-¿Peleas ilegales?- pregunte confundida a Samantha Fox, mi mejor amiga desde que éramos unas pequeñas.

-Si, ya sabes- alza sus hombros despreocupada- Sangre, golpes, chicos realmente guapos- de un momento a otro se calla y lo más posible es que este pensando en aquellos chicos por lo que la miro divertida para luego volver a una postura seria.

-Esta bien, diviértete- le digo mientras me dirijo a la cocina de nuestro departamento, si ambas hace un año habíamos decidido vivir juntas cuando fuimos aceptadas en la misma universidad.

-Pero se suponía que tú vendrías conmigo, ¿Enserio serías capaz de dejar a tu mejor amiga sola en un lugar como ese? - Pregunta haciendo unos pucheros en los que cualquiera podría caer pero yo no, bueno en realidad nadie caía en sus pucheros.

-Si, ve sola- digo tomando un poco de agua la cual es arrebatada de mis manos para que un pequeño demonio rubio me arrastre a mí habitacion.

Sam me tira a la cama en donde me quedo sentada observando cada uno de sus movimientos, pero esto se ve interrumpido cuando tira en mi cara un jean negro, con una chaqueta del mismo color para que luego más tarde saque una blusa de color morado pastel.

-Dije que no ire- ella me fulmina con la mirada para luego mirarme pensativa y sonreir.

-Te llevaré toda esta semana a tu entrenamiento y te recogeré para luego invitarte a comer- una sonrisa se planta en mi rostro para empezar a cambiarme de ropa rápidamente, definitivamente necesitaba a alguien que me llevara y recogiera de mi entrenamiento.

Sam sale de la habitación para irse a cambiar ya que aún estaba en su linda pijama de tortugas que yo le había regalado ya que le encantaban.

Salgo de mi habitación para entrar a la de ella y puedo ver que se encuentra maquillando por lo que me tiro a su cama.

-¿Por qué se te dió ya por ir a peleas ilegales?- le pregunto mirándola con mi ceja alzada ya que estaba segura de que no me había contado algo.

-Quiero probar cosas nueva- responde por lo que la miro divertida ya que no le creía lo que acababa de decir- Un chico- asiento con mi cabeza, claro que era eso por qué de otra manera nunca iría a un lugar como ese.

-¿Pelea?- ella me mira horrorizada por la pregunta.

-No, claro que no, solo es amigo de uno de los chicos que pelea entonces me invito y no iba a perder la oportunidad de salir con el- dice acercándose a mí y poniéndome un poco de labial.

-¿Mi opinión?- Pregunto dándole a entender que si puedo decir algo al respecto.

-No, eres insensible- rueda sus ojos.

-Eres idiota- sonrió por su comentario y contesto mientras ella me golpea fuertemente mi brazo.

-Zorra daña sentimientos- dice tirándome una almohada que hace que haga una mueca.

-Rubia teñida- le devuelvo la almohada que me tiro haciendo que se despeine un poco.

-No soy teñida- grita fuertemente haciéndome sobresaltar, Sam odiaba que alguien le dijera que era teñida por que en realidad no lo era pero ese simple comentario causaba una furia en ella.

-Lo eres, teñida- digo separando sílaba por sílaba, Sam estaba prepara para saltar encima mío hasta que la campanilla de nuestro departamento suena y ella me mira alarmada.

-Te perdonaré si abres la puerta y hablas cualquier cosa estupida que es lo que haces normalmente- la miro divertida cruzando mis brazos- Ya- grita por lo que río y salgo a abrir la puerta.

Al abrir esta me encuentro con un chico realmente guapo, ojos grises, cabello castaño rubio y una hermosa sonrisa que cautivará a cualquiera, pero tenía un defecto se le notaba por encima lo mujeriego que era.

-¿Esta Sam? - Pregunta, también era un mal educado ni siquiera se digno a saludarme.

-Pues si, pero para ti no esta- este me miraba divertido por lo cual lo fulminó con mi mirada.

-¿Sabes? Ella me dijo que posiblemente una loca abriera la puerta y sorpresa eres tu- dice riéndose de mi al ver mi cara de indignación.

-Sabes niño, pasa antes de que mi hermosa mano te golpee tu asquerosa cara- este pasa y se sienta en el sofá.

Lo sigo y me siento frente a él y me quedo mirándolo lo cual parece intimidar lo y eso realmente causa que yo disfruté.

-Es chistoso que me estés intimidado pero no me culpo tienes una cara de psicópata- ruedo los ojos y rio, en realidad muchas gente había hecho ese comentario de mi, pero no era mi culpa tener unos ojos grandes que ocasionarán esa sensación en las personas.

-¿Enserio peleas ilegales?- digo mirándolo reprobatoriamente.

-Es un divertido lugar, aunque puede que te llenes de sangre y salgas violada- abro mis ojos horrorizada de lo último que dijo- es broma- ríe.

-¿Tan siquiera te gusta?- el me mira sabiendo que hablo de Sam, vamos es mi mejor amiga y golpeare a cualquier persona que la lastime.

-Al principal me la quería coger, hasta que empecé a hablar con ella me pareció alguien interesante y luego me terminó gustando- dice con confianza.

-¿Se conocían de antes?- Sam no me había comentado nada lo cual me ofendia un poco.

-Llevamos tres semanas charlando y follando- responde, iba a preguntar más pero Sam bajo interrumpiendo la charla.

-Bien, ¿Alex ya conoces a Rick?- pregunta al estar a nuestro lado.

-Si- digo sonriendo, aunque claramente luego tendría que aguantar mi interrogatorio.

-¿Vamos ya?- mira a Rick.

-Si, por cierto estas totalmente hermosa- Sam se sonroja y yo solo los miro.

-Gracias- dice mientras empiezan a caminar hasta la salida tomados de las manos y yo voy tras ellos como un lindo perrito.