Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

007

A la mañana siguiente, Sunoo rompió con su tradición matutina.

Por primera vez en casi un mes, no le escribió una cartita a Sunghoon. Se sintió diferente tener 10 minutos de sobra antes de abordar el bus, como un vacío que sus impulsos le pedían que complete aunque sea por hábito. Más que extraño, sin embargo, se sintió liberador.

En parte, creía que lo había dejado de hacer como experimento, para probar si es que el chico del 035 se percataba de su ausencia, si es que como mínimo mostraba confusión al no encontrar una linda nota en su casillero. También, creía que, ahora que estaba próximo a tener una poción con la que lograría conocer mejor a Sunghoon, no necesitaba poner los mismos esfuerzos, que de igual forma no eran apreciados.

Lo que volaba por debajo de su consciencia, y también lo más real, era que lo dejó de hacer porque ahora conocía a Niki.

Mientras se vestía, recordó que había dejado su blazer en manos del hechicero, lo que le sacó una pequeña risilla. El día anterior había sido una experiencia completa, probablemente el día más interesante del semestre hasta ahora, y lo mejor era cuán exclusivo había sido, porque no podía –ni quería– contarle los detalles a sus amigos.

Optó por colocarse una chompa tejida para abrigarse en el camino, la cual contaba con un bolsillo para dejar su celular. Al colocarlo adentro, sintió la vibración de un par de notificaciones entrantes, por lo que tuvo que volver a sacarlo de inmediato.

Ni-ki
> Qué prefieres
> Lirio de los valles o jacinto?

Sinceramente, Sunoo no tenía idea de cómo lucían esas entidades, pero sospechaba que Niki hablaba de flores.

lirio de los valles suena lindo
me vas a llevar flores? 🥺

> No...
> Es para perfumar tu blazer

oh :(
bueno, el que huela más como yo

> No hay perfume de perfección

Al leer ese mensaje, el corazón de Sunoo se detuvo por más de un segundo. Incluso tuvo que soltar su celular sobre la cama, porque se llevó ambas manos al rostro, para chequear si es que, tal como creía, se acababan de calentar sus mejillas. Oh, ¿Niki creía que era perfecto? No tenía más opción que responder con un millón de emojis de corazones, así que eso estuvo por hacer.

Cuando volvió a revisar el chat unos segundos después, sin embargo, notó una corrección clave.

> *que te describa a la perfección
> Autocorrector jajaj perdón

Oh.

> Bueno ya voy a salir
> Nos vemos en clase!

oki, nos vemooos
espero que tengas buen gusto olfativo :P

Con un suspiro, guardó su celular en su bolsillo para revisar su apariencia una última vez antes de salir de casa. En efecto, notó que sus mejillas estaban levemente sonrojadas aún, pese a que Niki acababa de desmentir su interés, lo que le llevó a sacudir la cabeza. Realmente debía dejar de ser tan crédulo.

Cuando Sunoo llegó a la escuela, fue directo a su casillero, sintiéndose empoderado al esquivar el 035. Ni siquiera le echó un vistazo al casillero de Sunghoon, sólo sacó los libros que le correspondían para los cursos de la mañana, tranquilo.

—Oye tú, ¿ya te olvidaste de nuestra amistad? —dramatizó Jongseong, como saludo—. No nos escribiste ayer, ¿qué pasó?

—Podrías haberme escrito, ¿sabes? —rió Sunoo, justo al cerrar su casillero.

—No, yo envíe el último mensaje en nuestro chat, y tengo dignidad, así que no te escribiría de nuevo después de un visto.

Antes de que el menor pudiera explicar sus motivos, inventando una historia sobre asuntos familiares, Jaeyoon se unió a la conversación, abrazando a ambos al deslizar sus brazos sobre sus hombros.

—Buenas, adivinen quién consiguió una invitación para la fiesta que tendrán los de último año el viernes —saludó, con una amplia sonrisa.

—¡No! —Asombrado, Sunoo se llevó una mano a la boca, apenas capaz de contener su emoción.

—¡Sí! —Jaeyoon lo sujetó con más fuerza, dándole una leve sacudida—. Al parecer, no eres el único admirador de 035, porque Soobin-nim lo buscó exclusivamente para invitarlo.

—¿A Sunghoon? —preguntó Jongseong, alzando una ceja—. Creí que nos contaste porque te invitaron a ti.

—Sí, uhm... Lo invitó a él, pero él me invitó a mí porque no quiere ser el único de nuestro año, y yo los estoy invitando a ustedes para hacer un grupito.

—No creo que seamos igual de bienvenidos... —murmuró Sunoo, tomando distancia de Jaeyoon. Ahora era más que obvio que Sunghoon tenía a un favorito, y ese no era él.

—Pero Soobin-nim no es mala onda, no creo que nos eche de su casa —argumentó Jaeyoon—. Andaríamos con Sunghoon durante ese tiempo, sí, pero-

—Creo que es muy pronto para mí —dijo Sunoo—. estarías con él, mientras Jongseong socializa con los mayores y yo me quedo al lado de la mesa de snacks, imaginando lo lindo que sería tener más confianza.

—No seas así... ¡Todos podemos ser amigos! Prometo que no te dej-

Jaeyoon no llegó a completar su frase, ya que, igual que Jongseong, cambió su expresión a una cierta sorpresa. Lo hicieron de forma tan similar y al mismo instante que asustaron a Sunoo, quien se vio obligado a voltear en la dirección de su mirada.

—¡Niki! —saludó, aliviado al ver que era el hechicero quien caminaba en dirección al grupo, y no un profesor dispuesto a gritarles. 

—Hey. —El menor se acercó a saludarlo, algo tímido ante la mirada de sus amigos—. Uhm, quería... Preguntarte algo sobre inglés.

—Oh, Jay y Jake son mejores, te pueden ayudar —ofreció Sunoo, sin darse cuenta de sus verdaderas intenciones—. Justo iban a conversar-

—Nah, you got this, mate. —Jaeyoon lo ayudó, sonriéndole a Niki.

Con la mirada cómplice del hechicero, Sunoo recordó su propósito. Por supuesto, no quería entregarle su blazer en frente de sus amigos o levantarían sospechas, harían un escándalo y los molestarían con eso durante todo el año. Quizás no tan extremo, pero...

—Cierto, Niki, ¿te gustaría ir a una fiesta el viernes? —sugirió Jaeyoon con un guiño discreto en dirección a Sunoo, logrando que todos los demás fijaran una mirada de sorpresa en él—. Puede, ¿no?

—A este paso, todo el grado invadirá la fiesta y los mayores nos odiarán —comentó Jongseong, cruzándose de brazos.

—O sea, no quieres que vaya —cuestionó Niki.

—¡No dije eso! —Jongseong se retractó, sacudiendo las palmas de sus manos en paralelo—. Ve, si quieres, solo digo que no estamos oficialmente invitados, y ya no-

—Igual no quiero ir, descuida. —Niki rió, al parecer un tanto más cómodo con el grupo por el pánico del mayor. Volteó hacia Sunoo, casual—. ¿Tú irás?

—No estoy seguro...

—¿A dónde?

La repentina interrupción de un tercero los tomó desprevenidos, sobre todo al menor, ya que el recién llegado había colocado las manos sobre sus hombros por detrás.

Sunoo no lo había reconocido al instante, ya que tenía el cabello oscuro, los ojos cafés y estaba vestido completamente de negro, pero pronto se dio cuenta de que era Jungwon, el brujito al que había conocido el día anterior en las mazmorras.

—¿Qué haces aquí? —le preguntó Niki, despojándose de su tacto.

—¿No puedo visitar a un amigo? —Jungwon abultó los labios, actuando con perfecta inocencia, aunque su mirada era bastante seria—. Vamos, no nos vemos hace tiempo, ¿ven conmigo por un rato?

Dudoso, Niki asintió, antes de voltear para despedirse rápidamente de los demás. Así, desapareció junto a Jungwon sin haber escuchado la respuesta completa de Sunoo respecto a la fiesta, alejándose hacia algún lugar extraño.

—Y yo que lo iba a ayudar con inglés...

Con una sonrisa casi imperceptible, Jongseong se había quedado embobado con Jungwon, hasta el punto de seguirlo con la mirada, incluso cuando desapareció de su rango de visión. Solo cuando Jaeyoon sacudió una mano frente a su rostro, regresó a la realidad, pestañeando un par de veces. 

—Hola, ¿tierra a Jay?

—Sí, creo que sí. ¿Qué dijiste? —preguntó, perdido, lo que llevó a sus amigos a reír.

—Uhh, ya no soy el único con un crush —canturreó Sunoo, en un tono agudo para fastidiar al mayor.

Haciéndole caso omiso, Jongseong abrió su casillero como para sacar un libro, pese a que ya tenía todo lo que necesitaba en su mochila. Tuvo la suerte de ser salvado por la campana, que movilizó a todo el estudiantado hacia sus salones de clases.

—¿No fue raro? —dijo Jaeyoon, mientras se dirigían hacia su salón—. Que llegara el desconocido de la nada... Sunoo, ¿sabes quién es?

—No, ¿por qué sabría? —Soltó una risa forzada, golpeándose mentalmente por lo malo que era mintiendo—. Supongo que es amigo de Niki, por eso dijo que no se ven hace tiempo.

—¿Crees que entre a clase? —La pregunta de Jongseong le sacó una pequeña sonrisa, por cuán rápido se había obsesionado con el chico misterioso.

—Probablemente no, pero ya veremos.

Llegaron a clase y ocuparon sus usuales asientos, sin tener que esperar mucho al arribo de la profesora. Sunoo trató de concentrarse, pero no dejaba de pensar en la conversación que Niki y Jungwon debían estar teniendo. Si es que usualmente no se vinculaba con el mundo ippan, ¿por qué apareció ese día? 

Después de inglés, tocaba la clase de ciencias en el laboratorio, algo para lo que Sunoo no se encontraba precisamente emocionado, considerando que su idea de ser el nuevo labmate de Niki se había visto arruinada.

O al menos eso pensaba antes de llegar al laboratorio, cuando vio que Niki lo llamaba con la mano desde la tercera fila.

—Hey, tengo tu blazer —le recordó apenas Sunoo se aproximó y tomó asiento a su lado, fingiendo que no había desaparecido durante toda la hora de inglés—. No quería devolvértelo en frente de tus amigos porque, ya sabes...

—Claro, gracias. ¿A dónde te fuiste en inglés?

Ignorando la pregunta inicialmente, Niki depositó la bolsa debajo del pupitre, para que Sunoo pueda tomarla sin levantar sospechas, constantemente mirándolo de reojo. Ambos sacaron sus materiales de clase, en un silencio un tanto tenso.

—Jungwon me quería contar algo sobre mi ex-colegio —explicó Niki, finalmente—. No era tan importante, pero me dio vergüenza entrar tarde a inglés, así que preferí esquivar la clase por completo.

—Oh, tiene sentido. —Sunoo se vio satisfecho por su explicación, para alivio de Niki—. Luego te presto mis cuadernos, si quieres. A menos que también se los quieras pedir a Jaeyoon...

Alzó la mirada en dirección de su amigo, quien se encontraba conversando con Sunghoon en su pupitre compartido. Al parecer, Niki le leyó la mente con su magia, porque colocó una mano sobre la suya, instándolo a voltear nuevamente en su dirección.

—Sunoo... —Sujetó su muñeca y alzó la mirada, mostrando sus ojitos brillantes—. ¿Te puedo preguntar algo?

—Sí, claro —dijo el aludido, sonriendo.

—¿Todavía te gusta Sunghoon?

La sonrisa de Sunoo tembló ligeramente, porque era una pregunta que no había estado esperando. Tan solo había pasado un día desde que le contó a Niki lo que sentía por 035, el motivo de su acercamiento en primer lugar, así que sería raro responder de una forma que no fuese afirmativa.

—Sí... —respondió, aunque no con tanta seguridad como lo hubiese dicho un par de días atrás—. Ya no te voy a pedir que lo fuerces a amarme o algo así, pero de que me gusta, me gusta. Sería lindo si me diera una oportunidad.

Dirigió otra mirada perdida hacia el pupitre de Sunghoon y Jaeyoon, quienes ahora reían por algún tema desconocido para Sunoo, en su propio mundo.

—Haré la solución química —le dijo Niki, repentinamente. Sunoo volteó en su dirección, con los ojos enormes y el corazón acelerado—. Pero necesito que colabores conmigo.

Con aquel vocabulario genérico, cualquier compañero que los escuchase podría asumir que se referían a las soluciones de química para la clase, pero Sunoo entendía perfectamente bien de lo que realmente estaba hablando.

Niki le prepararía una poción de amor para tener una chance con Sunghoon.

—¿Seguro? —titubeó, como una pregunta para sí mismo—. Entiendo si es muy peligroso, si no quieres hacerlo no hay prob-

—Te dije que lo voy a hacer —repitió Niki, evadiendo su mirada al enfocarse en su cuaderno—. Más tarde te digo lo que necesito, ¿sí?

—Oh... está bien.

En un mutuo acuerdo por dejar el tema para más tarde, cuando estuvieran a solas, ambos volvieron a enfocarse en sus cuadernos, a la espera de la lección del profesor. Sunoo podía sentir al niño pequeño en su interior saltando de emoción, más que por una chance con Sunghoon, porque le entusiasmaba la idea de probar una pizca de magia, pero también podía sentir al adulto emergente en su interior dudando de todo. Era una oportunidad de una en un millón, y no debería desperdiciarla, pero... no se sintió tan bien como anticipó.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro