Día de San Valentín y definitivamente no tenía con quien pasarlo, Sam había conocí a alguien en los últimos días por lo cual mando a Rick a la mierda para poder salir con aquel chico. Tyler estaba en un viaje familiar y eso que se negó a ir para poder estar conmigo, sin embargo yo se lo impedí.

Las últimas semanas Black había hablado conmigo pero definitivamente las cosas no eran las mismas, al verlo en lo único que pensaba era en qué me había sido infiel, trataba de perdonarlo pero lo único que necesitaba era un descanso.

Siento como alguien toca la puerta sacándome de los infinitos pensamientos que estaba teniendo en el momento, me levanto de el sofá y abro la puerta encontrándome con Black.

-¿Qué sucede?- le digo mirándolo seriamente y el se rasca la nuca incómodo.

-Es San Valentín- yo asiento lentamente con mi cabeza- pues viste, te llevaré a un lugar- alzó mi ceja y el solo me toma suavemente de la cintura para llevarme a mi habitación en sus brazos.

-No quiero ir- claro que queria ir, definitivamente no deseaba quedarme sentada todo el día en mi casa, pero el orgullo de estar con él me lo impedía.

-¿Quieres que te vista?- se cruza de brazos y al ver que yo no muevo ni un solo dedo se acerca al closet y empieza a sacar un montón de ropa.

-Espero que recojas cada una de las cosas que tiraste- lo miro con los ojos entrecerrados.

-Vistete- me ordena por lo cual ruedo los ojos y me acuesto en la cama- pues lo haré yo.

Se acerca cautelosamente a mí y me sienta en la cama, cuando siento sus dedos rozar mi piel siento como me erizo y me alejo de su tacto.

-Salte, ya me voy a vestir- digo con la voz más aguda de lo normal y al parecer eso hace que se divierta.

-Me puedo quedar, no es algo que no haya visto antes- me sonrojo rápidamente y lo empujó de mi habitación, apenas termine de vestirme me hecho un poco de brillo labial y salgo a su encuentro- Eres realmente hermosa- su voz está un poco ronca y yo miro hacia otro lugar para esquivar su mirada.

-Solo vamos- le digo suavemente y el toma mi mano lentamente esperando a que yo le grité o la quite cómo veces anteriores, sin embargo, esta vez se lo permito.

-¿A dónde vamos?- el sonríe por lo cual lo miro un poco confundida.

-Hice algo en el lago, se que te gustó el lugar- por primera vez en el día le sonrió y apenas el me devuelve la sonrisa la mía se me borra haciendo que suelte su mano.

De camino al carro me repetía mentalmente unas cuantas de palabras "No somos nada" pero cada vez que lo decía ni yo me lo creía, el había impactado fuertemente en mi corazón y aunque eso me y el me gustaran debía alejarme o todo saldría mal, el camino al lago se hizo más largo de lo normal debido al tráfico que había.

-Por fin- se baja de el auto y se apresura a abrir la puerta de copiloto para que yo pueda bajar.

-¿Lo hiciste tú?- digo al ver lo lindo que se veía el picnic.

-Con un poco de ayuda- alza sus hombros restándole importancia y toma mi mano para guiarme a los pequeños asientos que habían.

El pequeño tiempo que habiamls pasado juntos era genial, ambos nos encontrabamos en la orilla de el lago y el aprovecho el momento para rodearme con uno de sus brazos.

-¿Me perdonas?- dice suavemente y puedo sentir su mirada perforandome .

-Ya lo hice- se aleja un poco para negar con su cabeza.

-No lo hiciste- me dice y yo lo miro fijamente.

-Si lo hice, que te perdone no quiere decir que las cosas vuelvan a ser como antes- lanzó un suspiro- solo dame tiempo, es lo único que en verdad necesito.