Narrador.

La navidad.

Una festividad que estaba a nada de llegar y los guardianes se preparaban para dicha fecha, en el taller de Santa todos estaban reunidos para una agradable cena, o bueno, casi todos. Ya ha sido un tiempo desde que su amiga, __________ Snow, desapareciera después de sacrificarse por la magia y los sueños de los niños, también por salvar a su amado, Jack Frost.

Jack no ha dejado de ser ese guardián divertido del invierno, pero para él no es lo mismo sin su compañera de vida, la extraña y mucho.

— ¡Jack! La cena está lista — Norte subió hasta donde estaba Jack, lo vio en uno de los balcones viendo al cielo oscuro — ¿Jack? —

— Voy enseguida — respondió sin siquiera verlo

— Jack, no puedes estar pasándola todo el día viendo a la luna. Ya han pasado semanas que no has visto a Jamie —

— No tengo ganas de salir — dijo sin ganas

— Por favor, Jack. Baja a cenar, han venido unas invitadas —

Jack volteó viendo al grandulón de manera incrédula.

— ¿Quienes? — preguntó, pero Norte solo sonrió saliendo del cuarto

No tenía muchas ganas de ver a nadie, apenas y lograba saludar a Hada cuando iba de visita, o a Conejo, incluso a Sandman, Jack aún estaba herido por la separación con su amada, pero no perdía las esperanzas de volverla a ver. Dio un largo suspiro y no tuvo de otra que bajar, tampoco quería ser irrespetuoso con los invitados así que se dio la oportunidad de poder convivir y olvidarse un poco de todo el caos en su cabeza.

Al llegar al gran salón se encontró a varios guardias siendo recibidos por yetis y duendes quienes les ofrecían galletas y leche, vio a Conejo charlar con una chica humana de cabello castaño claro y unos enormes ojos azules y Norte, por su tamaño, interrumpía su vista sin saber con quién hablaba él, hasta que Hada llegó a su lado.

— Que bueno verte de nuevo, Jack — dijo Hada y así llamó la atención de los presentes

Todos voltearon, la chica que desconocía le sonrió y volteó hasta donde estaba Norte y él se hizo a un lado dejando ver a una chica diferente a la otra. Cabello rubio casi tirando al blanco, unos ojos azul celestes y en conjunto un vestido largo que arrastraba un velo por detrás, color azul y destellante.

Jack sintió sus mejillas arder.

No creía quien estaba frente a él. El tiempo parecía detenerse en ese instante.

El único ruido fue el palpitar de su corazón.

― Hola, Jack, cuanto tiempo sin verte ―

Estaba que huía ahora mismo de ahí.

― Hola, Elsa ―

La princesa y la reina de Arrendell estaban ahí como sus invitadas.

Han pasado años desde que Jack y Elsa, no se veían, pues ambos se conocen de hace tiempo ya desde que ella fue nombrada reina, desde entonces por deberes de ambos dejaron de verse, hasta ahora.

― Jack, déjame presentarte a Ana, princesa de Arrendell y hermana de Elsa ― presentó Conejo

― Es un placer, Jack ― Ana saludó con una inclinación

― Lo...lo mismo digo ― ¿Qué? ¿Jack había tartamudeado?

Hada no veía con gusto la escena, pues Jack no paraba de ver a Elsa. A pesar de que Jack perdió a su amada y compañera de vida, Hada también había perdido a una amiga, aquella única amiga después de solo convivir y trabajar con puros hombres, sus haditas no se quedaban atrás claro... pero __________ era la primera mujer con la que podría platicar de todo y el cómo parecían olvidarla en ese momento la hacía molestar.

― ¿Les parece si vamos a cenar? Nos espera un delicioso buffet nocturno ― Norte animó

Conejo y Ana siguieron su platica, no piensen mal, la princesa Ana tiene a su novio, Kristoff. Los guardias también fueron invitados así que sin pena ellos siguieron al grandote, Jack y Elsa se juntaron y empezaron una agradable platica sobre todo lo que había ocurrido desde que no se vieron más, Hada iba hasta atrás junto a tres haditas que siempre la acompañaban, ninguna de ellas estaba contenta de lo que veían.

Sandman está trabajando, es noche y los niños tienen que soñar lindo.

Pasándose los minutos, todos en el comedor estaban alegremente platicando y cenando, disfrutando la comida y bocadillos que se posaban en la alargada mesa, Hada veía al resto pasarla bien, pero ella no lo estaba haciendo... dirigió su mirada a donde estaba Jack.

Reía y sonreía como antes lo hacía.

Elsa era el motivo.

Con gestos un poco más finos, aun así, le seguía la corriente al guardián.

En el costado izquierdo de él, se hallaba una silla sola y eso solo la hacía pensar en su amiga, __________. Ella debería estar ahí, ella debería estar riendo y bromeando con Jack, ella debería ser quien Jack la tome de la mano... como está tomando la de Elsa.

― ¡Bueno! ― Hada se levantó dando un golpe sobre la mesa captando la atención de los otros ― Es un poco tarde y debo irme, muchas gracias por la cena, Norte ―

― ¿Tan pronto te irás, Hada? ― preguntó Conejo

― Sí, tengo trabajo que hacer. Buenas noches, Norte, Conejo y Jack ―

Hada voló a la salida del comedor, pero la voz de Jack la detuvo.

― Hada, no te despediste de la princesa Ana... y Elsa ― dijo

― Ya me despedí de quien me tenía que despedir ―

Hada salió dejando a muchos confundidos en la mesa.

Norte sabía del descontento de Hada con la presencia de las invitadas, miró a Conejo y este solo alzó sus hombros sin tener idea de lo que ocurría y es donde miró hacia el guardián del invierno. Se dio cuenta del extraño vacío que se sentía a un lado de él, alguien faltaba y no era solo Hada ni Meme, Norte sabía lo mucho que su amiga hacía falta.

Pero Jack parecía de todo, menos preocupado ni enterado de ese vacío.

(...)

Frente a un enorme palacio, con una luz tan brillante y destalles elegantes, en uno de sus miles de habitaciones, una en particular, yacía en la cama una mujer quien sus ojos comenzaba a abrir.

Despertando al fin.

Corregido 2023.