Para el final del día, Sunoo ya había recuperado los buenos ánimos. Estaba emocionado por hablar con Niki, porque, incluso si no fuera capaz de ayudarlo para atrapar a Sunghoon, le parecía un chico enigmático, y quería conocerlo mejor.

Había guardado la notita que le escribió dentro de su agenda, para que sus amigos no la vean, pues quería atesorarla como merecía. Quizás Sunghoon no era el tipo de chico al que le gustaban las cartas especiales, pero a Sunoo le encantaban, en teoría. Era la primera vez que recibía una, lo que lo hacía aún más especial.

Antes de subir a la terraza, acompañó a sus amigos a los casilleros, porque debía guardar un par de cuadernillos innecesarios.

— ¿Mañana volverás a intentar con 035? —le preguntó Jongseong, en voz baja— Como los mensajitos no funcionan porque es raro, mejor probemos otra cosa.

— ¿Como qué? —Sunoo abultó los labios, poco esperanzado en las técnicas mortales— ¿Conocerlo, como dice su labmate?

— Es la única forma sensata. —insistió Jaeyoon— Creo que deberías tratar de ser su amigo primero.

— Mira, allí viene.

La señal de Jongseong alarmó a Sunoo, quien no tuvo tiempo de responder adecuadamente. Tal como había visto en las películas, se tomó esos segundos para tratar de posar con naturalidad, es decir, de brazos cruzados contra los casilleros, como si fuera muy cool.

Lo único que ganó con eso fue que la manija de un casillero golpee su espalda, porque Sunghoon ni siquiera lo miró a los ojos.

— Hey, Jaeyoon. —Se dirigió exclusivamente al mencionado, como si no estuviera acompañado— ¿Crees que me puedas prestar tus notas del laboratorio pasado? Perdí mis apuntes.

— Uh, claro. —Jaeyoon se apuró en cumplir con el pedido, colocando su mochila en el suelo para rebuscar por sus carpetas de ciencias— ¿Sólo eso?

— Sí, por favor.

Naturalmente, Sunoo se había quedado embelesado con la belleza de Sunghoon por unos segundos, porque lo tenía tan cerca que era imposible resistirse. Sólo se dio cuenta de lo que hacía cuando Jongseong le dio un empujoncito con el codo, que le llevó a apartar la mirada hacia el extremo opuesto.

Sunghoon pretendió no darse cuenta, aguardando con las manos en los bolsillos, hasta que Jaeyoon encontró la hoja de sus apuntes y se puso de pie. Así, fue el encargado de quebrar con el silencio incómodo.

— Aquí tienes. —Le entregó sus notas, con una sonrisa— Nos vemos mañana.

— Gracias, y sí, nos vemos mañana. —Sunghoon le ofreció una pequeña sonrisa de vuelta, antes de despedirse del trío en un apuro.

Apenas volteó, los hombros de Sunoo se hundieron junto a un suspiro. No se había dado cuenta de que había estado conteniendo la respiración por la presencia del patinador, y tampoco de que aún seguía con la mirada clavada en él.

Jongseong, en cambio, no había apartado la mirada de Jaeyoon, quien se sobresaltó por el contacto visual inmediato al inclinarse en su dirección.

— Uhm, Jakey, ¿no te parece que a Sunghoon le interesas? —propuso, inmediatamente ganándose las miradas de fastidio y ceños fruncidos por parte de los menores.

— ¡No! —Sunoo y Jaeyoon respondieron en unísono, antes de que sólo el primero tome la palabra— ¿Tú crees?

— No sé, sólo digo. —Jongseong alzó las palmas, declarándose inocente— Pudo haberle pedido sus apuntes a cualquier otra persona, pero justo vino por él...

Jaeyoon soltó una corta risa, negándose con la cabeza, pero para Sunoo todo lo que decía su amigo debía ser tomado en serio. Además, puede que tenga razón, puede que haya conectado dos puntos... ¿Pero por qué a Sunghoon le interesaría Jaeyoon?

— ¡No tiene sentido! —protestó, echando la cabeza hacia atrás— ¡Yo soy más adorable que él!

— Somos- ¡Hey! —Jaeyoon estuvo por defenderse, pero antes que nada le dio un empujoncito por catalogarlo como  menos adorable— Somos labmates, tú mismo lo dijiste, Sunoo. Los compañeros de laboratorio hacen experimentos juntos, ¿duh?

— Y tienen química. —resaltó Jongseong, jugando con sus dedos como si estuviese en una escena macabra de un filme de detectives— Viste, tengo razón.

Sunoo cerró su casillero de golpe, ahora con un ojo de suspicacia sobre su amigo. Él era el que se mostró escéptico sobre sus planes para enamorar a Sunghoon desde un inicio, después de todo, así que quizás...

— Descuida, chiquito, no te lo voy a quitar. —le aseguró Jaeyoon, al darle unas palmaditas en la espalda.

De inmediato, el menor sonrió, casi convencido. Era muy confianzudo y fácil de persuadir, para bien o para mal, pero por suerte sus mejores amigos nunca se aprovecharían de ese detalle.

— En fin, les escribo más tarde, voy a llenar mi botella. —se despidió, colocándose la mochila sobre ambos hombros para un mejor balance. No podía dejar que Niki lo espere por tanto tiempo.

Los mayores se despidieron también, tomando el camino opuesto hacia los buses de salida. Sunoo aguardó unos segundos frente al bebedero, por si es que se les ocurría voltear por algún motivo, antes de finalmente subir las escaleras hacia la terraza en la que había sido citado.

Usualmente, a la hora de salida todos dejaban los perímetros de las aulas, salvo los de últimos años que se encerraban en la biblioteca por horas, pero a casi nadie se le ocurriría pasearse por la terraza, por lo que era un buen espacio para conversar. Quizás a Niki le gustaba tomar aire fresco, o no le gustaban las multitudes, o pasaba su tiempo allí para que no lo vean por su cuenta en espacios ocupados... Oh, ojalá no sea eso, le pondría triste.

Apenas Sunoo llegó a la terraza, pudo notar a Niki apoyado sobre una baranda, mirando hacia el horizonte. No dudó en acercarse a su lado, apoyándose del mismo modo.

— Llegué. —anunció, para que el menor le preste atención— ¿Querías verme?

— No dije eso. —Niki apartó la mirada nuevamente, centrándose en el entretenido paisaje que había estado observando desde que llegó. Si no fuese porque lo notaba claramente nervioso, Sunoo se hubiese sentido un poquito ofendido.

— Oh, claro, estoy aquí porque yo quería conversar contigo. —aclaró, ante lo que Niki asintió, más cómodo— Perdón por lo de antes, quizás no tuve el mejor tacto al acercarme así...

— Y yo respondí mal, discúlpame también.

Desprevenido por su amabilidad, Sunoo se tardó un par de segundos en reaccionar, hasta que finalmente se quebró en una sonrisa. Sabía que sería bueno conocerlo mejor.

— Claro, te disculpo. —Se acercó un paso más, hasta que sus codos choquen, lo que hizo que el menor lo mire de reojo— Ah, pero en serio, mi corazoncito se quebró cuando me rechazaste así, porque ya estaba sensible por lo de-

— ¿Sunghoon? —interrumpió Niki, con precisión.

— ¿Cómo lo supiste? —La expresión de Sunoo denotaba su genuino asombro, porque ignoraba lo obvio que podía ser— ¿Así cómo quieres que no crea que eres brujo?

— Pues... Te vi dejando notas en su casillero un par de veces, incluyendo hoy. —La confesión alarmó al mayor aún más— No te preocupes, no creo que alguien al que no le intereses se haya dado cuenta.

Sunoo suspiró en alivio, llevándose una mano al pecho y sonriendo. Si no fuese por el tema de Sunghoon, quizás sí se hubiera dado cuenta de que Niki básicamente le dijo que a él le interesaba, pero lo pasó por alto, sin siquiera percatarse del detalle.

— Bueno, sí, me gusta Sunghoon, aunque parece que a él no le gusto yo... —comentó, lamentándose— Estaba tan triste que te imaginé como un brujo real y capaz de cumplir mi sueño, lo siento.

Por un momento, hubo silencio entre ambos, lo que acrecentó la ansiedad de Sunoo. Niki parecía reflexionar sobre algo, al mantener la mirada fija en un punto del cielo al frente suyo, hasta que finalmente giró en su dirección. Su intensa mirada se clavó directamente en el rostro del mayor, logrando que su corazón palpite con rapidez.

— Te contaré algo. —Apretó los labios, tomándose un momento— Pero debes prometer que no le dirás a nadie.

— ¡Lo prometo! —aseguró Sunoo, apenas capaz de contener la emoción.

— ¿En serio? ¿Estás dispuesto a enfrentar las consecuencias si incumples con tu palabra?

— Cuánta formalidad. —se quejó en mofa, aunque su expresión regresó a la de seriedad apenas notó que Niki no se estaba riendo— Sí, prometo no contarle a nadie.

Nuevamente, Niki apretó los labios, dejando entrever un atisbo de duda en su semblante. Respiró profundo y buscó tomar la mano de Sunoo para darle un pequeño apretón y no dejar que escape, antes de confesarle lo que quería decir.

— Sí soy brujo.

Hagámonos los sorprendidos xfa

¿Conocen su casa de Hogwarts? Sé que jk rowling es controversial, pero el universo que creó es muy icónico para muchas personas, así que creo que es un caso en el que separar al autor de la obra es lo mejor. Ah re de la nada skfjks

Gracias por leer ♡