Capitulo III
-¿Qué...haces tú con eso?
Consiente del punto de atención de Poe, Ranpo eleva la mano que sostiene el cortaplumas para mirar por si mismo el objeto.
-Lo he encontrado arriba.-Explica como le es posible, poco a poco más incrédulo de sus propias palabras-Estaba tirado en el pasillo... Yo...sólo lo recogí.
-¿Q-Qué estás tratando de decir? ¿Qué eso simplemente estaba puesto ahí sin razón?
-Yo...no lo sé.-Murmura hablando más para sí mismo.
¿Qué estaba pasando?
¿Lo anterior no había sido sólo un sueño?
Plutón...
¿Acaso de verdad había sido él quien lo atacara de esa horrible forma?
No lo entendía...
No podía entenderlo y eso estaba poniéndole nervioso.
Las manos temblorosas se mantienen al frente bajo su mirada expectante que no encuentra similitud con aquellas manchadas de sangre vistas en su sueño.
¿Lo hizo?
¿Realmente lo hizo?
Y si fue así... ¿Ocurrió porque era algo que estaba predispuesto a hacer?
La niebla que atestaba sus pensamientos parece despejarse un poco con la aparición de esa idea. La mente permanece turbia pero algo en él puede sentir que las deducciones no están llendo por un mal camino.
Matar a Plutón...
¿Ese era su propósito en los hechos que constituían la historia?
¿Por qué?
Eso no tenía sentido.
Y a pesar de la poca lógica que otorga a aquello no puede dejar de intuir que ese gato y su muerte eran una pieza clave en todo lo que estaba sucediendo.
¿Debería decírselo a Poe?
Niega de inmediato, con sólo ver el estado en el que se encontraba podía estar seguro que no le sería fácil convencerlo de que confiara en algo de lo que incluso él no acababa de creer del todo y más aún si involucraba la pérdida de la mascota que, en este plano ficticio, fue la dueña de su afecto.
Sus reflexiones se detienen cuando ve a Edgar levantarse con el cuerpo del gato en sus brazos, hablarlo o no daba lo mismo ahora por lo que Edogawa decide afrontar el tema al fin.
-Poe-kun...-Comienza en un tono más serio-Lo que sucedió... Yo...¡Estoy seguro que es un hecho predefinido en la historia! Tal vez es por eso que no pude ser capaz de evitarlo, ahora mismo creo que...
Deteniéndose por la clara expresión contrariada de Edgar mira como éste baja la vista para luego negar con la cabeza.
-¿Estás diciendo que tú... de verdad lo hiciste?
-Todo son recuerdos confusos de imagenes distorsionadas, sea como sea no lo hice porque quisiera, ya te lo expliqué.
-Y según tú... ¿Es algo que debías hacer?-Continúa en un tono aún impregnado de incredulidad pero más calmado de lo que Ranpo habría esperado.
-Me temo que sí.-Duda un momento en decir lo siguiente aunque al final sabe que es necesario prevenir al mayor.-Teniéndolo en cuenta, y pensando que el asesinato de Plutón no sea mi único propósito, es muy probable que ésto pueda repetirse hasta que mis acciones alcancen el objetivo que buscan...sabiendo eso creo que...
-¿Esperas que pueda creer eso?-Adelantándose a las palabras del detective y evitando escucharlas eleva la voz.-Es completamente absurdo... ¿Matar a Plutón era algo a cumplir? No tiene sentido.
-¡Lo tendría también para ti si dejaras de apegarte tanto a todo esto! ¡¿Es que todavía no lo entiendes?! ¡Cuando salgamos de aquí poco va a importar lo que...-La queja en voz alta se interrumpe por la repentina punzada que le hace llevar una mano a su frente, la vista se torna borrosa y las voces en susurros surgen fugaces en su mente.
"Obstáculo."
"Un estorbo en el camino."
"Estrangular."
Sacude la cabeza ante lo último, no entendiendo los motivos que lo llevan a pensar en ello y Allan puede notar ese cambio repentino en su conducta.
-Escucha,-Habla después de suspirar para relajar un poco su voz.-En verdad intento comprenderte pero ahora no es momento de ponernos a discutir, pareces demasiado ansioso con el asunto y tal vez no estés pensando correctamente. Tengo que hacerme cargo de Plutón asi que por favor vuelve a tu habitación, aún es de madrugada, con suerte tu mente se despeja un poco para que hablemos de esto y...
-¡No estás ayudando!-Irrumpe molesto.-Sabía que no conseguiría nada contigo tal como eres ahora.
Con un bufido se retira subiendo las escaleras y dejando el cortaplumas botado en la alfombra.
Cuando entra a la habitación cierra azotando la puerta y se apoya en esta gruñendo frustrado, se lleva las manos a la cara tomándose unos segundos para calmarse hasta acabar deslizándose por la superficie de madera hasta quedar sentado en el suelo.
Había algo extraño en ese asunto y no podía entender qué rayos era.
Odiaba la sensación de sentirse perdido y saber que existía un detalle que estaba escapando de sus manos sin que pudiera advertirlo o hacer algo al respecto.
Sin pensarlo suelta una risita nerviosa inclinando la cabeza para chocar con la puerta donde se apoyaba su espalda.
-De acuerdo Poe-kun, tu ganas.-Declara rendido teniendo en claro que eso no serviría de nada en esa situación.-No lo entiendo ¿Está bien? Ya lo dije...Ahora dime qué hago ¿Qué puedo hacer para salir de ésta?
Exhalando derrotado después de aquella vergonzosa declaración sin sentido piensa levantarse de una vez cuando, sin esperarselo, ciertas estelas amarillas muy familiares para él comienzan a girar a su alrededor alborotando de forma suave el cabello y la ropa con el viento generado por el movimiento constante de estas. Los orbes esmeralda reflejan el desconcierto ante lo que ocurre y cuando todo cesa, terminando con esas luces siendo repelidas hacia fuera de golpe hasta desaparecer, un sonrojo se establece de a poco en ese rostro aún aturdido que no tarda en pasar a una expresión de fastidio y vergüenza.
-¡Poe-kun, idiota!
Acababa de llegar al punto incompleto de la trama, cualquier bloqueo que dificultara su deducción quedaba atrás ahora y con ello la historia, su propósito en ella y todo lo demás estaba claro para él.
Suspira frunciendo después los labios, una vez que se ha llegado al punto sin terminar confirmaba que la teoria de poder salir cuendo eso sucediera quedaba descartada. Lo que quedaba a partir de ese punto, y ya que las acciones no estarían más guiadas por un hilo argumental a cumplir, era terminarlo por sí mismo pues todo lo que hiciera desde entonces sería por su propia voluntad.
El único problema de aquello era que a pesar de encontrarse en libertad de actuar su rol en la novela ya no podía cambiarse.
Él tenía una meta en la historia...
Así que tendría que cumplirla...
Y de esa forma le daría el final que Poe desea para ese relato de horror.
Cuando llega la mañana Ranpo deja la habitación para bajar a la sala, mira la alfombra que mantenía algunas gotas de sangre y pasa de esta para dirigirse a la cocina. Estando ahí comienza a buacar en los cajones hasta encontrar el lugar donde se hallaban algunos cuchillos, los revisa uno por uno comprobando los filos y al final escoge el que consideró más apto para su cometido.
Acude de vuelta a la sala, el arma blaca en mano, rodeando la mesa de centro y mirando lo que había en la superficie de dicho mueble acaba dejando el cuchillo oculto en medio del libro que había sido colocado allí.
Escucha casi enseguida el sonido de la puerta principal siendo abierta y es testigo de la llegada de Edgar que se había hecho cargo del cuerpo muerto de su mascota.
Avanza a pasos seguros para recibirle notando como el más alto se extraña al verle pero no dice una sola palabra y se limita a dejar las llaves en su sitio, colgadas junto a otras al lado del perchero.
-¿Tienes un momento? Necesito hablar contigo.
-¿Justo ahora?-Inquiere sin mostrar ánimos para ello.
-Sí, ahora.-Insiste.
-Déjame ir a la habitación para devolver algo, no tardo.-Dice resignadondose al pedido del detective.
Cediendo el paso, Edogawa le deja el camino libre y se mantiene en su sitio hasta que está seguro que Allan había subido a las habitaciones. Es hasta entonces que toma la llave de la entrada y le coloca seguro a la puerta, bloqueando así la única vía al exterior.
Habiendo cumplido con las precauciones necesarias se dedica a esperar la llegada del otro.
-¿Qué es tan importante entonces?
No le responde enseguida sino que avanza de nuevo a la sala hasta detenerse cerca de la mesa de centro para luego soltar un suspiro.
-Ya lo he entendido.-Argumenta dejando en esas palabras un tono desinteresado.
-¿Has entendido qué?
-Esta historia...y también el rol que cada uno debía desempeñar en ella. Me queda claro porqué intuía que Plutón tenía un papel determinante aquí, era porque su muerte marcaba el límite, el fin de las acciones guiadas para estructurar la novela.
Salir de aquí no será posible aún pero tampoco nos quedaremos encerrados, voy a encargarme de eso.
-No comprendo.-Poe se muestra confundido y al fin decide dar sus primeros pasos para acercarse también a la sala.-¿Estás tratando de decir que de las tres opciones que mencionaste al principio la única factible es la de concluir esta supuesta historia por nuestra cuenta?
-A eso me refiero exactamente.-Afirma ladeando el rostro para desviar la vista a la alfombra manchada de sangre.-Asi que, retomando los acontecimientos hasta este punto tengo ésto: El protagonista cometió el primer asesinato por impulso, por un odio aparentemente infundado hacia Plutón, el crimen y el culpable quedaron establecidos en la novela, no había necesidad de investigar nada porque ese no es el objetivo real...Lo que el autor buscaba era que el asesino entendiera el origen de su odio, que no radicaba en el gato como tal.
-Sólo puede haber una manera de hacer al protagonista enfrentarse de nuevo con ese odio...lo entiendes ¿verdad?-La sonrisa de suficiencia aparece mientras levanta la mirada para dirigirla al mayor.-Después de todo el único asesino en esta historia eres tú.
Inclinando el rostro hacia un lado y enarcando una ceja Poe muestra una clara perplejidad.
-¿Qué?
-Había algo que tenía en cuenta desde el principio.-Explica tras chequear los dedos.-Y eso era que a pesar de estar siendo guiados para cumplir acciones hasta cierto punto predeterminadas había un elemento distractor que me impediría analizar las cosas de forma objetiva...Por error y debido a la confusión del momento del crimen adjudiqué ese rol a Plutón pensando que en verdad yo terminé matandolo en busca de liberar ese freno a mis deducciones, no me di cuenta hasta después...que el verdadero culpable se había aprovechando de la situación desde el principio por la terrible falla que cometí en el instante que comenzó este relato.
Eso fue pensar en ti como Poe-kun cuando es obvio que no eres él.
-El motivo por el que estaba tan asustado...ahora puedo entenderlo, es por el tipo de persona que toma su lugar cuando ingresa a sus propias novelas.
El silencio que hubo en esa casa tras sus palabras no dura más que unos segundos al ser sustituido por una risa capaz de hacer a Edogawa sentir un repentino escalofrío.
-...Y lo transforma en este maldito genio del asesinato.
-Me halagas.-La sonrisa y mirada de Edgar son diferentes ahora, Ranpo siente el peligro y por instinto retrocede un paso, la idea de tomar el arma preparada para el momento es frustrada cuando el otro patea la mesa tirando así todo lo que había sobre esta.
El sobresalto por el movimiento brusco y el ruido lo distraen el tiempo suficiente para permitirle al mayor alcanzarlo, derribarlo y poner una mano sobre su cuello en un agarre firme mientras la otra tomaba el cuchillo que salió del escondite al caer de la mesa.
-No es muy bueno para ocultar estas cosas, detective.-Comenta natural, jugando con el objeto hasta empuñarlo correctamente.
-Yo resuelvo crimenes, mi experiencia para cometerlos no es muy buena.-Alcanza a sonreír aún cuando mira el arma dispuesta en un ángulo perfecto para apuñalarle el pecho.-Sabías desde el principio sobre este mundo ficticio, también pudiste deducir el rumbo que la historia tomaría y lo que debía hacerse para terminar con ésto...No dijiste nada sólo para divertirte.
-Fue un placer haber jugado un poco contigo, mi gatito.-Susura calmado empujando el cuchillo buscando encajarlo en su víctima pero esta pudo alcanzarba detenerle con sus manos.
-Aún no hemos terminado aquí.-Gruñe frenando como puede la fuerza que se proyecta contra él.-¡Poe-kun! Se que estás ahí ¡Escucha! ¡Fuiste tú quien estuvo tratando de darme pistas! Puedes librarte de esto de alguna manera ¿verdad?
Extrañado por las palabras y riendo después por ese intento inútil de llamar al escritor, el asesino inclina el rostro para acercarse más al detective.
-Él no te escucha y no puede hacer nada para ayudarte...Ahora quédate quieto y déjame deshacerme de ti y de esos ojos del infierno.
-No busco su ayuda...Yo soy quien debe ayudarlo.-Al no ver resultado acaba rindiéndose a su segunda opción y soltando el agarre que evitaba la caída del cuchillo contra su cuerpo sorprendiendo a ese Poe debido a la acción que no había contemplado.
Quejándose pero sin perder el temple de triunfo a pesar de la sangre que desborda de sus labios mira el cambio de expresión del más alto, los ojos que reflejan terror y cómo poco a poco se cargaban de lágrimas al ser consciente de la situación.
-Lo sabía.-Murmura debil el azabache.
-¡Ranpo-kun!
-Al fin apareces...
Los orbes esmeralda se cierran dando fin a su papel en la historia, y otorgándole también la experiencia de sentir una muerte ficticia por primera vez.
¡Casi la actualizo al año, no puede ser!
Oh, bueno...lamento la demora para traer esto en verdad quería publicarlo antes pero tuve que coregir algunas cosas y luego quise esperar a que retomara el resto de mis historias...
Que por cierto, ya van a comenzar a publicarse poco a poco a partir de ahora.
Y con respecto a este último capítulo, las posibles dudas con respecto a lo ocurrido aquí serán explicadas en el epílogo.
Muchas gracias por leer.
PD: Provecho para cambiar la portada aquí también y recordar que -Kyam- fue la que me obsequió esta y la anterior.❤
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