~Cassie~

Era hoy...

No estaba lista...

Pero llegó el día...

Desde que abri los ojos en la mañana, no había dejado de pensar en nada más que en nuestra despedida. No me gustaba la sensación de vacío en mi pecho y menos la sensación de un nudo en la garganta.

Tenía mi boleto en mano y casi salíamos de casa, ya habíamos dejado a Peaches con Jacob Jr y su familia, aunque quería llevarla, no podía.

Pasariamos primero a la base, Luke debía partir temprano, más temprano que yo, eso me daba tiempo para ir por un taxi y dirigirme al aeropuerto llegando a tiempo para el vuelo.

Nota me había hecho el favor de llevar mis cosas en lo que llevaba, así que no tenía que llevar nada más que mi bolso de mano. Cuando Luke estuvo listo, ambos bajamos y nos subimos al auto.

—Todo estará bien... —Me decía él sin soltar mi mano, como si su vida dependiera de ello.

Yo asiento y pongo el auto en marcha hacia la base, no podíamos hablar en todo el camino, era demasiado difícil y aunque el día anterior habíamos estado juntos siempre, eso no le daba justicia a los 6 meses que no estaría conmigo.

Llegando a la base, siento mis manos sudorosas y mis ojos con ganas de dejar salir lágrimas, mis piernas tiemblan cuando salgo del auto, eso es algo inevitable y con cada paso que doy, se que estoy más cerca de ver como la mitad de mi vida se va.

Él aprieta mi mano levemente a medida que avanzamos y reconocemos a varios uniformados. La última vez que había estado aquí, había sido luego de la boda y había visto llorar y rogar a los familiares de cada Marine para que no partieran, no pensé ser parte de eso jamás, no lo pensé hasta hoy.

—Te llamaré seguido y te escribire cada mañana—Luke me habla y por su tono, se que es porque esta a punto de irse.

—No quiero que vayas... —Susurro al borde de soltar un llanto de nuevo. Ya había llorado antes de que llegará el día, pero era inevitable.

—Hey, tranquila... Estaremos bien y cuando menos esperes, estaré contigo de nuevo—Él lo dice para que sea fuerte, pero veo en sus ojos que en cualquier momento también podría llorar.

Me rehusó a dejarlo ir y me aferró a su mano con fuerza, él lo siente y me abraza con la misma fuerza, me permito dejar salir solo algunas lágrimas, odio llorar en público y sentirme tan débil.

—Volveré, te lo prometo... Esperame y volveré—Me pide tomando mi rostro para que lo mire a los ojos.

—Sabes que siempre te voy a esperar—Respondo aún con un nudo en la garganta.

La campana que indica que ya deben irse suena y me niego a soltarlo, pero con la mirada de él, se que tengo que dejarlo ir, me empino un poco y beso sus labios una última vez antes de que se vaya. Él me abraza y corresponde él beso con esa misma necesidad que indica que será difícil para ambos estar sin él otro.

Se separa y me veo obligada a soltar su mano aunque no quiera, siento que se deslizan hasta no tocarse más y él corre hacia el autobús para subirse, se asoma por la ventana y yo solo puedo verlo irse de a poco.

—¡Te amo! —Grita con fuerza haciendo que varias miradas se Posen en mi.

Miro el anillo en mi mano y cierro los ojos conteniendo la tristeza de verlo partir.

—Yo también te amo... —Susurro aunque no me escuche y siento un par de brazos sobre mis hombros, al girar, veo al padre de Luke con la misma tristeza que la de él.

—Él volverá... —Me dice y aunque necesito un abrazo, no me atrevo a pedírselo a él. Su padre y yo nos llevamos bien, pero lo veo tan serio, que siento que no podría dar mucho afecto almenos hacia mi.

Cuando el autobús queda fuera de mi campo visual, se que es hora de irse y es lo que hago, él padre de Luke no dice nada y también se marcha.

De camino al aeropuerto no puedo dejar de secar las lágrimas que caen y caen por mis mejillas, es inútil, con cada una que seco, otra sale.

No tardo mucho en llegar al aeropuerto y encontrarme con Nora, corro a sus brazos y ella me recibe en un abrazo de consuelo, justo él abrazo que necesito. Ninguno de la banda dice nada, nadie habla y así es mejor para mi, no quiero preguntas ahora, solo quiero estar en paz.

Cuando llaman a los pasajeros, todos tomamos nuestras maletas y caminamos directo hacia el avión, cuando miro por la ventana de este, veo un atardecer muy bello pero nostálgico, cierro la pequeña cortina de la ventana y me acomodo para dormir, me pongo audífonos y música a todo volumen, quería dejar de pensar en la tristeza.

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Dos capítulos en un día... Un récord.

Disfruten <3