Capítulo 6
-Quiero que en este momento me lleves a mí casa- grite como loca.
-Puedes calmarte, tu voz es lo más estresante que alguien puede llegar a escuchar- se baja de la moto y empieza a caminar.
-¿Que es este lugar?- Camino tras el.
-No te importa, solo vinimos por algo y luego nos iremos- lo mire mal, mientras veía que nos acercabamos una pequeña cabaña.
-Quedate aqui- me quedé parada por un momento pero seguí caminando tras el- ¿Acaso no entendiste?- dijo deteniéndose haciendo que chocará con su espalda.
-Si entiendo, pero a ti no te hago caso- sonrió con ironía.
Este me ignoro y siguiente caminando, hasta llegar a la cabaña para así tocar la puerta, donde apareció un muchacho que aparentaba unos 25.
-Hey Black- lo saludo emotivo para luego fijar su vista en mi- ¿Nueva conquista?- rio divertido.
-Ya quisiera el- niego con mi cabeza.
-Tu cállate que nadie te a dado permiso de hablar- el muchacho solo nos miraba divertido y con ganas de estallar de la risa- ¿Qué tal Mark?¿Ya está lo de Rick?- pregunta con su semblante serio.
-Si, aquí esta- entrega una pequeña bolsa negra la cual miro curiosamente.
-Bien, adiós- Black empieza a caminar y yo nuevamente lo sigo.
-¿Que es?- pregunto refiriéndome a la bolsa.
-No lo se- mintió, claro que el sabía.
-Bien, quiero ver que contiene la bolsa- trato de agarrar la bolsa pero este la aleja de mi.
-No- dice para subir a la moto.
-Eres un aburridor- digo mientras me subo a la moto.
Este me ignora el resto del camino, y me voy quedando dormida en su espalda.
Despierto por que siento algo encima de mi, al abrir los ojos me encuentro en una habitación que no es mía y una de las personas que no me agrada a mí lado.
-¿Que hago aquí?- digo mirando todo, porque realmente no sabía en donde estaba.
-Te dormiste, te traje a mi departamento y eso es todo- se acomoda en la cama ara seguir durmiendo pero claro que no lo dejaría.
-Debo ir a mí casa- recuerdo la cita que tenía con Tony.
-Luego te llevo- lo fulminó con mi mirada aunque claramente este no podía ver que lo estaba haciendo.
-Pues me iré sola- salgo de su habitación y su casa realmente es grande y posiblemente me pierda buscando la salida.
Empecé a caminar por todo el lugar sin encontrar la salida pero lo que si encontré fue la cocina donde se encontraba una señora de la tercera edad cocinando.
-Hola, ¿Podrías decirme por favor dónde está la salida?- dije educadamente.
-Claro, pero primero siéntate para que comas algo- sonríe y me pasa un plato con comida.
Empiezo a comer rápidamente por lo que a los pocos minutos ya estaba lista para irme.
-Muchas gracias- le digo a Mary, si mientras comía la anciana me puso conversa y supe que sólo era la nana de Black.
-Bien cariño, esa de allí es la salida- dice tiernamente, pero lo único que pienso es en que soy una tonta por no haber visto el portón grande que había.
Salgo de la casa y noto que por fuera es igual de hermosa, empiezo a caminar por todo el vecindario hasta que me ubico en donde estoy y me alegro de que no esté tan lejos de mi departamento como pensaba.
Al llegar a mi departamento me ducho rápidamente y de la misma forma me visto ya que llegaba tarde a la cita con Tony.
-Lo lamento, enserio no quería llegar tarde-digo de manera arrepentida.
-No hay problema, igual no es que lleve mucho tiempo esperándote- mintió, por que sabía que había llegado como media hora tarde.
-Tenía pensado en ir a comer algo- sonrió por el nerviosismo que tenía.
-Me gusta esa idea, ¿A dónde iremos?
-Se que no te gusta algo elegante por lo que opté ir a la pizzería- sonreí que conociera eso de mi.
Ambos caminamos bromeando hasta la pizzería en la cual comimos y nos quedamos un rato hasta que empezaba anochecer.
-Tengo otro lugar al cual ir- dijo cuando salimos de la pizzeria.
-¿Enserio?- confundida lo miro.
-Si y se que nos divertiremos- tomo mi mano arrastrándome a su auto y luego de unos cuantos minutos nos encontrábamos frente al parque de diversiones.
-¿Me trajiste para entrar a la casa embrujada?- pregunto burlonamente.
-Si, tengo una idea- sonríe como idiota.
-Si es que te abrace pues no pasara- alzó mi ceja.
-Oh Dios has dañado mi plan- dramáticamente toca su corazón por lo que estalló a carcajadas.
-Tal vez tenga piedad y si lo haga- lo miro riendo.
-Tendría demasiada suerte- pasa su brazo por mi hombro y entramos al parque de diversiones.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro