Capítulo 22
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BLACK CAT
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«¿Terminaste de hacer tu drama?»
⎯⎯ Historia de Web of Spider-Man ⎯⎯
Embarcadero de Alchemax. Seaport.
En aquel lugar, había un enfrentamiento.
La policía de la ciudad contra los hombres de Hammerhead.
Se podía ver, claramente, quienes eran los que estaban ganado.
Uno de los matones alzó un lanza misiles y disparó, estallando varios vehículos de la policía.
Mientras tanto, otros de los Maggia guardaban las cajas del Proyecto Olympus dentro de tres camiones.
— ¡Este es el último! — dijo uno de los matones — ¡Tenemos que irnos! ¡Ahora!
Los Maggia, en medio de la lluvia de balas, comenzaron a subirse a los camiones, yéndose del lugar.
La policía no perdió tiempo y también se subieron a sus vehículos, empezando una persecución.
Pero, sin que ninguno se de cuenta, Black Cat y Sobrecarga llegaron al lugar.
— Y... ya se fueron... — suspiró Felicia — ¿Tienes algún plan?
— Por supuesto que sí — dijo Sobrecarga, posando sus manos sobre un automóvil.
Nadie sabe quien se encuentra detrás de la identidad de Sobrecarga y, realmente, a nadie le importa. Este posee la habilidad de liberar un montón de nanites, capaces de modificar cualquier tecnología a su antojo.
Desde simples bicicletas o celulares, hasta vehículos más sofisticados, como podrían ser el Quinjet, o, si tuviera suficientes nanites, un Helicarrier.
Eso fue lo que hizo.
De un momento a otro, el simple vehículo que se encontraba estacionado en esa esquina, comenzó a llenarse de pequeño nanites negros, cubriéndolo por completo y modificando su estructura.
Ahora parecía un vehículo perfecto para persecuciones a alta velocidad.
— Sube — dijo Sobrecarga, sentándose en el asiento del piloto.
— ¡Eres muy eficiente! — dijo Felicia, entrando al vehículo — ¡Y yo que creí que eres un inútil!
— Solo los viernes casual.
Presionó el acelerador y el vehículo no tardó en llegar a la máxima velocidad.
Iban tan rápido que, a pesar de haberse tardado, ya se había acercado a los vehículos de la policía.
— ¿Qué hago con ellos? — preguntó Sobrecarga.
— No queremos que nos estorben — le respondió.
— Bien...
Este presionó un botón que se encontraba en el timón, activando unas ametralladoras en el parachoques del coches.
Las armas comenzaron a disparar, logrando darle a la policía, estallando sus llantas y provocando que algunos salieran volando por la explosión de sus vehículos.
Aún así, el coche modificado de Sobrecarga no sufrió ningún daño por el humo y explosiones de la policía.
— ¡Ten cuidado con la mercancía! — dijo Felicia, abriendo la puerta del auto — ¡No queremos destruirla!
— ¡Entendido, jefa!
Hardy trepó hasta llegar al tejado del vehículo, donde los nanites de Sobrecarga crearon un mango para que ella pudiera sostenerse en esa velocidad.
Pero, en ese momento, la puerta trasera de uno de los camiones se abrió, mostrando a los Maggia con las armas robadas.
Sobrecarga notó esto y presionó otro botón del tablero, accionando un gran escudo de nanites enfrente de ellos, protegiéndolos de los disparos. Aunque esto provocaba que él no pudiera ver nada.
Los láseres seguían estrellándose contra el escudo, sin detenerse en ningún momento.
— ¡¿Puedes hacer algo con eso?! — preguntó Sobrecarga.
— ¡Por supuesto que sí! — respondió Felicia, levantando su brazo izquierdo.
De allí, disparó una trampa de telaraña, la cual chocó contra uno de los matones de Hammerhead. La trampa estalló, liberando una gran cantidad de telaraña y provocando que se pegara contra su otro compañero.
Era el momento indicado para saltar hacia el camión.
Felicia disparó un gancho y fue directamente hacia el tejado del camión. Usando sus garras, logró mantenerse allí encima.
Así fue como empezó a avanzar lentamente hasta enfrente del vehículo.
— ¡Maldición! — expresó el conductor, viendo a Felicia por el retrovisor.
Así que sacó una pistola y comenzó a dispararle.
La peliblanca se movió rápidamente, esquivando los disparos.
En una de esas, disparó un gancho al tejado del conductor y se impulsó hacia el otro lado: directamente a la puerta del copiloto.
Destruyó el vidrio de la ventana y pateó al conductor, tirándolo del vehículo en movimiento.
Se sentó rápidamente y comenzó a conducirlo.
— ¡Tenemos un camión! — dijo Felicia, por el comunicador.
— ¡Jefa! ¡Algo se acerca! — le dijo Sobrecarga, viendo el radar que había en el panel del coche.
— ¡¿A qué te refieres?!
— ¡No lo sé! ¡Pero...! ¡Santo cielo!
Sin que ninguno de los dos lo viera venir, el jet de Sable apareció volando de la nada, siguiendo a los tres camiones.
Allí, Silver Sable empezó a disparar sin discreción, tratando de darle a alguno.
— ¡Diablos! — expresó la peliblanca, saltando del camión.
Los disparos de Sable le dieron directamente al camión, provocando que este estallara en mil pedazos.
Felicia se estrelló contra otros vehículos, haciéndola soltar un fuerte quejido del dolor.
Sobrecarga se detuvo a un costado de ella, saliendo del vehículo.
— ¿Se encuentra bien? — preguntó.
— Ya llegó la platinada... — murmuró Felicia, levantándose y agarrándose la espalda — Va a matar a alguien...
— Destruyó la mercancía.
— Tal vez no toda... revisa — dijo Felicia, disparando su gancho — ¡Saca todo lo que encuentres útil!
Ella ascendió y comenzó a avanzar por los edificios de la ciudad, intentando alcanzar a Silver Sable.
Sabía muy bien que ella prefería destruir sus equipos a que otros los estén usando, por lo que los haría estallar sin más.
Con suerte, las armas de Sable no se destruirían por completo y Sobrecarga podría recolectarlas.
Mientras tanto... debía ir donde estaba la symkariana.
— ¡Aquí voy! — dijo Felicia, saltando...
Y aterrizando en una de las alas del jet de Sable.
— ¡Hola, amiga! — saludó la gata — ¡¿Cómo has estado?!
— ¡Bájate! — le dijo Sable, al verla.
— ¡Estás empeorando todo! — dijo — ¡Yo me encargo de los demás tipos!
— ¡No! — respondió — ¡No pueden escapar con los equipos!
— Sabía que dirías eso...
Los disparos que Silver Sable libraba en todo el lugar no solo provoca la destrucción de los automóviles de los hombres de Hammerhead, sino también destruía varios coches que simplemente estaban estacionados en las calles.
Estaba destrozando todo el Distrito Financiero.
Jameson no iba a hablar bien de esto.
En ese momento, seis pequeños drones se acercaron hasta el jet de Sable, apuntando al asiento del piloto.
— ¡¿Hammerhead tiene drones?! — se preguntó Felicia a sí misma — Creo que quiere modernizar a sus trabajadores...
Los drones empezaron a disparar una gran lluvia de balas, intentando traspasar el vidrio reforzado de Silver Sable.
Cosa que no les costaría mucho tiempo.
Cat saltó e incrustó sus garras en uno de los drones, destruyéndolo.
Esto llamó la atención de los demás, quienes dejaron a disparar a Sable y apuntaron a Felicia.
— ¡Que quede algo claro, Sable! — dijo Felicia, preparándose para atacar — ¡Estoy tratando de ayudarte!
Ella saltó y comenzó a esquivar la lluvia de balas.
— ¡Quí-tate! — le dijo Sable.
— ¡Por supuesto...! — le dijo, destruyendo otro dron — ¡En cuanto elimine los demás drones!
Silver Sable se concentró en los camiones, logrando destruir otro... solo quedando uno más en pie.
Black Cat esquivó el fuego que lanzaba uno de los drones, saltando y acercándose, destruyéndolo con sus garras. Aún sosteniendo el dron destruido, lo usó como escudo ante otra lluvia de balas de parte de otro dron.
Ella se acercó hasta poder disparar una de sus balas eléctricas, electrificando al dron y logrando destruirlo con sus garras.
— ¡Todo despejado, Sable! — dijo Felicia, disparando su gancho.
Ella se impulsó y aterrizó justo en el tejado del último camión.
— ¡Supongo que el silencio significa "gracias" en symkariano! — dijo Hardy, empezando a acercarse a la cabina del piloto.
Silver Sable dio un giro entre unos edificios, intentando posicionarse enfrente del camión.
Una cosa que logró con suma facilidad.
Estando enfrente, ella apuntó las armas del jet al camión.
— No va a disparar conmigo encima, ¿verdad? — se preguntó Felicia, viendo como las armas empezaban a girar — ¿Verdad...?
Aún así, disparó.
Las balas provocaron una explosión en el lado izquierdo del vehículo, provocando que este volcara hacia un lado.
Felicia Hardy salió disparada de allí, estrellándose contra el cemento de uno de los edificios cercanos.
El jet del Sable descendió, abriendo la escotilla del piloto y mostrando como Silver Sable bajaba del vehículo, justo encima del camión volcado.
Allí, con pocas fuerzas, se encontraba el piloto, quien intentaba salir del camión.
Sable lo tomó de cuello y le apuntó con una de sus pistolas.
— ¡Tranquila! — dijo el matón, apretando sus dientes.
— ¡¿Dónde está Hammerhead?! — preguntó la symkariana.
— Si hablo, me mata — le respondió — Así que haz lo que debas.
Ella no dudó y jaló del gatillo, matando al Maggia.
Suspiró y se dio la vuelta, caminando hasta el jet.
Pero enfrente de este, y apoyada en el, se encontraba Felicia, quien revisaba sus garras.
— ¿Terminaste de hacer tu drama? — preguntó la peliblanca.
— Aléjate de mi camino — dijo Sable, pasando a su lado.
— Mira, nosotros queremos lo mismo — dijo Felicia, agarrándola del brazo — Si trabajamos juntas, lo encontraremos.
— ¿Por qué debería confiar en ti?
— ¿Acaso te fallamos durante la crisis del Aliento del Diablo?
Sable agachó la cabeza, pensándolo un poco.
— Bien... trabajemos juntas — dijo, alzando su mano — Seamos equipo.
— Sí, claro — dijo Felicia, estrechando su mano.
Silver Sable se acercó más y también posó su otra mano en el brazo de Felicia, colocando un pequeño rastreador.
Luego, se separó y caminó hasta su jet.
— Entonces, ¿me llamas? — preguntó Hardy.
Sable solo se sentó en su jet y se fue volando de allí, sin decir nada más.
— Estoy un sesenta y siete por ciento segura de que no es un robot... — murmuró la peliblanca.
Se dio la vuelta y bajó del camión, dispuesta a irse de allí.
Hasta que llegó Sobrecarga, en el auto mejorado.
— ¿Desea que la lleve? — preguntó este.
— ¿Qué conseguiste?
— Una buena parte del armamento de Sable fue destruido — respondió — Pero... conseguí varias armas y una armadura muy bonita.
— Eso le gustará al Merodeador — dijo Felicia, entrando en el vehículo — Le encanta mejorar su traje púrpura.
— ¿No es morado?
— Lo que sea.
Sobrecarga presionó el acelerador y se fueron de allí, velozmente.
Mientras escuchaban como los oficiales de policía comenzaban a acercarse.
***
— Soho — dijo Anastasia, en lo alto de un edificio — Estuve siguiendo el rastro de algunos Maggia.
Detrás de ella habían dos personas.
— Los tipos de Hammerhead van siempre a la pizzería de enfrente — prosiguió — Podríamos obtener alguna pista de la ubicación de Hammerhead.
— De acuerdo, entiendo, pero... ¿por qué nos trajiste? — preguntó — Eres lo suficientemente capaz de hacer esto tú sola.
Las personas que estaban allí eran Boris Korpse y Bruno Grainger.
— Soy fácilmente reconocible para Hammerhead y sus hombres — le respondió Ana — Ustedes dos no.
— ¡¿Estás loca?! ¡Claro que sí! — dijo Boris — Esos tipos estuvieron a punto de matarnos en varias ocasiones.
— Dado los acontecimientos recientes... ¿de verdad crees que se acuerden de los dos miembros más débiles del equipo?
— ¡Oye!
— Es la verdad.
— Sí, pero... diablos...
— ¿Qué dijo la jefa al respecto? — preguntó Bruno.
— Ella fue quien ideó el plan — respondió la cazadora.
— ¡¿Te lo dijo a ti y no a nosotros?! — preguntó Boris.
— Sí... ¿qué tiene?
— ¡Esa...! Ah... ¿sabes qué? Olvídalo — dijo el científico, dándose la vuelta — ¡Vamos, Bruno! ¡Tenemos que seguir a unos Maggia!.
— Los vigilaré desde arriba — dijo Ana, tomando su lanza — Si algo pasa, los protegeré.
— Me siento más seguro...
Ambos viejos secuaces de Felicia obedecieron las órdenes y bajaron las escaleras hasta terminar en la calle.
Allí, vieron a dos hombres de Hammerhead, quienes salían de la pizzería y se iban caminando.
Era el momento de seguirlos.
— Hardy le dijo el plan a la cazadora... — bufó Boris — ¿Puedes creerlo?
— ¿Qué tiene eso de malo?
— Vamos, Bruno... usa ese pequeño cerebro tuyo — se quejó — Hardy no nos ha dirigido la palabra desde lo ocurrido con Hammerhead.
— Está ocupada.
— ¿"Está ocupada"? Si ella hubiera mantenido su palabra, no estaría ocupada para nada — dijo — Toda esta guerra de territorios ya hubiera llegado a su fin... ¡Ni siquiera sabemos qué es lo que está ocurriendo!
— La jefa deberá de tener algún plan.
— Tú no sabes eso... ninguno de los dos lo sabe — expresó Boris, suspirando — Parece que se olvidó por completo de nuestra existencia, mientras ella... va por cosas más grandes.
— Según tengo entendido, irá tras Fisk — dijo Bruno — Quizás, una vez acabe con todo esto... finalmente se retire...
— ¿Y qué pasará con el vacío de poder que dejará? — preguntó — En ese momento, ¿crees que ella no dudará en tomarlo?
— Bueno...
— Hay que aceptarlo, Bruno... la Hardy que conocíamos se ha ido.
Los matones de Hammerhead dieron una vuelta y entraron a un estacionamiento.
— Entonces, ¿qué harás? — preguntó Bruno.
— ¿A qué te refieres?
— ¿Seguirás aquí? ¿O te irás a Corea?
— No lo sé... — le respondió — Por un lado, quiero largarme de este basurero, pero...
Boris se quedó callado, mientras miraba a otro lado.
Bruno notó esto y agachó la cabeza, también pensando en lo que debería hacer.
Para él, las cosas ya no eran como antes. Todo era más simple y menos complicado cuando simplemente robaban joyerías o algún que otro banco.
Esto de estar en una gran banda criminal... no era su estilo.
Los dos Maggia caminaron hasta llegar a un auto, lugar donde abrieron el maletero de este.
— Yo debería ser el nuevo hombre de confianza de Hammerhead — dijo uno de los matones — No ese tal Tony.
— Sí, claro... él fue quien ayudó al jefe a idear la trampa para la tal Sable — dijo su compañero.
— Eso ni siquiera funcionará...
— No sé, a mí me parece un buen plan. Y si la atrapamos, el resto de sus cosas serán nuestras.
— ¿Ahora estás del lado de Tony? Qué bueno saberlo...
Uno de los matones sacó una laptop del maletero y se dispuso a llevárselo.
Pero al darse la vuelta, vio a Bruno enfrente suyo... quien lo recibió con un puñetazo en la cara.
Este cayó al suelo, inconsciente. Su compañero trató de sacar su arma, pero Boris apareció detrás de él y lo electrocutó con un taser.
— Muy bien, veamos... — dijo Boris, encendiendo la laptop — ¿Qué escondes aquí, Anthony?
— Doc... será mejor que se de prisa... — dijo Bruno, viendo como varios matones Maggia salían de sus escondites.
— Me tomará un rato...
— Maldición...
Pero antes de que bruno pudiera levantar algún tipo de arma, Anastasia aterrizó enfrente suyo, con su lanza en sus manos.
— Yo me encargaré de ellos — dijo esta — No tardaré, así que dense prisa.
— Necesitarás ayuda — dijo Bruno.
— Claro que no.
La cazadora saltó y fue directamente hacia el primer matón que se acercaba.
Ella, usando su lanza, golpeó las piernas de este, tumbándolo en el suelo. Luego, la alzó y lanzó la lanza hasta otro matón que se acercaba, clavándole en su estómago.
Corrió y saltó, aterrizando en el pecho de uno de los matones. Luego se impulsó y fue hacia otro, tumbándolo en el suelo.
Se deslizó en el suelo y pateó las piernas de uno, tumbándolo en el suelo y pisando la cabeza de este.
Anastasia notó como dos Maggia alzaban sus pistolas y comenzaban a dispararle.
Saltó y comenzó a esquivar las balas, acercándose hasta su lanza.
La tomó y comenzó a girarla, protegiéndose de las balas que iban en su dirección. Así empezó a acercarse hasta los matones, incrustando su lanza en el pecho de uno de ellos, para después quitarla y cortarle el cuello a otro.
Un matón, más grande que el anterior, trató de golpearla.
No pudo hacerlo.
Ana se deslizó debajo de él, creándole un gran corte en su pierna. Luego saltó y aterrizó en los hombros del tipo, incrustando la lanza en la espalda de este, tumbándolo en el suelo.
Luego, sacó la lanza del cuerpo del tipo y cortó el pecho de dos Maggia que se acercaban a ella.
Ya solo quedaban cuatro.
Ella corrió y siguió luchando.
— Presumida... — murmuró Bruno, dándose la vuelta.
— ¡Ajá! ¡Bingo! — expresó Boris, alzando sus brazos — Parece que tiene instalado un programa para buscar su celular. Ya puedo saber donde estás, Tony.
El científico volteó y se encontró con Anastasia, al costado de Bruno.
Detrás de ella, pudo ver un montón de cuerpos Maggia tirados en el suelo. Algunos soltando alaridos y otros ya sin moverse.
— Te gusta llamar la atención, ¿verdad? — preguntó Boris, viendo la lanza llena de sangre.
— Esto no es nada comparado a las cacerías que hacía con mi familia — le respondió Anastasia — Hasta los rinocerontes dan mejor reto que estos tipos.
— Bueno... tengo la ubicación de un tal Tony — dijo Boris — Es un hombre de confianza de Hammerhead. Podríamos sacarle información.
— Bien. Se lo informaré a Hardy — dijo Ana — Ustedes terminaron. Gran trabajo.
— Claro, claro... espera, ¿qué?
— Esto era lo único que Hardy quería que hicieran... así que ya pueden retirarse.
— ¿En serio?
— Sí.
Anastasia tomó la laptop y se fue de allí, dejando a sus compañeros en ese lugar.
— Parece que Hardy ya no nos quiere en la acción — dijo Bruno.
— Entonces, ¿para qué estamos aquí? — preguntó Boris, pateando una pequeña piedra del suelo.
— Sí soy honesto... no tengo idea...
El doc comenzó a caminar, seguido de Bruno.
Yéndose de ese lugar.
***
— Lo hiciste bien, Anastasia — dijo Felicia, revisando la laptop — Sabía que podía confiar en ti.
— Sí, claro... — suspiró Ana, revisando su lanza — Por cierto...
— ¿Qué?
— Llevé a tus lacayos.
— ¿A quienes?
— El pequeño y el tipo rudo.
— ¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!
— Los estás dejando ignorados — dijo la cazadora — Y siendo honesta, sé el por qué.
Felicia cerró la laptop y miró a la cazadora, fijamente.
— Ellos son unos inútiles si los comparamos con los demás de tus hombres — dijo Anastasia — Deberías pensar en que hacer con ellos.
— Ellos están bien.
— ¿Lo están?
— Claro que sí. Son amigos míos — dijo Felicia — Confían en mí para lo que sea.
— ¿Puedes asegurarlo?
— ¿Podemos parar esta conversación? — le dijo, levantándose de su asiento — Tenemos la ubicación de Tony, así que llevaré un equipo para encontrarnos con él.
Cat se dio la vuelta y salió de su oficina.
Ella estaba lista para encontrarse con ese tal Tony.
Pero no era la única que estaba lista.
Debido a que el rastreador que le había puesto Sable seguía funcionando.
La historia sigue progresando más y más :3.
Espero les haya gustado este capítulo. Si mis cálculos no fallan, quedan 8 más para acabar con esta historia ;).
Si les gustó, denle a la estrellita!!
Y nos veremos en el siguiente!
Publicado el 30/11/21
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