45 - Morning
🎶 He was turned to steel
In the great magnetic field
When he traveled time
For the future of mankind 🎶
Mis oídos retumbaban con el sonido de una canción que conocía a la perfección, el eco de los solos de guitarra entraban a mi cabeza haciendo que automáticamente mi sueño desapareciera.
🎶 Nobody wants him
He just stares at the world. 🎶
—Diablos. — maldecí. Otra solo de guitarra no dejándome dormir.
Abrí mis brazos, harta, al sentir solamente la suavidad de mi cama me alarmé. Eso no debería de ser así, faltaba algo. Estaba sola. No había nadie conmigo en la cama.
¡Felicidades, Sherlock!
Gruñí por mis pensamientos de auto burla y decidí salir de mi cama, me percaté que traía una camisa blanca sobre mi ropa interior, la misma que me había puesto ayer para cubrirme de Luke...
¡Luke!
Diablos. Diablos. Diablos.
Me levanté tan rápido que tuve que apoyarme de mi mesa de noche por el mareo. Abrí los ojos a tope. Todo la habitación estaba en orden, ¿Dónde carajos fue el desorden? Prácticamente todo estaba en su lugar, no había ropa en el suelo. Totalmente asustada de que todo hubiese sido un sueño, dirigí mi vista a la pared, todo el aire retenido salió al ver la pequeña grieta que el chico le había hecho a esta. Bien, no había sido un sueño.
—Luke. — llamé en un susurro, era obvio que no me escucharía, pero lo chistoso era que no quería que lo hiciera, tenía miedo de verle a la cara y desmayarme.
Al salir de la habitación la música se hizo más fuerte, tuve miedo de ir más allá de la sala, así que doble para ir al baño. Al estar adentro me miré en el espejo, mi cara lucía grasosa y mi pelo era un desastre.
¡Tenía aspecto de haber tenido sexo! Madre mía.
Abrí el grifo, cogí agua en mis manos y me remojé la cara, cepillé mis dientes y me amarré el cabello en una coleta alta. Estaba lista para afrontar todo. Tomé una gran bocanada de aire, le asentí a mi reflejo, pero algo hizo que soltara un gemido de susto. ¿Qué diablos tenía ahí? Ahhh.
En mi cuello, cerca de mi lóbulo había una mancha roja, que se tornaría a morada en cualquier día. Era un chupete. Iba a matar a Luke, si es que seguía aquí.
Oh no. ¿Y si Luke ya se largó? Negué, él no sería capaz, ¿O sí?
—...Running as fast as they can. — me quedé petrificada ante lo que estaba viendo, ¿Qué hice para merecer esto y no poder tenerlo todos los días? — ¡Iron man lives again! — Luke gritó lo último de la canción de Black Sabbath que seguía sonando por toda la casa, con sus manos siguió el ritmo de la batería, sabía que ya iba a terminar. — Diablos, como amo esta canción. — murmuró cuando terminó por completo, siguiéndole otra canción. Él aún no se había percatado de mi presencia.
Luke estaba en la cocina, llevaba una de mis gorras —las cuales algunas se las había robado a él— vestía igual que ayer. Mi corazón se partió en dos cuando le vi llevar dos platos al taburete y servir jugo de naranja sacado de la refrigeradora en dos vasos de vidrio.
Luke estaba haciéndome comida y yo aquí, pensando lo peor de él, me sentía fatal.
— ¡Despertaste! — escuché su grito lleno de emoción. — Pensaba llevarte el desayuno a la cama, pero ya que estás aquí, ven. — caminó hacia mí, me tomó de la mano y nos dirigió al taburete, me senté y observé el plato en frente de mí. Eran huevos con tocino y tostadas.
—Lo siento. — solté de la nada. Luke me miró confundido mientras se sentaba en el asiento del taburete de al frente.
— ¿De qué hablas? Está bien, quería hacer el desayuno. — me dijo de forma tranquila, negué, le miré a los ojos y mi pecho dolió al ver un gran brillo de felicidad en estos.
—No es el desayudo, Luke, yo...
—Lo sé, sé de qué hablas, Misty por favor tranquilízate, no hagas un drama ahora, quiero desayunar en paz contigo, ¿Podrías hacer eso por mí? — me tomó de ambas manos, acarició el dorso de estas y asentí. — Eso es perfecto.
Quería verlo feliz, así que tomé mi cubierto y comencé a comer. Enfoqué mi mirada en el chico de ojos azules, él lucía normal, como si haber tenido algo anoche no estuviera mal. Él capturó mi mirada, me sonrió y no pude evitar devolverle el gesto. ¿Qué habíamos hecho? Ambos teníamos novios, era una infiel.
—Misty, cambia esa expresión, tuvimos sexo y no hay nada de malo. — Luke puso los ojos en blanco, tomó de su jugo y volvió a mirarme.
—Claro que hay algo de malo. ¡Tenemos pareja! Hola, Luke, ¿Estás ahí? — dramaticé, dejé a un lado mi cubierto, apoyé mis codos en la mesa y escondí mi rostro entre mis manos.
—Bueno, si lo pones de esa manera suena mal. — el rubio pensó. — Pero tú dijiste que estaba bien anoche, dije que si para ti lo estaba para mí también. — recordó, descubrí mi rostro, lo miré a los ojos y asentí resignada. Tenía razón, no podía quejarme.
—Lo siento, yo no sé qué hacer cuando estás cerca, tú me gustas. — confesé en tono bajo, pretendiendo que así tal vez Luke no me escucharía, pero no fue así pues él gritó un "¿Qué?" Muy alto, se alzó sobre el taburete y me miró a los ojos. Oh Dios, el brillo de sus ojos había aumentado.
— ¿Hablas en serio? — preguntó, se mordió el labio inferior por las ansias y asentí, él iba a volver a hablar, pero el timbre de mi apartamento sonó, seguido de golpes en la puerta.
—Iré yo. — dije de inmediato, agradecía a quien sea que fuera que haya venido por salvarme de este momento.
Al abrir la puerta supe que tal vez estar sola con Luke hubiese sido mejor, mis amigos me evaluaron de pies a cabeza y recordé que solamente traía una camisa grande cubriéndome.
—Luces horrible. — dijo Michael, él se dirigió adentro como si fuera el dueño seguido de Calum, este último parecía harto de todo. — ¡Por el amor a Metallica! — gritó el teñido, confundida le busqué con la mirada y supe que ambos estaban en la cocina y que ya se había encontrado con Luke. — ¡Misty!
Cerré los ojos con fuerza, con miedo de que Michael supiera o sospechara algo de lo que pasó con Luke, conté hasta 3, cerré la puerta y me dirigí a la cocina, al encuentro de mis tres amigos... Luke era mi amigo aún.
— ¿Desayuno y buena música? ¿Por qué no me llamaste antes? Eres tan mala, Misty. — observé a mi amigo, aliviada, me crucé de brazos, asentí insegura, Luke parecía perdido en sus pensamientos, Calum miraba su teléfono y Michael seguía hablando sobre mi mala amistad. Sentía que en cualquier momento iba a tener un colapso nervioso.
—Cállate, Michael. — espetó el moreno, él me sonrió y se fue a la sala, bien, uno menos.
—Espera un segundo. — Michael se giró para ver al rubio, quien le miraba de forma extraña, parecía nervioso, genial, no era la única. — ¿Te quedaste a dormir?
Luke no le respondió, así que el teñido me miró a mí.
— ¿Se quedó a dormir?
—Sí, cuando vine él ya estaba dormido y no quise despertarlo. — mentí y agradecí porque mi voz no tembló, choqué con la mirada de Luke, quien seguía sumido. ¿Y su felicidad?
—Michael, Ashton dice que tenemos que ir donde él, apúrate. — Calum apareció en el marco de la entrada de la cocina, nos observó a todos, confundido, se acercó a mí, por un momento pensé que iba a alborotar mi cabello, pero no; él llevo su mano a mi cuello... justo donde estaba el chupete. Cerré los ojos, esperando por las palabras de mi amigo, pero lo que escuché no fueron regaños. — Eres bien traviesa, Misty, en la próxima dile a Bryan que tenga cuidado.
¿Qué?
—Mira que travieso nos salió tu Papi Flacko. — se burló Michael, mirando también el chupete. Asentí con una sonrisa fingida, ahora me sentía peor porque Bryan no sabía nada de esto. — Vámonos Luke, dejemos a la sucia de Misty.
El rubio se levantó del taburete, se llevó una mano a la nuca, me observó apesarado y asintió en dirección de Mike.
—Dile a Papi que en la próxima tenga cuidado. — Luke sonrió, se giró para dirigirse a la puerta, pero pude notar cómo su sonrisa se borró por completo cuando él pensó que ya no le veía.
Cuando los tres se fueron, me dejé caer en el sillón, escuchando mi música a todo volumen en orden aleatorio, tal vez Undone de Weezer no tenía nada que ver con mi situación, pero eso no me interesó, pues en lo único en lo que podía pensar era en Luke, en Luke y yo y toda la basura que podría suceder si estuviéramos juntos.
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