Capítulo 30. Siete vidas.
Cat se acercó considerablemente para mirar mejor la situación, eran solo John y Morgan los que se miraban fijamente, mostrándose dispuestos a atacar
Los tentáculos se alzaron con violencia yendo directo al cuerpo del chico, sin lograr dañarlo en lo absoluto gracias a sus rápidos reflejos.
John hizo retroceder a Morgan al atacarle con las filosas garras de sus guantes, haciendo que su pelea no involucrara a Madelinne que seguía en el suelo mirándolos con horror.
-No seas tonto, niño. Juntos podemos lograr grandes cosas, dominaremos este lugar, los humanos nos temeran. -le aseguraba Morgan a John. -Sólo únete a mi.
-No lo creo. -sonrió John sarcástico. -Lo único que quiero de ti, es tu sangre en mis manos.
Cat aprovechó la pelea entre los dos sujetos frente a él para acercarse a Madelinne y observar que John del pasado estuviera bien.
Al parecer estaba inconciente pero todo parecía correcto. Madelinne comenzó a llorar al ver como aquel hombre del traje negro esquivaba los golpes de aquellos tentáculos. No podía nisiquiera imaginarse que hace unos minutos había hablado con él y ahora estaban en tan extraña situación.
Morgan logró atrapar a John de una mano y sujetó con la fuerza de sus tentáculos su cuerpo, impactándolo, repetidas veces, contra la pared del callejón.
Al ver esto, Cat molesto, avanzó tomando velocidad para saltar a la espalda de Morgan y hacerlo caer propinandole golpes en la mandíbula.
John fue liberado entonces, estando algo débil y herido, caminó hasta Madelinne quien le miró atenta.
-Mad, necesito que me ayudes. Tienes que decir esas palabras. -pidió John dándole la gema a la chica. Tomó sus manos con ternura y las besó sutilmente. -Haz lo tuyo, preciosa.
-No puedo, no se hacerlo. -dijo llorando. -Tengo mucho miedo.
-Shhh... -susurró él acercándose a ella para tomar sus mejillas entre sus manos. -Tranquila, se que esto es muy extraño. -sonrió acercándose más a ella. -Pero todo estará bien, ¿okey? No dejaré que te pase nada malo, estoy aquí y yo te protegeré con mi vida.
-¿Por qué pasa todo esto? ¿Quién eres tu? -preguntó ella ahora asustada. -¿Por qué me pasa esto a mi?
-Prometo que lo sabrás después, pero ahora necesito que encierres a ese sujeto en la gema. -pidió John a Madelinne.
Ella sujetó entre sus manos la gema y miró los ojos del chico, él le sonrió dándole confianza e invitándola a comenzar.
Al pronunciarse la primera palabra, Morgan se puso alerta y utilizando sus tentáculos arrojó lejos a Cat. Se puso de pie mirando furioso a Madelinne y se acercó a ella para hacerla callarse.
John se interpuso entre ellos y le propinó un fuerte golpe en la barbilla a Morgan. Lo hizo retroceder mientras golpeaba sin parar su estómago y rostro, acorralándolo contra la pared.
Madelinne siguió con el conjuro, titubeando de forma nerviosa y temblando del miedo. Pero John a su vez no paraba de golpear al sujeto frente a él, parecía estar cegado por su odio y no escuchaba la voz de Cat llamarle para que se detuviera.
-John. -le dijo Devon acercándose a él. -Basta.
-John. -intervino Cat pero el chico no reaccionaba.
"Tu provocaste que tu padre fuera al hospital, no pudiste defenderlo porque eres débil, no sabes nada. No pudiste proteger a tu papito, ¡No lo salvaste! ¿Y a Julieka? También murió tratando de ayudarte a acabar con esto. No fuiste capaz de impedir su muerte, ¿verdad? Y no hiciste nada más que lloriquear. "
Recordó las palabras de Cat en su interior y el coraje aumentó peligrosamente.
"Fuiste tan estúpido como para permitir que tu mejor amigo muriera. ¡No pudiste hacer lo que te dije y por eso él acabó muerto! Nisiquiera estuviste ahí para ayudarlo cuando era atravesado y se desangraba, admitelo, no sirves para esto."
El odio, el temor de volver a fallar y una terrible culpa mezclada con dolor se arremolinó en su interior haciendo que miles de pensamientos le bloquearan.
Sintió como las torpes manos de Morgan trataban de sujetarlo para que parará pero él no lo haría. Quería matarlo.
Ese ser humano tan despreciable que había causado muertes de sus seres queridos y había herido a otros, no merecía sólo ser encerrado. Debía morir, debía ser él quien lo matará y necesitaba vengarse.
-¡Hey! ¡basta niño! -se quejó Cat tratando de zafar a Morgan de los golpes de John. -Ya entendió, tranquilo. Deja que la loquita acabe con esto y ya.
-¡Él debe morir! -se quejó John molesto. -Debemos acabar con él de una vez por todas.
-Tienes razón, pero eso no era parte del plan. -dijo Devon molesto. -No eres un asesino, John.
Cat miró los ojos entonces del chico, sus ojos antes color café claros ahora se formaban verdes fuerte, un verde tan brillante que logró asustar un poco al felino.
-Estas perdiendo el control de tus poderes. -dijo Cat seriamente. -Debes...
-Ya me cansé de que me limites. Él debe morir y lo sabes bien, ¡Mató a Morgana, a Julieka, Min, a Madelinne! -gritó furioso. -Me quitó todo lo bueno que tenía y ahora debo impedir que eso pase.
-¡Tu no eres un asesino! -gritó Devon molesto. -Piensa en lo que estas diciendo, ese no eres tu.
Aprovechando la distracción, Morgan elevó sus tentáculos e hirió el costado de John ocasionando que éste soltara un desgarrador gritó de dolor.
Morgan comenzó a reír mientras secaba la sangre de su boca debido a los golpes que había recibido.
-Hazle caso a tus amiguitos, niño. -comenzó Morgan burlista. -Tu no eres capaz de matarme. Tu no eres capaz de salvar a nadie y lo que vinieron al pasado a revertir, volverá a pasar porque tu no eres rival para mi.
Sujetó a Cat del cuello con sus tentáculos y apretó con fuerza mientras que Devon fue proyectado contra una pared y perdió la conciencia.
John miró a Madelinne que estaba congelada mirándolo a los ojos.
Recordó entonces su promesa y soportando el dolor que le causaba la herida, se puso de pie.
-John. -susurró Cat siendo asfixiado.
-Termina cariño, yo te cubro. -le pidió John a Madelinne sonriéndole levemente.
Caminó sujetando la herida de su costado y presionó el botón detrás de su oreja. Escuchó entonces como la voz robótica de su mejor amigo se encendía para darle la bienvenida.
-Hola John, ¿en que puedo ayudarte? -decía la voz de la máscara.
-Necesito más filo en mis garras. -aseguró el chico sonriendole de forma macabra al sujeto de ojos grises.
Por un momento Morgan dudó, la mirada psicópata del chico comenzaba a confundirlo. ¿De que sería capaz este chico?
Sin previo aviso las garras del chico aumentaron considerablemente, ahora eran mucho más grandes y filosas.
Un torbellino de aire se hizo presente levantando el polvo del lugar, de la nube de tierra apareció GreenFlash que mirando a su alrededor localizó a Morgan.
-¿De que me perdí? -comenzó Green cauteloso.
-Llegaste justo a tiempo para el show. -aseguró John dando un gran salto y posiscionándose frente a Morgan.
Tomó los hombros del sujeto y propinó dos rodillazos a su estómago, esquivó sus tentáculos arrojando pequeñas navajas de su traje y observó como Green ayudaba a Cat a liberarse.
Dio dos fuertes golpes al estómago de Morgan, para después dar uno directo a la mandíbula.
Sangre salió de los labios del hombre de ojos grises, que aturdido trataba de extender sus tentáculos para protegerse, pero fue entonces que John atravesó su estómago con las garras de su mano.
-Oh oh -sonrió John. -¿Que ironía no? ¿Qué se siente Morgan? ¿Lo prefieres más profundo? -encajó más sus garras logrando atravesarlo de lado a lado. -Te prometí que te mataría, ahora estamos a mano. Por mi padre, por Min, Por todos.
-¡John! -gritó Green. -Esto no era parte del trato.
-Madelinne terminalo. -ordenó Cat a la chica.
Ella aún aturdida pronunció la última palabra, viendo como la gema parpadeaba de un color muy resplandeciente.
El cuerpo de Morgan fue absorbido por la gema, dejando a su paso una neblina oscura que se sumergió en la gema en manos de Madelinne.
John observó sus manos llenas de sangre y sintió un horripilante placer al saber que por fin había logrado vengarse de aquel hombre.
Madelinne lo observaba con ojos llorosos y se puso de pie con cuidado, miró la herida del chico y luego sus ojos que poco a poco volivan a su color natural.
-Gracias. -dijo ella nerviosa. -Me salvaste la vida.
-Lo sé.-sonrió John mirándola con una leve sonrisa de satisfacción.
-Es hora de irnos. -sentenció Cat molesto.
-¿Pero que va a pasar con el chico que está ahí? -señaló Madelinne al John de pasado. -La bruja lo atacó.
-Si.. bueno... -comenzó John riendo levemente. -Estará bien.
-Yo me encargaré de ellos, ustedes deben irse. -anunció Green. -Vuelvan a su línea temporal. -miró a John y se acercó a él. -Fue un placer trabajar contigo, Gato. -le dijo a John extendiendo su mano.
-El placer es todo tuyo. -sonrió John estrechando la mano del velocista.
-Tal vez nos encontremos después. -aseguró Green Flash.
-Ya sabes donde buscarme.-sonrió John.
-Debo decir que creí que moririas. -admitió Green. -Me alegra que todo acabará bien.
-Después de todo tengo siete vidas. -se burló John. -Llévala a su casa, asegúrate de que este bien. -señaló a Madelinne.
-¿Nos vamos señorita? -preguntó Green pidiéndole su mano.
Ella dudó, para después mirar a John a los ojos.
-¿Alguna vez te volveré a ver? -preguntó curiosa acercándose al chico del traje.
-Es muy probable. -aseguró John sonriente.
-Quisiera... -comenzó ella tímidamente. -¿Puedo ver quien está debajo de la máscara? -pidió levantando de apoco la máscara de John.
-Espera. -la detuvo el chico dejando solo a la vista sus labios y mitad de su nariz. -No es buena idea.
-Pero... -comenzó ella molesta.
-Algún día lo entenderás. -susurró John seriamente.
Madelinne miró entonces sus ojos y le sonrió comprendiendo que no podía conocerlo. Era un enmascarado cuidando su identidad.
-Gracias por salvarme... -susurró ella besando sus labios. -Black Cat.
El beso fue corto, pero lleno de sentimientos encontrados, John no pudo evitar corresponderle y pensar en todo lo que había pasado. Se prometió a sí mismo buscarla en el presente y arreglar las cosas, se prometió a si mismo verla de nuevo y amarla en todo momento.
Se separaron mirándose seriamente y sonrieron al verse en tal situación. John acomodó su máscara para volver a su antigua posición.
-Te veré después. -prometió John despidiéndose
Ella asintió feliz con la respuesta del chico y tomó la mano de Green, que sobre sus hombros llevaba al John inconciente y desapareció en un segundo dentro de una nube de polvo y electricidad.
-Perdiste el control. -se quejó Devon una vez que los otros habían desaparecido.
John rodó los ojos quitando su máscara para tallarse la cara con libertad.
-El trabajo está hecho, se acabó y eso es lo que cuenta. -aseguró seriamente. -Vayamos a casa.
-Le quite la gema a Madelinne. -anunció Cat. -Me la quedaré yo.
-¿Ahí está Morgana? -preguntó Devon.
-Si.
-También Morgan. -dijo John cauteloso.
-Descuida, buscaré la forma de sacarla sólo a ella. -anunció Cat mirando al chico.
-Bien. -dijo John seriamente. -No quiero más problemas de nuevo.
-Vayamos a casa chicos, debemos descansar. -dijo Devon adolorido.
-Espera... -dijo John rápidamente. -¿Todo lo que pasó en el presente estará igual?
-Hemos cambiado las cosas. -aseguró Cat. -La pelea jamás pasó.
-Nadie murió. -aseguró Devon pensativo.
-Nada pasó. -dijo Cat.
-Vayamos a casa. -dijo John colocando de nuevo su máscara. -Min, las garras.
Las garras del guante se comprimieron de nuevo, escondiéndolas en el traje.
...
-¿Entonces te vas? -preguntó John a Cat. -Podríamos ser un buen equipo.
-Trabajo sólo, niño. -aseguró Cat. -Quiero descansar de todo este tiempo encerrado en ti, viéndote, escuchándote y sintiéndote todos los malditos días pegado a mi. Tal vez nos veamos después.
-Si, tienes razón. Yo me encargaré de descansar de ti también. -le sonrió John sentándose en el techo de su casa. -Aunque se que me extrañaras.
-Si, no lo creo. -sonrio Cat. -Veo que ahora todo está mejor, arreglaste las cosas con tu padre, Min está bien, Madelinne vive feliz con sus padres. -dijo Cat jugando con la gema entre sus manos. -Todo volvió a la normalidad.
-Si, excepto nosotros dos. -dijo John pensativo.
-¿Qué harás ahora, Black Cat? -se burló Cat. -¿Serás el héroe de todos?
-No creo que eso sea lo mío. -se quejó John encogiendose de hombros. -Eso se lo dejaré a Green, escuché que está reclutando velocistas.
-¿Hay más como él?
-Al parecer si, será divertido ayudarle de vez en cuando. -sonrió John. -En fin, creo que debo regresar, mi papá y yo iremos al cine.
-Cuidate niño, no hagas muchas idioteces. -se burló Cat.
-Hasta luego, Vladimir. -se despidió John dando un salto para sujetarse del marco de la ventana y entrar a su habitación.
Justo cuando tocó el suelo, su padre abrió la puerta para sonreírle a su hijo ya listo para salir.
-¿Listo? -le preguntó a su hijo.
-Vamonos, no quiero llegar tarde. -aseguró el chico tomando su chaqueta.
Mientras que padre e hijo se dirigían al cine para pasar tiempo juntos, el misterioso chico llamado Vladimir miraba la luna aún en el techo.
-Él será un buen BlackCat. ¿No lo crees Mor? -dijo comenzando a caminar para dirigirse al siguiente techo. La gema en sus manos parpadeo en respuesta y así entendió la aprobación de la bruja. -Ahora solo somos tu y yo, Morgana. Espero que él esté preparado para lo que viene.
Desapareciendo en la oscuridad de la noche, corriendo a toda velocidad a algún lugar.
Donde fuera que lo llevará lejos y pudiera comenzar de cero.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro