡Pero así no! —Rió, tratando de pensar en una alternativa decente—. Podrías... ¿Pedirle que selle una carta de la forma antigua?

—¿Por qué necesitaría sellar-? —Repentinamente, Sunoo se iluminó—. Oh, podría decirle a Jaeyoon que estás haciendo un experimento raro y necesita saliva de cuatro personas, así le pediría la muestra a Sunghoon como el cuarto...

—¿Cómo lo explicarás para que no suene como una poción?

—Uhm, para... ¿analizar las bacterias en nuestras lenguas?

Niki vaciló un instante antes de asentir, poco convencido. Ya había cometido un desliz al revelarle su identidad mágica a Sunoo, y no quería causar sospechas entre los demás. Sabía de los rumores, porque no había sido precisamente discreto en su comportamiento, pero ahora, más que nunca, quería desmentirlos.

—Bueno, si crees que eso funcionará, hazlo... Pero asegúrate de no confundir las muestras, porque si me das la de Jaeyoon en vez de la de Sunghoon, puede que sea otro el que se enamore de ti.

—¡Oh no! —Sunoo dramatizó al llevarse una mano a la frente, como protagonista trágico que acababa de presenciar la muerte de su amado.

En otro momento, Niki hubiese reído, pero estaba muy distraído recapitulando los pasos que debía ejecutar para la poción que prepararía con sus amigos. Como en toda poción, el primer paso era conseguir los ingredientes, incluyendo la muestra de saliva de Sunghoon. Si realmente estuviese preparando una poción de amor para que Sunghoon se enamorara de Sunoo, lo que necesitaría sería una muestra del ADN de Sunoo, pero sus planes eran distintos.

Se había visto obligado a mentirle a Sunoo. No prepararía una poción de amor, prepararía una poción de transmutación física.

—¿Niki? —llamó Sunoo, colocando una mano sobre su hombro—. ¿Me escuchaste?

—¿Huh?

—Te preguntaba cuándo vamos a usar la poción —repitió, bajando la mirada. Niki asintió, preparado gracias a lo que Jungwon le había contado esa mañana.

—En la fiesta del sábado —respondió, tomando desprevenido a Sunoo—. Así que tienes que ir... ¿está bien?

—¿Irás conmigo?

—¿Quieres que vaya contigo?

Una pequeña sonrisa ocupó el rostro de Sunoo, junto a lo que Niki podía jurar que se trataba de un leve sonrojo. 

—Sip, ven —pidió el mayor—. ¿Qué pasa si hay un efecto secundario imprevisto? —Antes de que Niki pudiera responder, Sunoo siguió—. Oh, y hablando de eso... ¿qué se supone que hace la poción?

—Sunghoon se verá más atraído a ti y se te acercará esa noche, como me pediste, para que tengas una chance de hablarle —explicó Niki, de forma casi mecánica, porque lo había ensayado con Heeseung y Jungwon—. La poción durará un par de horas, y por eso queremos que sea en la fiesta, para que, quizás, termine por besarte.

Aquello intensificó el color rojizo de las orejas de Sunoo. Incluso se escondió tras sus manos, dándole la espalda a Niki, a quien le parecía tierno.

—¿Nervioso? —preguntó, colocando una mano sobre su hombro.

—Es que yo nunca... —Sunoo tomó un suspiro antes de voltear de nuevo, repentinamente rodeando la cintura de Niki para sostenerlo en un abrazo—. Ya sabes, eso, es... es raro.

—Tienes toda la semana para prepararte —le aseguró Niki, sin querer escapar del abrazo—. Y, bueno, si no quieres hacerlo no hay problema, Sunghoon estará atraído a ti pero no te forzará a nada.

—Hmm... de acuerdo.

Se quedaron unos minutos más en la terraza, mientras Sunoo exponía sus dudas y Niki las respondía lo mejor posible, tomando en cuenta las limitaciones impuestas por la situación. Lo veía tan emocionado que se sentía cada vez peor por mentirle y por ilusionarlo solo para exponerlo a un corazón roto cuando el verdadero Sunghoon rechace sus avances después de la fiesta.

Después de todo, la poción de transmutación física era para que una persona tomara la apariencia de otra. Sunoo no se encontraría con un Sunghoon hechizado en la fiesta, sino con Niki en el cuerpo de Sunghoon.