Misty's Pov

Esto de lidiar con mi propia basura era horrendo, y peor si estaba sola en todo.

Detuve mi paso y me miré al espejo, me obligué a sonreírle a mi reflejo, pero a como las demás veces, aquella sonrisa era forzada, falsa y nada acorde conmigo misma. En otras palabras; una sonrisa y mi aspecto no iban agarradas de la mano. Lucía como una vagabunda.

— ¿Dónde está mi maldito celular? — me pregunté mientras reanudaba mi camino por el pasillo de mi apartamento, ya lo había buscado en mi habitación y no estaba, me estaba comenzando a desesperar.

Eran las 10AM, seguía en pijamas, mi cabello era un desastre, ni siquiera me vi en la tarea de amarrarlo, tenía mi laptop en el sillón de mi sala, este reflejaba mi página de Tumblr, intentaba actualizarlo pues lo había abandonado últimamente con todo el drama por el cual había pasado con Luke, la última vez que hablé con él fue el día que lo atraje a la cafetería por medio de Ashton, y ni mencionar todo el drama que hubo en Twitter después, fue como una batalla entre las fans que querían a Arzaylea y las que me querían a mí, Bueno, eso ya no importaba. Todo estaba bien.

Me llevé ambas manos a la altura de mi cintura y visualicé todo la estancia. ¡Mi celular!

Me dirigí a mi computadora, me senté en el sillón, llevando el aparato sobre mis piernas, refresqué el inicio de Twitter, me dirigí a los DM, busqué el nombre de Michael y decidí escribirle, él siempre veía mis mensajes.

Misty ✨ :

Michaeeeel

Michael Clifford:

¿Qué?

Me sentí aliviada por la pronta respuesta de mi amigo.

Misty ✨ :

¿Podrías hacerme un favor y llamarme? He extraviado mi celular.

Michael Clifford:

Torpe.

No recibí más de él, esperé unos segundos hasta que el tono de llamada que tenía programado sonó por toda la sala.

Me levanté en busca del sonido, y quise estrellar mi cabeza contra la pared al encontrarlo dentro de un jarrón decorativo en el estante. Vaya que sí era torpe.

Misty ✨ :

Gracias, Mike.

Michael Clifford:

Como sea, déjame comer.

Puse los ojos en blanco, luego de tener mi celular conmigo, marqué el número de Calum, necesitaba hablar con él, no lo había visto desde hacía mucho tiempo, Ashton me había comentado que Cal se sentía apenado conmigo por la situación con Luke, aunque no debería de estarlo, digo, yo también le hubiese pegado al rubio.

— ¿Misty? — escuché al otro lado de la línea.

—No, le llamamos de PornHub, le premiaremos con una membresía Premium por haber visto todos nuestros videos. — bromeé, esperé por una respuesta y lo escuché reír.

— ¡Misty! — reí al escucharlo rechistar. — En ese caso, la membresía iría a Michael.

—No, él ya tiene una, recuerda que PornHub se la regaló el día de su cumpleaños. — aclaré y volvimos a reír.

Entonces nos quedamos en silencio después de reír, esperé para ver si él tenía algo que decir, pero sus palabras nunca llegaron, suspiré y decidí dialogar.

— ¿Y cómo estás? — pregunté, me acomodé en el sillón, doblando mis piernas para estar más cómoda, me llevé todo los pequeños cabellos rubios hacia atrás y esperé.

—Estoy bien, pero...

—Pero...

—Me siento apenado contigo, ya sabes, no debí meterme, aunque fue chistoso ver como las maquilladoras le tapaban la herida a Luke cada vez que salía en público, pero creo que ahora piensas mal de mí, no sé. — se calló, le escuché soltar un suspiro y por una extraña razón reí.

—Calum, no pienso nada de ti, todo está bien, comprendo lo de Luke y toda esa basura, pero no debes de estar apenado o algo por el estilo conmigo, es absurdo. — sonreí sin importar que él no me viese. — ¿Estás ocupado?

—Realmente no, estoy tirado en mi cama. — rió, pero luego se detuvo. — Misty, en serio lo siento.

—No te disculpes conmigo, hazlo con el pómulo de Luke. — le dije a broma, a lo que él suspiró.

—Ya lo hice, no fue fácil, los managers nos obligaron a hablar y toda esa mierda para salir adelante como banda y amigos. — confesó, me quedé en silencio, me sentí culpable de todo eso, pues fue por mí la pelea y tal vez todo el drama.

—Oh, lo siento.

—Da igual. — respondió.

—Calum. — le llamé. — ¿Quieres ir a por un helado conmigo? Estoy aburrida.

—Okay.

***

Habíamos hablado de casi todo, extrañaba esta parte de Calum, la parte en la que podía confiarle todo y él estaría ahí. Aunque dolía admitirlo, la fama lo había cambiado y no de modo que se había vuelto egocéntrico, sino que ya no se abría con las personas, la fama había construido un muro, cubriendo sus sentimientos y su verdadera forma de ser. Y me alegraba que el chico que estaba sentado al frente mío, comiendo un helado, era el Calum de hace tiempo.

Me alegraba que estuviera dejando la basura de drama a un lado.

— ¿sabes qué es chistoso? — el moreno me miró mientras se llevaba otra cucharada de su helado de mentas con chocolate a la boca y le observé dudosa.

— ¿Qué?

—Que te tardes tanto tiempo arreglandote. — respondió.

— ¿Por qué se supone que es chistoso? — pregunté, dejé la pequeña taza de helado en la mesa, pues ya lo había acabado y escuché a mi amigo que daría su argumento.

—Ya sabes, te pones maquillaje y esas cosas y está bien, pero lo que no entiendo es todo ese tiempo de dedicación, es demasiado, no soportaría pasar una hora al frente del espejo... ¿Cuánto tiempo duras?

Le quedé viendo por unos segundos, seguido de reír ligeramente, pues él había acertado.

—Casi una hora.

—Diablos, no podría. — Sonrió. — Eres linda con o sin maquillaje. — dijo de forma distraída mientras tomaba una servilleta y se limpiaba. Le miré atenta, un tanto sonrojada, pues a la mayoría le gustaba cómo me maquillaba.

Nos quedamos un rato en silencio.

—Esto se siente bien, no hay drama... me gusta poder ir a un lugar y que nadie se me acerqué porque soy amiga de los chicos de 5SOS, esto es relajante. — confesé y a los segundos me sentí mejor conmigo misma por dejar salir aquello, observé a Calum, quien me miraba serio y me encogí de hombros.

—El drama es la peor basura que te puede pasar, es como un saco de mierda a tus espaldas. — me dijo, a lo que asentí.

—Amo esto, estamos teniendo una conversación sobre cualquier cosa al azar. — sonreí, me dejé caer en el respaldar de mi silla y me hice la desvanecida.

—Siéntate bien, me hacer sentir vergüenza. — habló Calum, poniéndose en pie para ir a botar las tazas de helado vacías al cesto de la basura. Cuando regresó, me quedó viendo y negó. Solamente reí. — Es hora de irnos.

— ¿No me puedo quedar así para siempre? — le pregunté divertida a lo que él volteó los ojos, seguido de jalarme del asiento.

—Tienes 19 años, no eres una niña. — me riñó divertido, le saqué la lengua y arremedé lo que dijo en tono infantil.

Cuando salimos a la calle, un gran panorama de gente yendo y viniendo. Haciendo diferentes cosas se nos presentó, Calum me tomó del brazo haciendo que yo lo entrelazara con el suyo. Sonreí porque me recordó a las viejas películas de damas de alta sociedad.

Entonces nos dirigimos al dúplex donde vivía Calum y... él.