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Capítulo 24

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BLACK CAT
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«¡Es momento de saldar cuentas!»

⎯⎯ Historia de Web of Spider-Man ⎯⎯

Silver Sable, Black Cat y el Merodeador se encontraban observando el gran río que dividía la isla de Nueva York con Nueva Jersey.

Se suponía que Sable los llevaría a la base de esta, pero llevaban viendo el mar desde hace varios minutos.

— Sé que es una gran vista, pero... — decía Felicia — ¿Hasta cuándo seguiremos parados como idiotas?

Pero Silver simplemente la ignoró.

La peliblanca frunció el ceño y miró a otro lado. Era claro el porque no le respondía.

La odiaba. Honestamente, ella no entendía el por qué. No le había hecho nada.

Seguro no tenía muchas amigas en su país natal.

Entonces, sin previo aviso, otro jet de Sable llegó y comenzó a sobrevolar enfrente de ellos.

Silver Sable saltó y se sentó al costado del asiento del piloto, mientras Felicia y el Merodeador saltaban y aterrizaban al costado de la cabina del piloto.

— Pongámonos a trabajar — dijo Sable, empezando a conducir su nave.

Esta empezó a volar a través del mar, pasando rápidamente por los ferrys y los pequeño veleros.

— ¡¿Dónde está la base que mencio...?! — trataba de preguntar Hardy.

Pero, en ese instante, el buque que había visto en esos planos desactivó su modo camuflaje, mostrándose en todo su esplendor.

Las personas en los veleros y ferrys miraron asombrados la repentina aparición del buque.

— Vaya... — expresó Felicai — ¡Tus juguetes son más geniales que los míos!

— Me encanta la fortaleza flotante invisible — dijo Merodeador — Pero ahora que la vio todo Nueva York, no hay duda que Hammerhead vendrá pronto.

— Cuento con eso — dijo Sable, estacionando la nave dentro de la fortaleza — Así que hagámoslo rápido.

Ella salió de su jet y se acercó a su computadora, comenzado a teclear en esta.

Mientras lo hacía, unas máquinas se acercaban a la nave y empezaban a quitar la ametralladora de láseres que tenía.

— Adquirí un sistema de láseres clase cinco — dijo Silver, terminando de teclear — Debo calibrarlo para que no se recaliente.

Las máquinas acercaron lo que parecía ser un gigantesco láser y empezaron a instalarlo justo debajo del asiento del piloto.

— Oye, deberíamos hablar de la estrategia de lo de Hammerhead, ¿no crees? — dijo Felicia.

— ¿De qué hay que hablar? — preguntó Sable — Lo encontramos y disparamos el láser a la placa de su cabeza.

— El láser calentará el acero al carbono a una temperatura crítica — añadió Merodeador — Cambiará su estructura molecular.

— ¿Eso significa que fundirá su cerebro? — preguntó Hardy.

— Podría decirse.

— ¿Tienes algún problema con eso? — preguntó Sable.

— Claro que no — respondí la gata — Ya me tiene harta ese tipo. Quiero que desaparezca de la faz de la Tierra de una vez.

Las máquinas finalmente terminaron de instalar el láser, el cual parecía estar listo para ser disparado.

— ¿Eso es todo? — preguntó Hardy.

— Debemos ajustar el estabilizador de navegación giroscópica para compensar el peso del láser — respondió Sable — Luego, hay que probar los niveles de precisión y potencia.

Pero antes de que pudieran seguir con la instalación, una explosión se hizo presente en el patio de la fortaleza flotante.

Alguien había llegado a la zona de batalla.

Se trataba de Hammerhead, junto al resto de los Maggia.

Silver Sable no perdió el tiempo y se subió a la nave, mientras Hammerhead disparaba un poderoso rayo, que destruía todo lo que tocaba.

Sable logró mover la nave lo suficiente para que este no le diera, mientras que Felicia y Aaron salían hacia el pateo, enfrente de todos los Maggia.

¡¿Están trabajando juntas?! — preguntó Hammerhead — ¡Que tiernas! ¡Pero no les servirá de nada!

Las compuertas detrás de ellos se cerraron, separando a los dos de Silver Sable.

— Eh... Sable, ¿qué tal si nos ayudas? — preguntó Felicia.

¡Debo terminar la instalación del láser! — le respondió.

— ¿Te tomará tiempo?

¡Un poco!

— Muy bien... bailaré un poco de vals con Hammerhead.

Los hombres de Hammerhead alzaron su armas y comenzaron a disparar.

Felicia empezó a esquivar todos los disparos, al igual que el Merodeador.

Este último se acercó hacia Hammerhead, comenzando a golpearlo en el pecho y en las piernas, intentando dañar esas partes robóticas, pero no pudo.

El cyborg golpeó al Merodeador y lo tiró contra varios de los Maggia. Estos intentaron matarlo a disparos, pero Aaron pudo recomponerse rápidamente y esquivar varios disparos. Logró pararse enfrente de uno de los matones, golpeándolo en la cara, para tomarlo del cuello y estrellarlo contra otro.

Luego, se agachó y tomó a un Maggia de la pierna, tirando de esta y usándolo como si fuera un largo palo, golpeando a los matones con el cuerpo del matón, para después tirarlo contra una pared.

Los Maggia alzaron sus armas y empezaron a disparar, obligando al Merodeador a saltar hacia la pared e impulsarse gracias a este. En el aire, se propulsó gracias a sus botas y aterrizó en medio de los Maggia con armas, liberando una onda de energía que los tumbó al suelo.

Uno de los matones en armadura trató de acercarse, pero el Merodeador logró romper una parte de la armadura con sus garras, logrando moverse rápidamente y darle otro gran rasguño en el pecho.

Luego, tomó su cuerpo y lo usó de escudo contra los disparos de otro Maggia que intentaban darle.

Estos Maggia siguieron disparando hasta que Felicia llegó y le dio una patada a uno de estos, tumbándolo en el suelo. Después de esto, accionó sus garras y comenzó a arañarles en el rostro y en el pecho a todos los que se le acercaban.

Saltó y disparó un gancho en el cuello de uno de los matones, envolviéndolo. Cuando aterrizó en el suelo, tiró de este, ahorcando al tipo. Luego, tiró de este al suelo y le pisó.

Más hombres de Hammerhead comenzaron a rodearla, intentando golpearla, pero esta esquivaba sus ataques y golpes. En uno de estos, un Maggia intentó golpearla, logrando mover su cabeza antes de que el puño le diera.

Ella tomó el brazo del tipo y lo golpeó, logrando tumbarlo al suelo y tomando una de sus armas. 

Viendo como las personas se acercaban más y más a ella, comenzó a disparar sin discreción, dándole a todos los hombres de Hammerhead.

Y de entre los cuerpos que caían, el líder de estos se acercó y logró golpear a Hardy en la cara, haciéndola retroceder varios metros.

¡Quiero agradecerte por mostrarme lo que estuve haciendo mal todos estos años! — exclamó Hammerhead — ¡Para gobernar la ciudad, debo modernizarme! ¡Evolucionar! 

Este se impulsó gracias a unos propulsores en su espalda y logró acercarse hasta Felicia. Ella intentó esquivarlo, pero no pudo y terminó recibiendo otro golpe de su parte.

¡Ahora que evolucioné, es hora de ser el jefe que siempre debí haber sido! — exclamó — ¡Claro! ¡En cuanto los mate!

— Ya veremos... — dijo la peliblanca, levantándose del suelo.

Y presionando un botón de su traje.

Había logrado pegar una pequeña, pero poderosa, bomba eléctrica en la pierna de Hammerhead. Así que cuando esta se activó, causó un gran daño al mafioso.

El Merodeador aprovechó esto y se acercó rápidamente. Logró incrustar una de sus garras en el metal de la pierna robótica de Hammerhead, dañando su sistema de navegación.

Luego saltó hasta la cabeza de Hammerhead y disparó un gancho al suelo, manteniendo esa cabeza alzada.

— ¡Sable, ¿cuál es tu situación?! — preguntó Aaron.

Fue entonces que las compuertas que se habían cerrado se destruyeron mediante una gran explosión y, del humo, salió disparado un poderoso rayo que le dio en la cabeza de Hammerhead.

Este láser le dio directamente en la placa de Hammerhead, comenzando a fundirla.

Pero no duró por mucho. 

Debido al nivel de poder del disparo, el láser se recalentó más rápido de lo esperado.

Debían de esperar un poco para volverlo a disparar.

Aún así, Felicia no perdió tiempo y aterrizó encima de Hammerhead, comenzado a golpear su cara.

Este se recompuso rápido y tomó a la gata, estrellándolo contra el Merodeador, terminando ambos en el suelo.

¡Sigan intentándolo y fallando! — exclamó Hammerhead — ¡Soy indestructible!

Entonces, alzando uno de sus brazos, volvió a disparar ese poderoso rayo. 

Buscaba partirlos en dos.

Felicia y Aaron se movieron rápidamente, esquivando ese disparo.

¡Muere, gata! — exclamó, volviéndose a impulsar e intentando darle un cabezazo.

Felicia logró esquivar ese ataque, empujando a uno de los Maggia. Este fue golpeado por la cabeza de Hammerhead, muriendo al instante.

Sable comenzó a disparar varios láseres hacia el propio Hammerhead, tratando de causarle daño. Este alzó su brazo e intentó dispararle su rayo hacia la nave, pero Felicia disparó su gancho y movió el brazo, evitando que le diera.

Hammerhead cortó el cable e intentó saltar hacia Black Cat, pero Merodeador logró acercarse por detrás y golpearle en la cabeza.

El líder de los Maggia se dio la vuelta, intentando ver a Aaron, pero otro poderoso rayo de Sable le dio en la placa, comenzando a derretírsela y empezando a marearlo.

Felicia saltó y le dio un puñetazo en el mentón de Hammerhead, para después saltar hacia otro lado, disparar un gancho y volver hacia su cabeza, dándole una patada, justo en la placa.

Esto provocó que él cayera de rodillas.

No respetan... — dijo Hammerhead, volviendo a ponerse de pie — ¡Les enseñaré a hacerlo!

— ¿Sabes a quiénes respeto? — dijo Felicia — ¡A los que saben rendirse!

— ¡Se acabó Hammerhead! — dijo Merodeador — ¡Este es tu final!

Entonces, el líder de los Maggia alzó sus dos brazos y comenzó a disparar un poderoso rayo.

Lo comenzó a disparar hacia todas direcciones. Incluso sus hombres recibían esos ataques.

Había perdido por completo la razón.

Sus propios matones eran partidos en dos, mientras que Hammerhead no paraba de disparar.

— ¡Oye, estas son tus armas! — se quejó Felicia — ¡¿No puedes hacer algo contra ellas?!

— ¡Estoy en ello! — dijo Sable.

De su nave, salieron disparados varios misiles que se estrellaron contra Hammerhead. Estos comenzaron a electrificar todo su cuerpo mecánico, creando una gran serie de fallos, apagando sus rayos láser.

Esto enfureció aún más a Hammerhead, quien comenzó a correr hacia Cat y el Merodeador.

Aaron fue más rápido y se acercó hacia el líder de los Maggia, empezando a rasguñarle el metal de su pecho. Hammerhead intentó golpearlo, pero Felicia envolvió su gancho en su otro brazo y tiró de este, evitando que lo golpeara.

Merodeador entonces le dio una fuerte patada en la cara y luego retrocedió, para después impulsarse y tomarlo del otro brazo.

— ¡Dispara! — gritó Aaron.

— ¡Eso intento! — dijo Sable, sobrevolando enfrente de ellos — ¡Ahora no, ahora no!

El láser había dejado de funcionar. 

Hammerhead entonces se soltó del agarre de Hardy y la estrelló contra el suelo. Intentó retroceder, pero el líder lo tomó de la pierna y lo tiró sobre Felicia, creando un pequeño cráter en el suelo.

Este se dispuso a pisarlos, pero la peliblanca lanzó a Aaron hacia otro lado, para después ella saltar y esquivar la pisada.

Levantó la vista y miró al Merodeador, quien había quedado inconsciente en el suelo.

¡Solo tú y yo! — dijo Hammerhead, preparándose para atacar.

— ¡Es momento de saldar cuentas! — dijo Felicia, comenzando a correr.

Ella esquivó el primer golpe que le dio el cabeza de martillo y saltó sobre su brazo. Luego, se acercó a su cara y le dio un gran rasguño, destruyéndole el único ojo humano que le quedaba.

Hammerhead se enfureció y le dio un fuerte cabezazo en el estómago, tirándola al suelo. Pero Hardy no se detuvo allí.

Disparó varias balas eléctricas a su cabeza, aturdiéndolo momentáneamente.

Así fue como disparó su gancho, envolviendo el cuello de Hammerhead. Después de hacerlo, se posicionó detrás de él y tiró de este, alzando su cabeza.

— ¡Oye, Sable! — dijo Felicia — ¡Más te vale que esa estúpida cosa comience a funcionar!

— ¡Tengo una idea! — dijo Silver, empezando a alejarse.

— ¡No! ¡Resistiré! ¡Mucho! ¡Tiempo!

Sable alejó su nave lo suficiente, abriendo la cabina del piloto y apuntando hacia ellos dos.

— ¡Sostenlo! — dijo la peliplateada.

— ¡¿Y luego qué?! — preguntó la peliblanca.

— ¡Prepárate para saltar! — respondió, acelerando a máxima potencia.

La nave comenzó a avanzar, directamente hacia donde estaba Hammerhead.

— Espera, ¡¿qué?! — expresó Felicia, viendo como la nave iba a su dirección — ¡No sabes cuanto te odio en este momento!

Al notar como el jet estaba a segundos de estrellarse contra ella, Felicia soltó a Hammerhead y saltó.

El líder de los Maggia no tuvo tiempo de reaccionar.

Sable saltó y la nave se estrelló contra él, llevándolo hasta una de las torres de la fortaleza y estallando en mil pedazos.

Esta explosión fue tan grande que hizo temblar el agua a varios metros a la redonda.

Silver Sable alzó sus armas, mientras se levantaba del suelo.

El Merodeador despertó y también se levantó, mirando la gran explosión.

Y Black Cat aterrizó a un costado de Sable, también preparándose para cualquier cosa que saliera de las llamas que había.

Tal frankenstein, Hammerhead comenzó a caminar por entre las llamas, sorprendiendo a los tres.

Este se veía furioso, mientras apretaba los dientes con furia.

Estaba listo para seguir luchando... pero su cuerpo robótico no.

Este comenzó a soltar varias chispas, obligándolo a caer de rodillas. Las chispas se convirtieron en pequeñas explosiones. Y las pequeñas explosiones... se convirtió en una gran explosión.

Su cuerpo había explotado en mil pedazos.

Las piezas de metal empezaban a caer del cielo, mientras que la cabeza de Hammerhead, ya sin vida, caía al océano... perdiéndose en lo más profundo del mar.

Finalmente había muerto. Había muerto, definitivamente.

Hubo un pequeño silencio, mientras veían toda la destrucción del lugar.

— Fue divertido... — suspiró Felicia, agotada. Luego, volteó y miró a Sable — Oye, ¿tienes planes para cenar? Ya sabes, tú y yo...

Sable la miró por un momento, para después darse la vuelta.

— Debo regresar a Symkaria — le dijo.

— Claro. Una guerra te espera...

— No me gusta la guerra — dijo Sable — Hago lo necesario para ayudar a mi pueblo.

— Lo sé — dijo Felicia — Es lo que hacen los héroes.

— No soy uno de ellos.

— Ni yo... pero eso no nos impide hacer cosas buenas de vez en cuando, ¿no?

Silver sonrió y soltó una pequeña risa.

— Gracias, por todo... — dijo Sable, extendiendo su mano — Black Cat.

Felicia se acercó y le dio el apretón de manos.

Luego, alzó los brazos y se preparó para abrazarla, pero...

— No soy de abrazos — dijo Sable, dándose la vuelta.

— Ah, sí... por supuesto — dijo Hardy, también dándose la vuelta.

Comenzó a caminar hasta el Merodeador, quien la siguió.

Era el momento de volver al escondite.

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El escondite se había convertido en un lugar donde se estaba realizando una gran celebración.

Las personas bebían, bailaban y celebraban al ritmo de la música.

Algunos brindaban por los caídos, mientras otros escupían en nombre de Hammerhead.

Nadie antes había podido acabar con él, así que este evento era muy grande.

Tanto hasta el punto que hasta los jefes se encontraban brindando en privado por el reciente logro.

— ¡Por Hammerhead, señores! — dijo Tombstone, mientras chocaba sus vasos con los demás jefes.

— ¡Por nosotros! — dijo Fortunato.

— Y por la señorita Hardy, claro — dijo Edward, alzando levemente su brazo — Siendo honesto, no hubiéramos logrado esto sin ti.

— Te costó mucho decirlo, ¿verdad? — preguntó Felicia.

— Cada palabra.

— Bueno, me halaga saber que estas agradecido conmigo.

— ¿Puedo retractarme? Quiero retractarme.

— ¡Yo solo estoy feliz de saber que finalmente, después de tantos años, ese cabeza de ladrillo está hecho pedazos! — dijo Tombstone — ¡Nosotros acabamos con los Maggia! ¡¿Pueden creerlo?!

— Hace varios años estaría furioso por eso, pero... — decía Fortunato, tomando su copa — Desde que se unieron a Kingpin, las cosas cambiaron por completo. Soy feliz de que hayan sido destruidos.

— Hablando de eso... — decía Lavell — Supongo que él será nuestro siguiente objetivo, ¿no?

— Bueno, aún estamos reuniendo a los hombres — dijo Tombstone — Pude contactarme con algunos, pero aún no con todos.

— Lo mismo digo — habló el Don Fortunato.

— Con solo hacer una llamada, mis aliados ya confirmaron su apoyo — dijo Eel — Deben aprender de mí.

— ¡Silencio, niño bonito!

— Señores, señores... cálmense — dijo Felicia, tomando otro trago — Hoy día debemos celebrar que acabamos con los Maggia... porque mañana comenzaremos a planear...

"Como acabaremos con Wilson Fisk"

Hola! Me olvidé de poner esto cuando publiqué el capítulo!!!

Espero les haya gustado. Si fue así, pueden darle a la estrellita y compartir.

Se acerca el final de esta historia >:)

Nos vemos en la próxima!

Publicado el 06/12/21

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