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Soy el monstruo que todos querian (2/3) (18+)

<Base de los Toros Negros>

Amanecía un día extraño para todos en lo que quedaba de la base de la orden. Un día extraño en gran medida puesto que las pérdidas de todos se hacían presentes.

Pero hoy nacía una nueva era.

Porque hoy había nacido el monstruo que el mundo tanto necesitaba.

Asta se levantó de su cama, a su lado su amante Noelle, tranquila y serena. Desnuda y con su cuerpo tan impresionante y detallado. El deseo hizo de las suyas y su apetito volvió a salir.

Asta se levantó sin despertarla. Vio un espejo que había en la mesa de su escritorio. Lo tomo y se miró en él y ya se había percatado.

Sus ojos. Ya habían cambiados. El color carmesí puro con las pupilas como los ojos de diablo había aparecido y afianzado. Símbolo del destino que había aceptado. Su mente se encontraba bailando en diferentes tonos. Ya nada le parecía igual.

Miro en su interior y sus sentidos se mantenían neutrales, pero el pensar en las experiencias que había tenido hasta ahora... solo podía sentir sus impulsos al máximo.

Recordó las torturas y masacres que cometió. Se sentía feliz, se relamió los labios al recordar los gritos de horror de sus víctimas. Sus ojos llenos de terror y sus bocas clamando suplicas. Sentía una satisfacción inmensa. Nada más que pura felicidad.

Recordó los hermosos momentos en familia que tuvo antes de su exilio. Un sentimiento de calidez tan ajeno le invadió. Sentía que jamás lo había sentido, que había jamás había éxito. Como si aquello nunca lo hubiera hecho y que solo fuera el reflejo de otra persona.

Era un sentimiento tan extraño.

Recordó los momentos de placer. Pensamientos tan lujuriosos, profanos y lascivos cundieron en su mente. El recordar la sensación de placer tan perverso. El sentir la piel y la carne de las féminas que había tomado para sí. La necesidad comenzó a nacer y pronto se sentía urgido de saciar su deseo.

Se contuvo.

Miro en su interior, sus metas y sueños. Miro lo que había planeado, su venganza. Pérfida y amoral, sucia y malvada. Pero nada de remordimiento sentía. Más se podía sentir ansioso y con una cara de éxtasis el pensar en los horribles y pecaminosos actos que cometería.

Una carcajada maniaca surgió de su boca. Rio para sí, para que nadie le oyera.

Solo seguiría usando esa fachada, se haría ver como el enano de siempre, alguien inocente. Sonriente ante todos, tonto y anti parabólico de su alrededor. Seguiría aparentando quien siempre era. Pero solo sería hasta que revelara quien era de verdad ahora.

Sería como un lobo disfrazado de oveja. Como asesino cubierto en las sombras. Sería el tonto de siempre para finalmente mostrarse ante todos.

Solo para que nadie le detuviera. Seria dueño de todo. No le importaba a quien debía matar o quitarse de en medio. Daba igual quien fuera, fueran amigos o enemigos. Pero sabía qué hacer para que la gente se uniera. Que palabras usar y acciones tomar. Todo este tiempo había aprendido por lo bajo todo lo necesario para llevar a cabo su meta.

Nadie se interpondría en su meta. Sería el Rey del Trébol.

A la mierda ser el Rey Mago. Esa era una meta demasiado corta para su ambición. Se haría de los linajes de la realeza, si debía follarse a las mujeres de los Silva, Kira o Vermillion para afianzar su trono, lo haría sin rechistar ¡mejor podría probar a más mujeres y probar su límite!

Miro a Noelle, sonreía. Era suya, ella aun seguía sin saber quién era ahora, mantendría siempre esa fachada de ser el idiota de siempre. Daba igual si ella le revelara quien era, solo hacerse el niño llorón y necesitado sería suficiente. Miro en su interior y recordó a Mimosa, extrañamente comenzó a excitarse, pensaba como era desnuda, su cuerpo ante el dispuesta en cuatro para follarla sin medida.

Se excito de solo pensarlo. Mejor aún, al igual que Noelle no sabía en que se había convertido. Solo debía hacer la misma treta. ¿En serio podía hacer tanto espectáculo para ellas? Seguro lo conseguiría.

Pero ¿Porque ser Rey del reino? Sencillo.

Como todo ambicioso, el poder le llenaba. Quería tomar cuanto deseara. Ser el Rey Mago le haría caer en las manos de aquellos que lo habían abandonado. No confiaba en nadie de la realeza, menos en los Kira, a ellos les tendría un destino fijado. Quería tener a todo el reino en sus manos. Hacer y deshacer cuanto quisiera. Sentir el poder como si fuera la miel más sabrosa.

Por ello mintió. No iba a dejar que hubiera otro rey que no fuera el, mintió a Nozel, Yami y los demás. Solo Nacht, Klaus y Leopold lo sabían, y ellos lo habían aceptado.

Porque ¿Que podían hacer frente al Monstruo nacido de la maldad del mundo? Simplemente nada.

Asta ya no existía. Era un simple espejismo viejo y desgastado.

Ahora existía la encarnación del mal de la humanidad. La visión de sus mayores pecados carnales, físicos y emocionales.

Asta había bebido de la maldad del vaso que el abismo le había dado. Había mirado al fondo y este le devolvió la mirada y sin rechistar se introdujo en él. Bañándose de las más puras emociones horribles que el abismo le podía dar.

Para finalmente salir como alguien totalmente nuevo. Alguien que no dudaría en tomar lo que quería con solo pensarlo. Si debía matar lo haría, no importaba si fuera, hombre, mujer, niño o anciano. Si debía torturar lo haría con una sonrisa en la cara, pensar que sería de sus víctimas en sus oscuros procedimientos. Si debía mentir para mantener a quienes quería en su mano lo haría, si debía mentir a todos sus "amigos" lo haría.

Todo lo haría sin pensar en las repercusiones.

¿Cómo llamar a este monstruo?

Asta vio a Noelle despertar, la susodicha estaba algo nerviosa. El recuerdo de haber intimado con su amado le haca enrojecer la cara. Asta se acercó mientras ella se cubría.

Noelle: Ho-ho-hola Asta.

Este no respondió, el tiro a la cama y se puso encima apianándola con sus brazos.

Asta: Eres hermosa-. Su voz era extraña tan diferente. Era fría, seca e intimidante. -Deseo probarte de nuevo, mi Valkiria.

Noelle quedo nerviosa por las palabras. Pero noto algo que la asusto levemente. ¡Sus ojos!

Los ojos de Asta no eran los mismos. Eran rojos, de diablo. Eso la extraño.

Noelle: Asta ¿Estas bien?- Pregunto algo preocupada.

Asta: Si-. La respuesta fue clara, pero nuevamente diferente.

Noelle estaba algo extrañada no iba bien con él.

Noelle: Dime la verdad ¿Te pasa algo?- Replicó.

Asta solo se acercó y la miro mientras estaba a un centímetro de su nariz. Cerró sus ojos.

Y el color esmeralda volvió a aparecer.

Asta: Nada-. La voz de antes. Dulce, alegre e inocente. -¿Dudas de mí?

Noelle: Perdona. Es que con la pelea de ayer y el verte tan triste me hizo preocupar de ti-. Respondió, la congoja y lastima salía de su boca.

Asta: Lo sé. También me duele por lo de nuestros amigos-. Respondió. Pero no era verdad. El afecto que tuvo por sus compañeros ya no existía. Solo le seguía el juego para que se dejara tomar. -Pero sé que ellos estarán esperando que sigamos adelante por ellos.

Noelle asintió.

Noelle: Tienes razón. Debemos seguir adelante y recordar quienes eran-. Secundo.

Asta: Te deseo-. Le dijo tras pegar su frente a la suya. -Tu cuerpo lo deseo. Quiero saborearte como lo hicimos ayer. Quiero recordar el porque te amo.

Una mentira en ciernes. Esa frase se llenaba de mentiras. ¿Amor? aquel monstruo sentía que era ajeno. Solo quería saciar su apetito. Nada más.

Noelle: Pero. ¿Crees que es muy temprano?

Asta: No importa. Que los demás sepan que eres mía y nadie más.

La beso. Noelle se sintió atrapada. Le aparto.

Noelle: ¡Asta espera! ¡Es muy temprano hay cosas que hacer! Además-. Sus labios fueron sellados.

Asta la seguía besando, no quería que hablara. Quería que se callara y abriera las piernas. Nada más que eso.

Asta: Solo déjate llevar Noelle-. Le hablo de forma seductora. La miro nuevamente a los ojos. Un destello extraño salió de sus ojos. Un brillo idéntico al que antaño tenia, pero era totalmente falso. -Tú me deseas, yo te deseo. No hay más que hablar que se joda el mundo.

Noelle: Asta. Me das miedo. ¿Qué te pasa?

Asta: Noelle. Mi dulce Valkiria. Solo deseo probar tu suave piel. Sentir como eres y quien serás. No me temas porque lo que menos quiero es que te alejes de mí-. Sus ojos se cristalizaron. Estaba fingiendo llorar. -Cuando supe de tu envenenamiento por mi culpa sentí que era una mierda. Jamás desee hacerte daño. Solo que jamás pude saber que sentías por mí y decidí corresponderte. Porque es en serio.

La miro a los ojos lagrimas salían y caían en la cara de la Silva. Miraba como su "amado" lloraba por ella. Sentía culpa por lo que estaba viendo. Como Asta descargaba la tristeza de ser quien causo tal evento.

Ella sintió lastima por él y vergüenza por ella. Ella lo amaba ¿Por qué se negaba a compartirse con él? A fin de cuentas, él estaba deseando ser uno con ella. Deseaba amarla tanto como ella lo hacía.

Ella estaba siendo muy mala con el "cenizo".

Noelle: Asta perdón-. Le respondió.

El "cenizo" la miro y sus ojos dejaron por un momento de soltar lágrimas. Ella se giró y se puso encima de él. Sentada con las piernas abiertas sobre su barriga. Dejando ver su desnudo y hermoso cuerpo.

Noelle: Perdóname es que. Esto es tan repentino que me cuesta creerlo-. Le aclaro.

Asta se limpió sus ojos.

Asta: Te entiendo-. Otra mentira. -Pero aun así quiero estar contigo,- se sentó con ella encima -es lo que más deseo, amarte por sobre todas las cosas. Por eso, Noelle Silva. ¿Aceptas ser mi prometida y futura reina?

Noelle se extraña. Siempre había deseado escuchar esas palabras y ahora que las escuchaba. Sentía felicidad e incertidumbre. Pero decidió desterrar sus dudas a un lado.

Quería ser feliz de verdad con "Asta".

Noelle: Si acepto-. Respondió con felicidad. Le tomo de las mejillas y lo beso.

Asta (Pensamiento): Excelente cayo completa. Ahora ya solo falta que te pruebe nuevamente. En realidad tu cuerpo es tan puro que de solo tocarloquema en cierta medida-. Se decía internamente.

Asta la beso y ese momento su deseo salió. Comenzó a manosear a Noelle con desespero. La peliplata estaba algo sorprendida al sentir como Asta la tocaba de forma excitante y picara. Metió su lengua en su boca con desespero. Noelle batallo por ser la dominante. Pero se vio superada.

Asta se puso nuevamente encima y la beso con desespero. Mientras la seguía manoseando con desesperación. Paso sus besos por su cuello, le dio ligeras mordidas y chupetones mientras bajaba a su intimidad.

Noelle intento cerrarla. Pero Asta abrió sus piernas con algo de fuerza. Miro y metió su boca. Noelle se quedó quieta del placer y las sensaciones que le propiciaba el cómo Asta la hurgaba.

Parecía una animal metía su boca y su lengua hasta lo más profundo que pudiera y eso la hacía sentir un placer inmenso. Se vino a los pocos segundos, el "cenizo" trago todo saboreando la dulzura.

Asta estaba excitado. Tomo a la Silva con fuerza y la acerco a su miembro. Noelle intento que fuera despacio, pero no sirvió Asta la embistió con fuerza mientras ella sentía algo de dolor con sus embestidas.

Noelle gimió mientras era penetrada, al tiempo que Asta visitaba su boca o pechos ensalivando ambas sin esperar. Su Forma Negra se hizo presente. Esta vez de forma mucho más intimidante.

Noelle sentía algo de miedo. Pero Asta la seguía tomando.

El diablo saco su miembro, la cambio de posición en plancha y volvió a entrar. La Silva empezó a gemir más fuerte, Asta tenía más comodidad en esta postura y ello le daba más fuerza a sus embestidas.

Noelle sentía su interior ser invadido fuerte y repetidamente. Asta era un diablo. No solo en apariencia sino en acción.

La seguía embistiendo en la misma posición. Noelle se había venido varias veces, pero Asta no se detenía, seguía y seguía y sin aparente freno.

Noelle: Asta, me duele-. Decía medio gimiendo de dolor y placer.

Asta se acercó a su oído sin detenerse.

Asta: Solo aguanta-. Le respondió. -Hoy serás la madre de mi prole. Noelle Silva.

Aquellas palabras eran aterradoras. La voz de Asta era totalmente macabra. De un diablo completo. De un monstruo más bien.

Noelle: Asta me duele-. Comenzó a sentir más dolor que placer.

Asta no se detuvo, estaba lejos de terminar. Apenas siquiera había llegado a los veinte minutos y no estaba cansado, había amanecido con energías.

Y deseaba saciarse.

Se detuvo, pero la puso en cuatro. Volvió a entrar mientras la seguía embistiendo con fuerza. Su vagina le dolía, era demasiado brusco y fuerte y sus nalgas empezaban a arder por los constantes golpes.

Noelle: Asta para-. Decía mientras algunas lágrimas le empezaban a salir de los ojos.

Asta ni de molestia dio. La levanto y pego su espalda al pecho, agarro sus tetas con sus manos y las apretó, tanteo y manoseo. Noelle se sentía presa de un monstruo que no la soltaba.

Noelle: Asta detente-. Lagrimas salían con más regularidad, en realidad le dolía, cada embestida le hacía doler. Sentía que la iba a partir.

El "cenizo" se detuvo. No porque estuviera por terminar o estuviera cansado. Sino porque tenía que calmarla el llanto de la Silva.

Noelle: Me duele. Sé más gentil que me duele-. Decía con lágrimas. La experiencia se había vuelto de placer al dolor en poco tiempo.

Asta: ¿No te gusta?- Pregunto, ya sabía la respuesta pero quería escucharla de su boca.

Noelle: Eres muy brusco, me duele y me haces daños. Te amo pero no seas así. Ayer eras más gentil, más inocente. ¿Por qué ahora me tratas como si fuera un saco de carne?- Tenia tristeza en sus palabras.

Asta la miro a los ojos mientras ella lo miraba por encima de su hombro derecho, el cual estaba su ojo esmeralda. El "cenizo" se quedó callado pensado que decir.

Asta: Perdón, es que me ilusiona el estar contigo-. Le respondió. Solo era una treta para continuar con las respuestas ya esperadas.

Noelle: Pero me embistes con fuerza, me duele dentro y siento que no me tratas con cariño ¿Por qué eres así?- Estaba asustada y triste.

Asta: Perdóname. Iré a tu ritmo. No quiero hacerte más daño-. Otra mentira y verdad a medias.

Noelle: Por favor, se más gentil. Te lo ruego-. Le hablo.

Asta hizo caso, se quedó tranquilo. Pero le era difícil, estaba dentro de ella y quería seguir, pero debía hacer que ella se calmara y dejara de lloriquear si quería que la Silva cooperara.

En cierta medida deseaba que Nebra estuviera aquí en su lugar. La Silva Mayor era más resistente y no se quejaba, al contrario, le encantaba la brusquedad del antiguo cenizo.

Pero ahora se tendría que conformar con una chica inexperta. "Qué más da-. Se dio por vencido. -Con el tiempo se acostumbrara. De todos modos cuando llegue al juicio me follare a algunas mujeres de la nobleza."

Y así pasó, Asta siguió teniendo sexo con Noelle. Sin embargo, durante el mismo se encargó de mantener la misma fachada.

Aunque por fuera estuviera emulando la inocencia y paciencia del acto con la madre de su futura descendencia. Por dentro moría por consumar el acto de forma dura y salvaje, dejándose llevar por sus instintos más bajos sin freno a su lujuria tan pervertida desatada sin cadenas que la retuvieran.

Asta y Noelle bajaron a la entrada. Allí una conversación acalorada de todo lo sucedido tras su exilio dio comienzo. Obviando siempre detalles referentes a varios temas muy delicados y algo "amorales".

Yami por su parte veía en el ki del mocoso algo raro. Sentía que era diferente pese a que estuviera frente al mismo mocoso. Era extraño.

Nacht no le dio ninguna importancia. Ya sabía que su discípulo se había hecho de la Copa del Mal, aquella que el abismo de monstruos había proporcionado al cenizo para hacerse convertirse en un monstruo.

El día fue pasando y casi eran las tres de la tarde larga y pura plática explicativa.

Un portal se abrió y de allí, Nebra y un herido pero algo tratado Nozel salieron, acompañados de Klaus y Leopold quienes venían luego de lanzar varios ataques a las desorganizadas fuerzas de la Pica.

El camino a la capital del Reino de Diablos estaba despejado para su nuevo gobernante.

Nozel: Asta-. El cenizo le prestó atención. Nozel veía con algo de incomodidad. -Gracias por salvar a mis hermanas.

Asta se separó de Noelle, quien se abrazó con su hermana Nebra. La cual ahora buscaba arreglar los errores del pasado.

Asta: De nada. Pero todo tiene su precio-. Sonrió maquiavélicamente. Su mirada denotaba algo de picardía. -Quiero que me dejes casarme con Nebra y Noelle. Esa es mi condición puesto que hoy comienza mi gobierno.

Nozel estaba impresionado. ¿Qué le dé a sus hermanas? Que broma era esa.

Nozel: Asta. Soy consciente de que te debo mucho. Pero creo que te estás pasando de listo-. Respondió, su voz era seria, pero disgusto se podía notar entre líneas.

Asta: No lo creo-. Su tono era orgulloso y seguro. -Las quiero a las dos. Y ellas me aman, no creo que alguien en tu posición tenga posibilidades de negociar.

Nozel: Escúchame Asta. No quiero ser grosero, pero no entregare a mis hermanas a un plebeyo. Son de la realeza y serán de la realeza-. Replico.

Nebra: Hermano Nozel-. Hablo. -Yo debo decir que acepte ser la esposa de Asta desde hace tiempo-. Hablo decidida, no había duda en sus palabras.

Nozel: Nebra ¿Qué estás diciendo?- Nozel no se lo creía.

Nebra: Nozel. Cuando me enviaron a Faga indirectamente supe que estaba condenada. A pesar de mis esfuerzos por salvar la ciudad y su gente termine por darme cuenta que mi vida acabaría-. Hizo una pausa, los recuerdos aparecieron.

Los horribles momentos que pasaron se movía por su mente.

Nebra: Cuando me capturaron fui despojada de mis títulos y posiciones. Fui tratada como una mera esclava por el líder del campamento enemigo. Pero esa noche-. Miro a su amado. -Estuve a punto de ser violada. Ese asqueroso me profano y me hizo sentir asqueada. Acepte mi destino porque sabía que tú y el resto no me podrían rescatar.

Nozel se quedó callado. Nuevamente, su hermana le recordaba lo cobarde y débil que había sido, el contar todo lo que vivió fue algo que le choco de punta al corazón.

Nebra: Pero Asta llego-. El susodicho le miro mostrándole una sonrisa. -Me salvo antes de que ese asqueroso líder me arrebatara mi inocencia. Y después me uní a él y sus seguidores. Me dio su confianza y me ayudo a mejorar. Me hizo librar de mis pensamientos tan degradantes y me hizo ver que todos somos iguales.

Noelle vio a Nebra. Estaba impresionada de las palabras de su hermana. ¿En serio esta era su hermana Nebra? Era la pregunta en su mente. Pero al oír sus palabras se dio cuenta que Asta la había cambiado para bien.

Tal y como él había hecho con ella.

Nebra: Y-. Aclaro su mente. -Se ganó mi corazón. Puede que tu este molesto, pero yo lo amo. Él se hizo de fuerza y poder, es alguien impresionante. Un líder nato y fuerte. Además de que el me hizo comprender por primera vez en mi vida que es amar.

Nozel no hablaba. Estaba en shock con todo lo que su hermana le decía. La miro y estaba ella tocando su vientre "Por se toca su vientre ¿Puede ser que ella?"

Nebra: Además, yo estoy consciente que ya soy de la realeza desde que me uní con él. Por ello, decidí entregarme a él tanto sentimental y... carnal-. Miro a su hermano decidida. Y también al cenizo, este ya se hacía una idea. -Hermano, te aviso desde hoy que serás tío y tu Noelle, también. ¡¡Asta, estoy embarazada!!

Aquellas palabras impresionaron a los Toros Negros y al cabecilla de los Silva.

Noelle: Nebra ¿Te acostaste con Asta? ¡Sabias que yo lo amaba y aun así lo hiciste!- La ira de la Silva Menor se hizo esperar.

Asta: Noelle. Tranquila-. Hablo mientras se dirigía a la susodicha. -Nebra sabe que aceptaba tus sentimientos. Ella accedió a estar junto a ti y a mí-. Hablo dándole la menor importancia.

Noelle: Asta. Me fuiste infiel-. Le dijo algo entristecida.

Nebra: Noelle escucha-. Hablo mientras la veía a la cara. -Yo soy quien debería disculparse. Fui la peor hermana posible. Pero ahora pienso arreglarlo. Pero tú y yo amamos al mismo hombre, puede que suene como una cualquiera. Pero quiero que tú y yo lo amemos juntas. Porque él nos ha hecho cambiar para mejor.

Noelle se impresiono. Las palabras de su hermana eran sinceras. Demasiado a decir verdad. Aun no se creía que su hermana hablara con esa sinceridad y claridad tan extrañas. Ella era más orgullosa, incluso más que Noelle. Pero ahora era más sincera, su voz más calmada, menos condescendiente y más tranquila.

Nebra en serio había cambiado.

Nebra: Lo menos que quiero ahora es que ambas nos llevemos mal. Sé que tú me odiaras. Pero en serio lo amo, tanto como tú lo amas. Quiero que seamos hermanas que sean capaces de llevarse bien, quiero estar junto a ti para que seamos una familia nuevamente. Sé que será extraño. Pero creo que podremos amarlo las dos y ser felices los tres-. Eran extrañas esas palabras.

Noelle tenía una inmensa tormenta mental, demasiadas cosas se había presentado en su mente en poco tiempo. Aunque deseaba gritarle a su hermana sobre haberse acostado con su hombre.

Ella no lo podía hacer porque primeramente. Ella no estuvo para ayudarlo en esos momentos tan horribles y tristes que Asta vivió.

Tampoco podía recriminarle nada si Asta había estado con ella en su lecho, puesto que él nunca se enteró de su estado hasta que Nebra le conto el día que la salvo de ser violada.

Entonces. ¿Qué debía hacer?

Una sombra, la tomo suavemente de su frente. Al mirar, era Asta quien había pegado su frente a la suya. Sus ojos esmeraldas se hicieron presentes con los suyos, estaba extrañada como siempre. Pero aun con todo, su sonrisa parecía sincera.

Estaba en un enorme conflicto. Asta estaba en frente de ella. Mirándola con toda la paciencia del mundo. Extrañamente, algo la hacía entregarse a él. Su mirada era fuerte, dura, dominante.

Sentía que la devoraba. Que le decía que se dejara tomar por él. Mirar esos ojos era mirarse a sí misma. Pero en un instante.

Aquellos cambiaron. Un rojo monstruoso la trago. La devoro, su mente fue sometida y todo atisbo de resistencia ante cualquier petición que la molestara, fue destruido.

Ya su voluntad se vio doblegada, no podía hacer nada por evitarlo. Resistirse y luchar era imposible, el estar de frente a frente era simplemente no la dejaba escapatoria, tenía un miedo inmenso.

<Mente de Noelle>

En su mente era un sirena, hermosa y delicada, nadando sin preocupación. Una hermosa cola celeste con una unas conchas que cubrían sus hermosos bustos, con una corona de iguales colores. Sus ojos azules marinos tan puros como el mar de noche y una cabellera plateada tan hermosa como los hilos más finos y hermosos.

Nadaba con gracia y velocidad. Dando salto y zambullidas que formaban hermosas olas y figuras. Nadaba con felicidad y calma inmensas en aquellas aguas cristalinas de perfecta apariencia.

Todo calmado, pero en eso. Las aguas se volvieron negras.

De ellas, horribles criaturas la amenazaban con devorar, gritaba con desespero viendo que las criaturas tan horribles la estaban por atrapar. Gritaba por auxilio pero nadie estaba para salvarla.

A unos metros los monstruos de aspecto tan horripilante le rodearon. Sus múltiples y horribles bocas, famélicas y deseosas de probar la carne de tan pura y hermosa sirena. Saliva salía de ellas y sus ojos tan aterradores que causaban pavor a quien los vieras.

La sirena se movía pero estaba condenada, se cubrió los ojos llorando resignada a su destino.

Los monstruos se estaban por acercar, pero se asustaron de horrible manera. Como un perro ante una presencia mayor. Aterrados se apartaron de ella tanto como pudieron de la bella sirena.

Quien seguía llorando presa del terror absoluto que amenazaba con ceñirse adherirse a su bello y puro corazón.

De lo más alto del cielo, apareció una figura. Allí los monstruos se asustaron y se doblegaron.

La misma se acercó. Su aspecto era intimidante. De armadura roja y negra, alas de demonio. Cola extraña y un cuarteto de cuernos. Sus ojos tan rojos como la sangre más pura con una sonrisa tan macabra.

Ella busco huir nuevamente, pero los mismos monstruos le impedían escapar.

Aquel ser se posó sobre las aguas, acercándose a la indefensa sirena que se resignó a ser devorada por aquel ser de aspecto malvado. Volvió a cubrir sus ojos con sus bellas y delicadas amos.

Sin embargo, ese ser la agarro con una delicadeza tan suave como la ceda o algodón. La tomo de su hermosa cintura, tratándola con delicadeza. Su mano derecha aparto sus manos de sus ojos llorosos.

Los monstruos miraron la escena con envidia.

¿?: No temas-. Hablo aquel ser. -Estas a salvo.

Sirena: Tengo miedo-. Lagrimas salían de sus ojos hermoso. Estaba aterrada.

Aquel ser de armadura negra y roja miro a los monstruos con una cara de absoluta rabia y furia. Los mismos temieron por sus vidas. Sabían que habían hecho enojar a su señor.

¿?: Ellos no te harán nada. Estas ahora en mis manos y nada te pasara-. Sus dedos limpiaron las lágrimas de sus ojos. La sirena se impresiono.

Caballero Oscuro: Mi hermosa sirena. Nadie te hará daño. Estas ahora en mi cuidado y serás junto a mí la reina del mar y la tierra. Yo tu Caballero Oscuro te protegeré y te amare como solo un monstruo como yo lo puede hacer.

Sus palabras la atraparon. Sus ojos se cruzaron, rojos y azules, ella se vio con una seguridad y tranquilidad anormal cuando lo miro. Pero cuando miro a su alrededor se sentía aterrada, indefensa... sola.

Se abrazó a él para no sentir aquellos sentimientos. Mientras este le devolvía el abrazo, pegándola a su pecho mientras miraba a su alrededor a su escoria servidumbre que inclinaba sus cabezas lo más bajo para en silencio clamar piedad a su amo.

Sirena: Pero, tengo miedo-. Seguía indecisa. Quería estar segura. No quería sentir el miedo absoluto, deseaba estar nadando feliz en aquellas aguas con toda la tranquilidad del mundo.

Caballero Oscuro: Tú eres una perla preciosa. Tu solo confíame tu corazón y tu amor-. Pego su frente a la suya.

Un pequeño trébol negro de cinco hojas se formó en la parte trasera de su hombro derecho.

Caballero Oscuro: Tú serás la luz que ilumine estas oscuras aguas-. Se acercó a sus labios. Al estar cerca de ellos sentía quemarse de la pureza que ellos emanaban.

Sirena: Pero no sé si pueda amarte-. Denotaba sinceridad.

Caballero Oscuro: Lo harás porque en mi oscuro corazón, eres la luz que me da oportunidad de caminar sin perderme en la absoluta oscuridad-. La miro nuevamente a los ojos. Sus ojos tan corruptos, llenos de odio, ira, maldad y todos los sentimientos más puros que la humanidad podría encarnar.

Se encontraron con aquellos ojos tan puros. Inmersos de inocencia, felicidad pureza y todo cuanto contrario fueran de aquellos sentimientos que esos ojos corruptos podrían ser.

Una extraña sensación se podía sentir. Como si ellos debían estar juntos, de ver como su unión saldría la más pura y corrupta criatura.

Caballero Oscuro: Te amo, mi sirena. Tú eres lo más hermoso que tengo en este mar de monstruos y maldad. Te amo por tu pureza y deseo cuidarla. Porque de ti-. Estaba a unos centímetros de besarla. -Mi antiguo ser aun habita.

La sirena se dejó besar. Lo tomo de sus de sus mejillas y un hermoso y pasional beso se formó.

Aquel beso purgo las aguas de forma total. Los monstruos gritaron mientras se quemaban y derretían al sentir sus carnes quemar de forma atroz al contacto con la pureza de aquellas benditas aguas.

Aquel termino. Sus ojos se encontraron de nuevo y una sonrisa inocente y pura se vio en la boca del Caballero Oscuro. La soltó para verla posar en el agua.

Caballero Oscuro: Ahora-. La tomo de su mejilla derecha. Ella poso su propia mano encima de la oscura mano de su nuevo amor. La mano negra y roja se quemaba al contacto de la bella e inmaculada piel de la sirena. -Nada tranquila y feliz. Que ahora nadie tocara estas aguas para dañarte. Tu solo se feliz mientras miro tu pureza abrir camino en mi corazón.

La sirena lo tomo de las mejillas. Le dio otro tierno e inocente beso.

Finalmente, ella se separó con una sonrisa para luego nadar en las aguas. Formando hermosas olas y figuras nuevamente.

El Caballero Oscuro miro con una felicidad antigua. Para luego alzar vuelo y perderse en la oscuridad. Consciente de que en la negrura del maldad.

El tendrá una luz que lo hará caminar como su antiguo ser lo era.

<Base de los Toros Negros>

Noelle besaba a Asta con ternura y pasión para asombro de los presentes. Más para Nozel quien estaba algo furioso por la osadía de su hermana menor. Pero nada podía hacer más que aceptar que sus dos hermanas habían aceptado compartir con el cenizo su felicidad.

Noelle se separó y lo miro, sus ojos de color rojo diablo se hacían presentes. Ya no debía ocultarlos.

Noelle entrelazo su mano con la de Asta al igual que Nebra. Quienes encararon a Nozel.

Este no dijo palabra alguna. Ciertamente, era el que menos debía hablar.

Nozel: Si ustedes desean estar junto a él. Yo no me opondré, les he hecho mucho daño para ahora querer alejarlas de su felicidad-. Hablo serio, pero en sus palabras se notaba vergüenza y tristeza a partes iguales.

Nebra y Noelle: Lo amamos y seremos felices junto a el-. Dijeron tranquilamente.

Los presentes estaban confusos ante la escena que acababan de presenciar. Pero nadie hablo.

Yami solo quedo callado mientras miraba los ojos de Asta. Ello le hacía preocupar. Pero sabía que algo había cambiado hacía tiempo en el cenizo.

Vanessa: Bueno Asta-. Hablo la Bruja del Destino. El cenizo le dirigió la mirada. -Quiero que cuides a Noelle y por favor la ames con todo tu ser ¿Me lo prometes?

Asta: Lo hare como solo yo lo puedo hacer-. Respondió con una firmeza y decisión inquebrantables.

Vanessa: Seguro que si-. Secundo.

Finral (Pensamiento): Porque siempre a Asta-kun le pasan estas cosas-. Dijo el mujeriego. -No puede que esas... No no no Finral tu amas a Finesse maldita sea.

El castaño se estrellaba la frente al suelo. Se notaba su "maldición" aún no había cedido.

Nacht: Asta. Creo que estarás preparado para lo que viene-. Hablo su maestro.

Asta: Lo sé-. Se fue con sus dos mujeres a uno de los sofás.

El resto les siguió.

Asta: Si todo marcha bien. El Rey y sus secuaces vendrán mañana. Me asegure de que eso suceda. Allí ejecutare mi plan-. Hablo con su tono antiguo.

Era su fachada. No quería despertar preguntas sobre lo que haría.

Asta: Ahora o mañana me entregare al concilio y así capturemos al Rey y sus nobles leales. Daremos un golpe de estado y coronaremos al nuevo Rey-. Su voz inocente era muy sincera. Solo Yami, Nacht, Leopold, Klaus y Nozel sabían o intuían algo extraño.

Yami: ¿Quieres seguir el sueño de Julius Mocoso?- Pregunto el capitán. Recibió un asentimiento del cenizo en respuesta. -Pues te apoyo.

Asta: Capitán Yami. Lo hare solo-. Aquello impresiono a los presentes. -Ustedes se encargaran de dirigir nuestras fuerzas para tomar la capital una vez haya tomado el concilio.

Nacht: Espero Liebe este despierto para usar el grimorio cuando deba-. Comento.

Una bruma se hizo presente y Liebe en su forma Chibi se hizo presente.

Liebe Chibi: No te preocupes sonrisa. Ayudare a mi hermano y no te preocupes que nada malo suceda esta todo planeado. Incluso donde es que los guardias van a la baño-. Respondió.

Yami: Hoy ha sido un día de muchas revelaciones. Sera mejor descansar-. Yami miro al capitán Nozel. -Tú debes ir a la capital y hacer informe.

Nozel: Estoy molesto con el Rey. Me molesta saber que el maldito desgraciado dejo que atacara nuestra mansión y de paso le dio información de mi hermana a la maldita Vanica-. Rabia salía de su boca. -Asta te apoyo en todo.

Asta: Lo esperaba de todos modos, cuñado. Además de que deseo saber más de esa alianza del Rey con la Triada-. Asta se levantó. -Me retiro. Si pasa algo avísenme.

Asta se fue a su habitación. Nebra y Noelle se quedaron un rato más mirando a su hermano quien no medio palabra. Ellas finalmente se levantaron. Rumbo a la habitación de su amado.

Nadie dijo palabra alguna. Todos querían descansar de una u otro forma. La pelea contra Dante había sido muy agotadora y aun cuando había pasado una día. La fatiga y cansancio se hacía presente pasando factura a todos los presentes.

Nozel se fue y atravesó el portal. Al otro lado, Fuegoleón junto al Rey y Damnattio lo esperaban. Tal y como dijo Asta.

Nozel dio su informe y el Rey solo pudo chillar de furia. Pero se alegró al saber que Asta se entregaría con la promesa de que no dañaran a sus queridos amigos.

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La habitación de Asta era un desastre. Gemidos y gruñidos ahogados en un mar ruidos de pieles y besos ensalivados se podían escuchar.

Asta tenía su Forma Negra presente, mientras se encontraba en su cama.

Tendido mientras Nebra y Noelle hacían el amor junto a su amado. Nebra se encontraba sentada encima del miembro de su amado mientras daba sentones con fuerza y rapidez. Chillaba y gemían partes iguales mientras intentaba que sus movimientos fueran constantes.

Noelle se encontraba a su lado. Besando a Asta, mientras este la manoseaba con desespero sus senos. Al tiempo que con su mano hurgaba la intimidad de la Silva más joven la cual gemía en su boca mientras besaba al cenizo.

Nebra se cansó luego de veinte minutos de haber comenzado sus sentones. Asta se levantó y la apoyo en cuatro. Para luego volver a embestirla con más fuerza.

Noelle seguía a su lado besándolo con tranquilidad y lasciva pasión mientras el cenizo le embestía con fuerza a su hermana mayor sin medirse. Nebra era todo lo contrario a su hermana menor.

Era más resistente y debido a que ya había estado en el lecho con el cenizo se había acostumbrado a su anormal virilidad y rudeza. Nebra gemía con fuerza mientras dejaba caerse en plancha en la pequeña cama. Asta se detuvo.

Miro a Noelle y la apilo encima de Nebra, los hermosos y delicados traseros estaban ante. El cenizo no se contuvo y con desespero entro en la Silva menor quien grito mientras era embestida.

Noelle se mantenía cuerda. Su amado la embestía a un ritmo mayor, más tranquilo pero igual de fuerte. Gemía mientras mantenía sus manos entrelazadas con las de Nebra quien disfrutaba viendo la cara de placer de su hermanita.

Asta salió y volvió a penetrar a Nebra con la misma fuerza de antes. Así continuo el diablo con saboreando y probando los cuerpos de ambas féminas.

Cada una era un polo hermoso. Una era muy delicada, su trato debía ser medido y controlado, pero la otra era desatada, podía ser brusco y salvaje con ella.

Bailar entre ambos era una experiencia increíble para el monstruo que había tomado el cuerpo del antiguo cenizo.

Paso la noche y todo acabo.

Las hermanas Silva estaban exhaustas. Ambas con sus cuerpos con marcas de mordidas y chupetones de todos los tipos. De sus intimidades brotaba la semilla del diablo al que abrazaban.

Asta se mantuvo feliz. Hoy había intimado como un simple pero poderoso ser, pero pronto tomaría a las dos como sus reinas cuando se hiciera con el liderazgo del Trébol.

Mañana su ascenso al trono del Reino del Trébol comenzaría.

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Nacht se encontraba en el techo de la base. Pensando y recordando toda su vida hasta el momento.

Era extraña a decir verdad.

Había perdido a toda su familia el día que intento superar sus límites y paso a ser un paria para el reino. Pero decidió pagar sus crímenes sirviendo en las sombras mientras vigilaba a la Triada Oscura.

Sin embargo, ahora que estaba a punto de llevar a cabo la revolución que había planeado junto a Asta estos meses. No podía evitar recordar el día que tuvo su conversación con el fallecido Rey Mago Julius Novachrono y... antiguo y no muy querido conocido.

El día en que vio el aterrador futuro del reino.

<Oficina del Rey Mago>

Tiempo antes del exilio del Asta.

Allí estaba. Nacht Faust. El portador de diablos del Trébol, de frente a el se encontraba el hombre más poderoso del trébol. Ambos se encontraban solo en aquella oficina que respiraba un ambiente de pura tensión.

Lo que aquí se hablara, decidiría el rumbo del mundo mismo.

Nacht: ¿Para que me llamaste? Julius-. Nunca se referia a el como Rey Mago.

Julius: Te llame por algo importante-. Respondió al darle cara.

Nacht: Se prevé-. Fue tajante.

Julius: Moriré, Nacht-. La respuesta asombro al susodicho.

Nacht: ¿Qué quieres decir?- Las palabras eran demasiado extrañas.

Julius: Nacht. Pronto habrá una batalla en la cual pronto moriré para salvar al reino-. Explico, Nacht le prestó atención sabía que había algo más. -Me temo que no tengo escapatoria esta vez.

Nacht: ¿No tienes un plan de respaldo?- Pregunto.

Julius: Quisiera, pero para mi desgracia ese plan se dañó-. Apunto a su frente. La marca de estrella... ya no estaba. -El dispositivo que utilice para guardar años de vida en caso de problemas se averió. Intente repararlo pero mis conocimientos sobre su funcionamiento y componentes me es desconocido.

Nacht: Y si vas a morir ¿Para qué me llamas?- Quería respuestas a esa pregunta.

Julius: Para que ayudes a Asta-. Fue su respuesta.

Nacht: ¿El plebeyo sin magia?

Julius: Así es-. La mirada de Nacht era de total desconcierto. -Asta-kun después de mi muerte será condenado, debido a que es un poseedor demoniaco al igual que tu. Lo tomaran como causante del incidente y lo mataran o desterraran. Para mi desgracia, Asta-kun tiene en sus manos el destino del reino. Sin el, la nación caera en desgracia y seremos victimas de las incompetencias del Rey y sus familia junto a sus seguidores.

Nacht: Entonces ¿Por qué no lo evitas?- Comento.

Julius: Nacht. Las visiones son muy ambiguas. Cuando una visión se muestra de forma clara es porque es una la cual no se debe alterar porque puede acarrear serias consecuencias. Busque muchas posibles opciones. Pero ninguna sale como deseo-. Tu tono se volvió algo entristecido. -Todas acaban con Asta siendo asesinado o traicionado.

Nacht: Pero hay una esperanza-. Hablo de forma sarcástica.

Julius: Si. En unas de mis visiones, Asta decide volver al trébol para enfrentar la amenaza de la Triada Oscura que seguro conoces. Pero allí entras tu, en esta visión tu le enseñas el secreto de la Asimilación y con ella se hace de un poder suficiente para acabar con la Pica y sus fuerzas-. Hablo con seriedad. Pero algo ocultaba.

Nacht: Se por tu tono que hay una pega ¿Cuál es?- Quería saber.

Julius suspiro, deseaba que esto no sucediera, que hubiera una forma de no tomar tal camino. Pero era la única forma de salvar el mundo y el trébol.

Julius: En este camino-. Se detuvo un momento. Odiaba tener que decirlo. -Asta se vuelve un monstruo. El monstruo que todos querían, el monstruo que encarna la maldad humana en su máximo esplendor. En esta visión él decide hacerse del gobierno del Reino y toma para si todo el poder. Se vuelve el dictador sediento de poder.

Nacht quedo impresionado. Había visto a Asta luchar varias veces y era alguien inocente que luchaba por sus compañeros y sueños.

Que se convirtiera en un tirano era algo demasiado aterrador.

Nacht: Quieres que Asta se vuelva un monstruo. Es alguien muy inocente y puro para ser lo que tú viste en tus visiones Julius-. Hablo.

Julius: Lo sé-. No lo negaría. -Pero el mundo ahora mismo no necesita a un héroe, sino a un monstruo que les recuerde el orden de las cosas. Asta debe ser ese monstruo. Nadie es el más ideal-. Su voz era entristecida.

Era así de malo ¿Sacrificar la inocencia y sueños de un chico como Asta? Lo era, pero así debía ser. A veces para que haya paz y prosperidad se deben sacrificar vidas de algunos inocentes.

Nacht: ¿Deseas que el Reino del Trébol tenga a un dictador como líder?- Quería más explicaciones.

Julius: Si todo marcha bien. Asta se vuelve el monstruo al que está destinado ser. En vez de destruir el mundo, decide centrar su vista en mejorar el reino. Creará un mundo más pacífico y tranquilo bajo su cuidado.

Las palabras de Julius se tornaron más felices... esperanzadoras.

Julius: Para ello matara a todos los nobles que corrompieron el reino. Se hará del apoyo del pueblo entero y con su poder crear un reino de igualdad y prosperidad. Bajo la constante amenaza de muerte a quien se niegue a acatar sus órdenes.

Nacht seguía impresionado. Esas palabras era demasiado extrañas ¿Un dictador creando un reino mejor? Parecía tan contradictorio, pero ya había habido hechos parecidos.

¿?: El, será el nuevo Rey del Reino de Espadas y Rey de los Diablos, Asta Staria I, el Primero de su Linaje. Uno el cual perdurara hasta que la especie entera trasciendo al espacio y se extienda a las estrellas-. Una voz extraña se hizo de la boca de Julius, era otra persona hablando en el cuerpo del Rey Mago.

Nacht solo se quedó tieso, las palabras de aquel ser le perturbaron con total y aterradora familiaridad.

Nacht: ¿Lucífugus?- Fueron esas sus palabras.

Lucífugus: Me hare cargo de que mi descendiente se haga del trono de este mundo. Y tú serás quien lo ayudara. La humanidad tiene un destino muy importante en sus manos. Y Asta será quien los ayude en su camino-. Su voz tan macabra se hizo presente. -Te agradezco de sacarme en aquel ritual Nacht Faust. Y más aún, el hecho de que hayas conocido a un mago con el cual pueda empatizar en mis objetivos. Verdad Julius.

Julius: Cierto. Amigo-. La voz de Julius volvió.

Nacht estaba aterrado ¿Lucífugus estaba aliado con Julius? ¿Qué mierda estaba pasando? Esto debía ser una pesadilla o una alucinación.

Nacht: ¿Qué buscan ustedes dos?- Mantuvo su tono de voz normal, pero en sus adentros buscaba no llorar.

Julius/Lucífugus: La ascensión de la Humanidad-. Fue su respuesta.

Nacht: ¿Qué quieren decir?- No se lo creía.

Julius/Lucífugus: Los humanos somos capaces de muchas cosas. Antaño la especie era capaz de muchas cosas. Nuestra existencia antigua, no teníamos magia y a pesar de todo. Creamos maravillas tecnológicas tan impresionantes que ayudaron a los humanos a comunicarse con otros seres. Los diablos fueron los primeros-. Sus voces intercaladas se modulaban de una forma escalofriante.

Julius/Lucífugus: Los humanos se hicieron de la existencia de los seres del inframundo. Pero los mismos a través de diferentes métodos invadieron el mundo. Los humanos dieron lucha a estos y lograron parar su avance. Pero de entre la lucha se formó un pacto. Una mujer, hija de una de las familias que gobernaba el reino más poderoso en poder militar. Hizo un trato, mejor dicho una propuesta de matrimonio. Con ello buscaba acabar la guerra, sacrificándose al Rey de los Diablos, ese era yo, Lucífugus-. Aquella revelación era aterradora.

Nacht estaba ahora perdido ¿Humanos sin magia? ¿Capaces de vencer y hacer frente a los diablos? ¿Una invasión al mundo en una era pasada? Su mente se sobrecargaba, parecía explotar de tanta información.

Pero lo que más le daba intriga era ¿Lucífugus había tenido esposa?

Julius/Lucífugus: Acepte la propuesta y me case con esa mujer. Extrañamente, la humana me cautivo y decidí parar la guerra. Durante esos años tan antiguos que se perdieron en los anales del tiempo. Yo el diablo más fuerte. Se me transmitió un sentimiento humano. Uno el cual me hizo sentir unos más que jamás pude creer. Esa humana me hizo sentir: Amor.

Nacht ya no entendía. Simplemente se hacia el de entender.

Julius/Lucífugus: Como demonio, me hice de su carne y piel, engendre con ella descendencia, un linaje poderoso de seres mitad humano y diablo. Mis descendientes se hicieron poderosos, heredando el mana de mi ser. Ellos pronto compartieron el mana con sus congéneres y con ello. La humanidad comenzó a comprender mejor el mana. Nuevas cosas se crearon y de ellas, los grimorios y hechizos surgieron. Mi familia. Fue la que hizo de esta especie capaz de expandirse y sobre todo, expandir la influencia y poder de los diablos mediante diferentes pactos.

Las palabras eran extrañas a más no poder, pero ambos estaban inmersos en una unión impresionante. Eran como si ambos estuvieran en júbilo. Deseaban lo mismo y eso le daba felicidad. El saber que pronto ello ocurrirá.

Julius/Lucífugus: Esa época tan gloriosa se acabó después de varias traiciones surgidas. A mí me arrebataron el puesto de Rey de los Diablos. Se quien sabes que es Lucífero. ¿Pero también sabes que mi familia fue traicionada por los nobles descendientes de las familias del triunvirato del Trébol? Ellos asesinaron a mis descendientes. Exceptuando uno que logró escapar. Causaron un cataclismo que arrasó el mundo y encerraron a los diablos nuevamente al inframundo.

Sus voces mostraban congoja y rabia.

Julius/Lucífugus: Ellos borraron todo rastro de esa gloriosa era y olvidaron todo cuanto existió. Pero ahora estoy feliz. Porque uno de mis descendientes sobrevivió y por feliz estoy porque él. Gracias al destino se hará del gobierno directo e indirecto del mundo entero. Me asegure también de forma indirecta que su diablo poseyera el poder que hoy todos consideran el más rastrero de todos: La antimagia.

Felicidad ahora provenía de sus voces.

Julius/Lucífugus: Asta Staria, el gobernara el mundo como el monstruo que será. Tomará a las féminas de las traicioneras familias de la realeza de este podrido reino y convertirá de las cenizas del mismo. ¡Un imperio inmenso que también abarcara al mismo inframundo una vez se haga del trono de los Diablos¡ ¡Se hará del destino de la humanidad y creara una nueva era en que los diablos y humanos alcanzaran la mayor gloria y poder que el mismo cielo se vea envidioso de tal poder!

Una extraña visión se formó en la mente de Nacht. La escena de una planeta inmenso. Su mundo custodiado por inmensas moles que transitaban el mismo espacio. Era un visión magnifica.

Julius/Lucífugus: ¿Entonces? ¿Nos ayudaras a cumplir nuestra meta? Nacht Faust.

Nacht solo quedo pensando un minuto entero. La visión era impresionante. Cierta y verídica. Una verdad en ciernes.

Nacht: ¿Están seguros?- Se detuvo a medir sus palabras. -¿De qué sucederá lo que han planeado y visionado?

Julius/Lucífugus: Si.

Nacht bajo la cabeza. Hizo un análisis rápido. Era la mejor opción. Aunque no comprendía lo que sucedía, en sus adentros se debatía.

¿?: Señor Nacht. Tengo miedo de lo que dice Lucífugus. Sus visiones son demasiado reales. Siento que en serio nos están mostrándonos la verdad-. Hablo una bruma que se hizo presente.

Julius/Lucífugus: Hola Gimodelo.

El diablo chibi se estremeció bastante. Estaba aterrado al saber que ellos sabían de su existencia.

Julius/Lucífugus: Nacht esperamos tu respuesta.

Nacht finalmente decidió. No podía hacer más que aceptar, para bien o para mal el destino del mundo estaba echado. Si podía ayudar a que esa visión sucediera, mejor todavía.

Así limpiaría sus pecados antiguos. Y tal vez... volver a ver a su hermano.

Nacht: Acepto. Con la condición de que me muestren todo lo que sucederá en el futuro. Así no correré riesgos-. Hablo tranquilamente. Cargaría ahora su destino y el del mundo.

Gimodelo: Señor Nacht ¿No tiene miedo de que nos mientan?

Julius/Lucífugus: ¿Por qué de mentir? Si quisiera que los diablos entraran al mundo humano dejaríamos a la Triada hacerlo sin problemas. Pero no es así-. Respondieron sus voces eran veraces y sinceras.

Gimodelo: Tengo miedo-. Miro a su portador. -Pero confiare en el señor Nacht.

Julius/Lucífugus: Bien Nacht. Tendrás la visión en tus recuerdos-. Alzo su mano tomando su cabeza.

Miles de eventos llegaron en su mente. Cada hecho, momento, palabra, persona o lugar estaba en su mente. Se tambaleo ante todo lo que sucedería y se estremeció de los actos que Asta cometería.

En serio tenía miedo. Trataría con el monstruo más despiadado de la historia.

Julius/Lucífugus: Puedes retirarte-. Este se fue a la ventana.

Nacht solo se quedó allí mirándolo. Las visiones eran claras y sabía lo que debía hacer y el momento justo.

Se hundió en las sombras mientras comenzaba a desaparecer.

Nacht (Pensamiento): Solo espero hacer todo bien. Para volver a verte hermano y pedirte perdón por que hice-. Concluyo.

<Base de los Toros Negros>

Presente actual.

Nacht: Mañana el destino del mundo. Se decide-. Hablo al cielo mirando la luna.

Continuara...

Bien señores. Espero que no me se halle hecho larga la espera. Debido al mal internet que he tenido parece que subiré la tercera parte más tarde.

Espero les haya gustado el plot twist que puse. La verdad siempre me ha gustado este tipo de revelaciones. Además de que aproveche varias cosas del canon para agregarlas y darles sentido a la historia.

Comenten que les ha parecido este capítulo. Un voto siempre es bienvenido. Se agradece mucho el apoyo que he tenido hasta ahora la historia que está a pocos capítulos de concluir.

Por cierto. Dejo a su criterio una cosa. Quieren que los conocidos de Asta sean revividos, es decir la aldea y su familia de Hage y los Toros Negros sean revividos. Comenten en las opciones.

Sí)

No)

Igualmente. Les pregunto si desean que haga un capítulo de la pelea entre Asta y Liebe contra Lucífero. Les recuerdo que me tardare en hacerla. Comenten en las opciones.

Sí)

No)

Bien aquí se despide su servidor. Buen día, tarde o noche. Un abrazo a todos y me despido.

Adiós...

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