El miedo. Una emoción y sentimiento que puede causar las mayores acciones del ser humano.

Si alguien controla el miedo, dominara a todo quien toque. Pues para desgracia de todos.

El miedo es parte de toda la humanidad.

<Habitación del Rey>

10 años después de la masacre del Concilio Mágico.

Una habitación. Tranquila y callada, pero extraña.

Una atmosfera de calma y sumisión se podía sentir, mientras el olor del placer inundaba la estancia.

En una cama de gran tamaño, un amasijo de cuerpos y pieles sudorosas amontonaban. Alrededor de una persona que en sus ojos. Un aterrador carmesí se vislumbraba.

A su alrededor, mujeres cansadas y sudorosas se encontraban dormidas, sus cuerpos con marcas de todo tipo denotaban la razón de su estado.

La luz del día comenzaba a llegar a la habitación. El hombre se alzó de su cómoda cama, mientras desnudo y sin vergüenza caminaba hasta el balcón.

Su pelo de color ceniza, cuerpo con marcas sus antiguos combates. Tenía una sonrisa en su rostro.

Miraba a lo alto una ciudad que amanecía bajo el abrigo de los cantos de gallos que anunciaban que el pan salía a los mercados. Mientras la gente despertaba con la promesa de una seguridad completa.

Se despertaban con la felicidad de una vida tranquila. Mientras el cenizo miraba el resultado de todas sus ambiciones.

Mientras en los cielos criaturas de aspecto aterrador danzaban mientras mantenía una guardia en lo alto mientras cumplían su cometido.

¿?: Todo es mío y nadie me lo ha negado-. Sonrió mientras el sol golpeaba su cuerpo.

Un aura oscura se formó alrededor de su cuerpo. Mientras se formaba una ilusión de una armadura negra y roja.

¿?: Asta vuelve a la cama-. Hablo una voz femenina.

Asta miro sobre su hombro. Una sonrisa pícara se formó en su semblante.

Sus mujeres tendidas en la cama. Posando sensual y eróticamente buscando provocarlo a tomarlas y saciar sus necesidades más bajas.

Asta: Noelle ¿No estabas satisfecha por lo de anoche?- Hablo mientras una mujer de coletas se alzó de entre ellas.

Su hermoso cuerpo se vio con diferentes marcas. Una muestra de toda la pasión y lujuria que habían posado en su cuerpo.

Noelle: Mi Rey se nota insatisfecho-. Hablo mientras pega sus pechos a la espalda del cenizo. –Y tus reinas necesitan de su cariño.

Las mujeres clamaron positivamente. Sus caras mostraban el anhelo de la lujuria y pasión completo que había tomado sus cuerpos hacía tiempo.

Asta se volteo, tomo los brazos de la peliplata. Besándola con suma lujuria al tiempo que manoseaba sin vergüenza su cuerpo.

Asta: Pues como mis reinas me han hecho despertar una llama que deberán apagar-. Hablo con seductora lírica.

Las mujeres se alegraron al saber que su rey las volvería a tomar.

Asta junto a la Silva menor entraría de nuevo al interior.

Allí, una orgia de la más baja calaña se formó, los gruñidos y gemidos bajo el sonido de las pieles chocantes y besos bañados en saliva se formó. Una mañana de placer sin límites.

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Un lujoso desayuno se formó. Una mesa donde platos de hermosa apariencia y sabor se mostraban servidos.

En la mesa. En un extremo, una silla con un diseño con cara de diablo se encontraba sentado el monarca. El cual posaba un atuendo de rojos y negros colores. Mientras una portaba su típica bandana.

Una corona era estúpida. Solo un adorno para una posición que todos sabían que tenía.

A sus lados. Una trio de mujeres de gran belleza a ataviadas de hermosos vestidos se preparaban a degustar de la comida. La sala estaba custodiada de sirvientes que se mantenían atentos de las necesidades de sus monarcas.

En la entrada, cuatro niños corrieron soltando risas mientras se acomodaban con felicidad en sus respectivos asientos. Mientras dos mujeres les seguían para acomodar a sus descendientes.

Una mujer de pelo cenizo de hermosos ojos esmeraldas vestida de un atuendo sencillo pero elegante.

Otra de facciones iguales a las de Noelle. Más madura en su figura que ataviaba un hermoso vestido de colores plateados y grises.

Asta: Madre. Buenos días-. Hablo con modales.

Lichita: Buenos días hijo-. Respondía mientras tomaba asiento en la mesa.

Noelle: Madre. ¿Cómo haz amanecido?- Pregunto con felicidad.

Acier: Bien. Aunque mis nietos se volvieron muy quisquillosos para bañarse.

¿?: ¡Pero si queríamos jugar con Raegar!- Hablo un niño de pelo cenizo con ojos rojos. Iguales a su padre.

Mimosa: Roth. Recuerda que Raegar no es un juguete-. Hablo su madre.

Roth: Si madre. Pero es muy lindo-. Replico con una tierna sonrisa. Una antigua visión de su padre.

¿?: El príncipe Roth es muy lindo. ¿Pero porque debe usar su antimagia conmigo?- Hablo una pequeña figura con forma de dragón negro.

Roth: Porque eres un dragón y debes votar fuego ¿No es así?- Comento con un infantil lógica.

Raegar: ¡Pero si soy tu demonio y mi forma solo se parece más no soy un dragón!- Bramo con una tierna voz.

Asta: Raegar tranquilo-. El demonio chibi se quedó tranquilo. El rey miro a su infante varón. –Roth recuerda que más tarde entrenaremos. Quiero que comas y te prepares.

El niño solo pudo asentir de felicidad. Sin esperar tomo su plato. Solo para recibir un sape de su abuela paterna.

Roth: ¡Eso dolió abuela Lichita!- Dijo el infante sobándose su mano.

Lichita: Ni siquiera has esperado a que tu padre inicie la comida-. Suspiro algo decepcionada de la actitud de su nieto.

¿?: Abuela Lichita, Roth siempre será así. No creo que el hecho de que coma antes o después de padre cambie ese hecho-. Hablo una niña de plateados cabellos. Tenía dos moños que guardaban su hermoso pelo.

Sus ojos eran iguales a los de su padre. Un carmesí tan puro y profundo.

Nebra: Mellisa ¿Deja de burlarte de tu hermano?- Regaño su progenitora.

Mellisa: ¡Pero si es verdad madre!- Señalo a su hermano. –Él siempre se la pasa con esos salvajes modales.

Una carcajada surgió de su abuela materna.

Acier: Parece que Mellisa no quiere admitir su envidia a su hermano-. Comento sin preocupación.

¿?: De verdad es así-. Apoyo una niña de pelo plateado. Tenía el cabello corto.

¿?: Noelia tiene razón abuela Acier-. Secundo una niña igual a su lado. –Pese a ser la mayor de nosotros cuatro ella siempre lo envidia.

Ambas gemelas tenían los mismos ojos que sus hermanos. Un rojo de diablo.

Mellisa: Noelia, Nayla ¿Ustedes de qué lado están?- Pronuncio la niña.

Noelia y Nayla: Del nuestro-. Respondieron ambas.

Noelle: Mis pequeñas gemelas dejen a su hermana mayor en paz-. Hablo con delicadeza su madre.

Noelia y Nayla: Si madre-. Hablaron con una coordinación sobrenatural.

Lichita: Si es así vamos a comer que me muero de hambre-. Hablo con felicidad.

Roth: ¡Ahora si puedo comer!- Tomo nuevamente su plato pero recibió otro sape esta vez en su cabeza. – ¡Eso duele abuela!- Soltó algunas lágrimas por el dolor.

Lichita: Si no te comportas pues seguirás teniendo más de donde vino-. Roth se estremeció de miedo.

Asta: Pues que empiece el desayuno-. Anuncio el rey.

El desayuno siguió con tranquilidad. Aunque la presencia de un trio de pequeñas criaturas se hizo patente.

Asta: Galear, Kerito Sasman ¿Sucede algo?- Pregunto extrañado de la presencia de los demonios de sus hijas.

Su respuesta fue el simple "nada".

Asta: ¿Entonces?- No le gustaban las interrupciones.

Galear: El Rey Liebe nos avisó que vendría esta tarde-. Dijo el demonio con forma de águila chibi.

Kerito: Además de que espera zanjar unos asuntos en el inframundo-. Hablo el otro demonio.

Sasman: Nos avisó que pronto se llevara a cabo el festín del inframundo-.Concluyo.

Asta: Entiendo-. Los demonios chibi asintieron. –Retírense.

Lichita: Hace tiempo Liebe no viene a visitarnos-. Soltó.

Asta: Ya sabes que ha hecho cambios en el inframundo desde que nos hicimos de la Corona de los Diablos-. Replico.

Roth: ¡Yo podre ser monarca del inframundo padre!- Dijo el niño con estrellas negras en sus ojos.

Asta: Solo cuando crea conveniente-. Respondió.

Roth: ¡No se vale!- Bramo el niño con un berrinche.

Mellisa: Por eso digo que es un salvaje-. Soltó de nuevo.

Roth: ¡Pero así soy!- Le señalo. –Además tú tampoco salvas. Eres demasiado orgullosa-. Dijo el príncipe.

Mellisa: Al menos yo no me la paso encendiendo los bosques cuando entreno mi magia-. Pronunció con clara molestia.

Acier: Así terminan siendo las parejas-. Soltó la abuela con inocencia. –Se pelean pero después se enamoran.

Lichita: Son hermanos Acier. No creo que sean así-. Argumento con inocencia.

Acier: Cierto. Además son tan contrarios que sería gracioso-. Concluyo.

Mellisa: ¡Enamorarme de mi salvaje hermano! Es una broma abuela. Ni que fuera el más bello yo me entregaría a el-. Dijo con claro asco.

Noelia: Seria gracioso si llegara a pasar-. Una risa salió de su boca.

Nayla: Más con el hecho de que ambos llegaran a casarse-. Complemento la risa de su gemela.

Asta: Basta de hablar de eso-. Concluyo el monarca. –Roth se comprometerá a su debido tiempo.

Roth: Espero sea hermosa mi prometida.

Lichita: Tu padre sabe escoger bien. Mira quien es tu madre y tus madrastas-. Hablo.

Asta: Madre, por favor-. Soltó secamente.

Lichita: ¿Sabes que debes mejorar tus ánimos hijo?- Hablo con disgusto.

Asta solo suspiro. Hablar con su madre seria llegar a una conversación en que siempre saldría perdiendo. Puede que fuera un experto en las palabras. Pero su madre con su lirica natural le superaba por mucho.

Solo podía admitir su derrota ante su progenitora.

Asta: Claro. Lo intentare-. Concluyo.

Durante la comida, temas se hablaron con tranquilidad. Llegaría el postre, donde todos los presentes se quedarían degustando del fino platillo de pastel traído del Reino del Corazón.

Roth: Bien me voy. Quiero ver el desfile que se hará en una hora-. El príncipe salto de su silla corriendo a la salida.

Asta: Espero que esa actitud la controle-. Hablo con algo de vieja felicidad.

Lichita: Es igual a ti de pequeño-. Dijo.

Mimosa: Tiene la energía de su padre y la inocencia de su época de antaño-. Pronuncio la madre del príncipe.

Lichita: Si vino de ti es entendible-. Dijo sacando una sonrisa a la reina.

Asta: Bien me retiro. Tengo cosas que hacer-. Miro a Acier. - ¿Cuida de Roth? Sabes que tiene la mala costumbre de colarse en los desfiles.

Acier solo asintió. Las niñas siguieron a sus abuelas. Las reinas se fueron de la estancia.

Al salir, un grupo de guardias de armadura negra se unió a su escolta.

Pertenecían a la Guardia Infernal. Hombres y mujeres entregados en cuerpo y alma a la protección de la familia real.

Asta se levantó de su silla. Alzo su mano y un portal se abrieron al tiempo. Cruzando a través de él.

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<Inframundo de los Diablos>

Al momento de cruzarlo su armadura de asimilación se hizo presente. Mientras sus cuatro espadas le rodeaban. Junto a tres orbes de antimagia que posaban a su alrededor además de uno que estaba en su mano. 

Estaba sentado en el trono roto donde antaño Lucífero estaba. Y ahora era él quien hoy miraba a sus subditos desde lo alto.

Al hacerlo, los demonios vitorearon a uno de sus monarcas. Los demonios del más alto a bajo rango agacharon sus cabezas en señal de lealtad y respeto.

Asta: ¡Hoy como cada mitad de año! ¡Se celebra el festín del inframundo! ¡Hoy la carne de los pecadores y criminales será servida para el deleite de ustedes mi escoria servidumbre! ¡Disfruten de la carne y la sangre de la escoria del mundo humano!

Los demonios clamaron con felicidad. Este día tan hermoso para ellos. Cada mitad de año. Una enorme cantidad de personas era traída al inframundo.

Su propósito era obvio, servir de aperitivo a los demonios. Era una práctica que el Rey de los Diablos Asta Staria promulgo para deshacerse de la peor escoria existente en la tierra.

Criminales de la peor calaña. Desde los más atroces asesinos y psicópatas. Hasta los más infames violadores y profanadores.

Lo que más impresionaba era que solo la familia del monarca y aquellos encargados de transportar a los prisioneros sabían de ello.

De resto, la población del Reino de Espadas era ignorante de todo.

Un portal se hizo presente en medio de la oscura llanura. De ella, miles de hombres y mujeres con esposas en sus manos caminaban. A sus costados. Soldados armados con armas de fuego les apuntaban mientras buscaban mantenerlos reunidos cual rebaño.

No faltaba alguno que era tiroteado por desobedecer la orden.

Los demonios quedaron famélicos al ver a su comida caminar hasta el centro del lugar. Los soldados se retiraron mientras los prisioneros clamaban suplicas.

Algunos demonios deseosos de probar la carne se lanzaron contra los prisioneros. Solo para ser decapitados y rebanados en un instante.

Asta: Aun no-. Hablo el monarca que mostraba su disgusto a la impaciencia de sus horribles súbditos.

Liebe: Veo que quieres comenzar-. Hablo el demonio a su lado.

Asta: Sabes que siempre ha gustado este tipo de espectáculos-. Su maniática y aterradora sonrisa se hizo presente.

Los demonios estaban deseosos de probar, pero debían esperar. Ninguno quería morir por ser impacientes.

-Esperen-. Alzo su mano.

Los prisioneros y prisioneras clamaban piedad. Pero ya sus crímenes eran tantos que su simple existencia fuese continuada.

Los demonios afilaron sus garras, lamieron sus labios, limaros dientes. La saliva salía de sus bocas.

-¡QUE COMIENCE EL FESTIN!- Bramo el Rey.

Los demonios corrieron de sus lugares. Tomaron a los prisioneros y como vagabundos famélicos devoraron y comieron con desespero. Los presos corrieron con inútiles resultados. Los que más lejos llegaban eran atrapados por los demonios alados.

Un baño de sangre que bailaba en un mar de gritos y sollozos ahogados por gruñidos y rugidos de famélicos demonios que destrozaban, cortaba y devoraban con felicidad y desespero a todo cuanto encontraban en frente.

Incluso los cadáveres de los muertos eran comidos. Nada se perdía en este festín.

Paso el tiempo, no más de una media hora y los demonios con sus bocas y cuerpos bañados en sangre con pedazos de extremidades entre sus dientes y manos clamaron con felicidad un grito de júbilo a su rey.

¡Gloria a los Nuevos Monarcas del Inframundo!

Fueran las palabras de las horribles criaturas clamaban.

-¿Te vas a quedar?- Pregunto Liebe.

-Tengo que resolver un problema con las órdenes. Después vengo-. Dijo mientras se levantaba de su trono.

Abrió otro portal. Y un nuevo destino llego: La Sala de Reuniones.

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<Sala de Reuniones de las Ordenes del Reino de Espadas>

Los órdenes de caballería habían cambiado. Luego de la subida al trono de Asta y las nuevas relaciones con países, reinos y naciones de otros continentes.

El intercambio cultural se dio para bien del continente. Se descubrió un continente sin magia, pero con una tecnología extremadamente avanzada que amenazó con hacerse del gobierno de los cuatro reinos.

Sin embargo, las promesas de poder y fuerza absoluta propuestas a las elites de los países del continente sin magia por parte del Rey Asta. Permitió que las mismas se volvieran prácticamente vasallas de su rey.

En las dos alianzas más poderosas. El Pacto Guldor y la Unión de Reyhard sus castas de liderazgo se convirtieron en sirvientes devotos del Rey de los Diablos.

Tributos que se hicieron y ofrendas hechas a quien veían como un dios en la Tierra.

Huelga decir que hoy día ambas alianzas son gobernadas indirectamente por el Rey de los Diablos.

Respecto a las órdenes fueron increíblemente ampliadas con enormes cantidades de reclutas plebeyos que en su mayoría pese a su bajo poder mágico. Gracias a la tecnología traída de los otros continentes, se consiguió crear armas mágicas capaces de potenciar los hechizos.

Estas armas de mana portaban diferentes formas. Desde espadas hasta armas de fuego que eran usadas en su mayorías.

Pero había algo importante. Las órdenes eran consideradas como fuerzas de elite. Asta en lugar de convertirlas en una fuerza decorativa.

Ya que debido a las alianzas militares se creo el primer ejercito del continente.

El Ejército del Reino de Espadas.

El crecimiento poblacional, junto a la mejora y accesibilidad en la educación, hizo crecer en gran medida el Reino entero. Lo que conllevo a la creación de ciudades más grandes y una interconexión más grande gracias a la llegada de las mejores formas de comunicación.

Todo ello propicio que el Reino de Espadas consiguiera poner en vanguardia una fuerza militar impresionante de 80.000 soldados, equipados con armamento de última generación traído de los continentes sin magia.

Las órdenes eran consideradas como fuerzas de elite donde los mejores solo entraban y donde la convivencia entre los más altos y bajos era obligatoria.

Huelga decir que las mismas seguían bajo la misma disposición de listado de mejores desempeños.

Asta había llegado a la reunión.

La mesa se encontraba más ampliada con diferentes drones y centinelas que resguardaban las ventanas.

A su costado derecho. Cinco sillas donde estaban los comandantes de las órdenes de las Águilas Plateadas, liderada por el capitán Nozel Silva. Después la Orden de los Pavos del Coral, Dorothy Unswortd. Ambos habían seguido bajo el liderazgo de sus órdenes por orden del Rey.

En realidad Asta no consideraba a nadie digno de liderar aquellas órdenes. Más por temas de confianza a las mismas que por temas personales.

Después estaba la orden de las Orcas Moradas, liderada por el capitán Zora Ideale. Zora antiguo miembro de los Toros Negros había abandonado el reino luego de la expulsión de Asta.

Refugiado en el Reino del Corazón donde junto a sus antiguos camaradas lidero la campaña que dio fin al reinado de los Kira.

Fue dado el mando de la orden por parte de Asta tras conocer que el padre de Zora había sido miembro de ella y que bajo este aspecto, decidió concederle la batuta de las Orcas Moradas, orden que era conocida por sus horribles trabajos y tratos secretos.

Más de la mitad de la orden fueron encarcelados, por orden de Zora al enterarse de sus conexiones con turbios asuntos.

La gracia fue que Asta se encargó de tortura y matar a todos los encarcelados por Zora quienes "misteriosamente" desaparecieron un día.

Después estaba la orden de las Rosas Azules. Al mando de la joven pero prometedora capitana Sol Marrón. Quien por voto de su antigua capitana, Charlotte Roselei y por apoyo de la orden fue condecorada comandante de su orden.

Aunque es necesario decir que para el día de su subida al mando. Fue visitada por el Rey en una noche divertida en la alcoba.

Asta miro a la derecha quienes lo miraban con algo de expectación.

Mientras a su izquierda estaban las órdenes de los Ciervos Aguamarinos, Rill Boismotier. Quien se había convertido en fiel amigo del rey. Aunque ignoraba siempre su comportamiento monstruoso y psicópata bajo una máscara de inocencia que Asta usaba con él.

Después estaba la orden de los Leones Carmesíes, a cargo de Leopold Vermillion. Este considerado héroe de guerra por ser comandante de la antigua Resistencia, fue dado el comando de la orden de su familia por petición de su hermano Fuegoleón y su hermana Mereoleona.

Leopold cumplió con lealtad las órdenes de su rival, siendo prácticamente como su mano izquierda, apodado la "Mano del Diablo" por su duro papel en las purgas contra la casta de nobles del reino.

La siguiente Amanecer Dorado, liderada por Klaus Lunette, Asta lo había designado como líder de la reformada orden por mano de su papel como su aliado y compañero, además de compartir sus ideas de cambio que llevo con dureza a su orden.

La siguiente Mantis Verdes, al mando de otro capitán en etapas de retiro Jack The Ripper. Este loco cortado maniaco se había mantenido en liderazgo de su orden por tutela del rey, ya que al haber mantenido su postura de aceptar plebeyos en su orden, se ganó la confianza del Rey.

Además de haber aceptado con algo de molestia, pero sería convencido luego de que Asta haciendo uso de su poder del Rey de los Diablos había traído devuelta a su padre difunto, ganándose el aprecio de su parte.

Por último, la orden de los Toros Negros, liderada por el Capitán Luck Voltia, otro favorito del Rey, Luck había sido ascendido a capitán por voto de sus compañeros, quienes lo consideraron el más cercano a Yami luego de que Nacht desistiera de tomar el mando.

Luck se volvería después un fiel súbdito al rey tras ser su madre revivida por su poder.

Las nueve ordenes, con sus lealtades puestas en el Rey del Reino de Espadas, el cual amplio su control al resto del mundo bajo tratos y amenazas. Quien hoy el destino simplemente se agachaba bajo sus designios y caprichos.

El Monstruo del Mundo que hoy haciéndose de toda su oscuridad había traído la luz al mundo.

Todos: Bienvenido Rey Asta.

Asta: Doy inicio a la reunión. Los temas a tratar son las recientes problemáticas que el Pacto de Guldor ha tenido con la Armada Real, según cuentan un destacamento de Amanecer Dorado bloqueo su salida al océano luego de un problema de aduanas y un enfrentamiento menor-. Hablo.

Klaus se levanto

Klaus: He dado con los responsables, han sido apresados y puestos en vigilancia Gran Rey-. Explico algo molesto.

Asta: Espero no se repita-. Decía tajante y fuerte.

Leopold: Recientemente tuvimos enfrentamientos en la frontera marítima del Corazón por barcos de piratas de nobles exiliados. Solicito permiso para encargarme de la escoria-. Pidió mientras hacia el saludo.

Asta: Hazlo y trae a los responsables. No quiero que vuelvas hasta que no lo hagas-. Dijo con seriedad, el tono denotaba que no aceptaría otro resultado.

Nozel: Mi orden ha tenido muchos avances con los rebeldes en la zona norte en la frontera del diamante. El monarca Mars ha enviado a parte de sus ejércitos para ayudar en la limpieza-. Informo.

Asta: Nozel, llevas dos meses sin acabar con la resistencia-. Decía Asta encarándolo, su mirada se encontró con los ojos de diablo del Rey. –Tienes dos semanas para limpiar toda posible resistencia. ¿Entendido?

Nozel: Lo hare Gran Rey-. Respondió.

Dorothy miro a su marido. Había pasado algunos años desde que se casó con Nozel. Feliz de haberse casado con quien tanto gustaba, pero ahora debía apoyarlo.

Había que decir que aquella resistencia había sido formada de casas nobles bien organizadas que habían desertado del mandato del Rey hacia cuatro meses y habían asaltado varias caravanas armamentistas, además de haberse armado con armamento moderno traído de Reyhard.

Nozel fue concedido con la tarea de eliminar la resistencia expresamente por Asta. Quien lo vio como una oportunidad para ver la lealtad de su cuñado.

Dorothy: Gran Rey. Pido permiso para que mi orden ayude en la eliminación del enemigo-. Dio su petición.

Asta: Lo hare, pero deberás recibir órdenes de Nozel-. Explico el Rey.

Dorothy: No habrá problema-. Dijo con una sonrisa.

Luck: Mi orden ira al este para despejar la construcción de las minas de Hage. Según sabemos grupos de saqueadores, seguro fueron de las tropas que desertaron de la Pica hace dos meses-. Decía Luck con su típica sonrisa.

Asta no dijo nada, simplemente se molestó que su antiguo hogar fuese hostigado por simples perros vagabundos.

Podía ser un monstruo, pero había aprendido poco a poco a sentir algo de aquello que los sentimientos y emociones de su antiguo tenia.

Asta: Quiero que esos saqueadores sean atrapados. Doy orden para que los mates a todos, no dejes a ninguno, ya rompieron sus votos en la Pica al no aceptar a Yuno, ya no tienen ni una pizca de lealtad a nada-. Dijo con mortalidad de su boca.

Luck: A su orden-. Dijo el Maniaco Peleador.

Asta: Si ya todo está zanjado termino la reunión de hoy-. Los presentes se levantaron dando sus saludos al Rey.

Los capitanes se fueron mientras Asta comenzaba a sentir un problema.

Estaba deseoso de carne de una mujer.

Asta: Pues ahora habrá que quemar energías.

Asta quedo un tiempo pensando a que mujer visitar y calmar sus ansias. Sus reinas estaban cansadas por el jugueteo mañanero.

Asta: Que tal-. Pensó con detenimiento aun sentado en su silla. –Loropechika-. Se relamió sus labios.

Loropechika, la Reina del Corazón, había sido la primera en firmar el tratado de paz entre los cuatro reinos y también la primera en aceptar las tecnologías que las naciones sin magia dieron.

Más por temas algo privados.

Asta había vuelto a la Reina del Corazón en una de sus muchas amantes, a pesar de que Loropechika había procesado su amor por su guardián Gadja, este callo antes los encantos del Rey de los Diablos.

Además de que Gadja fue borrado de su amor por su reina gracias a unos diablos sirvientes del Rey.

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<Reino del Corazón>

Loropechika se encontraba en su biblioteca, leyendo diferentes libros acompañada de la Espíritu Elemental, Undyne.

Ambas estaban tranquilas, sin pero sin que se diera cuenta la reina unas manos la tomaron su cintura. La sensación se le hizo conocida.

Loropechika: Asta-. Se dio vuelta para ser acercada nuevamente al Rey de los Diablos. -¿Qué haces aquí?

Asta pego su frente a la suya.

Asta: Sabes la razón-. La beso en acto seguido.

Loropechika intento separarse lográndolo con éxito.

Loropechika: Asta espera. Esto es repentino y no debemos hacerlo-. Decía con algo de firmeza. –Tú ya tienes esposas. Yo soy reina y no pienso ser amante de alguien como tú.

Asta la soltó, parecía molesto. Pero en realidad estaba feliz.

¿Hacia cuanto una de sus amantes no se revelaba a sus encantos? Mucho a decir verdad y aquello le daba placer.

Porque así volvería a tomarla en sus manos y tenerla en cuerpo y alma.

Asta: ¿Te molesta?- Pregunto fingiendo ignorancia.

Loropechika: Tú me dijiste que me amabas y que sería tu esposa y después me entero de que tienes hijos y yo aquí como tonto-. Decía molesta.

Asta: Tenía que hacerlo. Además-. Se volvió a acerca.

Undyne había desaparecido de la sala debido a la Zona de Antimana que Asta había concentrado fuera de la zona donde se encontraba con Loropechika.

Asta: Tú no te molestas cuando vine a visitarte después-. Decía seductoramente.

Loropechika: Pues cambie de parecer y no quiero estar contigo. Vete ahora-. Decía dándole la espalda.

Asta sonrió. Era divertido este juego.

Se acercó nuevamente a la reina. Quien fue tomaba por la espalda nuevamente, pero esta vez el cenizo la empezó a toquetear causándole varios gemidos.

Loropechika: As... ta para, te dije que ah te fueras-. Dijo con dificultad.

Asta se acercó a su oído, pese a que Loropechika se resistía, sus años en el arte del sexo le había dejado unas experiencias de donde tocar en una mujer para sacar sus libido en pocos segundos.

Asta: ¿Porque?- Manoseo su seno derecho causándole un gemido. –Tú me dices que me vaya cuando puedo oler que me deseas.

Loropechika abrió los ojos.

Asta: Vez-. La volteo quedando con su mirad. –Tú me deseas, desde que estuvimos en tu lecho no hay hombre en el mundo que calme tus placeres o tus ansias.

Loropechika se intentó alejar nuevamente. Pero su cuerpo se comenzó a calentar.

Asta: Deseas que te tome, que acaricie tu piel, que manosee tus senos y tome tu intimidad-. Decía de forma maquiavélicamente seductora. –Deseas que yo este a tu lado en esas noches donde tu mente hacían que vuelva.

Loropechika intento responder, hacer uso de su mana, pero su cuerpo y mente desvariados por las sensaciones que la hacían temblar le impidieron responder.

Asta la miro de cerca y sus ojos mostraron un brillo que entro en lo profundo de la reina, la cual solo por unos segundos entro su alma, sometiéndola con sus encantos y promesas. Todo para que pudiera disfrutar de la piel de la Reina del Corazón.

Loropechika le beso.

Asta siguió su juego y ambos comenzaban a devorarse en sus labios mutuamente. Asta la beso en lengua saboreando su aliento y saliva mientras hurgaba en su garganta.

La reina simplemente comenzó a tocar el cuerpo del Rey de los Diablos por encima de su ropa.

Asta no lo resistió más y abrió un portal a la recamara de Loropechika.

Donde la tiro mientras su ropa desaparecía. Esto gracias a la antimagia que podía aparecer y desaparecer sus prendas imbuidas con ella.

Asta la tomo y la empezó a besar nuevamente mientras arrancaba sus vestimentas.

El cenizo estaba en short mientras mantenía una constante excitación en la reina. Asta bajo a su intimidad donde arrancando sus pantis devoro con desespero medido pero controlado el interior de Loropechika.

La cual solo podía gemir en voz alta al ser inundada de fuertes y placenteros choques. Asta siguió mientras continuaba sus jugueteos con la joven reina.

Bajo sus short y metió su miembro en la boca de Loropechika, la cual comenzó a darle una mamada al Rey de los Diablos. Durante un tiempo, gruñidos se oyeron la habitación mientras Asta saboreaba el placer de la garganta de la reina.

Soltó su semilla en su boca, haciendo tragar con asfixia a Loropechika toda su semilla.

Asta la volteo apoyándola en cuatro con rapidez. Acomodo su miembro y la embistió.

Su Forma Negra se hizo presente. Era una señal de su lujuria diabólica, cada vez que copulaba con alguna mujer esta se hacía presente, como señal de que el diablo tomaba la carne de alguna fémina para su placer.

Aquello daba felicidad al cenizo.

Asta embistió a Loropechika con cuidado, sabia por sus anteriores encuentros que la reina era muy sensible, muy parecida a Noelle pero más resistente en algún grado.

Loropechika gemía mientras sentía las continuas embestidas que su amante le profería, su intimidad siendo rellenada en vaivén de fuertes y medidas penetraciones la hicieron llegar al orgasmo en poco tiempo.

Asta la puso en misionero, volviendo a embestirla y penetrarla mientras lamia y chupaba sus senos. Loropechika usando sus manos agarro al cenizo de su espalda intentado que no se apartara ya había llegado al clímax dos veces.

Asta volvió a cambiar, a plancha, su posición favorita, donde se sentía dominante ante cualquier mujer que tomara. La penetro y con más ahínco la embistió, Loropechika estaba cansada de tanto placer, su mente se había desconectado por el mar de sensaciones al que era sometida.

Asta se acercó a su oído.

Asta: Tú me perteneces-. Decía con su voz de diablo.

Loropechika: Te pertenezco mi Rey-. Dijo totalmente rota en placer.

Asta en una embestida final llego a su límite, ya después de una hora de sexo sin freno. Se mantuvo un tiempo dentro de Loropechika quien solo jadeaba con la lengua fuera buscando aire.

Asta sonrió, otra vez demostraba quien dominaba en este mundo.

Paso un tiempo, Loropechika había quedado rendida, dormida por la placentera y pasional hora que había tenido con el Rey.

Asta se vistió mientras se despedía de ella con un beso en su mejilla, miro por última vez el cuerpo desnudo de su amante. De su intimidad su semilla brotaba.

Asta (Pensamiento): Ella me dará una prole poderosa, su control del mana es inmenso. Estoy seguro de que si ese vástago crece, podre juntarlo con los otros y así mantener pura mi sangre-. Decía en su mente.

Asta abrió otro portal.

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<Palacio del Rey>

La noche había caído.

La cena había terminado y Asta miraba como las luces de la capital alumbraban en un hermoso paisaje la noche.

Liebe en su forma Chibi estaba en su hombro mientras miraba todo lo conseguido.

Liebe Chibi: No me arrepiento de nada-. Decía con una sonrisa.

Asta: Solo me arrepiento que-. Se detuvo dio una risa de la estupidez que estaba diciendo. –A quien engaño, no me arrepiento de nada.

Liebe Chibi: Madre de seguro se molestara que hallas estado cogiéndote a la Reina del Corazón-. Bromeo.

Asta: Madre ya lo entiende, es imposible que guarde abstinencia sexual durante un tiempo-. Dijo con algo de gracia.

Liebe Chibi: Si, recuerdo que cuando Nebra, Noelle y Mimosa estaban embarazas intentaste no tener relaciones con otra mujer, todo salió mal-. Soltó una risota.

Asta: Si-. Compartió la risa de su hermano por aquel recuerdo. –Termine cogiéndome en una orgia a la mitad de las sirvientas y jovencitas de la limpieza del palacio. Por los Diablos en serio me prometí no volver a abstenerme de nuevo-. Dijo con una risa mayor.

Asta y Liebe miraron al cielo, naves volaban a gran velocidad custodiando los cielos nocturnos, mientras diablos alados montaban guardia junto a sus pares metálicos.

Asta: Es mi mundo-. Decía con tranquilidad.

Asta entro en su asimilación demoniaca mientras salía volando.

Se alzó más alto. Asta ver como hormigas la propia capital. Miro a su alrededor y vio las luces de las ciudades que se habían alzado en su reino.

Asta: ¡ESTE ES MI MUNDO! ¡EN MI MUNDO PUEDO HACER LO QUE QUIERA!

El Rey de los Diablos lanzo su carcajada.

Asta Staria, un plebeyo sin magia. Nacido en la región más pobre del reino, poseedor del grimorio de cinco hojas.

Aquel fue traicionado por los gobernantes del reino que hoy gobernaba.

Asesino de aquellos que amenazaron sus planes.

Y ahora Rey del Reino de Espadas y Rey del Inframundo.

La Era y el Linaje de los Reyes del Nuevo Mundo.

Había comenzado.

Fin.

Señores aquí el capítulo final de mi historia. Es uno que en realidad da pie a los temas que tratare en la segunda temporada.

La cual tendrá de nombre: El Linaje del Caballero Oscuro. (Que les parece XD)

Les envió un fuerte abrazo y un saludo y agradecimiento a aquellos que han seguido mi historia. Y espero recibir el mismo apoyo en los proyectos e ideas de fic de Black Clover que tengo pensado.

Dejen su opinión aquí de que les ha parecido el capítulo. Un voto siempre es bienvenido.

Aquí dejen su comentario de que les ha parecido la historia entera, es decir una crítica global de todo lo bueno y malo que a su vista tuvo la misma, para que así en las demás historias y la segunda temporada las pueda arreglar.

Un abrazo y se despide su humilde servidor. Buen día, tarde o noche y me despido agradecido del apoyo recibido de su parte.

Adiós...