Capítulo 25
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BLACK CAT
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«Tu amigable vecino, el Hombre Araña»
⎯⎯ Historia de Web of Spider-Man ⎯⎯
— ¡¿Qué harás?! — preguntó Iron-Man — ¡¿Amenazarme con tu irritante actitud?! Porque ya me siento lo suficiente...
Pero no pudo terminar su frase. El Buitre disparó varios cables que envolvieron la armadura de Stark.
Antes de que pudiera quitárselo, estos cables liberaron una especie de pulso que apagó la armadura.
— ¡¿Qué rayos?!
El Buitre no se detuvo y soltó un grito. Voló rápidamente hasta Tony, golpeándolo con sus patas y tumbándolo en el suelo.
Allí, empezó a golpearlo repetidamente.
— ¡Me quitaste mi trabajo, Stark! ¡Casi provocas mi ruina! — se quejaba Adrian, aún gopeándolo — ¡Mi esposa y mi hija sufrieron por tu culpa! Y ahora... ¡Pagarás!
Mientras continuaba con esta paliza, una reportera se acercaba y empezaba a narrar el hecho.
— Aquí, Natalie Long, del Daily Bugle — dijo la reportera — Podemos ver como una especie de... de ave mecánica logró tumbar a Iron-Man al suelo. No sabemos como podrá superar esto...
Entonces, el camarógrafo movió la cámara hacia un lado y empezó a grabar algo.
Alguien había saltado hacia el Buitre y empezaba a golpearlo por la espalda.
— ¡¿Ese es...?! ¡Creo que es el Hombre Araña! Aquel héroe que logró derrotar al criminal Max Dillon, mejor conocido como Electro — dijo Natalie.
Entonces, el Buitre empezó a elevarse y ambos se estrellaron contra un edificio, terminando dentro de este.
Podía escuchar los sonidos de los golpes y como las alas se estrellaban contra las paredes... hasta que de pronto, el joven héroe golpeó a Adrian, ambos volviendo a caer al suelo.
Todo este combate que se estaba realizando se encontraba siendo grabado en vivo para todas las personas de la ciudad, después de todo el invencible Iron-Man se encontraba presente.
Y de todas las personas que se encontraban viendo ese combate desde la televisión... una de ellas era Felicia Hardy, quien estaba sentada en su sofá, viendo todo desde su sala.
Ella observaba como ese chico en pijama empezaba a pelear contra ese sujeto peligroso. Por dentro, ella pensaba en lo idiota que era.
¿Por qué diablos se enfrentaba a ese tipo? Era obvio que era más fuerte que él, además de peligroso.
Iba a morir.
— Hombre Araña... — murmuró Felicia — Tarado...
Cuando vio como el Buitre y el Hombre Araña aterrizaban sobre un tren en movimiento, ella se levanto del sofá.
Las vacaciones de verano habían empezado hace unas semanas. Y poco después de que empezaran, su novio Ryan... había muerto.
No la ha pasado muy bien desde entonces.
Desde ese entonces, no se había puesto su traje... pero tenía que hacerlo. Aún tenía a su padre y debía de cuidar de él.
Debía de robar para vender...
Fue a la cocina y comenzó a poner un montón de cereal en un tazón, para después tirar la leche dentro.
Aunque quisiera seguir así de depresiva... no podía seguir así. Pero tampoco quería seguir haciendo todo esto sola.
Se sentía muy débil... demasiado débil.
En ese mundo donde los tipos poderosos comenzaban a tener presencia cada vez más y más... una simple humana en traje ajustado no bastaba para esto...
Sacó su celular y comenzó a ver lo números que tenía guardado.
No eran muchos, pero se centró en uno... Boris Korpse.
La última vez que hablaron fue cuando logró rescatar a su padre. Tal vez debería de pedirle ayuda... pedirle que la ayude a cuidar a su padre o a... robar algunas cosas.
Pero no quería.
Tenía orgullo y pedirle ayuda no iba con ella.
Podía con esto sola.
Se levantó de una silla de la cocina y volvió hasta la sala, sentándose en el sofá.
Pensó en cambiar de canal... dejar de ver las aburridas noticias del Daily Bugle, pero...
Algo la sorprendió.
Según un reportero que se encontraba en un helicóptero... el Hombre Araña había podido detener un tren en movimiento con solo sus telarañas.
— ¿Cómo...? ¿Cómo lo logró? — dijo Felicia, viendo al Hombre Araña saltar y aterrizar hacia otro edificio donde estaba Iron-Man.
Detener un tren no era tarea fácil. Aún si las telarañas eran indestructibles... ¿cómo no se había destrozado los brazos?
Ese tipo... era increíble.
Ella recordó la vez que se conocieron por primera vez... justo en aquel banco que entró a robar.
Usaba un traje distinto al que usó cuando se encontraron, pero sí era él.
Felicia sacó su celular y comenzó a buscar noticias del Hombre Araña. Allí fue donde encontró la nota de cuando derrotó a Electro.
Habían fotos publicadas por Peter Parker, el raro de su clase. Quien diría que él lograría tomarle fotos.
De hecho, él le tomó todas las fotos...
¿Acaso lo conocerá?
Bajó más y siguió buscando noticias, viendo como este atrapaba a criminales... si no tenía cuidado, podría ser ella la siguiente.
Un tipo capaz de detener un tren... contra una simple chica que no tenía nada especial.
Estaba perdida.
Debía de buscar la forma de hacerse más fuerte... algo que le permitiera ser más fuerte.
O a alguien...
Fue entonces que recordó algo que había escuchado, una vez, de los Maggia.
"El Kingpin buscaba tener supersoldados en sus líneas"
Ella sabía muy bien que el gran Wilson Fisk, conocido como el hombre que siempre está donando a centro caritativos, era el jefe criminal de toda Nueva York.
Aquel intocable. Aquel no podía ser derrotado por nadie.
Había escuchado que Daredevil lo había intentado, pero fracasó.
Por lo que solo le quedaba esa opción... tratar de convertirse en una especie de supersoldado.
No debía ser algo muy difícil. Según sabía, el Capitán América solo recibió un simple suero que lo volvió en el héroe que es ahora.
Fisk debe tener ese suero, por lo que no tenía mucho de que preocuparse.
Hardy caminó hasta su armario y lo abrió, viendo su traje tirado en este.
Era el momento de volver.
***
La Torre Fisk.
En lo alto de esa torre, una persona se encontraba caminando por un largo pasillo.
Alguien conocido por toda la ciudad como un buen hombre. Bueno, solo las personas que no sabían la verdad.
Este hombre era Wilson Fisk. Un hombre de familia.
Una representación exacta del típico norteamericano.
Esta persona caminó hasta llegar a su gran oficina. Debido a la oscuridad de la noche, no se podía ver nada.
Pero él sabía que algo se encontraba allí. La ventana estaba entrecerrada.
Algo típico de los ladrones novatos.
— Sé que estás aquí — dijo Fisk, caminando tranquilamente hasta su escritorio — Dime, ¿qué es lo que quieres?
Entonces, del techo, una sombra aterrizó.
Caminando hasta la luz que generaba la luna, Wilson Fisk pudo ver de quien se trataba.
— La sucesora de Cat, el ladrón... — dijo Fisk, fumando un poro — Dime, ¿cómo se encuentra tu padre? Escuché que escapó de prisión.
— No vine a hablar de mi padre — dijo Felicia.
— Oh, ¿en serio? Yo no tendría problemas de hacerlo — dijo — Después de todo, él fue un gran hombre. Un buen padre... lo llegué a conocer una vez, ¿sabías?
— ¿En serio?
— ¿No te contó? Me siento ofendido... pero sí, lo conocí. Fue de los pocos que logró escaparse de mis manos. Era muy escurridizo.
— Eso sí me han dicho.
— Pero tú no quieres hablar de él... lo cual me hace pensar, ¿por qué estás aquí? — preguntó — ¿Qué te hace arriesgar tu vida de esa manera?
Felicia guardó silencio por un momento, dudando un poco del porque se encontraba allí.
Pero ya era muy tarde para retractarse.
— Escuché unos rumores sobre ti, Kingpin — dijo Hardy — Quieres un ejército de supersoldados.
— No es que quiera un ejército, señorita Hardy — dijo Fisk, apoyándose en su escritorio — Solo busco crear hombres fuertes para enseñarle a ciertas personas quién es el que manda.
— Creí que el gran Kingpin no tendría problemas con eso...
— Algunos se olvidan de cual es su lugar — rió — Pero creo que esa es una constante para las personas como nosotros.
Fisk se levantó y se dio la vuelta.
Tomó una pequeña botella de vino y comenzó a servirse una copa.
— Tu buscas poder, ¿no es así? Creo que puedo ayudarte a adquirirlo. Si estás interesada, claro... — dijo Fisk — Tienes que prometer tu lealtad hacia mí, por supuesto.
— No tengo problemas con eso — dijo Felicia, cruzando los dedos detrás de ella.
— En tres días, a la medianoche... — dijo — En el antiguo laboratorio del fallecido Dr. Harlan Stillwell.
— ¿Qué?
— Llega allí y comenzaremos con el procedimiento — expresó, sentándose en su escritorio — Ya puedes irte.
Hardy lo pensó por un momento, mientras caminaba hasta la ventana.
La abría... y se iba de allí.
Aún pensando en eso.
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Tal vez era una trampa.
Si era verdad lo que Wilson Fisk le había dicho de su padre, quizás buscaba vengarse mediante ella.
Pero también... pudo haberlo hecho cuando estaba en su oficina, hace tres días.
Además, según lo que había investigado... ese tal Stillwell había sido arrestado cuando convirtió a un criminal en una mosca.
Curiosamente, en ningún lado decía que había muerto, pero parece ser que Fisk se encargó que nadie lo supiera. Sí que tenía grandes influencias.
Ella entró al laboratorio, donde todo estaba oscuro. Intentó buscar algún interruptor por el lugar, pero... algo la cegó.
Una luz la cegó.
— Bienvenida, Cat — dijo Fisk, detrás de la luz cegadora — Me alegra ver que sí decidiste venir aquí.
Ella pudo notar las sombras de varios científicos que la rodeaban.
— Dijiste que podías volverme un supersoldado — dijo Felicia — Dame el suero y acabemos con todo este drama.
— ¿Estás dispuesta a hacer lo que te pida? — preguntó.
Una vez obtenga esos poderes, simplemente podrá largarse de allí.
O incluso, podría acabar con Wilson Fisk.
Así que...
— Sí, por supuesto — dijo Felicia — Soy alguien de palabra.
— No lo dudo... — dijo Fisk — Comiencen con el procedimiento.
Entonces... alguien la golpeó en la cabeza.
***
Así fue como empezó todo esto.
Los experimentos. Los entrenamientos.
Estuvo así varias semanas.
Entrenando.
Siendo un sujeto de pruebas.
Nadie le había informado que iba a doler tanto. Nadie le había advertido que Fisk no poseía ningún suero.
Todos los días, le inyectaban extrañas cosas en el cuerpo, que la hacían vomitar y sudar.
Todos los días, era obligada a levantar grandes cantidades de peso, incluso cuando sentía que sus brazos se desgarraban.
Era obligada a luchar contra tipos del doble de su tamaño.
Y cuando sentía que finalmente podía descansar... debía de volver a empezar todo esto.
Su inmadurez e ingenuidad le habían jugado en su contra. Creyendo que todo iba a ser tan simple como recibir un suero la había llevado a sufrir una tortura diaria.
Se confió demasiado y, lo peor de todo, confió en Wilson Fisk.
Nadie, lo suficientemente listo, confiaría en Fisk.
Pero un día, cuando ella se encontraba descansando dentro de su habitación, pudo escuchar una conversación al otro lado de la puerta.
— Se terminó — dijo uno de los científicos.
— ¿Qué quieres decir? — preguntó Fisk.
— Eso es todo lo que su cuerpo puede soportar del procedimiento — respondió — S-Si la seguimos exponiendo a esto, ella podría...
Kingpin se quedó callado por un momento, observando fijamente al científico.
— ¿Está lista? ¿Ya es un supersoldado? — preguntó Wilson — Dime, ¿podría vencer al Capitán América? ¿Vencería al otro supersoldado del invierno?
— Y-Yo... bueno, su fuerza aumentó, además de algunas alteraciones genéticas, pero... — decía el científico, nervioso — N-No es tan fuerte, ella... su cuerpo no soportará más.
— ¡Entonces no me sirve! — gritó Fisk — ¡Si esa chica no se vuelve así de poderosa, no me es para nada útil!
— P-Pero, señor...
— Desháganse de ella — dijo Wilson, dándose la vuelta — Tiren su cuerpo al mar. Empezaremos con los preparativos del proyecto Rhino.
Felicia no escuchó eso último. Simplemente se alejó de la puerta y se sentó en el suelo, justo en medio de la habitación.
Ella no se sentía más fuerte. De hecho, se sentía igual que cuando llegó a ese lugar.
Desesperada por más poder.
Se había comportado como una niña... una niña que quería las cosas fáciles.
Pero no iba a dejárselos tan fácil... ella no iba a ser asesinada así de fácil.
Las puertas de su dormitorio de abrieron, mostrando a tres sujetos con armas entrar al lugar.
— Lo siento, Hardy — dijo un de estos, levantando su arma — No es nada personal.
— Lo mismo digo... — susurró la peliblanca, levantándose rápidamente del suelo.
Cat se acercó hacia la cara del tipo de en medio y le dio un fuerte puñetazo.
Este golpe lo mandó hacia afuera de la habitación, estrellándolo contra la pared, sorprendiendo a los otros dos.
Quien también salió sorprendida de este hecho fue Felicia, quien no esperaba tener la fuerza como para lanzarlo tan lejos.
Se dio la vuelta y vio como el hombre de la derecha levantaba su arma hacia ella. Entonces descubrió que su agilidad también había aumentado.
Se movió muy rápido y logró tumbar al tipo al suelo.
Luego, saltó y esquivó varios disparos que el tercer tipo lanzaba, aterrizando encima de él y también tumbándolo en el suelo.
— Sorprendente... — dijo Felicia, mirando su puño.
Había funcionado. Se volvió más fuerte.
Incluso se cuestionaba aquello que dijeron. Aquello sobre que no podría vencer al Capitán América... aunque tampoco quería enfrentarlo.
Ella sabía que era cuestión de tiempo para que se dieran cuenta de que se iba a escapar, así que no podía perder más tiempo.
Tomó algunas prendas que había en su habitación y empezó a correr por los pasillos.
Buscando algún tipo de salida.
***
Un callejón oscuro y silencioso.
Uno que poseía sombras tan oscuras como las del espacio mismo, aumentadas por culpa del la luz de la luna, que se cernía en lo alto del cielo.
En este lugar, tambaleándose, se encontraba Felicia Hardy.
Ella había logrado escapar.
Le costó mucho, pero lo había logrado.
Ahora quería retractarse por lo que había dicho... seguramente el Capitán América no hubiera terminado adolorido luego de escapar del laboratorio donde hacían experimentos con él... aunque no estaba segura si él hizo eso alguna vez.
Los hombres de Fisk la habían tratado de detener, golpeándola y tratando de dispararle.
Por suerte para Felicia, ella pudo esquivar los disparos, pero los golpes... no.
Los puñetazos que recibió en la cara, y en su cuerpo, le estaban pasando factura.
Sentía como una de sus costillas estaban rota. Parece que ella no poseía eso de regeneración aumentada.
— Pobre gatita — dijo una voz, entre las sombras — ¿Estás perdida?
Felicia alzó la vista y miró la negrura de la gran sombra enfrente suyo.
Ella se encontraba en una de las zonas donde la luz de la luna iluminaban el callejón, pero eso provocaba que la sombra enfrente suya impidiera ver quien estaba hablándole.
Aunque claro... la voz era algo que alguien no podía ocultar.
— Lograste escapar con éxito — dijo Fisk, dando un paso enfrente — Pero... no tienes la fuerza suficiente como para seguir avanzando.
— C-Cállate... — escupió Felicia, mientras sus piernas tambaleaban.
— Tal vez me equivoqué contigo... tal vez, sí puedes serme útil...
— O-Olvídalo...
— Pero, causaste un gran desastre allá atrás... y eso me molestó — dijo Wilson, apretando sus puños — Así que creo que lo mejor que puedo hacer ahora... es darte una lección que nunca olvidarás.
— ¿Q-Qué...?
— Una vez acabe contigo... quedarás irreconocible...
Felicia intentó escapar, pero sus piernas le fallaron, cayendo de cara contra el suelo.
No podía moverse. Sus heridas le dolían.
Estaba a la merced del Kingpin.
Cerró los ojos, mientras escuchaba que Fisk daba un paso... y los abrió al momento de escuchar unos sonidos extraños.
Era como cuerdas que se tensaban cerca de ella.
Entonces, alzó la vista y vio alguien aterrizando a su costado.
La luz de la luna no le permitió reconocerlo a primera instancia.
— ¿Estás bien? — preguntó esta persona — Oye, chica... no te ves muy bien.
— T-Tú... — tartamudeó Felicia.
— ¡Ay, perdón! Se supone que no debo decir eso... — dijo — A-Así que... te ves, ah... bueno, no tan bien... ¡pero tampoco muy mal!
— ¿Quién eres...?
— Tu amigable vecino, el Hombre Araña — dijo este.
Fue entonces que Hardy pudo agudizar la vista, notando la máscara rojiza con ojos blancos que portaba.
Ahora si estaba usando el traje de cuando se vieron por primera vez, pero parecía que él no la reconocía.
Felicia miró hacia otro lado y trató de ver donde estaba Wilson Fisk, pero no lo vio. Aún así, ella sentía como la observaba... desde las sombras.
Intentó decirle al Hombre Araña que Fisk estaba allí... que estaban en peligro...
Pero no pudo hacerlo.
No tenía fuerzas para decir nada más.
— Ahora, déjame intentar esto... — dijo Peter, levantando a Hardy en sus brazos — Con cuidado...
Pero Hardy soltó un fuerte quejido de dolor.
— ¡Ah! ¡Perdona, lo siento! — expresó el castaño — Nunca he llevado a alguien herido en mis brazos... bueno, bajé a un criminal herido de un edificio, pero fue diferente...
— ¿N-Nunca dejas de hablar...? — logró decir Felicia.
— Hablo mucho cuando estoy nervioso — dijo, mientras disparaba una telaraña — Lo que es todo el tiempo, por cierto...
De un momento para el otro, ya no estaban en el callejón.
Se encontraban en el cielo.
Estaban balanceándose por los edificios de Nueva York.
Felicia observaba como viajaban de un lado a otro a una gran velocidad, mientras el Hombre Araña la sostenía con fuerza.
De alguna forma, ella cerró los ojos y decidió sentir el rápido aire que cruzaba por todo su adolorido cuerpo.
Mientras se agarraba con más fuerza del héroe.
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Aquella fue la primera vez que el Hombre Araña salvó su vida.
Después de eso, ella quedó internada en el hospital por unos cuantos días, hasta que finalmente pudo salir.
Su vida como ladrona siguió, como de costumbre... pero ahora las cosas le resultaban más fáciles.
Su fuerza aumentó, al igual que su agilidad, por lo que entrar a las joyerías y bancos no se había vuelto un problema.
La vida Black Cat siguió... hasta que se volvió a encontrar con el Hombre Araña. Descubrió como en realidad se trataba de Peter Parker... lo ayudó a derrotar a Rhino y le devolvió el favor salvándolo de Alistaer Smythe.
El resto era historia...
Ahora se encontraba liderando una gran banda criminal.
En un principio, su único objetivo era vengarse de Hammerhead.
Pero ahora... tenía un objetivo más grande.
Acabar con Kingpin... y hacerse con todo su reinado.
Y el plan para realizar esto... comienza ahora.
"El arco de la caída del Rey comienza"
Bueno, bueno, bueno... un capítulo algo revelador, ¿no creen?
Con este capítulo, explico algunos huecos que había dejado abiertos en Web of Spider-Man, además de preparar el terreno para lo que se viene en este arco.
Si les gustó el capítulo, pueden darle a la estrellita y compartir!!
Hasta la próxima!!!
DaniKast:
"Si van por una acera ajetreada, háganse a un lado para mirar su teléfono o caminen más lento... ¡o les pasaré por encima! [risas] Es broma... en parte. Bueno, ¡¡chau!!"
Publicado el 09/12/21
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