Misty's Pov

Miércoles, era un perfecto miércoles cuando decidí ir a trotar, lucía perfecta con mis deportivos y por una extraña razón me sentía motivada para bajar esas libritas que me habían hecho sentir insegura de mí misma.

Al haber trotado cinco cuadras alrededor de mi apartamento me sentí cansada y con necesidad de tirarme en algo cómodo y suave, pero sabía que tenía que seguir. Sujeté nuevamente mi cabello rubio en una cola alta y me propuse ir trotando hasta el dúplex de Calum, de todos modos no me quedaba tan lejos y así podía restregarle en la cara al moreno que estaba haciendo ejercicio.

Al continuar con mi recorrido encontré a un chico rubio caminando al otro lado de la acera y automáticamente pensé en Luke, el chico me miró, sonrió amablemente y le devolví el gesto.

Nadie sabía sobre Luke desde el domingo por la mañana, y la verdad era que me preocupaba su estado, Michael había dicho anoche que Luke le había marcado y que le había dicho que estaba bien, el tinturado no entró en detalles respecto a la conversación, pero aquello me tranquilizaba un poco.

¿Y si me necesitaba? Luke podría estarse hundiendo y yo no estaba ahí para darle mi mano a como siempre lo hacía.

Rápidamente descarté esa idea de mi cabeza y me concentré en el timbre del apartamento de Calum.

—Ya voy. —se escuchó desde el otro lado.

—Hola Cal. —saludé al momento en el que este abrió la puerta y me vio de pies a cabeza.

— ¿Por qué estás sudada? —preguntó y me dejó pasar, caminé hasta un sillón individual, me dejé caer en este y miré a Calum. — ¿De quién vienes huyendo? ¿La policía? Oh no... ¿Qué hiciste esta vez?

—No seas tonto, solo decidí ir a trotar. — expliqué y él alzó una ceja.

—Vaya, Misty al fin se hizo amiga del ejercicio. —bromeó, agarré un pequeño cojín y se lo arrojé.

—Mala persona. —le saqué la lengua a lo que sonrió.

—Has lo que quieras, estaré en la pequeña terraza. — informó, se dio la vuelta y me dejó sola en la sala.

—Vaya anfitrión. — me dije a mí misma.

Aún seguía agitada y un poco sudada, me levanté, me dirigí al baño y empecé a buscar algún jabón líquido con olor. Negué divertida cuando lo primero que capturó mi mirada fueron unos sobres de condones y crema de afeitar. Puse los ojos en blanco, me lavé las manos y refresqué mi rostro con agua. Salí de ahí y de nuevo me dirigí al sillón, pero cuando me iba a sentar el timbre sonó.

Calum seguía en la terraza y dudaba que él viniese a abrir por lo tanto fui yo quien fue a ver.

—Aguarde... — dije cuando picaron el timbre de nuevo. Quité el seguro a la puerta, abrí un poco para fijarme quien era y me sorprendí al ver a aquel chico parado al frente mío luciendo totalmente destruido, sentí un gran hueco dentro de mí y supe que él si me necesitaba... o al menos eso quería creer.

— ¿Dónde está Calum? — preguntó, miré sobre mi hombro y de nuevo a Luke. Él lucía como si había peleado con todos sus demonios, se miraba demacrado y hecho un desastre, sus ojos que antes traían un brillo propio ahora estaban opacos y rojos, las ojeras eran demasiado pronunciadas, su barba le daba el aspecto de alguien mayor, pero con muchos problemas. Luke lucía diferente y algo me decía que estos días que había desaparecido no habían sido días de vacaciones, sino de tortura.

—Luke... —susurré y por primera vez aquellos ojos azules se posaron en mí.

—Misty. —dijo en forma de saludo, fruncí el ceño porque me extrañó su tranquilidad y lo único que se me ocurrió para salir de esto fue llamar a Calum.

—¿Qué, Misty? — Calum entró a la sala, me giré para mirarlo y este se había detenido al ver a Luke.— Mierda, Luke...

—Calum, necesito que me prestes las llaves de repuesto de mi apartamento, he olvidado las mías adentro.  —dijo el rubio totalmente serio. Calum me miró a mí y luego a él.

—Sí, espera un momento.  —el moreno frunció el ceño confundido y se dirigió a su habitación dejándome sola de nuevo con Luke.

— ¿Estás bien?  —pregunté un tanto insegura.

—No. —se limitó a contestar sin siquiera hacer contacto visual conmigo.

¿Por qué se estaba comportando así?

—Las hallé. —Dijo Calum, se acercó a nosotros, le sonrió al rubio y le tendió las llaves.

—Te las regresaré luego. — dijo Luke con tono neutro.

—¿Dónde estabas?  —preguntó Calum, Luke me miró a mí y luego a su amigo.

—Te cuento luego. — dijo con el mismo tono de antes, entonces giró y se fue.

Calum me miró confundido, me encogí de hombros en señal de que también estaba pérdida respecto a la situación y él soltó un suspiro.

—Nos estamos jodiendo. —Calum sonrió a duras penas y asentí estando de acuerdo con él.