NO CABÍA DUDA.

Podía distinguir su reluciente cabello rubio, el cual brillaba a la luz que se colaba por las ventanas. El destello verde de su mirada que derretiría a cualquiera. Su caminar derecho. Su cuerpo bien proporcionado.

-Axel – murmuró tan bajo Lily que pensó que nadie la escucharía, pero todos los presentes en la Sala se dieron vuelta a verla como si estuviese loca.

Lily se sujetó como pudo de los hombros de Rose y Luke, sintió un mareo, la cabeza le empezó a doler como si se la estuviesen martilleando, un nudo en el estómago, sentía como si su cuerpo no pudiese con su propio peso.

El rubio llegó hacia ellos, con pasos seguros y determinados.

-Bienvenidos al infierno – dijo el, y Lily terminó de confirmarlo, su voz grabe envió un cosquilleo de emociones por todo su cuerpo hasta terminar en su estómago.

Y Lily vomitó.

Vomitó a los pies del vecino de Marie.

El hizo una mueca mientras Rose le acariciaba la espalda y sostenía el cabello de Lily, como la amiga que te acompaña al baño en una fiesta vomitar. Luke contrajo la cara algo verde y Steven se adelantó.

-Emm... lo siento – balbuceó el, algo avergonzado, intentando mirar a cualquier cosa menos a Lily.

-Vaya... eso sí que es nuevo – la chica de cabellos oscuros llegó hasta ellos, y Lily, recuperándose de su mareo la observó, cuestionándose seriamente su cordura.

Ava.

Podría darse cuenta hasta sin verla, su voz divertida y autoritaria que demandaba atención era única. Y su rostro también era reconocible, afilado, con sus envidiables pómulos, su piel morena, y sus cabellos y ojos de un marrón oscuro. Y no podía faltar su sonrisa de dientes de inmaculado color blanco.

-Es lo más cerca que ha estado una chica de ti hermanito – dijo la morena con diversión.

-Ava – murmuró otra vez, sujetándose con fuerza de Rose al tiempo que un nuevo mareo surgía y sus piernas fallaban.

- ¿Y esta inhaló Humo o qué? - preguntó la chica frunciendo el ceño.

El rubio subió las cejas levemente rojo.

-Yo soy Alexander y ella es Elleno... - su hermana lo miró fulminante – Elle Lange – terminó.

-No conocemos a ningún Axel o Ava, chica – añadió la tal Elle.

Lily consiguió conservar el equilibrio.

-Soy Lily Gibbs, no me llamo ''chica'' - contestó con dureza intentando no mirar a Alexander.

Elle subió las cejas con una pequeña sonrisa divertida.

-Oh, pero si tienes descaro Gibbs – la miró con una falsa sonrisa. Giró sobre sus talones – Negros, vallan al Hormiguero, los próximos grupos pueden marchar ahora, es mejor no dejar a Salters solo – dijo con una voz potente que resonó por toda la sala.

Las personas vestidas de negro se levantaron enseguida y corrieron a la salida guiados por un chico de rasgos asiáticos.

-Lo mismo va para los Blancos – añadió Alex alejándose un paso del charco de vomito mientras miraba a una chica castaña - June, quedas a cargo.

Steven se aclaró la garganta cuando todos se fueron.

-No es por interrumpir pero... ¿Qué nos van a hacer?

-Pues, uno tendrá que ir al interrogatorio para actualizar nuestra fuente de información en referencia al bosque, y los demás vendrán conmigo para enseñarles los alrededores y darles ropa, para que se bañen, coman, beban y enseñarles las reglas y normas, entre que el interrogatorio termina, será rápido – explicó Elle - ¿Quién irá?

El primer impulso de Lily fue decir Steven, él estaba tranquilo y sabía hablar. Rose se iría de tema, Lucy recriminaría el por qué no los fueron a buscar y Luke seguramente haría lo mismo o se hundiría en una tonta conversación sobre las calculadoras como teclados y esas cosas de nerds.

Lucy le dio otro codazo.

-Ve tu – le dijo, y debió ver que la mandíbula de Lily llegaba por el piso – Tu pareces saber quién es... ve – murmuró.

Luke asintió de acuerdo con la propuesta de Lucy y nadie objetó.

-Bueno... iré...

Los nervios de Lily se dispararon cuando Alex la llevó a una pequeña sala.

Un enclenque escritorio de madera gastada y dos sillas eran los únicos muebles de la pequeña habitación, las paredes eran de piedra gris y húmeda. Alex se sentó tras el escritorio.

- ¿Segura que no estas mareada? - preguntó mientras rebuscaba entre las cosas de un cajón. Lily asintió, no quería mostrarse débil, menos frente a el – Perfecto – sonrió sacando un grueso cuaderno azul con el escudo del Capitán América.

Lily sonrió y miró a los ojos verdes de Alex... o, mejor dicho, al ojo verde, había algo que Axel no tenía. Una cicatriz, una fina línea que le recorría desde la punta de la ceja rubia hasta la punta del labio... y un ojo ciego. Lily se contuvo para no gritar de la impresión.

- ¿Cómo te la hiciste? - preguntó mirando primero a sus ojos y luego su cicatriz, completamente aterrorizada. Aquel no era su Alex.

Axel había sido más que un amigo los últimos meses, vivía con su melliza, Ava, en el mismo edificio que Marie, y siempre se pasaban por la azotea cuando estaban ellos. A pesar de que Lily y sus amigos no eran universitarios como ellos, se llevaban bien, habían tenido sus diferencias, pero se entendían, y Lily los consideraba amigos.

Pero Axel era diferente, desde el primer día Lily y el habían conectado, tal vez por tener algunas cosas tan opuestas con el otro que sorprendía, o tal vez porque la madre de Lily era psicóloga y el estaba estudiando la misma carrera.

Y ver a Alex, sentado en la silla del escritorio frente a ella, era doloroso. Su corazón se encogía por el dolor, porque el no sabía quien era ella. Pero Axel no tenía un ojo ciego ni una cicatriz. Tenía que recordar que Alex no era Axel, pero era idénticos, casi como clones. La misma voz, mismo rostro, misma actitud, mismo cuerpo. No podía ser una coincidencia.

Los músculos de Alex se tensaron bajo su remera blanca.

-Eso no te incumbe – dijo abriendo el cuaderno. Sería mentira si Lily hubiera dicho que sus palabras no le habían dolido – Bien... te hare una serie de preguntas y tomaré nota para hacer un registro de ustedes y su tiempo en el Bosque, ¿lista? - preguntó subiendo una ceja, Lily asintió y el siguió hablando – primero necesito sus nombres.

-Lilian Gibbs, los pelirrojos son Steven y Lucy Reed, la chica alta Rose Sallow y el chico Luke Hughes.

- ¿No eran 6? - preguntó el anotando con pulcra letra los nombres.

-Si... encontramos al chico muerto en uno de los cubos blancos.

- ¿Así que ahora son tres negros y dos blancos? - Lily asintió - bien... ¿Se encontraron con algún monstruo?

-Si... unos eran como un fantasma, pero negro...

-Los Velos – interrumpió Alex anotándolo.

-Nosotros los llamábamos Sombras, pero bien... también una Niebla.

-Humo le llamamos... - volvió a interrumpir.

Lily se mordió la lengua conteniéndose para no contestarle de una forma no tan educada.

-Y también un Lago... era normal solo que surrealista con comparación al resto del bosque... habían flores, el pasto y los árboles eran verdes, y el lago tenía agua clara – hizo una pausa esperando que Alex volviera a cortarla, pero el anotaba palabra por palabra lo que ella decía, así que siguió hablando –. Nos pareció raro, y pensamos que era una especie de trampa o era demasiado peligroso como para que ni siquiera hubiera monstruos o animales allí, así que Luke tiró una piedra y el agua se la tragó... literalmente.

Alex frunció el ceño.

-Nunca habíamos escuchado de algo así... nuestra única fuente de agua es el Río, es de ahí donde sacamos el agua para las duchas y la potabilizamos – bajó la mirada y leyó las notas por arriba –. ¿Pero un Lago? ¿en medio del Bosque? Nunca supimos de algo como eso.

Lily evitó sonreír con satisfacción

"Para eso no tienes un nombre" pensó con orgullo.

- ¿Alguno sufrió un ataque? - siguió Alex mirándola por unos segundos.

-Si, todos excepto Steven tuvimos un problema con la Nie... Humo y nos encontramos con dos Sombr... Velos, uno me atacó a mi – contestó.

-Pero pareces estar bastante bien – comentó el examinándole el rostro.

- ¿Por qué no tendría que estarlo? - preguntó casi que ofendida.

Alex ojeo las páginas del cuaderno.

-Bueno aquí dice ''temblor en el cuerpo'' ''convulsiones'' ''repentino mareo o dolor de cabeza'' ''flashbacks'' como consecuencia – leyó pasando las páginas.

-Si estuve mareada.

-Tienes razón, cuando... – imitó una arcada mientras sonreía un poco.

Lily no sonrió.

-No fue mi culpa, así que no pienso disculparme – dijo con frialdad.

Alex subió las cejas.

-Eres extraña.

-Gracias – Lily compuso una sonrisa sarcástica.

Alex negó con la cabeza, abriendo el cuaderno haciendo unas ultimas anotaciones.

-Ahora te llevaré a las duchas, seguramente Elle esté allí.

Lily no pudo evitar suspirar de alivio, le hacía MUCHA falta una ducha, el sudor se le pegaba a la piel frío y asqueroso, y el olor que tenía su cuerpo no era exactamente agradable.

Alex salió de la sala y Lily lo siguió. Caminaron por largos pasillos salpicados de negro y blanco con grandes ventanales de cristal sucio.

Lily miró a través del vidrio. La ciudad era bastante buena como para haber sido construida por adolescentes. Habían pequeñas edificaciones blancas y negras, con algunos carteles como ''Comedero'', ''Armería'' o ''Enfermería''. Nada de los llamativos carteles de New York con luces brillantes y colores saltones, eran carteles de madera salpicados de pintura blanca o negra.

Un campo de árboles frutales se extendía a un lado de los enclenques edificios. Las personas corrían por las calles de pasto pisado, cargando bolsas con comida o armas cargadas, algunos incluso se dirigían al Bosque, con aljabas colgadas en sus espaldas y arcos en sus manos.

Lily se preguntó como lograría adaptarse a un lugar tan diferente.